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Orientación Universidad
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Síndrome de hipertensión endocraneana, Resúmenes de Neurología

Resumen de hipertensión endocraneana

Tipo: Resúmenes

2024/2025

Subido el 18/06/2025

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INFORME DE EXPOSICIÓN
Materia: Neurología
Docente: Dr. Robayo Ortiz Jorge Sebastián
Integrantes:
Benítez Guevara Didier Benshamyn
Carrillo Sandoval Dayana Estefanía
Taípe Castro José Alfredo
Tuso Toapanta Lizbeth Nayeli
Vargas Núñez Anderson Snayder
Villarroel Arcos Basholeth Samantha
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¡Descarga Síndrome de hipertensión endocraneana y más Resúmenes en PDF de Neurología solo en Docsity!

INFORME DE EXPOSICIÓN

Materia: Neurología

Docente: Dr. Robayo Ortiz Jorge Sebastián

Integrantes:

Benítez Guevara Didier Benshamyn

Carrillo Sandoval Dayana Estefanía

Taípe Castro José Alfredo

Tuso Toapanta Lizbeth Nayeli

Vargas Núñez Anderson Snayder

Villarroel Arcos Basholeth Samantha

Índice

  • Síndrome de hipertensión intracraneal
    • Introducción:
    • Desarrollo:
      • Fisiología del LCR
      • Fisiología de la presión intracraneal
      • Hidrocefalia
      • Hipertensión intracraneal
      • Hipertensión Intracraneal idiopática
      • Edema cerebral
      • Herniaciones cerebrales
    • Conclusión:
    • Bibliografía

subaracnoideo. Finalmente, es reabsorbido por las vellosidades aracnoideas hacia los senos venosos. (Guyton & Hall, capítulo 62). Función protectora del LCR actúa como amortiguador. Dado que el cerebro y el LCR tienen una gravedad específica similar, el cerebro flota dentro del cráneo. Esto reduce el impacto de golpes leves, ya que el cerebro se desplaza con el cráneo evitando deformaciones localizadas. Además de su función mecánica como amortiguador, el LCR mantiene un entorno químico estable para el SNC. Contribuye a la eliminación de productos de desecho del metabolismo neuronal y actúa como medio de intercambio para nutrientes y neurotransmisores. El LCR también protege frente a cambios súbitos de presión intracraneal. Durante una contusión cerebral, su capacidad de distribuir las fuerzas ayuda a prevenir lesiones localizadas. La evaluación clínica de esta función incluye la medición de la presión del LCR mediante punción lumbar y su composición bioquímica, útil en el diagnóstico de infecciones, hemorragias y enfermedades neurodegenerativas. (Guyton & Hall, capítulo 62). Los plexos coroideos secretan LCR mediante el transporte activo de iones sodio. Esto arrastra iones cloruro, formando una solución osmóticamente activa que promueve la ósmosis de agua hacia los ventrículos. También se transportan glucosa, potasio y bicarbonato. El LCR resultante tiene una presión osmótica similar al plasma, más cloruro, menos potasio y menos glucosa. El plexo coroideo está altamente vascularizado y su epitelio cuboidal tiene abundantes mitocondrias, reflejo de su actividad transportadora activa. A través de bombas de Na+/K+-ATPasa, se secreta activamente sodio hacia los ventrículos, arrastrando agua por ósmosis. También hay cotransporte de cloruro y bicarbonato, influenciado por la anhidrasa carbónica. La función secretora

puede alterarse en condiciones como tumores del plexo coroideo, que causan hidrocefalia por sobreproducción de LCR. (Guyton & Hall, capítulo 62). Las vellosidades aracnoideas funcionan como válvulas unidireccionales que permiten el paso de LCR desde el espacio subaracnoideo hacia la sangre venosa, especialmente cuando la presión del LCR supera la presión venosa. Este mecanismo impide el reflujo sanguíneo al sistema nervioso central. En condiciones inflamatorias como meningitis, la obstrucción de estas vellosidades puede inducir hidrocefalia. Las granulaciones aracnoideas son visibles macroscópicamente sobre el borde superior del cerebro, donde sobresalen en los senos venosos durales. Espacios perivasculares y función linfática Los espacios perivasculares, también conocidos como espacios de Virchow-Robin, representan un sistema complementario de drenaje para productos del metabolismo cerebral. Están íntimamente relacionados con el sistema glinfático, una red de

