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Una introducción a la epidemiología, definiendo la salud y la enfermedad desde diferentes perspectivas, incluyendo la visión de la oms. explica la distribución de enfermedades en relación con factores ambientales y poblacionales, detalla la etimología de 'enfermedad', y analiza los factores que contribuyen a la emergencia y reemergencia de enfermedades transmisibles. Se discuten conceptos clave como patogenicidad, reservorios humanos y zoonosis, además de la medición de la salud y la enfermedad usando prevalencia e incidencia. El texto también incluye ejemplos específicos de factores sociales, de atención de salud, de producción de alimentos, de conducta humana, cambios ambientales e infraestructura de salud pública que influyen en la epidemiología.
Tipo: Apuntes
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La epidemiología puede ser considerada como la ciencia básica de la Salud Colectiva. Más aún, se ha constituido en una importante disciplina científica esencial para todas las ciencias clínicas, base de la Medicina y de otras formaciones profesionales en salud. Ha sido definida como el abordaje de los fenómenos de la salud-enfermedad por medio de la cuantificación, usando en buena medida el cálculo matemático y las técnicas estadísticas de muestreo y de análisis. Actualmente, podernos decir que la epidemiología constituye la principal ciencia de información en salud. Realizarnos una búsqueda a través de los principales buscadores de la World Wide Web, en base a las palabras clave" epidemiology", "epidemiologic", "epidemiologie", "epidemiotogiaue", "epidemiologiu' y "epidemiológico". Las raíces históricas de la ciencia epidemiológica pueden ser identificadas en una trilogía de elementos conceptuales, metodológicos e ideológicos; representados por la clínica, por la estadística y por la medicina social.
Algunos libros indican que su raíz proviene del griego epedeméion que significa literalmente "aquel que visita". Sin embargo, el término "epidemia" ya se encontraba en los textos hipocráticos, formado por la conjunción del prefijo epi- (encima de, Sobre...) con la radical -démos, que significaba "pueblo" (como por ejemplo en "democracia"). El término epidemiología habría sido empleado por primera vez como título de un trabajo sobre la peste, escrito por Angelerio, en España, en la segunda mitad del siglo XVI.Trescientos años más tarde, Juan de Villalba recuperó el término como título de su obra Epidemiología Española, una compilación de todas las epidemias conocidas hasta ese momento, publicada en 1802. La epidemiología ocupa cada vez más un lugar privilegiado de fuente de desarrollo metodológico para todas las ciencias de la salud. Hoy, la ciencia epidemiológica continúa ampliando su importante papel en la consolidación de un saber científico sobre la salud humana, su determinación y consecuencias, subsidiando ampliamente las prácticas de salud, Comprende tres aspectos principales:
procedimientos preventivos y terapéuticos, tanto en lo que se refiere a sistemas de prestación de servicios corno al impacto de medidas de salud en la población. Aquí se consideran desde estudios de eficiencia y efectividad de programas y servicios de salud, hasta ensayos clínicos de eficacia de procesos diagnósticos y terapéuticos, preventivos y curativos, individuales y colectivos.
Tradicionalmente, la epidemiología ha sido definida como la ciencia que estudia la distribución de las enfermedades y sus causas en poblaciones humanas. Según Iénicck (1995) , uno de los principales objetivos de la epidemiología debe ser identificar factores etiológicos en la génesis de las enfermedades. La International Epidemiological Association (lEA) (1973) define epidemiología como "el estudio de los factores que determinan la frecuencia y la distribución de las enfermedades en los grupos humanos. Mientras la clínica se dedica al estudio de la enfermedad en el individuo, analizando caso por caso, la Epidemiología se vuelca sobre los problemas de salud en grupos de personas (...) la mayor parte de las veces involucrando a poblaciones numerosas". Susser (1987) concuerda en que la epidemiología es esencialmente una CIencia poblacional. Señala además que esta se basa "en las ciencias sociales para la comprensión de la estructura y de la dinámica social (.,-), en las rnaternáucas para las nociones estadísticas de probabilidad, inferencia y estimación (...) yen las ciencias biológicas para el co nocimiento del sustrato orgánico humano, donde las manifestaciones observadas encontrarán expresión individua!". Ciencia que estudia el proceso salud-enfermedad en (a sociedad, analizando la distribución poblacional y los factores determinantes del riesgo de enfermedades, lesiones y eventos asociados a la salud, proponiendo medidas específicas de prevención, control erradicación de enfermedades, daños o problemas de salud y de protección, promoción o recuperación de la salud individual y colectiva, produciendo información y conocimiento para apoyar la toma de decisiones en la planificación, administración y evaluación de sistemas, programas, servicios y acciones de salud.
