






















































































Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
apuntes de la asigantura bien descritos
Tipo: Apuntes
1 / 94
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
01. Introducción al estudio de la psicología de la motivación Contenidos 1. 1 ¿Qué es la psicología? 2. 2 La definición de psicología 3. 3 La psicología científica 4. 4 Los enfoques de la psicología 5. 5 Psicología básica y psicología aplicada 6. 6 Psicología básica: estudio de los procesos psicológicos básicos 7. 7 Concepto de motivación 1. 7.1 ¿qué entendemos por motivación? 2. 7.2 ¿Cómo podemos definir la motivación? 3. 7.3 ¿Cómo podemos estudiar la motivación? 8. 8 Antecedentes en el estudio de la motivación 1. 8.1 Antecedentes filosóficos de la motivación 2. 8.2 Antecedentes fisiológicos de la motivación 3. 8.3 Antecedentes psicológicos de la motivación 9. 9 Dimensiones en el estudio de la motivación 10. 10 Niveles de análisis en el estudio de la motivación 11. 11 Paradigmas de investigación en el estudio de la motivación ¿Qué es la psicología? La palabra psicología pertenece hoy al lenguaje cotidiano y se emplea continuamente para designar la aptitud que tienen las personas en sus acciones diarias; en este sentido, significa el arte de comprender y de actuar sobre las personas. Existen muchas ideas equivocadas sobre lo que significa psicología, debido a una gran cantidad de jerga errónea que circula sobre esa palabra; y también sobre la actividad de la psicología, confundiéndose con otras actividades que no son científicas. Muchos llaman psicología a fenómenos de conducta que se explican por el sentido común. Esta psicología no es útil porque nos conduce a resultados contradictorios, se diferencia de la psicología real en el método. Para describir los hechos científicos, hace falta realizar observaciones para que puedan ser comparadas y comprobadas por otros investigadores. Los hechos empíricos se manifiestan y registran siempre de la misma manera.
En psicología, a través de una observación sistemática y rigurosa, se obtienen y registran los hechos empíricos, para establecer un núcleo principal de hechos científicos seguros. La misión del psicólogo es, a través de la investigación sistemática, descubrir las leyes generales que expliquen la diversidad de conductas en la actividad humana. La definición de psicología Debido a la diversidad de corrientes, se han producido cambios en la conceptuación de su objeto de estudio, y por éso su definición se ha ido modificando. Etimológicamente la palabra psicología significaría “ciencia del alma”. En el pasado, la psicología ha sido definida desde “filosofía de la mente” a “la ciencia de la vida mental, de sus fenómenos y de sus condiciones” (William James, 1842-1910), pasando por “el estudio empírico de los fenómenos de la mente”. En el siglo XX, con el gran avance que tuvo la psicología y su correspondiente expansión, la definición de psicología ha pasado de “ciencia de la conducta” (definición dada por los psicólogos conductistas) a “ciencia del comportamiento/conducta y de los procesos mentales”. Hoy se define como:”La ciencia que estudia la conducta de los individuos y sus procesos mentales, incluyendo los procesos internos de los individuos y las influencias que se producen en su entorno físico y social”. Es ciencia porque sus investigaciones se obtienen a través del método científico; la conducta es su objeto de estudio; estudia el comportamiento de los individuos en su hábitat natural o en laboratorio; estudia los procesos mentales para conocer el funcionamiento de la mente humana; y estudia las influencias del entorno físico y del entorno social que afectan al comportamiento y a los procesos mentales. La psicología es una ciencia específica, que se diferencia de otras ciencias sociales, aunque comparta intereses con otras ciencias. La psicología científica La psicología científica es la ciencia empírica que contrasta sus proposiciones con los hechos, combinando los conocimientos empíricos con los racionales, y ofreciendo una serie de conocimientos de carácter sistemático, que son completos, explicativos, coherentes, y sin contradicciones internas ni externas. La psicología científica se diferencia del resto de las psicologías en que éstas no utilizan el método científico, que es lo que le da su carácter científico. Harold Kelley (1992) diferenció entre psicología del sentido común (desarrollada como consecuencia de nuestras experiencias cotidianas), y la psicología científica (que emana del uso del método científico).
