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Racionalidad Epistémica: Un Análisis de las Concepciones Contemporáneas, Esquemas y mapas conceptuales de Derecho Canónico

Este documento explora el concepto de racionalidad epistémica, analizando las diferentes perspectivas contemporáneas sobre la naturaleza del conocimiento y su relación con la razón. Se examinan las ideas de fundamentación racional, escepticismo, objetividad y verdad, así como el papel de la ciencia en la generación y desarrollo del conocimiento.

Tipo: Esquemas y mapas conceptuales

2023/2024

Subido el 25/09/2024

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PRESENTACIÓN
León Olivé
El término «racionalidad» suele aplicarse a una gran variedad de enti
dades y procesos. Puede predicarse racionalidad o irracionalidad de las
personas, de sus creencias, de sus acciones, de sus decisiones y elecciones.
Pero estos términos también pueden aplicarse a entidades colectivas, a
grupos de personas, a comunidades -por ejemplo de científicos-, o a
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como del tipo de entidades y procesos a los que puede aplicarse legíti
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hay muchos filósofos para quienes la racionalidad no es sólo una cues
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racterística de los seres humanos. En todo caso, el debate sobre la racio
nalidad -y la razón- ha estado presente a lo largo de toda la filosofía
occidental, y lo está de manera vigorosa en el presente.
Tradicionalmente se ha hecho una distinción entre la razón teórica y
la razón práctica, y consiguientemente entre una racionalidad teórica o
epistémica y una práctica. Esto obedece a una distinción analítica entre
diferentes esferas de las capacidades humanas y de las formas de ejer
cerlas, así como de los contextos en donde se ejercen.
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PRESENTACIÓN

León Olivé

El término «racionalidad» suele aplicarse a una gran variedad de enti dades y procesos. Puede predicarse racionalidad o irracionalidad de las personas, de sus creencias, de sus acciones, de sus decisiones y elecciones. Pero estos términos también pueden aplicarse a entidades colectivas, a grupos de personas, a comunidades -por ejemplo de científicos-, o a sociedades enteras. La discusión acerca del significado del término «racionalidad», así como del tipo de entidades y procesos a los que puede aplicarse legíti mamente, es tan antigua como la filosofía occidental misma. Para mu chos filósofos la racionalidad es esencialmente un concepto metodológi co que se aplica en los casos en los que los seres humanos tienen que tomar decisiones o hacer elecciones, por ejemplo al elegir creencias -qué creer y qué no creer-, o bien cursos de acción --cómo y por qué actuar de una cierta manera-o En la opinión de otros, el concepto de raciona lidad también se aplica cuando se hacen elecciones de fines y de metas, e incluso de normas y de valores; sin embargo, hay concepciones que re chazan la idea de que los fines y las metas, así como las normas y los va lores, sean susceptibles de elegirse de manera racional. Pero también hay muchos filósofos para quienes la racionalidad no es sólo una cues tión metodológica, sino que se refiere a una capacidad fundamental y ca racterística de los seres humanos. En todo caso, el debate sobre la racio nalidad -y la razón- ha estado presente a lo largo de toda la filosofía occidental, y lo está de manera vigorosa en el presente. Tradicionalmente se ha hecho una distinción entre la razón teórica y la razón práctica, y consiguientemente entre una racionalidad teórica o epistémica y una práctica. Esto obedece a una distinción analítica entre diferentes esferas de las capacidades humanas y de las formas de ejer cerlas, así como de los contextos en donde se ejercen.

