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Este documento explora la importancia de las competencias informáticas en el ejercicio de la traducción y el uso de herramientas informáticas especializadas y generales. El autor reflexiona sobre la competencia tic y su relación con la competencia traductora, y destaca la necesidad de adaptarse a los cambios tecnológicos en el campo de la traducción. Se mencionan estudios recientes sobre el uso de herramientas de traducción y memorias de traducción, así como sistemas integrados en línea de gestión y traducción de proyectos.
Qué aprenderás
Tipo: Apuntes
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Richard Samson Universitat de Vic rsamson@uvic.ca RESUMEN Hay que distinguir entre las competencias informáticas generales y las competencias informáticas específicas de la traducción, a las cuales se asocian gran diversidad de herramientas y tareas. Hay que adquirir un buen dominio de las primeras antes de poder progresar a las segundas. El uso de las tecnologías de la información y comunicación en contextos formativos mejora el aprendizaje, ayuda a contextualizarlo de forma adecuada y propicia un enfoque profesionalizador. Los contextos de instrucción y de aplicación de las competencias adquiridas son muy diversos y es la naturaleza de este contexto en cada caso la que permite decidir cuáles de las competencias y herramientas se deben enseñar y practicar. Palabras clave: aprendizaje; competencias; TAO; formación; herramientas informáticas; instrucción; tecnologías de la información y la comunicación; TIC; traducción, traductor.
versas competencias. Y así también debemos preguntar ¿cómo están vinculadas entre sí estas diferentes competencias? Y finalmente, por limitaciones de espacio, sólo podemos mencionar una pregunta más. ¿Todo este macrosistema es suficientemente coherente y estable como para emitir alguna respuesta duradera y de aplicación general?
anteriormente (procesador de textos, navegador y correo electrónico). A esta disposición de recursos hay que añadir los más propios de la traducción profesional, como un sistema de memoria de traducción (MdT), que puede incluir diversos recursos propios: una herramienta de alineación de textos originales y sus traducciones, filtros de importación, diccionarios, gestores de terminología, correctores de ortografía, un entorno propio de edición, por ejemplo. Los mismos programas de MdT muchas veces incluyen herramientas de gestión de proyectos (y en su ausencia el traductor quizás utiliza un programa general de gestión de proyectos) y sistemas para analizar proyectos y preparar presupuestos. Se puede dividir las herramientas informáticas TAO en tres categorías (Jost Zetzsche, 2013). El primero incluye programas potentes con múltiples opciones como SDL Trados (http://www.trados.com) o MemoQ (http://kilgray.com). Si se trabaja en una instalación local, puede haber cierta libertad de opciones y alternativas válidas, pero la gestión del proyecto puede hacer obligatorio el uso de estas herramientas específicas para proyectos que utilizan recursos de datos compartidos en línea. Un segundo grupo abarca las herramientas menos caras o de código abierto, como OmegaT, que sirven para trabajar en la mayoría de proyectos de traducción más reducidos, quizás sólo bilingües y con un solo traductor, y sin necesidad de una gestión de proyectos más compleja. Un tercer grupo, últimamente en auge, consiste en sistemas integrados en línea de gestión y traducción de proyectos, con arquitectura Software-as-a-Service (SaaS). Ejemplos serían XTM (http://www.xtm-intl.com), Memsource (http://www.memsource.com) y Transifex (https://www.transifex.com/). Este tipo de herramienta se puede utilizar en cualquier ordenador que disponga de navegador y conexión a Internet. En cuanto a herramientas específicas para investigaciones terminológicas, antes hemos mencionado que los traductores de hoy en día muchas veces recurren a Google para resolver sus dudas. En caso de necesidad también existen herramientas especializadas, como Web Term Search de Proz.com (http://www.proz.com/wts), que permite buscar en diversas bases de datos en diferentes combinaciones de lenguas, y Linguee (http://www.linguee.com) que permite buscar posibles equivalencias en bases de datos de textos bilingües alineados. En otros casos los traductores suelen aprovechar las consultas archivadas de foros especializados y participar activamente en foros de traductores donde pueden plantear nuevas dudas a compañeros profesionales. Los traductores también suelen utilizar búsquedas especializadas o programas de concordancia para comprobar la mejor redacción en el texto ya traducido, especialmente si están traduciendo a una segunda lengua. Por ejemplo, muchos traductores trabajan de vez en cuando hacia el inglés, aunque no sea su lengua materna. En estos casos pueden surgir dudas expresivas, como por ejemplo la mejor forma entre “this type of incident”, “this type of incidents”, “these types of incident” y “these types of incidents”. Si el traductor dispone de documentación propia suficiente, podrá encontrar la solución óptima entre sus propios textos. En caso contrario, siempre puede recurrir a una búsqueda general en la red, comparando la frecuencia de uso de cada variante.
