Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

TRASTORNOS DE INFANCIA, Resúmenes de Psicología

TRASTORNOS DE INFANCIA: DEFINICIONES, TIPOS, CLINICA, DIAGNOSTICO, PLAN TERAPEUTICO

Tipo: Resúmenes

2022/2023

Subido el 27/06/2025

angie-paola-tapia-laqui
angie-paola-tapia-laqui 🇵🇪

2 documentos

1 / 8

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
TRASTORNOS DE INICIO EN LA
INFANCIA
RETRASO MENTAL
TRASTORNOS DE INICIO EN LA INFANCIA
El retraso mental es un trastorno definido por la presencia de un
desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente
por el deterioro de funciones concretas de cada época del desarrollo y
que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las
funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización.
El retraso mental puede acompañarse o no de cualquier otro trastorno
somático o mental.
Las capacidades intelectuales y la adaptación social pueden cambiar a
través del tiempo y, aunque limitadas, pueden mejorar como resultado
del entrenamiento y la rehabilitación. El diagnóstico debe basarse en
los niveles de funcionamiento presentes en un momento dado.
1.
Clasificación
Los grados de retraso mental se estiman generalmente
mediante test de inteligencia estandarizados, los cuales se
complementan con escalas que miden la adaptación social en
un entorno determinado. Estas estimaciones proporcionan un
valor aproximado para el grado de retraso mental.
El diagnóstico depende también de la valoración global del
funcionamiento intelectual, llevado a cabo por profesional
cualificado.
RETRASO MENTAL LEVE
RETRASO MENTAL MODERADO
El CI se encuentra
aproximadamente en el rango
de 50-69 (en adultos con una
edad mental de nueve a doce
años).
Suele acompañarse de
dificultades de aprendizaje en
el colegio.
Muchos adultos pueden ser
capaces de trabajar, mantener
buenas relaciones sociales y
contribuir a la sociedad.
El CI aproximado se encuentra
en el rango de 35-49 (en
adultos con una edad mental
de seis a nueve años).
Suele acompañarse de retrasos
importantes del desarrollo en
la infancia, aunque la mayoría
pueden desarrollar cierto
grado de independencia en el
cuidado propio y adquirir una
comunicación adecuada y
algunas habilidades escolares.
Los adultos pueden necesitar
grados variables de apoyo
para vivir y trabajar en la
comunidad.
RETRASO MENTAL GRAVE
RETRASO MENTAL PROFUNDO
El CI aproximado se encuentra
en el rango de 20-34 (en
adultos con una edad mental
de tres a seis años).
Se necesita un apoyo
continuo.
El CI se encuentra por debajo
de 20 (en adultos con una
edad mental menor de tres
años).
Se produce una limitación
importante para cuidar de sí
mismo, controlar esfínteres,
comunicarse y moverse.
2.
Etiología
El retraso mental tiene un origen plurietiológico.
Aunque las causas de esta situación son múltiples, en general
no se llega a conocer la etiología del retraso en más del 50% de
los casos.
pf3
pf4
pf5
pf8

Vista previa parcial del texto

¡Descarga TRASTORNOS DE INFANCIA y más Resúmenes en PDF de Psicología solo en Docsity!

TRASTORNOS DE INICIO EN LA

INFANCIA

RETRASO MENTAL

TRASTORNOS DE INICIO EN LA INFANCIA

➢ El retraso mental es un trastorno definido por la presencia de un desarrollo mental incompleto o detenido, caracterizado principalmente por el deterioro de funciones concretas de cada época del desarrollo y que contribuyen al nivel global de la inteligencia, tales como las funciones cognoscitivas, las del lenguaje, las motrices y la socialización. ➢ El retraso mental puede acompañarse o no de cualquier otro trastorno somático o mental. ➢ Las capacidades intelectuales y la adaptación social pueden cambiar a través del tiempo y, aunque limitadas, pueden mejorar como resultado del entrenamiento y la rehabilitación. El diagnóstico debe basarse en los niveles de funcionamiento presentes en un momento dado.