LEÓN OLIVÉ

Tanto la razón teórica como la práctica han sido objeto de estudio de la filosofía occidental desde sus orígenes en la antigüedad. Desde enton ces se ha planteado la idea de que la razón teórica es la capacidad de los seres humanos que los puede guiar, y de hecho los guía, para obtener un conocimiento genuino acerca del mundo. Pero también desde entonces ha habido quienes han arrojado duda sobre la posibilidad de que los seres humanos puedan obtener un conocimiento legítimo de la realidad. No es sorprendente que el conocimiento, junto con la capacidad de los seres humanos de generarlo, haya sido objeto de constante estudio y re flexión a lo largo de la historia de la filosofía, pues el conocimiento cons tituye una de las múltiples dimensiones de la vida de los seres humanos que resultan imprescindibles para la mera existencia de las personas y las sociedades, es decir, que sin conocimiento simplemente no habría vida humana -ni personal ni colectiva-o Como ejemplos de otras de esas di mensiones -necesarias para la vida de las personas y de las sociedades podemos pensar en la de la moral, así como en la de la expresividad. En cuanto al conocimiento, pensemos tan sólo por un momento si sería posible que una persona sea eso, una persona, si no tuviera un mí nimo conocimiento de algo, es decir, si no tuviera creencias, algunas de las cuales fueran efectivas para orientar sus acciones y para perseguir y obtener los fines que se plantee. Sería muy difícil sostener que alguien que no tuviera ninguna creencia de ese tipo fuera en efecto una persona, y es prácticamente imposible creer que podría sobrevivir por un período sig nificativo. Pensemos también si podría existir y perdurar por cierto tiem po una sociedad de personas que no tuviera ningún conocimiento como colectividad. Parece muy difícil aceptar esa idea. Toda sociedad de per sonas debería tener un mínimo de conocimientos para poder sobrevivir -por ejemplo, qué sustancias y objetos en el mundo sirven como ali mento, y cómo conseguirlos. La capacidad de los seres humanos que se llama razón es una de las principales condiciones que hacen posible que exista el conocimiento, y desempeña un papel tan importante en los procesos de generación, acep tación y desarrollo del conocimiento, que se justifica una discusión de tallada de su naturaleza, así como de las formas en las que se ejerce, y por consiguiente de las formas en las que la racionalidad participa en todos esos procesos; en particular, vale la pena discutir si tales procesos pueden considerarse racionales. Así pues, en este volumen se analiza la razón, entendiéndola como una capacidad común a todos los seres humanos. El ejercicio de esta ca pacidad les permite, por ejemplo, aprender y manejar lenguajes concep tuales -por medio de los cuales pueden comunicarse entre sí-, conectar lógicamente unas ideas con otras y realizar inferencias. Por medio de esto las personas son capaces de obtener conclusiones que les son útiles para actuar sobre el mundo y para interactuar entre ellas.

LEÓN OLlVÉ

rica y de la razón práctica son ajenos entre sí y están desvinculados. Es preciso insistir en que la razón de destinar dos volúmenes por separado es puramente metodológica, y que de hecho en muchos de los artículos se discuten las conexiones entre los dos ámbitos. En e! presente volumen se discuten los temas centrales involucrados en el análisis de la noción misma de racionalidad epistémica, así como los problemas de su aplicación, atendiendo particularmente a los enfoques que han dominado en la filosofía de este siglo. Siguiendo la idea que anima a esta Enciclopedia, se presta atención especial a los temas que han despertado mayor interés en el mundo hispanohablante. Es preciso advertir, sin embargo, que los temas relativos a la llamada teoría de la elección racional, o teoría de las decisiones -de suma im portancia tanto para la racionalidad teórica como para la práctica-, no se discuten en el presente volumen, sino que serán tratados en e! de Razón y Acción. Por la naturaleza de los temas, e! lector encontrará que muchos de los problemas que se discuten en este tomo son muy cercanos a los que se tratan en otros dos volúmenes de esta Enciclopedia, cuando no es e! caso que de plano hay coincidencias de problemas. Se trata de los tomos sobre La Ciencia: estructura y desarrollo, y sobre El Conocimiento, que han sido coordinados respectivamente por dos de los filósofos ibero americanos más destacados en su campo, Ulises Moulines y Luis Villoro. Pero si bien es cierto que en muchos casos hay una cercanía con los temas que se tratan en esos volúmenes, también es verdad que los ar tículos aquí incluidos complementan los análisis y las visiones que se dan en aquéllos. La razón de esta cercanía y este complemento debe ser bastante clara: por un lado, la racionalidad epistémica -como hemos visto- se refiere precisamente al conocimiento; por otro lado, la ciencia y el co nocimiento científico han sido vistos en muchas ocasiones, respectiva mente, como paradigmas de actividades racionales y de creencias acep tadas racionalmente. El volumen sobre El Conocimiento analiza los problemas centrales de la epistemología; entre ellos los relativos a qué es el conocimiento, cómo es posible que haya conocimiento, y cuáles son las condiciones que algo debe satisfacer para serlo. El volumen sobre La Ciencia: estructura y de sarrollo aborda -entre otros- los problemas de los métodos de las ciencias, de las formas de razonamiento utilizados en la investigación científica, y del cambio y desarrollo científicos. El eje que conecta e! presente tomo con estos dos volúmenes es precisamente el de la discu sión de! pape! de la razón y de la racionalidad en la generación, acepta ción y desarrollo del conocimiento, incluyendo e! conocimiento científi co. Por supuesto, parte del debate, el cual encontrará el lector reflejado en buena medida en los artículos que aquí se incluyen, es e! de si efecti-