Doctrina Monro – Kelie Figura 1 Doctrina de Monro-Kellie: Estados Compensatorio y Descompensatorio de la Presión Intracraneal ICP : Presión Intracraneal. CSF : Líquido Cefalorraquídeo. Brain : Cerebro. Venous volumen : Volumen venoso. Arterial volumen : Volumen arterial. Mass : Masa refiriéndose a una lesión ocupante de espacio. La doctrina Monro-Kellie describe los principios que guían la homeostasis de presión intracraneal normal. La hipotesis establece que “si el cráneo está intacto, entonces la suma de los volúmenes del cerebro, el líquido cefalorraquídeo (LCR) y el volumen de sangre intracraneal es constante”. Esto traduce que, el incremento del volumen de uno de los elementos intracraneales, se da a expensas del volumen de los otros. Un cambio en la PIC también puede ser el resultado de este cambio de volumen, y la PIC es variable tanto en la salud como en la enfermedad. Cuando se alteran los compartimentos intracraneales, los compartimentos LCR y VSC pueden responder disminuyendo su volumen, manteniendo así la homeostasis dentro del cráneo donde el primero es el LCR. El LCR drena del cráneo hacia el espacio subaracnoideo de la médula espinal. Un aumento en el tono de las arteriolas y de las arterias cerebrales, disminuye el flujo arterial, lo que disminuye el VSC. Este mecanismo es esencial para la función de la autorregulación. La autorregulación mantiene el equilibrio entre las necesidades metabólicas y el suministro de sangre, asegurando un flujo sanguíneo adecuado y el

suministro de sustratos esenciales, a la vez que evita el flujo sanguíneo cerebral excesivo y el volumen sanguíneo cerebral. Flujo Sanguíneo Cerebral Regulado por el consumo metabólico del oxigeno cerebral por la vía de autorregulación donde de acuerdo se necesite mayor consumo de oxígeno va a ver mayor flujo de oxígeno. Determinantes para calcular el flujo sanguíneo cerebral:

  • Resistencia vascular cerebral
  • Presión arterial media
  • Presión intracraneal Presión de perfusión cerebral La PPC se define como la presión necesaria para perfundir el tejido nervioso para un buen funcionamiento metabólico. Una PPC menor de 50 mmHg implica una disminución severa del FSC, con el riesgo de isquemia cerebral. Por contra, valores sobre 60-70 mmHg han sido determinados como seguros en adultos (en niños aún no ha sido bien establecido, si bien se sabe que los cerebros inmaduros como los de los recién nacidos toleran mejor cifras de PPC más bajas) Resistencia vascular cerebral
  • Mecanismo Neurógeno Aunque es menos prominente en la autorregulación clásica, el sistema nervioso autónomo puede modular el tono vascular. El sistema simpático mediante receptores a1puede causar vasoconstricción mediante la liberación de noradrenalina, mientras que algunos tejidos tienen inervación parasimpática mediante la liberación de acetilcolina por los receptores M1 y M3 que puede causar vasodilatación.

Hidrocefalia

La hidrocefalia se define como una dilatación activa del sistema ventricular secundaria a una inadecuada circulación del LCR, desde su lugar principal de producción, en los ventrículos cerebrales, hasta su punto de absorción en la circulación sistémica. Las atrofias del parénquima cerebral también producen ventriculomegalia con acumulación secundaria de LCR, pero no son propiamente hidrocefalias, aunque se las suele denominar hidrocefalias ex vacuo. La dilatación del sistema ventricular se aprecia en la ecografía en el feto y en el lactante. El diagnóstico de la hidrocefalia en el feto es problemático porque la cirugía no ha dado buenos resultados, en general. La cirugía fetal del mielomeningocele en casos seleccionados ha reducido el número de hidrocefalias en el neonato. La hidrocefalia se

