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La última guerra mundial. EEUU comienza y pierde, Notas de aula de Diplomacia

¿Por qué querrı́a Estados Unidos una nueva guerra mundial y es posible evitarla? ... diplomacia estadounidense se caracteriza por una máxima de Z.

Tipologia: Notas de aula

2022

Compartilhado em 07/11/2022

Salamaleque
Salamaleque 🇧🇷

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De la economía mundial americana a la asiática Previsión de la escalada cíclica de la amenaza militar El estallido de la guerra y las lecciones de la primera derrota Sección 4

Coalición internacional contra la guerra Transición a un nuevo paradigma científico para la gestión del desarrollo económico El concepto de síntesis socioconservadora como base de una ideología de nuevo orden mundial Programa de acción para neutralizar la agresión estadounidense La liberación de Ucrania Sección 5

Amenazas para el desarrollo económico de Rusia La situación socioeconómica de Rusia Guerra financiera contra Rusia La derrota de la economía rusa a través de la manipulación externa de sus reguladores Los resortes del mecanismo de influencia externa en la economía rusa La transición a un sistema de gobierno moderno como condición para la supervivencia de Rusia Transición a la política monetaria soberana Garantizar la seguridad económica exterior de Rusia Implantación de un sistema de planificación estratégica La integración económica euroasiática como base para una coalición antibélica y la armonización de las relaciones internacionales En lugar de una conclusión El Club Izborsk notas

Sergey Glazyev

La última guerra mundial Estados

Unidos empieza y pierde

© S. Yu. Glazyev, 2016 © Book World, 2016

Prólogo

Querido lector. La presente obra contiene los resultados de un estudio de las regularidades de los ciclos largos de desarrollo tecnoeconómico y sociopolı́tico mundial aplicados a los cambios del mundo moderno. Algunas de ellas ya han sido presentadas en el libro anteriormente publicado "La catástrofe ucraniana: ¿de la agresión americana a la guerra mundial? En este libro se complementan con amplios datos nuevos y con los resultados de un minucioso análisis de la lógica de actuación de las fuerzas que fomentan una nueva guerra mundial contra Rusia. Revela la combinación de patrones objetivos y factores subjetivos en la estructura de las fuerzas motrices de esta guerra. Se demuestra que está condicionada por los intereses económicos de la élite gobernante estadounidense, y se revelan las razones para elegir a Ucrania como vı́ctima de la nueva agresión estadounidense. A partir de un análisis sistemático de las causas y la revelación de las fuerzas motrices de esta agresión, el libro fundamenta las medidas para repelerla. Corresponden a la naturaleza de esta guerra, que, a diferencia de los enfrentamientos directos de ejércitos multimillonarios del siglo pasado, tiene un carácter hı́brido y sólo prevé la intervención armada tras la destrucción ideológica y económica del enemigo en forma de operaciones de castigo bajo la apariencia de objetivos "humanitarios". El presidente ruso V. Putin se opone a la agresión estadounidense a la integración euroasiática, que se basa en el respeto a la soberanı́a nacional de los Estados que se unen en función de sus intereses económicos, sociales, polı́ticos y humanitarios objetivos. A diferencia de la Unión Europea, que impuso a Ucrania una asociación desigual mediante la coacción directa y la injerencia brutal en los asuntos internos, la Unión Económica Euroasiática se basa en los principios de voluntariedad, beneicio mutuo e igualdad de las partes. Llevo muchos años dedicándome a la integración económica de Eurasia como parte de mi trabajo. A medida que se ha profundizado y ampliado, también lo ha hecho la oposición a este proceso por parte de Estados Unidos y la UE. Tras el éxito de la creación de la Unión Aduanera de Bielorrusia, Kazajstán y Rusia, esta oposición se convirtió en una agresión directa contra Rusia en Ucrania, Moldavia y Georgia para separarlas del proceso de integración euroasiático. Las técnicas de la geopolı́tica occidental utilizadas para ello me causaron desconcierto por su falsedad, ferocidad y cinismo, convirtiéndose en crı́menes directos contra los pueblos de los estados postsoviéticos. Como cientı́ico, comprometido profesionalmente en largos ciclos de