Al comienzo de la Edad Media, el dominio del catolicismo romano y las Invasiones bárbaras determinaron el predominio de prácticas de salud de carácter mágico-religioso. Amuletos, oraciones y cultos a santos protectores de la salud materializaba la ideología religiosa, característicamente medieval, de salvación del alma aun con la perdición del cuerpo individual (Starobinski, 1967).
Estas raíces históricas de la Epidemiología pueden ser identificadas en términos de objeto de conocimiento, de señalización metodológica y de campo de práctica social.
Para los anglosajones, el fundador de la clínica médica fue Thomas Sydenham (1624-1689), médico y líder político londinense. Sydcn Harn fue también precursor de la CIencia epidemiológica, con su teoría de la constitución epidémica, de inspiración directamente hipocrática. Podernos observar tres etapas distintas:
Para muchos autores, el proyecto de cuantificación de las enfermedades representa un elemento metodológico distintivo de la nueva ciencia de la salud, que al mismo tiempo podría servir como garantía de su neutralidad científica. Dada esta expectativa, resulta irónico verificar que de los tres pilares de la ciencia epidemiológica aquí considerados, la estadística aparece como aquel en el cual su raíz política se pone más en evidencia (Hacking, 1991). Más aún, la politización se encuentra inscripta en el propio nombre de aquella disciplina, como veremos a continuación. El término Estadística, en su origen histórico y etimológico, significa precisamente la medida del Estado. El pueblo, como elemento productivo, y el ejército, como elemento beligerante, necesitaban no solo de un contingente de personas, sino también de disciplina y salud.
El término "estadística", acuñado en el siglo XVIII, quiere decir literalmente, en su origen histórico y etimológico, "la medida del Estado." Se trata de un neologismo, creado por Hermann Conring (1606-1681), médico y cientista político alemán, especialmente para referirse al conjunto de atributos de una nación.
A fines del siglo XVIII, el poder político de la burguesía emergente se consolidó con la restauración, en Inglaterra, o a través de la revolución, en Francia y Estados Unidos. En esa fase, se sucedieron diferentes tipos de intervenciones estatales sobre la cuestión de la salud de las poblaciones (Rosen, 1975).
La formación de un proletariado urbano, sometido a intensos niveles de explotación, se expresa como lucha política orientada por diferentes doctrinas sociales llamadas socialismos utópicos. Entre 1830 y 1850, uno de esos socialismos se destacó por interpretar la política como medicina de la sociedad ya la medicina como práctica política. iniciando un movimiento organizado para la politización de la medicina en Francia y Alemania. Desde entonces, el término "medicina social", propuesto por Guerín en 1838, ha servido para designar, de forma genérica, las diferentes formas de tomar colectivamente la cuestión de la salud. El movimiento de la medicina social fue reprimido violentamente en las comunas de París y Berlín. Virchow fue condenado a un exilio interno y, posteriormente, entre otras cosas, se convirtió en el nombre más importante de la patología moderna, además de iniciar la antropología física e influenciar la geografía médica (Trostle 1986).
John Snow era un clínico general y obstetra, pionero de la anestesiología, entusiasmado con el potencial de la metodología científica para la solución de los problemas sociales. Titular de un puesto equivalente a ministro de salud, Snow trató el problema médico-social de la epidemia de cólera rigurosamente como una cuestión Científica, empleando todo el arsenal lógico disponible en su época, adecuándose a la investigación observacional que se imponía. Concluyó, luego de intensas y cuidadosas investigaciones, que se debería rechazar la hipótesis miasmática sobre el origen de la epidemia, afirmando la vía de
En el pasado, las enfermedades transmisibles constituían la principal causa de muerte en el mundo. Algunos efectos de la industrialización, tales como el mejoramiento de la nutrición, vivienda, sanidad, agua potable y drenaje, así como el desarrollo de antibióticos y vacunas y el establecimiento de sistemas de vigilancia epidemiológica permitieron el control relativo de tales enfermedades. Esto, junto con la menor mortalidad infantil y la promoción de la salud, ha conducido a un aumento en la esperanza de vida. Al control relativo de las enfermedades transmisibles siguió el aumento de la morbilidad y mortalidad por enfermedades no transmisibles, en su mayoría crónicas. En los países industrializados, esto trajo un cambio importante en el perfil de mortalidad en los últimos cien años; actualmente, las causas más importantes de muerte son las enfermedades cardiovasculares y neoplasias malignas, mientras que las enfermedades transmisibles, como neumonía o influenza, son responsables de una reducida proporción de las defunciones.