Además de aprovechar recursos en la web, muchos traductores dedican tiempo y esfuerzo a la gestión local de la terminología. Los programas de terminología pueden abarcar diversas funciones: extracción de los términos de un texto; su almacenamiento y gestión; la búsqueda, recuperación e inserción de términos en una traducción en curso; el uso de la base de datos de terminología para hacer controles de calidad (en función del grado de uso de las equivalencias preestablecidas). Estas mismas funciones están disponibles por segmentos, en general, en los sistemas TAO, como por ejemplo SDL Trados. A lo largo de los últimos años, han aparecido aplicaciones independientes, como ErrorSpy (http://www.errorspy.de/) y ApSIC Xbench (http://www.xbench.net), para realizar funciones de control de calidad de la traducción. Estas herramientas pueden ejecutar diferentes operaciones rutinarias, eliminando así pequeños errores que con frecuencia escapan al control humano: ortografía, cohesión de fuentes, autocorrección, terminología, formato de números, formato de divisas, unidades de medición; comparación de número de segmentos en el texto original y el texto traducido; detección de omisiones; detección de segmentos idénticos en el texto original y el texto traducido; detección de variación (traducciones diferentes del mismo texto); espacios de más; puntuación; puntos finales repetidos; paréntesis sin cierre; comillas sin cierre; control de etiquetas (total, orden); etc. Muchas veces, los traductores tienen que hacerse expertos en la conversión de recursos (glosarios y memorias) entre diferentes formatos, y en la importación y exportación de datos de todo tipo para poder trabajar con diferentes programas. Tienen que saber gestionar los formatos de intercambio TBX (terminología), TMX (memoria) y XLIFF (datos de localización). También tienen que saber gestionar el almacenamiento de estos datos. Recientemente, la traducción automática ha empezado a tener un papel más importante en los flujos de trabajo de los proyectos de traducción profesional. Google y Microsoft, con sus respectivos servicios disponibles en la web e integrables en aplicaciones de traducción (con licencia y a un precio módico), han cambiado la presencia y la sensibilidad a la traducción y han hecho posible las primeras traducciones para combinaciones de lenguas hasta ahora impensables, por imperativo económico. El rendimiento de estos sistemas varía mucho para diferentes combinaciones de lenguas y en diferentes campos. Los sistemas de Google no pueden utilizarse en la traducción profesional por razones de propiedad y confidencialidad de los datos, pero han abierto un camino y otras empresas, como Asia Online (http://ww w.asiaonline.net), ya venden sistemas de traducción automática a medida, basados en los datos del cliente (con o sin pre y postedición, e integración con memorias de traducción). Hay que mencionar que los traductores especializados en la subtitulación y la localización tienen que aprender el manejo de programas específicos para el trabajo de traducción en estos campos. Para la subtitulación podríamos mencionar Spot (http://www.spotsoftware.nl) y, para la localización, SDL Passolo (http://www.sdl.com). Estos programas atienden funciones específicas de estas tareas, como son el ajuste del texto en pantalla, la temporización (spotting) en la subtitulación, y la manipulación de ficheros con formatos de programación en el caso de la localización.