En lugar de una introducción

El último juego geopolítico: Estados

Unidos empieza y pierde

El mundo vive a la expectativa de la guerra. Más concretamente, en estado de guerra. El hecho de que no se haya declarado oicialmente no debe inducir a error. En todo caso, el mundo ruso, que en el último siglo ha sido agredido cuatro veces por las potencias occidentales. La Primera Guerra Mundial y la intervención que le siguió por parte de los antiguos aliados con el objetivo de desmembrar y destruir nuestro paı́s, la guerra de la Patria, salvaje y sin precedentes, con una Europa unida por los fascistas, la guerra ruso-japonesa planiicada por los británicos, costaron a nuestro pueblo decenas de millones de vidas. Junto con las tres revoluciones organizadas no sin la ayuda de las potencias occidentales y las guerras civiles que siguieron, la represión y los conlictos étnicos, le costaron a nuestro paı́s, como advirtió proféticamente Dostoievski[1], 100 millones de cabezas.

El centenario del estallido de la Primera Guerra Mundial fue marcado por las potencias occidentales con una nueva intervención contra Rusia al organizar un golpe de Estado en Kiev el año pasado y ocupar de hecho Ucrania y entregar el poder a un gobierno neonazi tı́tere. Este último no oculta su continuidad ideológica con los colaboradores de Hitler, declarando abiertamente a Bandera, Shukhevych y otros secuaces fascistas como sus héroes. Y al igual que los hitlerianos los utilizaron principalmente para llevar a cabo masacres y operaciones de castigo contra la población local, los actuales apoderados de la OTAN cometen asesinatos en masa de los residentes de los territorios que no están bajo su control y reprimen a decenas de miles de ciudadanos que no están de acuerdo con la ideologı́a nazi. En sus métodos de actuación, que incluyen la quema de personas, el uso de armas prohibidas internacionalmente, la tortura y otros crı́menes contra la humanidad, los actuales neonazis no se diferencian de sus ı́dolos fascistas de la ocupación alemana. No es gratuito que el SBU dirigido por mentores estadounidenses se compare con el GESTAPO de Hitler y los "batallones de voluntarios" con los verdugos de las SS. Los propios neonazis ucranianos no tienen reparo en exhibir los sı́mbolos fascistas del Tercer Reich. La inesperada reencarnación de los nazis de Hitler en Ucrania, ası́ como los seguidores radicales de Mahoma en el "Estado Islámico", que traen la guerra al mundo civilizado en el tercer milenio después de la Natividad, han avergonzado a los partidarios del modelo lineal de desarrollo humano. Tras el colapso de la URSS y del sistema mundial del socialismo, no ha llegado el in de la historia, en contra de la opinión