El enfoque del MOPECE se centra en las enfermedades agudas, particularmente las transmisibles, aunque los principios de la epidemiología son válidos para ambas. En la perspectiva amplia del modelo de determinantes de la salud, se reconoce la naturaleza multicausal de la enfermedad. Al referirnos al nivel individual, queda claro que las enfermedades transmisibles tienen un agente etiológico infeccioso o biológico y las no transmisibles un agente no biológico. No obstante, lejos de constituir una frontera definida, diversos estudios epidemiológicos y de laboratorio proveen sugestiva evidencia sobre el posible rol causal de agentes infecciosos en la patogénesis de ciertas enfermedades “crónicas”.
Los avances en cuanto al conocimiento y control de las enfermedades transmisibles han tenido como resultado una reducción notable de su morbilidad y mortalidad en todo el mundo, especialmente en los países desarrollados y sobre todo en los grupos de población en riesgo beneficiados con los programas de salud pública. Sin embargo, el espectro de las enfermedades transmisibles también está evolucionando rápidamente en relación con un conjunto de fuertes cambios sociales y ambientales contemporáneos. El crecimiento poblacional con expansión de pobreza y migración urbana, la globalización de la tecnología, el incremento de viajes y comercio internacional son, entre otros, cambios que afectan el riesgo de exposición y susceptibilidad a agentes infecciosos.
Epidemiología: es el estudio de la frecuencia y distribución de los eventos de salud y de sus determinantes en las poblaciones humanas, y la aplicación de este estudio en la prevención y control de los problemas de salud.
Es importante diferenciar las enfermedades emergentes aparentes, cuya incidencia aumenta como consecuencia de cambios en nuestra habilidad para detectar el agente que la causa, de las enfermedades emergentes reales, cuya incidencia aumenta por cambios en la interacción entre las poblaciones y el ambiente. Las enfermedades transmisibles pueden emerger debido al desarrollo de resistencia de los agentes infecciosos existentes a los antibióticos convencionales y a los de nueva generación, como en el caso de la gonorrea, la malaria y el neumococo.
Factores contribuyentes de la emergencia y la reemergencia de enfermedades transmisibles
Enfermedad transmisible: es cualquier enfermedad causada por un agente infeccioso específico o sus productos tóxicos, que se manifiesta por la transmisión de este agente o sus productos, de un reservorio a un huésped susceptible, ya sea directamente de una persona o animal infectado, o indirectamente por medio de un huésped intermediario, de naturaleza vegetal o animal, de un vector o del medio ambiente inanimado.
Enfermedad emergente: es una enfermedad transmisible cuya incidencia en humanos se ha incrementado en los últimos 25 años del Siglo XX o que amenaza incrementarse en el futuro cercano.
Enfermedad reemergente: es una enfermedad transmisible previamente conocida que reaparece como problema de salud pública tras una etapa de significativo descenso de su incidencia y aparente control.
Categorías Ejemplos específicos
Factores sociales Empobrecimiento económico; conflictos civiles y armados; crecimiento poblacional y migración; deterioro urbano
Atención de salud Nuevos dispositivos médicos; trasplante de órganos y tejidos; drogas inmunosupresoras; uso masivo de antibióticos
Producción de alimentos Globalización de productos alimentarios; cambios en la preparación, procesamiento y empaque de alimentos
Conducta humana Comportamiento sexual; uso de drogas; viajes; dieta; actividades al aire libre; uso de guarderías
Cambios ambientales Deforestación/deforestación; cambios en los ecosistemas del agua; inundaciones/sequías; desastres naturales; hambruna; calentamiento global
Infraestructura de salud pública Restricción o reducción de programas preventivos; inadecuada vigilancia de enfermedades transmisibles; escasez de personal entrenado (epidemiólogos, laboratoristas, especialistas en control de vectores)
El enfoque epidemiológico también considera que la enfermedad en la población es un fenómeno dinámico y su propagación depende de la interacción entre la exposición y la susceptibilidad de los individuos y grupos constituyentes de dicha población a los factores determinantes de la presencia de enfermedad; además, considera que toda causa precede a su efecto (el llamado principio de determinismo causal).
