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Este documento proporciona una descripción detallada del trastorno por estrés postraumático (tept), incluyendo información sobre qué es, quiénes lo padecen, cuáles son los síntomas, por qué algunas personas lo desarrollan y otras no, y cómo se trata. La descripción abarca más de 400 caracteres y menos de 500, cumpliendo con los requisitos establecidos. El documento cubre aspectos clave como la definición del tept, los síntomas que lo caracterizan, los factores de riesgo y de resiliencia, y las opciones de tratamiento, incluyendo psicoterapia y medicamentos. También se proporcionan recursos adicionales para obtener más información sobre este trastorno.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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Es natural sentir temor durante y después de una situación traumática. El temor forma parte de la respuesta normal de “lucha o huida” del cuerpo, que nos ayuda a evitar o responder a un posible peligro. Las personas pueden tener una variedad de reacciones después de un acontecimiento traumático, pero con el tiempo la mayoría superará estos síntomas. Es posible que a algunas personas que continúan teniendo síntomas se les diagnostique trastorno por estrés postraumático (a veces conocido como TEPT). A menudo se hace referencia a este trastorno como PTSD, por sus siglas en inglés.
Cualquier persona puede tener trastorno por estrés postraumático a cualquier edad. Esto incluye veteranos de guerra, así como personas que han pasado por una agresión física o sexual, maltratos, un accidente, un evento catastrófico, un ataque terrorista u otros hechos graves, o bien que los han presenciado. Las personas con este trastorno pueden sentirse estresadas o asustadas, incluso cuando ya no corren peligro.
No todas las personas con estrés postraumático han pasado por un hecho peligroso. En algunos casos, con solo saber que un familiar o amigo cercano tuvo una experiencia traumática se puede desencadenar este trastorno.
Según el Centro Nacional para el Trastorno por Estrés Postraumático, un programa del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos, aproximadamente 6 de cada 100 personas tendrán este trastorno en algún momento de su vida. Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollarlo. Ciertos aspectos de ese acontecimiento traumático y algunos factores biológicos (como los genes) pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a presentar este trastorno.
Por lo general, los síntomas del estrés postraumático comienzan dentro de los tres meses posteriores al incidente traumático, pero a veces surgen más tarde. Para cumplir con los criterios del trastorno por estrés postraumático, los síntomas deben durar más de un mes y deben ser lo suficientemente graves como para interferir en aspectos de la vida diaria, como las relaciones personales o el trabajo. Los síntomas tampoco deben estar relacionados con medicamentos, el uso de sustancias u otras enfermedades.
La evolución de la enfermedad varía y aunque algunas personas se recuperan en seis meses, otras tienen síntomas que duran un año o más. A menudo, las personas con este trastorno tienen afecciones concurrentes, como depresión, trastorno por uso de sustancias o uno o más trastornos de ansiedad.
Después de haber pasado por una experiencia peligrosa, es natural tener algunos síntomas. Por ejemplo, algunas personas pueden sentirse desasociadas de la experiencia, como si estuviera observando las cosas, en lugar de estar viviéndolas. Un proveedor de salud mental (como un psiquiatra, un psicólogo o un trabajador social clínico) puede determinar si los síntomas cumplen con los criterios de este trastorno.
Los niños y los adolescentes pueden tener reacciones extremas ante una experiencia traumática, pero es posible que sus síntomas no sean iguales a los de los adultos. En los niños menores de seis años, estos síntomas pueden incluir: ● orinarse en la cama después de haber aprendido a ir al baño; ● olvidar cómo hablar o no poder hacerlo; ● dramatizar la experiencia traumática a la hora de jugar; ● aferrarse de forma inusual a sus padres o a otro adulto. A menudo, los niños más grandes y los adolescentes muestran síntomas más parecidos a los observados en los adultos. También pueden presentar conductas disruptivas, irrespetuosas o destructivas. Los niños más grandes y los adolescentes pueden sentirse culpables por no haber evitado lesiones o muertes. También pueden tener pensamientos de venganza. Para obtener más información sobre cómo ayudar a los niños y adolescentes a superar experiencias traumáticas, vea www.nimh.nih.gov/ninosyadolescentes.