de los apologistas de Washington[2]. Ni el socialismo, ni la crisis del

capitalismo desaparecieron. El primero, sin embargo, adquirió la especiicidad china e integró los mecanismos de autoorganización del mercado, dando lugar a un nuevo tipo de relaciones socioeconómicas, que hace medio siglo P. Sorokin llamó providencialmente sistema integral. La segunda, en forma de crisis inanciera mundial, ha adquirido una escala global. Al igual que la Gran Depresión de la década de 1930, la crisis inanciera mundial no perjudicó a las economı́as socialistas que, junto con China, incluyen a Vietnam, Cuba y el resto de la RPDC. Por el contrario, al igual que la URSS aprovechó la Gran Depresión en los paı́ses capitalistas para los ines de la industrialización socialista, China, tras dominar una amplia gama de tecnologı́as occidentales, respondió a la crisis mundial tratando de impulsar su mercado interno. Un cuarto de siglo después del colapso de la URSS, la renovada idea socialista vuelve a mostrar su superioridad sobre el mundo del capital. Este último, en su competencia con el socialismo chino, está repitiendo la misma técnica utilizada por las potencias occidentales contra la URSS: cultivar regı́menes agresivos arcaicos con una ideologı́a militante nazi o cuasi religiosa para enfrentarlos a sus rivales geopolı́ticos. Como dice el refrán, la historia se repite. Por supuesto, estos no son más que paralelos históricos que ilustran la complejidad del proceso de desarrollo económico mundial. Sólo la geopolı́tica permanece inalterada en este proceso, como bien dijo el presidente ruso Vladimir Putin. Putin, sólo la geopolı́tica permanece inalterada. Más concretamente, la actitud de las potencias occidentales hacia Rusia, que era el objetivo de la geopolı́tica como pseudociencia de las relaciones internacionales. Su esencia antirrusa no cambió tras el colapso del Sistema Socialista Mundial, ni tras el colapso de la URSS, permaneciendo igual que durante el Imperio Ruso. Se plantea la cuestión de por qué las escuelas geopolı́ticas anglosajonas, alemanas y, en general, occidentales siguen siendo invariablemente rusófobas. Sin una respuesta, es imposible explicar la actual histeria antirrusa en Occidente, y mucho menos predecir las futuras acciones de los polı́ticos de los paı́ses occidentales. Dado que nuestros "socios" occidentales parecen pensar en categorı́as geopolı́ticas, al analizarlos podemos intentar hacer predicciones sobre su comportamiento futuro. De lo contrario, sólo mediremos la estupidez de las declaraciones de los representantes de las autoridades estadounidenses en las unidades "Psaki", sin entender la lógica de sus acciones. Y sin duda la hay, ya que los contribuyentes estadounidenses tienen que pagar un precio considerable por estas acciones y, por tanto, deberı́an conocer la respuesta a la pregunta "¿por qué?

escaparon de los horrores de las dos guerras mundiales, aunque se consideraron vencedores en ellas. Uno no puede dejar de preguntarse por el secreto de la geopolı́tica anglosajona, que les ha permitido dominar la mayor parte del planeta y hacer la guerra en todos los continentes durante más de dos siglos, sin permitir jamás que un enemigo entre en su territorio. La cuestión no es tan sencilla. Al menos en dos ocasiones -Napoleón en 1812 y Hitler en 1940- los enemigos de Gran Bretaña fueron lo suicientemente poderosos como para aplastarla. Pero en lugar de eso, se volvieron contra Rusia, poniendo a los británicos a sus espaldas. De hecho, suponiendo que Napoleón hubiera persuadido a Alejandro I para formar una alianza, y hubiera asegurado la mano de su hermana, Gran Bretaña habrı́a estado condenada. En cambio, se embarcó en una campaña suicida contra Moscú. Un siglo y medio después, Hitler repitió el mismo error. ¿Cómo serı́an hoy Europa y el mundo si Napoleón se hubiera ligado por parentesco al emperador ruso y Hitler no hubiera roto el tratado de paz con la URSS? Es poco probable que Gran Bretaña hubiera podido resistir los embates de una Europa unida. ¿Por qué las dos superpotencias europeas de su tiempo, en lugar del camino obvio hacia la dominación de Europa, y por tanto del mundo, mediante la conquista de una pequeña y vulnerable Gran Bretaña, se embarcaron en una guerra sin esperanza con un gigante euroasiático? Se plantea una cuestión simétrica en relación con la geopolı́tica rusa, que permitió que el paı́s se viera arrastrado a una guerra agotadora con enormes pérdidas humanas y materiales. Alejandro I podrı́a haber evitado la guerra con Napoleón, que pidió dos veces la mano de sus hermanas para aliarse con él. Nicolás II podrı́a haber evitado involucrarse en la insensata y fatal Primera Guerra Mundial con su primo. Las dos veces Rusia jugó con Gran Bretaña, y las dos veces sufrió enormes pérdidas. La primera vez, a costa de arruinar Moscú y luego de la costosa reconstrucción de las monarquı́as europeas y el mantenimiento de las cortes reales que nos odiaban. La segunda vez, con la pérdida de un imperio, la guerra civil y la pérdida de millones de vidas inocentes. Y los británicos ganaron las dos veces. Como resultado de la derrota de la Europa napoleónica, se hizo con el control del mercado europeo y se convirtió en la "dueña de los mares", eliminando a su principal rival en la lucha por las colonias de ultramar. Como resultado de la Primera Guerra Mundial, todos los imperios monárquicos que quedaban en Europa se han derrumbado, y su territorio, con la excepción de la Rusia soviética, ha quedado totalmente abierto a la explotación del capital británico. El gobierno británico ni siquiera consideró necesario ocultar su profunda satisfacción por el derrocamiento del zar ruso, emparentado con Su Majestad. Cuando el Primer Ministro del paı́s, Lloyd George, se enteró de la abdicación del Emperador, éste,