La historia natural de la enfermedad es el curso de la enfermedad desde el inicio hasta su resolución. El proceso se inicia con la exposición de un huésped susceptible a un agente causal y termina con la recuperación, la discapacidad o la muerte. El periodo patogénico muestra los cambios que se presentan en el huésped una vez realizado un estímulo efectivo. El horizonte clínico marca el momento en el que la enfermedad es aparentemente clínica. En este modelo se remarca la importancia de las diferentes medidas de prevención que se pueden llevar a cabo dependiendo del momento en que se encuentre la enfermedad, así las actividades de prevención primaria se desarrollan en el periodo prepatogénico y están encaminadas al fomento a la salud y a la protección específica; en la prevención secundaria las acciones son el diagnóstico precoz, el tratamiento temprano y la limitación del daño y la prevención terciaria se enfoca en la rehabilitación.
En las enfermedades transmisibles, el período de latencia es el tiempo que transcurre desde la infección hasta que la persona se vuelve infecciosa. El período de incubación es el tiempo que transcurre desde la infección hasta la presentación de síntomas. En el caso de las enfermedades no transmisibles la terminología difiere un poco y se considera que el período de latencia corresponde al período que transcurre entre el desarrollo de enfermedad subclínica hasta la presentación de síntomas (Rothman, 1986).
El esquema busca ordenar los llamados eslabones que identifican los puntos principales de la secuencia continua de interacción entre el agente, el huésped y el medio. Agente causal: Un agente es un factor que está presente para la ocurrencia de una enfermedad, por lo general un agente es considerado una causa necesaria pero no suficiente para la producción de la enfermedad.
Historia natural de la enfermedad: se refiere a la evolución de una enfermedad en un individuo a través del tiempo, en ausencia de intervención.
Los agentes pueden dividirse en biológicos y no biológicos; los agentes biológicos son organismos vivos capaces de producir una infección o enfermedad en el ser humano y los animales. Las especies que ocasionan enfermedad humana se denominan patógenas.
BIOLÓGICOS:
NO BIOLÓGICOS:
Las propiedades de los agentes biológicos son las que se refieren a su perpetuación como especie, las que rigen el tipo de contacto con el huésped humano y las que determinan la producción de enfermedad a partir de ese contacto. También tienen importancia epidemiológica ciertas características útiles para la clasificación e identificación de los agentes específicos. Las propiedades intrínsecas de los microorganismos son la composición química y la morfología (tamaño, forma y estructura).
Agente: Es un factor que puede ser un microorganismo, sustancia química, o forma de radiación cuya presencia, presencia excesiva o relativa ausencia es esencial para la ocurrencia de la enfermedad.
Los gérmenes, patógenos o no, habitan, se multiplican y se mantienen en nichos naturales específicos. El hábitat normal en que vive, se multiplica y/o crece un agente infeccioso, se denomina reservorio.
También es importante identificar los reservorios animales y siempre que sea posible, adoptar medidas de protección de las especies, particularmente los animales domésticos susceptibles. Medidas como la vacunación antirrábica canina y la anti encefalitis equina indirectamente protegen también al ser humano.
La fuente de infección debe distinguirse claramente de la fuente de contaminación como, por ejemplo, la causada por un cocinero infectado al preparar una ensalada o la que produce el derrame de una fosa séptica en un abastecimiento de agua. Las personas infectadas y que no presentan síntomas constituyen un gran riesgo para transmitir y mantener la enfermedad en la población, pues albergan el agente infeccioso y mantienen sus contactos corrientes en su comunidad. A estos individuos se les denomina portadores (y a la condición se le llama ‘estado de portador’).
El estado de portador puede ocurrir en un individuo de diversas maneras: portador asintomático (o sano), durante el curso de una infección subclínica; portador en incubación,
Reservorio de agentes infecciosos: es cualquier ser humano, animal, artrópodo, planta, suelo o materia inanimada, donde normalmente vive y se multiplica un agente infeccioso y del cual depende para su supervivencia, reproduciéndose de manera que pueda ser transmitido a un huésped susceptible.
Reservorios humanos: El hecho de que una enfermedad o grupo de enfermedades tenga al ser humano como reservorio es de gran importancia práctica, ya que las medidas de control que se adoptan pueden circunscribirse al mismo ser humano. Por ejemplo, si una enfermedad se puede tratar con un antibiótico adecuado, la acción directa se ejerce sobre el sujeto como paciente y como reservorio. El reservorio principal de enfermedades como las de transmisión sexual, lepra, tos ferina, sarampión y fiebre tifoidea es el ser humano.