aprecia en las imágenes de TC o RM en el niño mayor o el adulto. Son medidas básicas para apreciar la ventriculomegalia patológica un índice de Evans (distancia entre los núcleos caudados dividida por el máximo diámetro interno craneal medidos en un corte axial) ≥ 0,30, diámetro de las astas temporales > 2 mm y diámetro del tercer ventrículo > 6 mm. Otros datos, mejor apreciados en la RM, son el aspecto redondeado de las astas frontales y occipitales, el abombamiento del cuerpo calloso en la imagen sagital, el aspecto agudo del ángulo calloso (< 90% en la imagen coronal) y el trasudado periependimario del LCR. Clasificación Una división clásica distingue entre hidrocefalias comunicantes, para las que no presentan obstáculos en el interior del sistema ventricular, y no comunicantes, para las que presentan una obstrucción entre el sistema ventricular y el espacio subaracnoideo. En las comunicantes se acepta que la causa de la hidrocefalia está en la dificultad de circulación y reabsorción del LCR en el espacio subaracnoideo. En las hidrocefalias comunicantes «idiopáticas», como la del adulto, se considera que la dilatación ventricular puede tener una base hidrodinámica por la incapacidad del cerebro para absorber las pulsaciones sistólicas que inducen la dilatación ventricular. Excepcionalmente, la hidrocefalia se debe a un aumento de producción por papiloma de los plexos coroideos.

doctrina de Monro-Kellie establece que el volumen intracraneal es fijo, por lo tanto, un aumento en cualquiera de estos componentes debe ser compensado por una disminución de los otros para evitar un aumento de la PIC. Cuando este mecanismo de compensación falla, se desencadena la hipertensión intracraneal, lo que compromete la presión de perfusión cerebral (PPC) y puede inducir daño isquémico e incluso herniación cerebral. Las manifestaciones clínicas de la HIC incluyen cefalea intensa, vómitos en proyectil, alteraciones visuales como visión borrosa o papiledema (edema del nervio óptico), bradipsiquia, somnolencia, alteración del nivel de conciencia y, en etapas avanzadas, la tríada de Cushing (hipertensión arterial, bradicardia y respiración irregular). En niños, puede observarse aumento del perímetro cefálico o fontanelas abultadas. Una causa particular es la hipertensión intracraneal idiopática (HII), de etiología desconocida, más frecuente en mujeres jóvenes con sobrepeso y sin evidencia de masa ocupante ni hidrocefalia. El diagnóstico se basa en la sospecha clínica y en estudios de neuroimagen como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), que pueden mostrar signos de edema cerebral, colapso ventricular o desviación de la línea media. El fondo de ojo puede revelar papiledema, y la medición directa de la PIC mediante catéter intraventricular es el estándar de oro en casos graves. La punción lumbar puede ser útil en la HII, siempre que se haya descartado previamente una lesión ocupante de espacio. El tratamiento de la HIC debe ser inmediato y está orientado a disminuir la presión intracraneal, restaurar la perfusión cerebral y tratar la causa subyacente. Incluye medidas posturales, hiperventilación, osmoterapia (manitol o solución salina hipertónica), sedación, drenaje de LCR y, en casos seleccionados, descompresión quirúrgica. Las complicaciones incluyen herniación cerebral, isquemia, daño neurológico irreversible, ceguera y muerte. Las estructuras que van a estar implicadas en esta patología van a ser: Plexos coroideos: producción de LCR. Venas cerebrales y senos durales: drenaje venoso intracraneal. Granulaciones aracnoideas: reabsorción de LCR. Tronco encefálico: afectado en fases avanzadas (herniación). Nervio óptico (NC II): recubierto por meninges → sufre papiledema. Sistema ventricular y acueducto de Silvio: crucial en hidrocefalia.

Dichas estructuras desemplean un papel para mantener el sistema intracraneal, de la siguiente manera: Respecto al volumen intracraneal total en adultos como bien se sabe es de 1500 ml, distribuido de la siguiente manera:

  • Parénquima cerebral, con el 80% es decir 1400 ml.
  • Líquido cefalorraquídeo (LCR), con el 10%, es decir 150 ml.
  • Sangre, con el 10%, es decir 150 ml. Doctrina de Monro-Kellie: si uno de estos volúmenes aumenta, los otros deben disminuir para evitar que aumente la presión, dentro del cráneo inelástico. Ahora este líquido cefalorraquídeo (LCR), se produce y circula, así:
  • Producido por plexos coroideos 500 ml/día.
  • Circula por ventrículos → espacio subaracnoideo → absorbido por granulaciones aracnoideas. Este va a manejar una presión normal de 5 – 15 mmHg. La presión de perfusión cerebral PPC = PAM - PIC El cerebro mantiene un flujo constante entre 50–150 mmHg de PAM por autorregulación vascular. Respecto al Nervio óptico (NC II), este va a ser completamente sensorial, recubierto por meninges → la presión intracraneal se transmite hasta el nervio → causa papiledema (edema del disco óptico).
  • Evaluación: o Oftalmoscopía (papiledema). o Reflejo fotomotor (vía aferente). o Agudeza visual (carta de Snellen). o Campimetría o perimetría visual. Etiología
  • Traumatismos craneoencefálicos
  • Neoplasias intracraneales
  • Meningitis (piógena, tuberculosa)
  • Abscesos cerebrales
  • Hidrocefalia
  • Hemorragias intracraneales
  • Cisticercosis cerebral
  • Hipertensión intracraneal idiopática (IIH)

Diagnóstico

  • Neuroimagen urgente : TC o RM cerebral. o Borramiento de surcos, colapso ventricular, desviación de línea media.
  • Punción lumbar (solo si no hay masa): o Presión de apertura > 250 mmH₂O.
  • Fondo de ojo : papiledema.
  • Monitoreo de PIC si está indicado (catéter intraventricular), esta será la gold standard.
  • Laboratorio: perfil metabólico, hemograma, LCR, pruebas inflamatorias. Diagnóstico Diferencial
  • Meningitis / encefalitis.
  • Trombo venoso cerebral.
  • Tumor cerebral.
  • Hidrocefalia.
  • ACV.
  • Migraña con aura. Tratamiento General
  • Elevar la cabeza >30°.
  • Evitar hipoxia, fiebre, convulsiones, hiperglucemia.
  • Normocapnia: PCO₂ entre 30-35 mmHg. Osmoterapia Fármaco Mecanismo de acción Dosis Manitol Osmótico: crea gradiente → agua sale del parénquima hacia plasma. 0.25–1 g/kg IV Salina hipertónica ↑ osmolaridad plasmática → extracción de agua cerebral. Bolo o infusión 3 – 7.5% Ambos requieren vigilancia de osmolaridad plasmática y Na+. Fármacos específicos Fármaco Mecanismo de acción Indicaciones Acetazolamida Inhibe anhidrasa carbónica en plexo coroideo → ↓ producción de LCR.

IIH

Dexametasona Estabiliza membranas capilares → ↓ edema vasogénico. Edema peritumoral Propofol Sedación: ↓ metabolismo cerebral y flujo sanguíneo cerebral. Control de PIC refractaria Barbitúricos (tiopental) ↓ metabolismo cerebral → ↓ FSC y PIC. Coma barbitúrico en HIC refractaria Furosemida Diurético de asa → potencia efecto del manitol. Adyuvante en edema cerebral Intervenciones invasivas