frotándose las manos, declaró: "Se ha logrado uno de los objetivos de la guerra"[5]. Y en cuanto estalló la guerra civil en Rusia, el reciente aliado

se lanzó a la intervención militar, intentando apoderarse del territorio ruso y, junto con Francia, Japón y Estados Unidos, desmembrar el paı́s en zonas de inluencia. Por supuesto, los historiadores encontrarán muchas explicaciones para todos estos acontecimientos. Pero el hecho es el asombroso éxito de la geopolı́tica británica, por un lado, y las pérdidas de Rusia por participar en ella, por otro. Y también otros paı́ses, para los que la cooperación con los británicos ha sido desastrosa. Como dijo sabiamente el geopolı́tico ruso Alexei Yedrikhin (Vandam), "Sólo puede haber una cosa peor que la enemistad con el anglosajón: la amistad con él"[6].

El brillante analista C. Marchetti[7] señaló en una ocasión que las

naciones se comportan como personas. De la misma manera que los humanos compiten, intrigan, envidian y resuelven cosas entre ellos bajo la inluencia de las emociones. La visión antropocéntrica de las relaciones internacionales se maniiesta a menudo en el léxico polı́tico cuando se dice "dar una patada en los dientes a una nación", "patearle el culo", "crispar sus nervios", "castigar", etc. En esta analogı́a, se plantea la cuestión de qué signiica el sistema de valores morales en las relaciones internacionales. ¿Desempeñan un papel tan importante en las relaciones entre naciones como entre individuos? Y si es ası́, ¿cuál es la peculiaridad de la ética geopolı́tica inglesa? ¿Y en qué se diferencia de, por ejemplo, la rusa? La conciencia nacional rusa, según F.M. Dostoyevski, se caracteriza por su "capacidad de respuesta mundial". Esto se hizo evidente en la polı́tica exterior tanto del Imperio Ruso como de la Unión Soviética. Los zares respondieron a las peticiones de los pueblos oprimidos aceptándolos como súbditos y ayudándolos a desarrollarse. Rusia se consideró responsable de todo el mundo ortodoxo y eslavo y puso muchos soldados rusos en la defensa de Georgia contra las belicosas tribus caucásicas y en la liberación de los Balcanes del yugo otomano. Y perdió completamente la cabeza al involucrarse en la guerra mundial por la amenaza austriaca a la autonomı́a de Serbia y la obsesión por liberar Constantinopla y el estrecho de los turcos. La URSS llevó a cabo una ardua lucha para construir el socialismo en todos los continentes del planeta, ayudando a los partidos comunistas, a los movimientos de liberación nacional y a los paı́ses en desarrollo de orientación socialista. Y empantanado en Afganistán para neutralizar la dudosa amenaza de que los estadounidenses tomen el control de ese paı́s. En otras palabras, la geopolı́tica rusa siempre ha estado orientada a ayudar a las naciones hermanas. A diferencia de los británicos, que organizaron el comercio de esclavos en sus colonias, los pueblos de las tierras que se incorporaron al Imperio ruso no fueron discriminados, y

parte de los nazis, la oligarquı́a americano-inglesa continuó con las inversiones a gran escala en la industria alemana, habiendo invertido unos 2 billones de dólares en su modernización, a precios modernos. En vı́speras de la Segunda Guerra Mundial, las empresas y los bancos estadounidenses invirtieron 800 millones de dólares en la industria y el sistema inanciero del paı́s. La suma era enorme en ese momento. Los cuatro principales de Estados Unidos habı́an invertido unos 200 millones de dólares en la militarizada economı́a alemana: "Standard Oil" 120 millones de dólares, "General Motors" 35 millones de dólares, la inversión de la empresa de telecomunicaciones ITT fue de 30 millones de dólares y la de Ford de 17,5 millones de dólares. [8]