PRESENTACiÓN

vamente la ciencia es una empresa racional y si el conocimiento científi co efectivamente es el paradigma de las creencias aceptadas racional mente, y en su caso, qué significa todo esto. ¿En qué sentido, y hasta dónde, es correcto considerar que la ciencia constituye el ejemplo para digmático de actividad racional, de creencias aceptadas racionalmente, y que está sujeta a un proceso de desarrollo racional? Éstos son, justa mente, algunos de los temas centrales que se discuten en el presente vo lumen. Para anticipar al lector los temas centrales de la discusión dentro de la teoría de la racionalidad epistémica, reseñaremos brevemente a conti nuación el contenido de cada uno de los artículos que siguen. En la primera monografía, «Racionalidad: epistemología y ontolo gía», el filósofo argentino Ricardo Gómez hace una exposición del de sarrollo en este siglo de varias de las ideas que han dominado acerca de la racionalidad, y discute de manéra sintética las concepciones contem poráneas más representativas de la racionalidad epistémica. También presenta y discute las diversas maneras en las que se concibe la relación entre problemas epistemológicos y ontológicos, desde la perspectiva de la racionalidad epistémica. En especial, analiza el problema de qué tipo de creencias son las que los seres humanos obtienen cuando realizan racio nalmente sus elecciones, y qué sustento existe para reclamar que las creencias que así se aceptan dicen algo verdadero acerca de una realidad independiente de los seres humanos y de sus métodos para generar co nocimiento. Esto último es el problema que discuten las concepciones re alistas y las antirrealistas acerca del conocimiento. El problema de si la razón y su ejercicio correcto -la racionali dad- permiten un acceso privilegiado a la realidad, basado en un sólido e inamovible fundamento, y que por ende posibilitan la generación de un conocimiento seguro y genuino acerca de la realidad, justificado racio nalmente, es el tema central que se aborda en la monografía «La funda mentación racional del conocimiento: programas fundamentistas», a cargo de la filósofa argentina Cristina Di Gregori. Esta autora desarrolla su discusión mediante el análisis de dos de las más importantes corrien tes fundamentistas que se han desarrollado en este siglo, la del empiris mo lógico y la de la fenomenología, apuntando sus aciertos y sus limi taciones. Por contraste con las concepciones fundamentistas que consideran posible alcanzar un conocimiento cierto indubitable, que constituya un punto de partida seguro para todo conocimiento genuino, el escepticismo sostiene que no es posible tener, ya no digamos una base segura para todo el conocimiento, sino que no es posible tener conocimiento genuino. Ernesto Sosa -filósofo estadounidense de origen cubano-, en la mo nografía «Escepticismo y racionalidad epistémica», analiza y discute esta posición. Reconstruye y analiza las diferentes formas de escepticismo