1. Clasificación

  • Los grados de retraso mental se estiman generalmente mediante test de inteligencia estandarizados, los cuales se complementan con escalas que miden la adaptación social en un entorno determinado. Estas estimaciones proporcionan un valor aproximado para el grado de retraso mental.
  • El diagnóstico depende también de la valoración global del funcionamiento intelectual, llevado a cabo por profesional cualificado.

RETRASO MENTAL LEVE RETRASO MENTAL MODERADO

➢ El CI se encuentra aproximadamente en el rango de 50-69 (en adultos con una edad mental de nueve a doce años). ➢ Suele acompañarse de dificultades de aprendizaje en el colegio. ➢ Muchos adultos pueden ser capaces de trabajar, mantener buenas relaciones sociales y contribuir a la sociedad. ➢ El CI aproximado se encuentra en el rango de 35-49 (en adultos con una edad mental de seis a nueve años). ➢ Suele acompañarse de retrasos importantes del desarrollo en la infancia, aunque la mayoría pueden desarrollar cierto grado de independencia en el cuidado propio y adquirir una comunicación adecuada y algunas habilidades escolares. ➢ Los adultos pueden necesitar grados variables de apoyo para vivir y trabajar en la comunidad. RETRASO MENTAL GRAVE RETRASO MENTAL PROFUNDO ➢ El CI aproximado se encuentra en el rango de 20-34 (en adultos con una edad mental de tres a seis años). ➢ Se necesita un apoyo continuo. ➢ El CI se encuentra por debajo de 20 (en adultos con una edad mental menor de tres años). ➢ Se produce una limitación importante para cuidar de sí mismo, controlar esfínteres, comunicarse y moverse.

2. Etiología

  • El retraso mental tiene un origen plurietiológico.
  • Aunque las causas de esta situación son múltiples, en general no se llega a conocer la etiología del retraso en más del 50% de los casos.
  • Si nos ajustamos a la gravedad del problema, la distribución es diferente según la etiología. 3. Tratamiento El abordaje terapéutico debe ser multidimensional. - Tratamiento biológico: psicofarmacología. - Terapia psicológica: técnicas conductuales: individual y grupal. - Terapéutica recreativa: ludoterapia, deporte, actividades artísticas. - Pedagogía terapéutica: durante el período escolar. - Formación técnica: talleres protegidos. - Programas educativos a la familia y la sociedad. - Organización de servicios especializados.

significativamente menores que los controles con zonas más afectadas que otras, como el cerebelo, el cuerpo calloso, el estriado (núcleo caudado, putamen y globo pálido) y regiones frontales (córtex pre frontal dorso lateral); grosor reducido del córtex, especialmente el córtex pre frontal dorso lateral; alteraciones en la integridad de la materia blanca.

  • Además de las diferencias estructurales, se ha demostrado hipoactivación funcional frontal y del cingulado 3. CRITERIO DIAGNÓTICO CIE - 10 G l. Déficit de atención Por lo menos seis de los siguientes síntomas de déficit de atención persisten al menos seis meses, en un grado que es maladaptativo o inconsistente con el nivel de desarrollo del niño:
  1. Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles, junto a errores por descuido en las labores escolares y en otras actividades.
  2. Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
  3. A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
  4. Frecuente incapacidad para cumplimentar las tareas escolares asignadas u otras misiones que le hayan sido encargadas en el trabajo (no originada por una conducta deliberada de oposición ni por una dificultad para entender las instrucciones).
  5. Incapacidad frecuente para organizar tareas y actividades.
  6. A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas tales como las domésticas, que requieran un esfuerzo mental mantenido.
  7. A menudo pierde objetos necesarios para determinadas tareas o actividades tales como material escolar, libros, lápices, juguetes o herramientas.
  8. Fácilmente distrafble por estfmulos externos.
  9. Con frecuencia olvidadizo en el curso de las actividades diarias. G2. Hiperactividad. Al menos tres de los siguientes síntomas de hiperactividad persisten durante, al menos, seis meses, en un grado maladaptativo o inconsistente con el nivel de desarrollo del niño:
  10. Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en el asiento.
  11. Abandona el asiento en clase o en otras situaciones en las que se espera que permanezca sentado.
  12. A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas (en adolescentes o adultos puede manifestarse sólo por sentimientos de inquietud).
  13. Es, por lo general, inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse tranquilamente en actividades lúdicas.
  14. Exhibe permanentemente un patrón de actividad motora excesiva, que no es modificable sustancialmente por los requerimientos del entorno social.

