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Una detallada introducción al estudio de la traumatología forense, enfocándose en las lesiones ocasionadas por arma blanca. Se explican los criterios utilizados para clasificar las lesiones, así como sus características propias y el estudio minucioso que debe realizarse para obtener un diagnóstico preciso. Además, se describen las diferentes clasificaciones de estas lesiones y sus características específicas.
Tipo: Monografías, Ensayos
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Plantel DH Programa educativo Licenciatura en Criminología Alumna Juana Rodríguez Rodríguez Profesora María Dolores Godínez Godínez Materia Medicina Forense Matricula F Fecha de entrega 10/02/
La búsqueda de los antecedentes más remotos de los que se tenga noticia en relacion con el ejercicio de la medicina forense son difusos, pues con dificultad se le puede desvincular con el ejercicio de la medicina en general. Hay quien señala que la medicina legal se inicia con el Código de Hammurabi, cerca del año 2200 a. de c. Algunos otros señalan que el primer documento médico legal data del año 600 a. c., en el cual se disponía que toda mujer que llegara a fallecer en el ocaso del embarazo debía operarse con la finalidad de salvar el producto de la concepción. Sin embargo, también en la interpretación del origen divino del hombre, se ha referido la existencia de la medicina legal cuando Caín mato a su hermano Abel utilizando una quijada de asno. Otro antecedente relevante lo encontramos en los trabajos del célebre Hipócrates, quien estudio las heridas y las clasifico de acuerdo a su letalidad. A él se le debe el juramento que los médicos hacen una vez que van a obtener su licencia para ejercer su profesión medica. En Roma dio el ordenamiento conocido como “Lex Corenellia de Sulla”, de los años 138 a 78 a. c. Este documento ordenaba la suspensión de la prostitución, mientras que el embarazo debía diagnosticarse por 5 comadronas. En el mismo documento se estableció un castigo para el aborto, mientras que el medico que llegara a causar la muerte de su paciente se haría acreedor al exilio o a su ejecución. Durante el imperio de Carlos Magno del año 742 a 814 d. c., aproximadamente, se trato de restaurar el imperio romano, por lo cual se trato de uniformar las leyes en todo el vasto territorio. Los obispos escribieron “Las capitulares”, en las que se destaca la necesidad de que los jueces se acerquen a opiniones autorizadas de médicos en los casos de heridas, traumatismos, infanticidio, suicidio, estupro, bestialidad, en el divorcio y el diagnostico de la impotencia. Hay quienes afirman que el primer libro sobre la materia medico legal fue escrito en China, aproximadamente en 1248, por Si-Yuan-Lu, fue editado en 3 tomos: el primero trata sobre el aborto, el segundo sobre golpes y lesiones, mientras que el tercero fue dedicado a la estrangulación y asfixias. Para 1575 Ambrosio Pare escribió un libro medico legal en cuyo contenido se trato de muerte por heridas, aborto, infanticidio, muerte por descargas atmosféricas, ahorcamiento y envenenamiento por monóxido de carbono y corrosivos, asi como la perdida de miembros y la impotencia.
Paulas Zacchias es el autor de las Quaestiones medicolegales, publicado en 7 libros. Zacchias fue médico del papa Inocente X y de Alejandro VII, además de ser experto en la rota Romana. El sigo XVIII se caracteriza por el enorme desarrollo de la investigacion científica, incluida la medicina legal. Por tanto, se pueden encontrar estudios importantes sobre los temas del nacimiento, muerte y los fenómenos cadavéricos entre otros. Durante el siglo pasado surgieron autores en distintos paises del mundo que han contribuido con su trabajo a la evolución de la medicina legal. Así por ejemplo en Alemania están Casper, Lipman, Strrassmann; en Austria, Haberda y Hoffman; en España Lecha Marzo, Mata; en Francia, Orfila, Devergie, Tardieu, Legrand du Saulle, Brouardel, Thoinot, Lacassagne, Balthazard, Martin; en Italia, Lombroso, Ziino, Filippi; En Inglaterra Taylor; en Rumania, Minovici; en Rusia, Bokarius, tan solo por citar unos ejemplos, sim embargo también existen nombres famosos pertenecientes al continente Americano, entre los que figuran: Gorman, Fabre, Argerich, Albarellos, Francisco de Yeyga, Nerio Rojas, Eduardo Wilde, Agustin Arellano, Luis Triconis, Alcada, Casimiro Lideaga, Jose I. Duran, Rafael Lucio, Luis Hidalgo y Carpio, Alfonso Quiroz Cuaron, por citar solo algunos.