Resulta chocante que, incluso después de que Estados Unidos entrara en la Segunda Guerra Mundial el 11 de diciembre de 1941, las empresas estadounidenses siguieran aceptando activamente pedidos de empresas de paı́ses enemigos y apoyaran las actividades de sus iliales en Alemania, Italia e incluso Japón. Sólo era necesario solicitar un permiso especial para hacer negocios con las empresas controladas por los nazis o sus aliados. El decreto presidencial estadounidense del 13 de diciembre de 1941 permitı́a este tipo de transacciones y hacer negocios con empresas enemigas, a menos que existiera una prohibición especial por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Muy a menudo, las empresas estadounidenses no tenı́an problemas para obtener permisos para hacer negocios con las empresas enemigas y suministrarles el acero, los motores, el combustible para aviones, el caucho y los componentes de radio necesarios. [9] Ası́, la fuerza de la industria bélica de Alemania y de sus aliados se apoyaba en las actividades económicas de Estados Unidos, cuyas empresas obtenı́an superbeneicios por sus tratos con el enemigo[10].

Las autoridades fascistas de Alemania y Hitler personalmente recibieron no sólo apoyo económico sino también polı́tico de los anglosajones. En 1938, en Múnich, el primer ministro inglés Chamberlain bendijo a la bestia fascista criada con la ayuda del dinero anglosajón para una campaña militar contra la URSS sacriicando en su favor a Polonia, aliada de Inglaterra. Incluso salvó personalmente a Hitler de una conspiración de los generales alemanes que tenı́an miedo de luchar, impidiendo un golpe de estado mediante su visita sorpresa al Führer, que fue descubierta por la inteligencia británica. Hasta la apertura del segundo frente en 1944, las empresas estadounidenses siguieron recibiendo dividendos de sus activos en Alemania, beneiciándose de la guerra. De acuerdo con la famosa frase, pronunciada por H. Truman en 1941, "si los rusos ganan, debemos ayudar a los alemanes, y si los alemanes ganan, debemos ayudar a los rusos". Y que se maten entre ellos tanto como sea posible".

Pero los americanos no tuvieron tiempo de ayudar a los alemanes, el Ejército Rojo avanzaba demasiado rápido. Tuvieron que romper el acuerdo de Múnich y abrir un segundo frente para mantener el control de Europa Occidental. Al mismo tiempo, Churchill puso en marcha la Operación Impensable, un ataque de Estados Unidos y Gran Bretaña contra la URSS aliada, utilizando tropas de la Wehrmacht que no estaban en peligro. Pero aunque no se sabı́a que las tropas alemanas ofrecieran una resistencia seria a las tropas angloamericanas, el rápido avance del Ejército Rojo hacia Berlı́n, frustró estos insidiosos planes. Sin embargo, los yanquis dejaron a muchos nazis en las ilas para preparar una nueva guerra contra la URSS. De la misma manera que salvaron a decenas de miles de colaboradores hitlerianos, sacándolos de Ucrania para utilizarlos contra la Unión Soviética. Sin embargo, resultaron útiles tras el colapso de la Unión Soviética: para alimentar el nazismo ucraniano con el in de arrastrar a Rusia a una nueva guerra con una Europa aliada de la OTAN. El propio colapso de la URSS no se produjo sin el trabajo activo de los servicios secretos estadounidenses. Basta con leer el libro de P. Schweitzer, Victory[11], para convencerse del papel fundamental de los