G3.

Impulsividad

Al menos uno de los siguientes síntomas de impulsividad persiste durante, al menos, seis meses, en un grado maladaptativo e inconsistente con el nivel del desarrollo del niño: G4. El inicio del trastorno no se produce después de los siete años. G5. Carácter generalizado Los criterios deben cumplirse para más de una situación, es decir, la combinación de déficit de atención e hiperactividad deben estar presentes tanto en el hogar como en el colegio, o en el colegio y otros ambientes donde el niño puede ser observado, como pudiera ser la consulta médica (la evidencia de esta generalización requiere, por lo general, información suministrada por varias fuentes. La información de los padres acerca de la conducta en el colegio del niño no es normalmente suficiente). G6. Los síntomas ocasionan un malestar clínicamente significativo o una alteración en el rendimiento social, académico o laboral. G7. El trastorno no cumple criterios de trastorno generalizado del desarrollo (F84), episodio maníaco (F30), episodio depresivo (F32) o trastornos de ansiedad (F41).

4. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO - Metilfenidato es un fármaco ampliamente aceptado para el tratamiento del TDAH y se ha reportado que puede reducir el deterioro social, económico, funcional y de la salud que experimentan algunos pacientes con TDAH.

  • Se encuentra disponible en la formulación oral de liberación inmediata y también en una variedad de formulaciones de liberación prolongada. No se recomienda el tratamiento farmacológico como primera línea en niños menores de 6 años.
  • Se recomienda como agente de primera línea en el tratamiento de niños con manifestaciones severas o manifestaciones moderadas que no responden a la intervención psicológica.
  • Se recomienda iniciar metilfenidato de acción inmediata o prolongada a una dosis inicial de 0.2 mg/kg para niños y adolescentes en una titulación entre 4 a 6 semanas hasta un máximo de 60 mg al día. El tratamiento debe incrementarse hasta alcanzar el resultado esperado, hasta la aparición de efectos adversos o hasta alcanzar la dosis máxima.
  • Debido a que la severidad de las manifestaciones y deterioro asociado al TDAH es muy variable de un individuo a otro, la duración del tratamiento dependerá de factores como la etapa en el desarrollo de la persona, la edad y los cambios en los soportes necesarios, las demandas del entorno y si el deterioro funcional persiste.
  • Antes de iniciar el tratamiento con metilfenidato es necesario recabar una historia detallada sobre factores de riesgo cardiovascular, principalmente sobre posibles síntomas cardiovasculares y antecedentes familiares de muerte súbita de etiología cardiovascular; asimismo, requiere realizarse un monitoreo de la presión arterial y frecuencia cardiaca antes y durante el tratamiento.
  • También es necesario valorar la presencia de riesgo de abuso de sustancias, antecedentes de conducta autolesiva y tics.
  • Se trata de trastornos caracterizados por una forma persistente y reiterada de comportamiento disocial, agresivo o retador. En sus grados más extremos puede llegar a violaciones de las normas mayores de las que serían aceptables para la edad del individuo y su entorno social.