Es la infiltración sanguínea de la dermis como consecuencia de la ruptura de vasos capilares, por la acción de un agente traumático con la integridad de la epidermis. Este tipo de lesión tiene una cronología promedio de 15 días, depende de la fuerza que aplique el agente vulnerante sobre el tejido para ocasionar la lesión, la cual conforme evoluciona cambia su coloración: rojo, violáceo, azul, verde, amarillo
Es la pérdida de las capas superficiales de la piel(epidermis), dejando al descubierto el corion (dermis), como consecuencia de la fricción de dos superficies de consistencia diferente, una dura y otra de menor resistencia ocasionada por un traumatismo. En las etapas iniciales de este fenómeno, se drena sangre y linfa, y al secarse forma una costra. Dependiendo de la característica de esta última, puede ser inmediata o mediata y la piel se regenera por sí sola en un promedio menor a 15 días. En general las excoriaciones se presentan en partes expuestas del cuerpo como la cara, codos, rodillas u otras. En este tipo de lesión, también se contempla el estigma ungueal que tiene forma semilunar que se produce por la presión con las uñas sobre la piel.
El hematoma es la colección sanguínea en un espacio formado por la separación de los tejidos donde normalmente no existe una cavidad que forma un abultamiento, se debe de describir sus dimensiones, ubicación topográfica y de ser posible el contenido Cara posterior del tórax con equimosis que dibuja la huella de un neumático. Excoriación en cara anterior y lateral de tórax y abdomen. Hematoma epidural.
La herida por contusión se refiere a la pérdida de la continuidad de la piel que puede extenderse a tejidos profundos subyacentes, y llegar al hueso. Por lo general se debe a la acción de un objeto contundente (golpe). Las características de esta lesión son su forma irregular, bordes contundidos, profundidad variable con puentes de piel de un lado a otro de la herida, predomina la extensión sobre la profundidad, son de difícil reparación quirúrgica.
Son lesiones graves en los órganos internos de una cavidad que al exterior dan la impresión de ser de escasa importancia. Esta condición puede generar un cuadro de una patología severa que puede llevar al paciente a la muerte en un lapso de tiempo corto.
El arrancamiento es la tracción violenta de un segmento corporal que lo separa de su lugar de origen. Para hacer el diagnóstico correcto es importante diferenciarlo de una segmentación por una herida con un instrumento que tenga filo. Hay deshilachamiento de la piel, grasa y músculos, tendones y otras superficies adyacentes; cuando esto se lleva a cabo con un arma blanca, son de bordes nítidos y bien definidos, si se debe a la acción de depredadores, se verán las huellas de la mordedura y la tracción.
Se denomina así, a las lesiones ocasionadas por objetos de formas diversas que por lo general cuentan con uno o dos bordes con filo y/o un extremo terminado en punta agudizada o en algunas ocasiones en punta roma y que actúan por mecanismo de deslizamiento, tajo o puncionando los Cara anterior de la pierna con una herida por contusión. Lesión hepática por contusión profunda abdominal. 1 Lesión de antebrazo y mano por arrancamiento.