No todas las personas que atraviesan por una situación peligrosa tendrán el trastorno por estrés postraumático. Hay muchos factores que desempeñan una función en esto. Algunos de estos factores están presentes antes de la experiencia traumática y otros cobran importancia durante y después del acontecimiento traumático. Los factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de tener el trastorno por estrés postraumático incluyen: ● haber ya pasado por circunstancias peligrosas o traumáticas, particularmente durante la niñez; ● haber salido lastimado o haber visto a personas heridas o que fallecieron; ● sentir terror, impotencia o miedo extremo; ● tener poco o ningún apoyo social después del acontecimiento traumático; ● enfrentar estrés adicional después de la experiencia traumática, como la pérdida de un ser querido, dolor y lesiones, o la pérdida del trabajo o del hogar; ● tener antecedentes personales o familiares de enfermedades mentales o del uso de sustancias. Los factores de resiliencia que pueden reducir la probabilidad de presentar el trastorno por estrés traumático incluyen: ● buscar y recibir ayuda de amigos, familiares o grupos de apoyo; ● aprender a sentirse bien con la forma en que actuó como respuesta a la experiencia traumática; ● contar con una estrategia de afrontamiento para superar y aprender de un evento traumático; ● estar preparado y ser capaz de responder a acontecimientos perturbadores cuando estos ocurran, a pesar de sentir miedo.
Es importante que cualquier persona con síntomas de estrés postraumático consulte con un profesional de la salud mental que tenga experiencia en el tratamiento de este trastorno. Entre los tratamientos principales se encuentran la psicoterapia, los medicamentos o una combinación de ambos. Un profesional experimentado en salud mental puede ayudar a las personas a encontrar el plan de tratamiento que aborde sus síntomas y satisfaga necesidades.
Algunas personas con este trastorno pueden estar viviendo un trauma continuo, como estar en una relación abusiva. En estos casos, el tratamiento suele ser más eficaz cuando aborda tanto la situación traumática como los síntomas del trastorno por estrés postraumático. Las personas que tienen este trastorno o que están expuestas a una situación traumática también pueden experimentar trastornos de pánico, depresión, uso de sustancias o pensamientos suicidas. El tratamiento para estas afecciones puede ayudar a la recuperación después de la experiencia traumática. Diversas investigaciones muestran que el apoyo de familiares y amigos también puede ser una parte importante de la recuperación.
Para consejos que le ayuden a prepararse para su próxima consulta de salud mental, visite www.nimh.nih.gov/consejosparahablar.
La psicoterapia, a veces llamada “terapia de diálogo”, incluye una variedad de técnicas de tratamiento que los profesionales de la salud mental usan para ayudar a las personas a identificar y cambiar emociones, pensamientos y comportamientos problemáticos. La psicoterapia puede brindar apoyo, educación y orientación a las personas con trastorno por estrés postraumático y a sus familias. Este tipo de tratamiento puede ofrecerse de forma individual o en grupo y generalmente dura de 6 a 12 semanas, pero puede prolongarse más.
Algunos tipos de psicoterapia se dirigen a los síntomas del trastorno por estrés postraumático, mientras que otros se concentran en los problemas sociales, familiares o laborales. A menudo, las psicoterapias eficaces destacan algunos componentes clave, incluidas las habilidades de aprendizaje que ayuden a identificar los factores desencadenantes y controlar los síntomas.
Un tipo frecuente de psicoterapia, llamada terapia cognitiva conductual, puede incluir terapia de exposición y reestructuración cognitiva. ● La terapia de exposición ayuda a las personas a aprender a controlar su temor al exponerlas poco a poco y de forma segura a la experiencia traumática que tuvieron. Como parte de esta terapia, las personas pueden pensar o escribir sobre su experiencia, o visitar el lugar donde ocurrió el hecho. Esta terapia puede ayudar a las personas con este trastorno a reducir los síntomas que les causan angustia.