original, sus múltiples formas y significados, su interpretación y la mejor manera de expresarla en la traducción. De hecho, nuestra propia experiencia de la docencia de las TIC aplicadas a la traducción en un entorno formativo nos lleva a observar que el resultado inicial de su uso puede ser una calidad sensiblemente inferior al trabajo de los mismos estudiantes en un entorno de una densidad informática menor. No es sorprendente, pensándolo bien, porque la tecnología nueva puede distraer más que ayudar y el estudiante tiene menos capacidad de atención restante para atender las otras tareas de traducción. Si las herramientas informáticas de la traducción son herramientas de productividad y de calidad que permiten que el traductor trabaje más rápido y con menos errores, pero sin cambiar la naturaleza del trabajo en sí, se podría argumentar desde este punto de vista que es preferible aprender a traducir sin recurrir a las herramientas TIC, para así poder desarrollar criterio y recursos propios en cuestiones traductológicos En cambio, también se podría argumentar que toda tarea de traducción o de aproximación a la traducción tiene que llevarse a cabo en un entorno digital (sin papel y bolígrafo), porque el ordenador es el instrumento por defecto de todo trabajo textual profesional hoy en día. Ante esta situación de desequilibrio tan grande (una larga lista de posibles herramientas TIC y TAO y las destrezas asociadas a su uso, por un lado, y la imposibilidad de saber cuáles serán las herramientas específicas que va a utilizar el traductor en su carrera profesional, por otro) es conveniente establecer unos mínimos que puedan servir a la vez para asegurar que el entorno de aprendizaje sea suficientemente representativo del entorno profesional y sirva como fase de preparación. Chouc (2010) ha afirmado las ventajas del uso de las TIC en la preparación de especialistas de lenguas. El uso de las TIC enriquece el contexto formativo, ya que permite trabajar con los mismos recursos que la profesión o en simulaciones realistas. A la vez, el uso de las TIC otorga autonomía a los estudiantes en una gran variedad de actividades como la gestión, la investigación, la edición, la revisión, el control de procesos, el trabajo en red, la colaboración, etc. Así, los estudiantes pueden participar en actividades propias del trabajo moderno y adquirir un enfoque profesional mediante prácticas coherentes con el ejercicio profesional real. Asimismo, la participación en entornos educativos de colaboración virtual, muy frecuentes hoy en día en cursos en línea o como complemento de las clases presenciales, favorece actividades de reflexión y crítica de los procesos formativos. De esta manera, los estudiantes pueden adquirir experiencia en un contexto relevante (Kolb,
entre personas que comparten el mismo interés y quieren intercambiar experiencias (Wenger, 2013).
Esselink, B. (2000). A Practical Guide to Localization. Amsterdam; Philadelphia: John Benjamins. González Davies, M. y Enríquez, V. (eds.) (2016). Situated Learning in Translator and Interpreter Training: Bridging Research and Good Practice. The Interpreter and Translator Trainer, 10 (1). Hutchins, J. (1998). “The origins of the translator’s workstation”. Machine Translation, 13 (4), p 287-307. Disponible en línea: <http:/ /citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.14.7374&rep=rep1&type pdf>. Fecha de consulta de la página: 06.11.13. Kolb, A. y Kolb, D. A. (2005). ”Learning styles and learning spaces: Enhancing experiential learning in higher education”. Academy of Management Learning and Education, 4 (2), p. 193-212. Disponible en línea: <http://learningfromexperience.com/research_library/learning-styles-andlearning- spaces/>. Fecha de consulta de la página: 29.11.13. Lagoudaki, E. (2006). "Translation Memories Survey 2006: Users' perceptions around TM use". Translating and the Computer, 28 (6). McLellan, H. (1994). "Situated Learning: Continuing the Conversation". Educational Technology, 34, (8) p. 7-8. National Network for Translation. (2013). What are the skills required? http://www.nationalnetworkfortranslation.ac.uk/what-are-skills-required. Fecha de consulta de la página: 29.11.13. Quah, C. K. (2006). Translation and Technology. Basingstoke: Palgrave Macmillan. Search Engine Land. (2013). Google Still World’s Most Popular Search Engine By Far, But Share Of Unique Searchers Dips Slightly. <http://searchengineland.com/google-worlds-most- popular-search-engine 148089>. Fecha de consulta de la página: 06.11.13. Wenger, E. (2013). Communities of practice: A brief introduction. <http://wenger- trayner.com/theory/>. Fecha de consulta de la página: 29.11.13. Zetzsche, J. (2013). The 224th Tool Box Newsletter. http://www.internationalwriters.com/toolkit/.