Como se puede observar, existen sólo dos tipos de lesiones simples ocasionadas por arma blanca y tres de las compuestas, dentro de las cuales, habrán de considerarse para su estudio, las características propias de las contusiones, ya que estas, como se analizó anteriormente, se producen eventualmente por mecanismo de percusión, el cual aunado a la fuerza de la mano del hombre y al peso del instrumento corto o punzo contundente, así como a las características propias de las heridas simples por arma blanca, permiten el estudio e identificación de las compuestas. Hay que señalar que existe una diferencia cuando se habla de heridas por algún tipo de mecanismo y heridas por un instrumento, es decir, un mismo objeto puede ocasionar heridas por diversos mecanismos, como por ejemplo, un cuchillo de cocina, el cual se considera punzocortante por tener punta y filo, puede ocasionar heridas por contusión si se golpea con el mango del mismo; heridas por mecanismo cortante, si el filo se desliza por los tejidos, y heridas por mecanismo punzocortante si este mismo instrumento se hace penetrar en alguna cavidad, por ejemplo la abdominal; es por ello que se deberá tener cuidado de utilizar el término correcto para cada circunstancia y objetivo que se persiga. Heridas por mecanismo cortante Son las ocasionadas por deslizamiento sobre los tejidos blandos por el borde cortante del objeto a una velocidad y presión determinada, lo que produce corte nítido de uno o varios de ellos. Sus características son las siguientes: Predomina la extensión sobre la profundidad Bordes lineales fáciles de afrontar Ausencia de puentes de tejidos entre los labios de la herida Puede existir un extremo de inicio o entrada (corto y profundo) Puede existir un extremo de término o salida (excoriación larga y superficial que se denomina “cola de ratón”) Este último punto no puede tomarse como patognomónico, pero cuando existen ambas características es posible confirmar la dirección que siguió el arma. Herida por mecanismo cortante. Se observan los extremos de inicio y de término.
Son aquellas que se producen al penetrar en el cuerpo un objeto con punta muy agudizada, el cual separa los tejidos sin seccionarlos y que, al retirarlo, éstos regresan a su posición original cerrando parcialmente el orificio producido, por lo cual existe escaso sangrado hacia el exterior. Es importante mencionar que ante una persona viva, no se debe menospreciar una lesión de este tipo ya que por lo general las dimensiones de las mismas son de apenas 2 a 3 mm, pero dentro del cuerpo pueden ocasionar lesiones importantes a órganos vitales o a grandes vasos, lo que obliga a ser muy cautelosos ante tales circunstancias. En cavidad abdominal puede estar presente el efecto denominado de “acordeón”, que consiste en la producción de una lesión más profunda y larga en relación al tamaño del objeto vulnerante; esta situación se presenta cuando la presión ejercida al perforar tejidos blandos es de tal magnitud que cuando choca el mango del instrumento y/o la mano del agresor contra la piel, produce depresión intensa de la pared abdominal con lo cual la punta del objeto llega más profundo que su longitud real. Sus características son las siguientes: Predomina la profundidad sobre la extensión Orificio de entrada de forma circular u oval por lo general menor a 3 mm, con escaso infiltrado periférico Su trayecto se caracteriza por: Orificio de salida (sólo cuando atraviesa todo el espesor de la zona anatómica lesionada) No corta los tejidos sino que produce separación de los mismos Por lo general no es sangrante hacia el exterior Heridas por mecanismo punzante.
colgajo Los objetos productores son el machete, hacha, borde de muebles, borde de banquetas, o cualquiera que tenga un borde delgado con escaso filo o sin él.
Son lesiones ocasionadas por instrumentos que terminan en punta roma (no agudizada) y que requieren de fuerza y velocidad para poder penetrar al cuerpo, ocasionando desgarro de los tejidos debido a que la piel alcanza su límite de elasticidad por el grosor del instrumento, se observa pérdida de la continuidad de los tejidos, pero no separación de fibras como lo hace el instrumento punzante. En toda la literatura médico-legal, este tipo de lesión se describe como mecanismo punzante, pero con base en la experiencia e investigaciones realizadas en el Instituto de Ciencias Forenses, se ha separado, ya que el mecanismo y las características macro y microscópicas son del todo diferentes entre sí. Sus características se listan a continuación: Predomina la profundidad sobre la extensión Forma circular u oval Más de 3 mm de diámetro Bordes equimóticos y escoriados
Es la sección antemortem del cuello a nivel de la cara anterior o anterolateral, de forma profunda que involucra tráquea y/o paquetes neurovasculares. Puede ser de tipo suicida u homicida. En este caso, además de observar las características del mecanismo o instrumento causante de las heridas, es importante observar la dirección ya que ello puede orientar al diagnóstico de forma de muerte. En caso de suicidio, si la persona es diestra, la herida tendrá una dirección de izquierda a derecha, de arriba abajo y por lo general más Heridas por mecanismo punzocontundente. Se observa el detalle de la forma del instrumento. En este caso un destornillador de cruz.
profunda en el lado izquierdo con la “cola de ratón” en el lado derecho; cuando el suicida es zurdo, la herida tendrá una dirección contraria a la descrita antes. Asimismo, en caso de suicidio, pueden existir excoriaciones o heridas muy superficiales denominadas de vacilación debido a que la persona se la produce antes de decidirse a quitarse la vida. Elementos diferentes a lo descrito arriba hacen sospechar en un homicidio, en el que, además, la lesión es más profunda. La causa de muerte puede ser por choque hipovolémico secundario a pérdida sanguínea, por proceso asfíctico debido al paso de sangre hacia la tráquea o la combinación de los mismos.