Reservorios extra-humanos: Los animales pueden ser infectados y a la vez servir como reservorio para varias enfermedades del ser humano. Son ejemplos de ello la brucelosis, la leptospirosis, la peste, la psitacosis, la rabia y el tétanos.
Zoonosis: es una infección o enfermedad infecciosa transmisible que en condiciones naturales, ocurre entre los animales vertebrados y el hombre.
Fuente de infección: es la persona, animal, objeto o sustancia desde donde el agente infeccioso pasa a un huésped.
Portador: es un individuo (o animal) infectado, que alberga un agente infeccioso específico de una enfermedad, sin presentar síntomas o signos clínicos de esta y constituye fuente potencial de infección para el ser humano.
durante el período de incubación; y portador convaleciente, en la fase de convalecencia y de post-convalecencia de las infecciones que se manifiestan clínicamente. En todos los casos el estado de portador puede ser breve (portador transitorio o temporal) o prolongado (portador crónico).
El modo de transmisión es la forma en que el agente infeccioso se transmite del reservorio al huésped. Los principales mecanismos son los siguientes:
Mecánico: es el simple traslado mecánico del agente infeccioso por medio de un insecto terrestre o volador, ya sea por contaminación de sus patas o trompa o por el pase a través de su tracto gastrointestinal, sin multiplicación o desarrollo cíclico del microorganismo.
Período de incubación: es el intervalo de tiempo que transcurre entre la exposición a un agente infeccioso y la aparición del primer signo o síntoma de la enfermedad.
Período de latencia: es el intervalo de tiempo que transcurre desde que se produce la infección hasta que la persona se vuelve infecciosa.
Período de transmisibilidad o infeccioso: es el intervalo de tiempo durante el cual el agente infeccioso puede ser transferido directa o indirectamente de una persona infectada a otra persona, de un animal infectado al ser humano o de un ser humano infectado a un animal, inclusive artrópodos.
Vector: un insecto o cualquier portador vivo que transporta un agente infeccioso desde un individuo o sus desechos, hasta un individuo susceptible, su comida o su ambiente inmediato. El agente puede o no desarrollarse, propagarse o multiplicarse dentro del vector.
La susceptibilidad del huésped depende de factores genéticos, de factores generales de resistencia a las enfermedades y de las condiciones de inmunidad específica para cada enfermedad. La inmunidad. La persona inmune posee anticuerpos protectores específicos y/o inmunidad celular, como consecuencia de una infección o inmunización anterior. Así, ella puede estar preparada para responder eficazmente a la enfermedad produciendo anticuerpos suficientes. La inmunidad pasiva , de corta duración (de algunos días a varios meses), se obtiene naturalmente por transmisión materna (a través de la placenta) o artificialmente por inoculación de anticuerpos protectores específicos (suero de convaleciente o de persona inmune o seroglobulina inmune humana, suero antitetánico, suero antidiftérico, gamma globulina, etc.). La inmunidad activa , que suele durar años, se adquiere naturalmente como consecuencia de una infección, clínica o subclínica, o artificialmente por inoculación de fracciones o productos de un agente infeccioso, o del mismo agente, muerto, atenuado o recombinado a partir de técnicas de ingeniería genética.
Susceptible: es cualquier persona o animal que no posee suficiente resistencia contra un agente patógeno determinado que le proteja contra la enfermedad si llega a estar en contacto con ese agente.
Un elemento integral de una buena atención médica es preguntar no solo "¿cuál es el diagnóstico y cuál es el tratamiento?", sino también "¿por qué sucedió esto? y ¿podría haberse evitado?" Este tipo de razonamiento determina el enfoque utilizado en casi todas las investigaciones clínicas y de laboratorio sobre las causas y los mecanismos de las enfermedades.
La misma inquietud ha seguido moldeando el pensamiento de todos los que ingresamos al campo de la epidemiología a partir de la experiencia en medicina clínica. Toda la base del método de estudio de casos y testigos consiste en descubrir cómo difieren los individuos sanos de los enfermos. Asimismo, la base de muchos estudios de cohortes es la búsqueda de los "factores de riesgo" que identifican a determinados individuos como personas más susceptibles a contraer la enfermedad, y, a partir de eso, procedemos a examinar si dichos factores de riesgo son también causas que pueden explicar por qué algunos individuos se enferman mientras otros siguen sanos, y que se pueden utilizar como guía para las actividades de prevención. El limitar la atención de este modo a las comparaciones interpoblacionales ha dado origen a mucha confusión (especialmente en el medio clínico), con respecto a la definición de normalidad. Los "límites de normalidad" empleados en los laboratorios se basan en lo que es común en la población local.