servicios secretos estadounidenses en el derrumbe de la URSS. Una vez más, hay que maravillarse de su destreza y sistemática frente a nuestra ingenuidad e impotencia. El argumento de que la Unión Soviética se derrumbó bajo la presión de los problemas internos no resiste la crı́tica. La recesión que surgió en su economı́a planiicada a inales de los 80 no tiene comparación con el colapso de principios de los 90. El descontento de la población por la escasez de productos esenciales y las colas, por la caı́da del consumo y del nivel de vida tras la terapia de choque durante la transición a la economı́a de mercado. Tras el milagro económico chino, se puede airmar con seguridad que si los dirigentes soviéticos y luego postsoviéticos hubieran optado por una vı́a gradual de formación coherente de mecanismos de mercado y creación de condiciones para la empresa privada, manteniendo al mismo tiempo el control, la propiedad y la planiicación estatales en los sectores básicos y de infraestructuras, incluidos la banca y los medios de comunicación, no habrı́a habido ningún desastre. No China, sino la URSS, se habrı́a convertido en el núcleo de la formación de un nuevo orden económico mundial, basado en la teorı́a de la convergencia (combinación) de los mecanismos capitalistas y socialistas de desarrollo económico basado en la armonización de los intereses privados y públicos bajo el control del Estado, desarrollada por una serie de cientı́icos soviéticos y estadounidenses[12]. Pero los dirigentes de la URSS, incluida la mayorı́a de los lı́deres de las repúblicas de la Unión, se vieron afectados por un arma cognitiva: una falsa comprensión de los patrones de desarrollo socioeconómico

comunidad cientı́ica nacional fue apartada de la inluencia en la toma de decisiones, cuyos representantes autorizados fueron avergonzados como retrógrados fuera de sı́ en comparación con los "jóvenes reformistas" criados artiicialmente por los expertos estadounidenses. Este último aplicó la doctrina del "Consenso de Washington" impuesta por la oligarquı́a estadounidense, que consistı́a en desmantelar el sistema de regulación estatal de la economı́a para abrirlo completamente a la libre circulación de capitales extranjeros, principalmente estadounidenses, y a la subordinación de sus intereses. Paralelamente a la colonización del espacio postsoviético por parte del capital occidental, los geopolı́ticos estadounidenses fomentaban las tendencias centrı́fugas al proclamar que su principal objetivo era impedir la formación de una nueva potencia comparable a ellos en cuanto a inluencia. De acuerdo con la tradición geopolı́tica germano- anglosajona, el énfasis principal se puso en la separación de Ucrania de Rusia y en una mayor desintegración de esta última. Mientras demostraban su pleno apoyo a Yeltsin y lo ensalzaban como lı́der polı́tico reconocido mundialmente, incluyendo una invitación al club de lı́deres mundiales del G7, simultáneamente fomentaban el separatismo de las repúblicas nacionales, patrocinando la insurgencia chechena y provocando una guerra en el Cáucaso. Los lı́deres estadounidenses, británicos y alemanes abrazaron a Yeltsin y le prometieron paz y amistad eternas, por un lado, y al mismo tiempo incorporaron a las antiguas repúblicas soviéticas a la OTAN y apoyaron a los combatientes chechenos, por otro. Putin ha frenado la desintegración de Rusia, ha restablecido la verticalidad del poder, ha paciicado Chechenia y ha lanzado un proceso de integración euroasiática. Al hacerlo, desaió la lı́nea geopolı́tica estadounidense en el espacio postsoviético y pasó a ser percibido por la clase polı́tica estadounidense como el enemigo. Tras fracasar en su intento de desestabilizar la situación en Rusia, los servicios de inteligencia estadounidenses han intensiicado sus esfuerzos en el espacio postsoviético con el objetivo de socavar el proceso de integración euroasiática, percibido por los polı́ticos estadounidenses como una "restauración de la URSS"[13]. El proyecto de la Asociación

Oriental de la UE se puso en marcha como respuesta para poner a las repúblicas postsoviéticas bajo la jurisdicción de Bruselas como miembros sin derecho a una asociación con la UE. Este proyecto se vio reforzado por la espectacular expansión de las redes de agentes y la educación de los jóvenes en un espı́ritu de nacionalismo primitivo y rusofobia agresiva. Una cadena de revoluciones de colores organizada por los servicios secretos estadounidenses llevó al poder a gobiernos tı́teres en Ucrania, Moldavia y Georgia, que adoptaron polı́ticas nacionalistas y rusófobas. En todos los casos, estas polı́ticas han provocado divisiones sociales y violencia contra los disidentes. En