  • Drenaje ventricular externo : reducción directa de LCR.
  • Craniectomía descompresiva : último recurso para PIC intratable. Complicaciones
  • Herniación cerebral (subfalcina, uncal, cerebeloamigdalina).
  • Isquemia cerebral.
  • Ceguera irreversible.
  • Paro respiratorio.
  • Muerte cerebral. Hipertensión Intracraneal idiopática La hipertensión intracraneal idiopática (HII), también conocida como pseudotumor cerebri, es una entidad neurológica caracterizada por el aumento de la presión intracraneal sin evidencia de una lesión estructural, infección, hidrocefalia ni trombosis venosa cerebral. Es decir, se trata de una hipertensión dentro del cráneo sin una causa aparente en los estudios de neuroimagen. Aunque su fisiopatología no está completamente esclarecida, se cree que involucra una alteración en el equilibrio entre la producción y reabsorción del líquido cefalorraquídeo (LCR), así como posibles fallos en el drenaje venoso cerebral. Este desequilibrio produce un aumento de la presión dentro del cráneo, lo que puede comprometer estructuras neurológicas, particularmente el nervio óptico. Epidemiológicamente, la HII afecta principalmente a mujeres en edad fértil (entre 20 y 45 años), con una fuerte asociación con la obesidad. Otros factores de riesgo descritos incluyen el uso de anticonceptivos orales, vitamina A, tetraciclinas y el síndrome de ovario poliquístico.
  • Edema citotóxico : ocurre por disfunción de la bomba Na⁺/K⁺-ATPasa, que provoca retención de sodio y agua en el interior de las células nerviosas, sin alteración significativa de la barrera hematoencefálica. Es frecuente en isquemia cerebral.
  • Edema vasogénico : resulta de una alteración en la barrera sangre‑cerebro, permitiendo la entrada de fluidos, proteínas y electrolitos al espacio extracelular, especialmente en procesos como tumores, abscesos o traumatismos.
  • Edema intersticial (o hidrocefálico) : secundario al aumento de presión en los ventrículos e interrupción de la absorción del LCR. Durante la isquemia cerebral, la disminución del flujo sanguíneo lleva a la despolarización neuronal y muerte celular (edema citotóxico), que favorece la posterior disrupción de la barrera hematoencefálica y edema vasogénico. El aumento de volumen cerebral incrementa la presión intracraneal (PIC), comprometiendo el flujo sanguíneo cerebral, lo que se observa mediante síntomas generales como cefalea, náuseas, vómitos, somnolencia, convulsiones, y focalidades según la región afectada. En la isquemia y el traumatismo craneoencefálico, el edema es un factor principal de morbimortalidad. El diagnóstico se basa en:
  • Exploración neurológica y monitoreo de PIC (cuando está disponible).
  • Neuroimagen, con tomografía y resonancia mostrando masa o desplazamiento. Avances recientes permiten cuantificar con imágenes automáticas o biomarcadores de masa cerebral (Arias et al., 2024). 4. Tratamiento a) Medidas generales
    • Posicionamiento en Fowler, cabeza alineada, normoventilación.
    • Evitar febrícula o fiebre para prevenir taquipnea metabólica.
    • Sedación y analgesia en pacientes con agitación o ventilación mecánica b) Osmoterapia Principio: aumento de osmolalidad sérica (300‑320 mOsm/kg) con manitol o solución salina hipertónica, para movilizar agua del encéfalo a la vasculatura. Estudios indican que la solución salina hipertónica tiene efectos más prolongados y favorece la hemodinámica. c) Hiperventilación Produce vasoconstricción cerebral y reducción rápida de ICA, útil como medida temporal (15– 20 min), ya que el efecto puede revertirse y empeorar la perfusión cerebral.

d) Corticoides Dexametasona es efectiva en edema vasogénico asociado a tumores o radioterapia, estabilizando la barrera hematoencefálica. No aporta beneficio en isquemia o TCE; incluso, puede resultar perjudicial. e) Intervenciones neuroquirúrgicas Incluyen derivación de LCR y craniectomía descompresiva en casos de edema masivo refractario, alivian presión, pero no detienen la cascada fisiopatológica. f) Tratamientos emergentes La investigación actual propone terapias dirigidas como:

  • Inhibidores de AQP4 y moduladores del canal SUR1‑TRPM4 (e.g., glibenclamida) para reducir la entrada de agua célular.
  • Fármacos anti‑VEGF o antagonistas de la AVP (“vaptans”) dirigidos a la regulación de permeabilidad vascular
  • Inhibidores de cotransportadores iónicos (como SPAK/OSR1) con resultados prometedores en modelos preclínicos Se están realizando ensayos clínicos (fase II/III) para evaluar la eficacia de estos agentes, como es el caso de glibenclamida en infarto cerebral masivo (ensayo CHARM) y anti‑VEGF en hemorragia intracerebral. El edema cerebral es un fenómeno complejo, implicando múltiples mecanismos fisiopatológicos. El manejo óptimo combina intervenciones de soporte, osmoterapia, intervención quirúrgica cuando es necesario. (Jensen & Vincent, 2023) Herniaciones cerebrales Las definiciones clásicas relacionan etiológicamente las HEC solo con lesiones expansivas que condicionan aumento de la PIC. Sin embargo, diferentes cuadros que la disminuyen, como el síndrome de hipotensión liquoral o el del trefinado, también ocasionan HEC. Por ello debemos definir las HEC como un desplazamiento, más o menos mantenido, de una o varias partes del encéfalo a través de uno o varios elementos anatómicos normales, como consecuencia de un efecto mecánico producto de una expansión intracraneal, un aumento o descenso de la PIC, o un efecto de la presión atmosférica. Clasificación anatómica:
  1. Hernia subfalcial