● La restructuración cognitiva ayuda a las personas a comprender el acontecimiento traumático. A veces, las personas recuerdan la situación de manera diferente de cómo sucedió, o pueden sentirse culpables o avergonzadas por algo que no fue su culpa. La restructuración cognitiva puede ayudar a las personas con este trastorno a pensar en lo que sucedió de manera realista.
Puede aprender más sobre los diferentes tipos de psicoterapias en inglés en www. nimh.nih.gov/psychotherapies.
Si conoce a alguien que pueda tener el trastorno por estrés postraumático, lo más importante que puede hacer es ayudarle a que reciba el diagnóstico correcto y el tratamiento adecuado. Algunas personas pueden necesitar ayuda para programar una cita con su proveedor de atención médica, mientras que otras se pueden beneficiar si alguien las acompaña a sus consultas médicas.
Si a un amigo cercano o pariente se le diagnostica trastorno por estrés postraumático, puede animarlo a que cumpla con su plan de tratamiento. Si sus síntomas no mejoran después de seis a ocho semanas, puede alentarlo a hablar con su proveedor de atención médica. También puede: ● Ofrecer apoyo emocional, comprensión, paciencia y ánimo. ● Aprender sobre el trastorno por estrés postraumático para poder entender lo que su amigo está sintiendo. ● Escuchar atentamente y prestar atención a los sentimientos y a las situaciones que pueden desencadenar los síntomas de este trastorno.
● Compartir distracciones positivas, como paseos, excursiones y otras actividades.
El Centro Nacional para el Trastorno por Estrés Postraumático, un programa del Departamento de Asuntos de Veteranos de los Estados Unidos, es el principal centro federal de investigación y educación sobre este trastorno y el estrés traumático. Puede encontrar información sobre el trastorno, opciones de tratamiento y obtener ayuda, así como recursos adicionales para familias, amigos y proveedores en www.ptsd.va.gov/spanish.
El NIMH apoya una gran variedad de investigaciones, incluidos los estudios clínicos, que examinan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades y trastorno, entre ellos, el trastorno por estrés postraumático. Aunque los pacientes pueden beneficiarse al participar en un estudio clínico, deben tener presente que el objetivo principal de estos estudios es obtener nuevos conocimientos científicos para que otros puedan recibir una mejor ayuda en el futuro.
Los investigadores del NIMH y de todo el país realizan muchos estudios con pacientes y voluntarios sanos. Hable con su médico acerca de los estudios clínicos, sus beneficios y riesgos, y si alguno es adecuado para usted. Para obtener información adicional, visite nuestra página en www.nimh.nih.gov/estudiosclinicos.
La información en esta publicación es de dominio público y se puede reutilizar y copiar sin necesidad de pedir permiso. Sin embargo, no puede reutilizar o copiar las imágenes. Por favor cite al Instituto Nacional de la Salud Mental como la fuente. Para obtener más información sobre el uso de las publicaciones del NIMH, consulte las pautas del NIMH para reproducir sus materiales en www.nimh.nih.gov/reproducciones.
Sitio web del NIMH www.nimh.nih.gov/espanol (español) www.nimh.nih.gov (inglés)
MedlinePlus de la Biblioteca Nacional de Medicina https://medlineplus.gov/spanish (español) https://medlineplus.gov (inglés)
Estudios clínicos https://salud.nih.gov/investigacion-clinica (Información general en español) www.clinicaltrials.gov (inglés)
Instituto Nacional de la Salud Mental Oficina de Política Científica, Planificación y Comunicaciones División de Redacción Científica, Prensa y Difusión 6001 Executive Boulevard, MSC 9663 Bethesda, MD 20892- Teléfono: 1-866-615- Correo electrónico: nimhinfo@nih.gov Sitios web: www.nimh.nih.gov (inglés) o www.nimh.nih.gov/espanol (español)
Institutos Nacionales de la Salud Publicación de NIH Núm. 23-MH-8124S Revisada en 2023