  • Se trata, por tanto, de desviaciones más graves que la simple "maldad" infantil o rebeldía adolescente, que implican un patrón de comportamiento duradero (seis o más meses). Los hechos del trastorno disocial pueden ser secundarios a otros trastornos psiquiátricos, en cuyo caso debe prevalecer el diagnóstico del trastorno subyacente. 2. CRITERIO DIAGNÓSTICOS CIE - 10 G 1. Patrón de conducta repetitivo y persistente que conlleva la violación de los derechos básicos de los demás o de las normas sociales básicas apropiadas a la edad del paciente.
  • La duración debe ser de al menos seis meses, durante los cuales algunos de los siguientes síntomas están presentes
  • Nota: los síntomas 11, 13, 15, 16, 20, 21, Y 23 necesitan que se produzcan sólo una vez para que se cumpla el criterio.
  1. Rabietas excepcionalmente frecuentes y graves para la edad y el desarrollo del niño.
  2. Frecuentes discusiones con los adultos.
  3. Desafíos graves y frecuentes a los requerimientos y órdenes de los adultos
  4. A menudo hace cosas para molestar a otras personas de forma aparentemente deliberada.
  5. Con frecuencia culpa a otros de sus faltas o de su mala conducta.
  6. Es quisquilloso y se molesta fácilmente con los demás.
  7. A menudo está enfadado o resentido.
  8. A menudo es rencoroso y vengativo.
  9. Miente con frecuencia y rompe promesas para obtener beneficios y favores o para eludir sus obligaciones.
  10. Inicia con frecuencia peleas físicas (sin incluir peleas con sus hermanos).
  11. Ha usado alguna vez un arma que puede causar serios daños físicos a otros (p. ej., bates, ladrillos, botellas rotas, cuchillos, arma de fuego).
  12. A menudo permanece fuera de casa por la noche a pesar de la prohibición paterna (desde antes de los trece años de edad).
  13. Crueldad física con otras personas (p. ej., ata, corta o quema a sus víctimas).
  14. Crueldad física con los animales.
  15. Destrucción deliberada de la propiedad ajena (diferente a la provocación de incendios).
  16. Incendios deliberados con la intención de provocar serios daños.
  17. Robos de objetos de un valor significativo sin enfrentarse a la víctima, bien en el hogar o fuera de él (p. ej., en tiendas, casas ajenas, falsificaciones).
  18. Ausencias reiteradas al colegio, que comienzan antes de los trece años;
  1. Abandono del hogar al menos en dos ocasiones o en una ocasión durante más de una noche (a no ser que esté encaminado a evitar abusos físicos o sexuales).
  2. Cualquier episodio de delito violento o que implique enfrentamiento con la víctima (p.ej "tirones", atracos, extorsión).
  3. Forzar a otra persona a tener relaciones sexuales.
  4. Intimidaciones frecuentes a otras personas (p. ej., infligir dolor o daño deliberados, incluyendo intimidación persistente, abusos deshonestos o torturas).
  5. Allanamiento de morada o del vehículo de otros. G2. El trastorno no cumple criterios para trastorno disocial de personalidad (F60.2), esquizofrenia (F20.-), episodio 'maníaco (F30.- ), episodio depresivo (F32.-), trastorno generalizado del desarrollo (F84.-) o trastorno hipercinético (F90.-) [si se cumplen los criterios para trastorno de las emociones (F93.-) el diagnóstico deberá ser de trastorno mixto disocial y de las emociones F92.-]. Se recomienda especificar la edad de comienzo: → De inicio en la infancia: Al menos un síntoma disocial comienza antes de los diez años. → De inicio en la adolescencia: No se presentan síntomas disociales antes de los diez años. 3. TRATAMIENTO o PSICOTERAPIA INDIVIDUAL o PICOTERAPIA FAMILIAR o FARMACOLÓGICO:
  • Antidepresivos
  • Antipsicóticos
  • Estabilizadores del ánimo