Georgia y Moldavia esta escisión acabó con el colapso del Estado; en Ucrania condujo a la toma del poder por parte de los neonazis y a la formación de un régimen neofascista que ha intensiicado la guerra contra su propio pueblo. Ya no es un secreto que el principal y único objetivo de la geopolı́tica estadounidense en el espacio postsoviético es separar a los nuevos Estados independientes de Rusia y eliminar su independencia obligándolos a someterse a la jurisdicción de la UE. Este objetivo no sólo está motivado por el deseo de contener o debilitar a Rusia. El capital occidental controla su mercado inanciero, cuyos principales actores dependen de los préstamos extranjeros, mantienen sus ahorros en el extranjero bajo jurisdicción anglosajona, tienen la ciudadanı́a de los estados occidentales y crı́an a sus hijos allı́. El colapso del rublo el año pasado y el arrastre de la economı́a rusa a una trampa de estanlación demostraron la capacidad de Washington para manipular la situación macroeconómica de Rusia[14].

Los polı́ticos estadounidenses justiican su agresión contra la Rusia contemporánea acusando a los dirigentes rusos de esforzarse por revivir la URSS. Sin embargo, lo absurdo de tales sospechas es evidente para cualquier observador imparcial. A diferencia de la Unión Soviética, irmemente unida por una ideologı́a común de construcción del socialismo dirigida por el PCUS, la Unión Económica Euroasiática no es más que un mercado común de Estados democráticos con una economı́a de mercado abierta, que se diferencia, si acaso, de los paı́ses del capitalismo clásico, por el mayor papel del gran capital y la menor importancia del Estado. Los temores de un resurgimiento de la Unión Soviética sobre la base de la Unión Económica Euroasiática tienen mucho menos fundamento que los riesgos de un resurgimiento del Tercer Reich en la Unión Europea. En cualquier caso, la UEEA tiene hoy un sistema de gobernanza mucho menos burocrático y centralizado que la UE, que podrı́a caliicarse de imperio burocrático por el grado de concentración de funciones en un organismo supranacional. Objetivamente, los estadounidenses no necesitan frenar a Rusia: su situación macroeconómica está manipulada por las organizaciones internacionales de Washington, y el mercado inanciero está manipulado por los especuladores estadounidenses. Las sanciones antirrusas tampoco tienen sentido para los estadounidenses: Rusia no es un receptor, sino un donante del sistema inanciero occidental, al que regala unos 150.000 millones de dólares anuales. ¿Por qué Estados Unidos ha lanzado una guerra hı́brida contra Rusia, la explotación de cuya economı́a reporta enormes beneicios al capital norteamericano, mientras que muchos generales de los negocios rusos se han puesto voluntariamente a las órdenes de Estados Unidos, ocultando sus capitales del Estado ruso en paraı́sos iscales bajo jurisdicción anglosajona?

crisis creadas artiicialmente y perdió una parte importante de la renta nacional por la falta de equivalencia de las divisas y la degradación. El potencial cientı́ico y tecnológico disponible de la economı́a rusa no se utilizó. En lugar de subir en una nueva y larga ola de crecimiento de la economı́a mundial, cayó en una crisis acompañada de la degradación del potencial cientı́ico y tecnológico restante y del creciente retraso tecnológico no sólo de los paı́ses avanzados, sino también de los que se desarrollan con éxito. Entre estos últimos, China ha tenido un éxito especial, ya que su liderazgo ha actuado de acuerdo con la mencionada estrategia de desarrollo avanzado del nuevo modo tecnológico, al tiempo que ha modernizado las industrias tradicionales sobre su base. Todas las explicaciones "objetivas" de la alta tasa de crecimiento de la economı́a china por su atraso inicial son parcialmente ciertas. En parte, porque ignoran lo principal: el enfoque creativo de los dirigentes chinos para construir un nuevo sistema de relaciones de producción, que, a medida que la economı́a china asciende a la vanguardia del mundo, es cada vez más autosuiciente y atractivo. Los propios chinos llaman a su formación socialista, mientras desarrollan la empresa privada y cultivan las corporaciones capitalistas. Al mismo tiempo, los dirigentes comunistas de China siguen construyendo el socialismo evitando los tópicos ideológicos. Preieren formular los objetivos en términos de bienestar de la población, con el in de superar la pobreza y crear una sociedad de ingresos medios, y posteriormente alcanzar un nivel de vida lı́der en el mundo. Al mismo tiempo, intentan evitar las desigualdades sociales excesivas manteniendo una distribución de la renta nacional basada en el trabajo y orientando la regulación económica hacia las actividades productivas y las inversiones a largo plazo en el desarrollo de las fuerzas productivas. Esta es una caracterı́stica común de los paı́ses que forman el núcleo del ciclo de acumulación de capital asiático o, según nuestra terminologı́a, de la economı́a mundial integrada[17].