Es la separación de la cabeza del resto del cuerpo. Puede ser en etapa ante o postmortem. Por lo general la provoca más de un intento de corte, de ahí que al estudiar estos casos es posible observar diversas lesiones o alteraciones dejadas por el instrumento en la periferia de la sección o secciones productoras de la separación. Se deberá buscar la presencia de reacciones vitales para hacer el diagnóstico diferencial sobre el momento en el que se produjo. Es posible que el mismo instrumento utilizado para la decapitación postmortem sea el que produjo la muerte.
Entre las formas complejas de lesiones y/o alteraciones postmortem ocasionadas por armas blancas, existe una que provoca un impacto social importante y es el caso de los descuartizamientos. En el Instituto de Ciencias Forenses se realizó un estudio por espacio de 12 años sobre cadáveres o segmentos corporales en los que se produjo descuartizamiento y se llegó a los siguientes resultados: Descuartizar: dividir en cuartos. Acción de seccionar en varias partes un cuerpo ya sea en forma quirúrgica o traumática Sinónimos: despedazar, sección corporal, desmembrar. Amputación: del latín am , “alrededor”, y putare , “cortar”. Resección de un miembro o cualquier apéndice del cuerpo en forma quirúrgica o traumática Seccionar: sinónimo de cortar
descuartizamiento no fue eléctrico sino manual, y es a este “asilamiento” o “fractura terminal al corte” a lo que se denomina Signo de García Arellano. Por este método se pueden seccionar huesos largos, cortos y planos. El desmembramiento en estos casos es en etapa postmortem debido a la dificultad que existiría para realizarla en una persona viva por la resistencia ofrecida. Sierra eléctrica. Esta sierra sólo se mueve en dirección, con los dientes también orientados hacia el mismo lado. Debido a su velocidad es posible seccionar los tejidos blandos sin mucho problema observándose en el borde de los mismos un corte lineal similar al producido por un instrumento cortante sin dientes como un cuchillo; la principal diferencia radica en la pérdida de tejidos blandos de alrededor de 5 mm debido a que estos tejidos son arrastrados por los dientes del instrumento, lo que condiciona un mal afrontamiento entre los fragmentos seccionados. En el hueso se aprecian múltiples líneas paralelas entre sí ocasionadas por el paso de los dientes a una velocidad constante. Con lentes de aumento se percibe desprendimiento del periostio sólo hacia un lado del hueso (hacia la dirección que lleva la hoja cortante). Con este instrumento es posible cortar cualquier parte del cuerpo incluyendo aquellas zonas que son difíciles de seccionar por otro método como serían las epífisis óseas, inclusive la rótula. Por lo general se realiza en etapa postmortem. Hacha y machete. Estos instrumentos cortocontundentes son utilizados para seccionar tanto tejidos blandos como hueso. Pueden emplearse en la etapa ante o postmortem. En la primera, se observan las siguientes características: bordes equimóticos, cortes nítidos (dependiendo de la calidad del filo del instrumento), presencia de retracción de tejidos, predominio del daño en la extensión sobre la profundidad. Debido a la poca profundidad obtenida con un solo tajo, son necesarios varios de ellos para desprender en su totalidad la extremidad, por lo que se observan cortes sobrepuestos entre sí y lesiones que no llegan a la amputación pero que pueden ser la causa de la muerte. Debido a los diferentes tajos que se hacen, los bordes del corte tanto en tejidos blandos como en hueso son de forma irregular por lo que se denominan “cortes en escalera”. En hueso se notan las principales características, que consisten en la presencia de Fractura terminal al corte (Signo de García Arellano).