PRESENTACiÓN

se da cuenta de cómo esta concepción, junto con la noción de racionali dad que la acompaña, fue severamente criticada por diversas concepcio nes alternativas basadas en el interés por entender cómo es que la ciencia cambia y se desarrolla. La autora examina primero dos de las más im portantes corrientes de la filosofía clásica de la ciencia en este siglo: el empirismo lógico y el racionalismo crítico, y luego analiza en detalle el modelo de Thomas Kuhn para el desarrollo científico, sin duda el más in fluyente en la segunda mitad de este siglo. La autora presta especial atención a la concepción de la racionalidad que se deriva de este modelo, la cual es ampliamente debatida en nuestros días. Uno de los problemas de mayor interés que se plantean en el con texto de la teoría de la racionalidad epistémica es el de si la racionalidad es única para todos los seres humanos y es por ende genuinamente uni versal, o si la racionalidad legítimamente puede entenderse como relativa a formas de vida diferentes, y por consiguiente si existen y han existido diferentes esquemas de racionalidad. Éste es el problema que aborda el fi lósofo español Luis Vega en el trabajo «Racionalidad y relativismo». El autor presenta y discute el problema del relativismo gnoseológico y la re latividad de la racionalidad, a partir de la diversidad histórica y cultural. También aborda la problemática de la relatividad de la racionalidad, tanto en la perspectiva social como en una estrictamente epistemológica. En franco contraste con las posiciones fundamentistas que suponen que existe un fundamento sólido e incuestionable para el conocimiento, y que suelen ir ligadas a una concepción de la razón y de la racionalidad como si éstas fueran rígidas e inmutables, en las últimas décadas se ha de sarrollado una corriente -que tiene muy diversas vertientes- conocida como <da naturalización de la razón». En el artículo que lleva ese título, el filósofo español Fernando Broncano discute las principales tesis de esta corriente, la cual ha desarrollado las concepciones naturalistas de la ra cionalidad. El autor analiza las principales tendencias que han intentado o bien eliminar a la epistemología, o bien complementarla, tanto desde la perspectiva de las ciencias psicológicas como sociológicas, y analiza la re lación de la teoría de la racionalidad con las ciencias cognitivas, ubican do los caminos del naturalismo y el papel que subsiste para el análisis fi losófico. Finalmente, el filósofo uruguayo Mario Otero, en la monografía «La racionalidad disuelta en la explicación sociológica del conocimiento: de Fleck a Latour», aborda varios de los aspectos más importantes den tro del llamado proceso de naturalización de la epistemología, los cua les son de gran resonancia para la teoría de la racionalidad epistémica, y que se pueden agrupar bajo el rubro de análisis sociológicos del conoci miento. El trabajo presenta y discute la disputa entre los racionalistas que sostienen que existe una justificación racional del conocimiento y de las creencias, y los programas sociológicos que defienden la necesidad de ex-

LEÓN OLIVÉ

plicar causalmente las creencias y el conocimiento -al margen de que sean o no racionales-, así como el tomar en consideración factores no epistémicos en la generación, aceptación y desarrollo del conocimiento. Otero realiza un análisis de las posiciones más importantes a lo largo de este siglo -hasta los tiempos más recientes-, señalando sus aciertos y sus limitaciones. Mediante la visión general que se proporciona a lo largo del volu men, y a través del tratamiento detallado de los problemas y de las co rrientes que se hace en cada artículo -cada uno escrito por un distin guido especialista de lengua española-, esperamos que el lector obtenga una idea adecuada de los principales temas que trata hoy en día una teoría de la racionalidad epistémica, así como del estado actual de la cuestión en relación con cada uno de ellos.