Cuando se aplica a la etiología, el enfoque centrado en el individuo nos lleva a usar el concepto de riesgo relativo como la representación básica de la fuerza etiológica, es decir, "el riesgo de los individuos expuestos en relación al riesgo de los individuos no expuestos".
El concepto de riesgo relativo prácticamente ha desplazado a cualquier otro método de cuantificación de la importancia causal.
La epidemiología se define con frecuencia en términos del estudio de los factores determinantes de la distribución de las enfermedades, pero no deberíamos olvidar que mientras más común es una determinada causa tanto menos explica la distribución de los casos. La causa más difícil de identificar es la de presencia universal, porque no ejerce ninguna influencia en la distribución de la enfermedad.
población). La falta de dureza del agua potable puede ser un factor determinante de la mortalidad cardiovascular, pero es poco probable que pueda ser identificada como un factor de riesgo de los individuos, dado que la exposición tiende a ser uniforme en una misma localidad. En general los factores genéticos tienden a tener gran influencia sobre la susceptibilidad individual, pero no explican muy bien las diferencias poblacionales de la incidencia. La heterogeneidad genética parecería ser mucho mayor dentro de las poblaciones que entre ellas. Lo opuesto puede observarse respecto de los factores ambientales. Por ese motivo los emigrantes, cualquiera sea el color de su piel, tienden a adquirir las tasas de morbilidad de su país adoptivo. La causa de la mayoría de las enfermedades no infecciosas continúa siendo desconocida en gran medida.
Estos dos enfoques que se aplican a la etiología el individual y el poblacional tienen su contrapartida en la prevención.
Este es el enfoque médico tradicional y natural aplicado a la prevención. Si un médico asume la responsabilidad por un individuo enfermo en la actualidad, está muy cerca de asumir también la responsabilidad por el individuo que puede estarlo mañana. Lo que procura lograr la estrategia de "alto riesgo" es algo similar al truncamiento de la distribución del riesgo. Este concepto general se aplica a todas las acciones preventivas especiales para individuos en alto riesgo: embarazos de alto riesgo, bebés pequeños o cualquier otro grupo particularmente susceptible.
Desafortunadamente, la estrategia de prevención de "alto riesgo" también tiene serias desventajas y limitaciones
[Inglaterra], cuya flota es la más poderosa del mundo y cuyo comercio es más floreciente que cualquier otro. Se ha dicho que los ejércitos han perdido más hombres por enfermedad que por la espada. Pero esta aseveración ha sido verificada aún más en nuestras flotas y escuadrones, en los cuales el escorbuto solo, durante la última guerra, resultó ser un enemigo más destructivo y que acabó con más vidas valiosas, que los esfuerzos unidos de las armas francesas y españolas.
Hace ahora más de 150 años desde que aquel gran marino, Sir Peter [Richard] Hawkins, en sus observaciones hechas durante una travesía por los mares del Sur, comentó que esta enfermedad era la pestilencia de aquel momento. En el transcurso de veinte años, durante los cuales había estado embarcado, llegó a dar cuenta de 10.000 marineros destruidos por ella.
En dos cruceros por el Canal de la Mancha, uno de 10 semanas, y otro de 11, en 1746 y 1747 respectivamente, en el Salisbury, barco de cuarta clase de Su Majestad, solo tuvimos un enfermo de escorbuto, y durante otra, según mis recuerdos, no tuvimos ni la más mínima aparición del escorbuto. Se podía observar que ambos viajes tuvieron lugar en los meses de abril, mayo y junio, cuando el tiempo en el Canal, especialmente al principio, siempre es frío, lluvioso y brumoso. He observado más de una vez que después de grandes lluvias o a continuación de un tiempo bochornoso y brumoso, especialmente después de tormentas con lluvia, los enfermos de escorbuto se ponían peores; pero que sus síntomas y dolores se veían aliviados cuando el tiempo cambiaba por algunos días a más seco y caluroso.
Prefacio: Cosa que se dice o se escribe como introducción para lo que es el asunto principal de un discurso o tratado.
Escorbuto: Enfermedad producida por la carencia o escasez de vitamina C, que se caracteriza por el empobrecimiento de la sangre, manchas lívidas, ulceraciones en las encías y hemorragias.