Las armas de fuego son instrumentos de diversas dimensiones que aprovechan la fuerza expansiva de los gases generados por la combustión de la pólvora o algún componente explosivo para lanzar de manera violenta un proyectil. Las heridas ocasionadas por armas de fuego sin importar el calibre, número de disparos, distancia o velocidad del arma empleada, se estudian con las características propias de cada una de ellas como son: orificio de entrada, trayecto y orificio de salida (cuando existe), así como algunos fenómenos propios, como elementos balísticos que se depositan en la superficie del cuerpo de la víctima dependiendo la distancia a la que se realizó el disparo, éstos son; ahumamiento, tatuaje, chamuscamiento. Uno de los elementos típicos del orifico de entrada es la cintilla de contusión, erosiva o escara, la cual puede medir de 1 a 45 mm más o menos, dependiendo de cómo la bala penetró en la piel. Ésta adopta una forma circular o concéntrica cuando penetra perpendicular o la escara es periférica cuando es oblicuo. Al momento en que el agresor acciona un arma de fuego y le dispara a su víctima se tiene que tener un conocimiento sobre los rasgos que se van a observar en las heridas que presente la persona, esto es fundamental ya que con base en ello se puede determinar a qué distancia fue la agresión, la posición en la que se encontraba la persona, si se encontraba de pie, sentada o incluso corriendo para tratar de escapar de sus victimarios; de ahí la importancia de conocer las diferentes particularidades de las heridas así como la distancia a la que se produjo el disparo como también los fenómenos de migración, desviación, trayecto, trayectoria, rozón y sedal. La morfología del orificio de entrada se distingue porque puede ser redondeada u oval, dependiendo de la posición y de la angulación del arma respecto a la superficie del impacto. Por lo común es de menor tamaño que el calibre, ya que existe una distensión del tejido hacia la profundidad al paso de la bala; cuando el proyectil perfora la piel y va avanzando por los tejidos más profundos, el tejido recupera su posición original. Sin embargo, hay que tener en cuenta que al disparar a corta distancia los fenómenos que acompañan al proyectil en ese preciso momento modifican los tejidos, por lo que en este caso no existe un orificio ni oval, ni de menor tamaño, sino todo lo Orificio de entrada, presenta menor tamaño, bordes invertidos, circular y anillo de contusión, cintilla erosiva o escara concéntrica. Disparo realizado de manera perpendicular.
contrario, es de forma irregular, desgarrado o incluso se puede llegar a confundirlo si no existen los conocimientos ni la experiencia con algún otro tipo de lesión traumática, como por ejemplo una herida contusa causada por algún objeto distinto a un proyectil disparado por arma de fuego. El proyectil produce un mecanismo contuso-perforante, es decir, cuando la bala continúa su trayecto una vez que perfora la piel, ésta va dejando a su paso elementos como grasa, lubricante, partículas de polvo que se encuentren en el interior del cañón; estos componentes, al quedar rodeando el orificio reciben el nombre de anillo o halo de enjuga miento. El anillo de contusión, cintilla erosiva o escara es el resultado de un mecanismo erosivo que ocasiona el proyectil al vencer y atravesar la epidermis, lo que trae como resultado la destrucción de ésta. Por el grado cómo incide el proyectil en la piel se pueden observar tres diferentes distribuciones de esta cintilla o escara, éstas son: Concéntrica: el halo erosivo rodea por completo el orificio propiamente dicho. Se produce al realizar un disparo de manera perpendicular a la víctima Excéntrico completo: el halo rodea completamente al orificio, pero no tiene la misma anchura, es decir, es un halo completo de forma irregular. Se produce en proyectiles que inciden la piel en un ángulo agudo Excéntrico incompleto: el halo tiene forma de semiluna, es decir, sólo se encuentra la escara de forma incompleta en uno de los extremos del orificio. Se produce con proyectiles que inciden de forma muy aguda Una vez que la bala ha penetrado la piel y ha realizado un recorrido por todas las estructuras anatómicas del cuerpo, empezando desde la piel hasta detenerse y quedar alojada o en su caso abandonar el cuerpo, a este recorrido que hizo el proyectil, se le conoce como trayecto. Dependiendo la distancia en la que se realiza el disparo se consideran algunos datos que brindan información, y que se encuentran en los tejidos de la persona a la que se le ha disparado, entre ellos se señalan: Orificio de entrada de forma oval, con escara periférica de predominio posterior, con zona de tatuaje (incrustaciones de gramos de pólvora).