Independientemente de la forma de propiedad dominante -estatal, como en China o Vietnam, o privada, como en Japón o Corea-, la economı́a mundial integrada se caracteriza por una combinación de instituciones de planiicación estatal y de autoorganización del mercado, de control estatal sobre los principales parámetros de reproducción económica y de libre empresa, de ideologı́a del bien común y de iniciativa privada. Al mismo tiempo, las formas de estructura polı́tica pueden diferir fundamentalmente: desde la mayor democracia india del mundo hasta el mayor partido comunista de China. La prioridad de los intereses públicos sobre los privados permanece inalterada, lo que se expresa en estrictos mecanismos de responsabilidad personal de los ciudadanos por su comportamiento consciente, el cumplimiento preciso de sus deberes, el cumplimiento de las leyes y el servicio a los objetivos nacionales. Y las formas de control

público también pueden diferir fundamentalmente: desde el harakiri de los jefes de los bancos en quiebra en Japón hasta una medida excepcional de castigo para los funcionarios corruptos en China. El sistema de gestión del desarrollo socioeconómico se basa en los mecanismos de responsabilidad personal para la mejora del bienestar de la sociedad. La primacı́a de los intereses públicos sobre los privados se expresa en la estructura institucional de regulación económica caracterı́stica de la economı́a mundial integrada. En primer lugar, el Estado controla los principales parámetros de la reproducción del capital mediante mecanismos de planiicación, préstamo, subvención, ijación de precios y regulación de las condiciones básicas de la actividad empresarial. Al mismo tiempo, el Estado no ordena tanto, sino que actúa como moderador, formando mecanismos de asociación e interacción social entre los principales grupos sociales. Los funcionarios no tratan de dirigir a los empresarios, sino que organizan el trabajo conjunto de las comunidades empresarial, cientı́ica y de ingenierı́a para formar objetivos de desarrollo comunes y elaborar métodos para su consecución. Los mecanismos de regulación estatal de la economı́a también están en sintonı́a con esto. Por supuesto, los patrones cı́clicos descritos anteriormente pueden no funcionar esta vez. Sin embargo, a juzgar por el comportamiento de las autoridades estadounidenses, están haciendo todo lo posible por ceder el liderazgo a China. La guerra hı́brida que han desatado contra Rusia la está empujando hacia una alianza estratégica con China, aumentando las capacidades de esta última. Existen incentivos adicionales para profundizar y desarrollar la OCS, que se está convirtiendo en una asociación regional de pleno derecho. Sobre la base de la UEEA y la OCS, está surgiendo el mayor espacio económico mundial de comercio preferencial y cooperación, que une a la mitad del Viejo Mundo. Los intentos de Estados Unidos de dar golpes de Estado en Brasil, Venezuela y Bolivia están sacando a Sudamérica de la hegemonı́a estadounidense. Brasil, que ya es miembro de la coalición BRICS, tiene todos los motivos para buscar un trato comercial preferencial y una cooperación con los paı́ses de la OCS. Esto crea oportunidades para la formación de la mayor asociación económica del mundo de los paı́ses de la EAEU, la OCS y el Mercosur, a la que podrı́a unirse la ASEAN. El impulso de Estados Unidos para la formación de zonas del Pacı́ico y transatlánticas de comercio preferencial y cooperación sin la participación de los paı́ses del BRICS proporciona incentivos adicionales para esa amplia integración, que abarca más de la mitad de la población, la producción y el potencial natural del planeta. Estados Unidos está cometiendo el mismo error que el anterior lı́der mundial, Gran Bretaña, que en la época de la Gran Depresión trató