procesos bioquímicos. Las nuevas técnicas de imagen cerebral han aportado interesantes descubrimientos para esta teoría. El enfoque psicodinámico o psicoanalista considera que la conducta surge de impulsos y conflictos inconscientes. El objetivo fundamental de los actos es reducir las tensiones. Freud analizó los trastornos psicológicos en términos de pulsiones sexuales o agresivas, y de efectos, disfrazados de frustraciones o traumas infantiles. Sus ideas tuvieron gran influencia en la psicología. El enfoque humanista nace en 1950 como reacción a los enfoques psicodinámicos y conductistas; y se interesa por la capacidad del hombre de tener libre voluntad, y enfatiza la importancia de las tendencias hacia el crecimiento personal. El proceso de crecimiento sólo se detiene cuando intervienen obstáculos externos, lo que produce desórdenes psicológicos. Estudian también la conducta, en forma de constantes en las vidas de las personas. Fue promovido por Carl R. Rogers y Abraham Harold Maslow; quienes defendían que la psicología debía abarcar a la persona en su totalidad (esto es, adquirir conocimientos de la mente, el cuerpo, la conducta y las influencias sociales y culturales). Es un enfoque limitado, pero con gran impacto en el desarrollo de nuevos métodos terapéuticos. El enfoque evolucionista se centra en la tarea de determinar la importancia relativa de los factores genéticos y la experiencia en relación con aspectos específicos de la conducta, utilizando el estudio sistemático de gemelos idénticos. Así, centran sus investigaciones en las condiciones ambientales en las que se desarrolló el cerebro o las adaptaciones psicológicas que hayan podido evolucionar. Une la psicología contemporánea con las teorías de selección natural de Darwin, señalando que los organismos mejor adaptados al ambiente tienen descendientes más adecuados; y con el paso de las generaciones las especies cambian en la dirección de conseguir más adaptación. El enfoque sociocultural se centra en las influencias sociales y culturales que rodean a las personas para comprender muchos aspectos de la conducta. Estudia las diferencias entre culturas, examinando las causas y las consecuencias de los comportamientos; pretenden determinar si las teorías psicológicas se aplican a todos los seres humanos o sólo a poblaciones reducidas y específicas. Los enfoques de la psicología Los enfoques más importantes son los siguientes, no siendo todos científicos:
específica y distinta, que permiten al individuo desarrollar las diferentes actividades psicológicas. Concepto de motivación ¿qué entendemos por motivación? La motivación es un proceso dinámico e interno, que hace referencia al deseo de querer cubrir una necesidad, y que nos mueve a realizar o no unas conductas, dependiendo de los motivos como deseos, pulsiones o necesidades, que se producen en cada momento. El concepto de motivación ha surgido para conocer las causas que desencadenan el comportamiento de los organismos, intentando dar respuesta al “por qué” de nuestro comportamiento. Así, la motivación es un proceso explicativo de la conducta, que nos mueve a actuar de una manera. Este proceso es fundamental para conocer la conducta humana. La finalidad de la psicología de la motivación es explicar cómo se inicia una conducta y porqué se produce un cambio en la actividad. La motivación es un concepto que explica el inicio, mantenimiento, dirección, intensidad y finalización de un comportamiento. Describe la activación de un organismo a iniciar una conducta, explica el vigor y la persistencia de las diferencias en su intensidad y comprende la dirección de la conducta. La motivación deriva, desde un punto de vista etimológico, del verbo latino movere que significa moverse. La motivación es un constructo hipotético no observable (como ocurre con todos los conceptos motivacionales usados en psicología, como instinto, impulso, necesidad, etc; que tampoco son directamente observables), que sólo puede inferirse indirectamente a partir de la observación de conductas específicas y por los sucesos estimulares antecedentes y consecuentes de ellas. En psicología, los sucesos observables son los estímulos (E) que constituyen la entrada al organismo (O), y las respuestas (R) que constituyen su salida. Aunque ha habido un intento de explicar el comportamiento basándose en el modelo E- R, la mayoría de los estudios de la motivación optan por un modelo E-O-R, en el que los procesos mediadores interiores del organismo dan una explicación científica del comportamiento. La motivación es un proceso adaptativo, que tiene como función prepararnos para adaptarnos al medio ambiente, con la finalidad de conseguir la supervivencia. Según Madsen (1980), hay 2 grandes categorías de motivos: existen los motivos primarios que son motivaciones centrales que desde que nacemos están funcionalmente relacionadas con la subsistencia del individuo y de la especie (hambre, sed, sexo y sueño), y los motivos secundarios, que son motivaciones centrales que por aprendizaje están relacionadas con el crecimiento general de los sujetos (motivo de logro, motivo de
poder y motivo de afiliación). Los motivos primarios son comunes a todas las especies; los secundarios parecen ser exclusivos de los seres humanos. Hay dos modos de motivación: la motivación extrínseca que actúa cuando se realiza una actividad como medio para conseguir un fin; y la motivación intrínseca que actúa cuando se realiza una actividad por el propio valor que proporciona esa actividad. La motivación está relacionada con la actividad cognitiva de dos maneras distintas: por la relación que guarda con los restantes procesos psicológicos básicos (aprendizaje, atención, memoria,etc) interactúa con ellos; por otro lado está relacionada con los determinantes cognitivos de la propia motivación, que relacionan a la persona con su ambiente a través del pensamiento, indicando al individuo cómo actuar respecto a la situación en la que está interesado. La motivación guarda una estrecha relación con la emoción, y están íntimamente interaccionadas: conseguir los objetivos proporciona emociones positivas a la persona. Toda conducta motivada produce reacciones emocionales positivas, mientras que la no obtención de los resultados deseados produce emociones negativas. Así, las consecuencias emocionales sirven como refuerzo o castigo para nuestro comportamiento motivado. Hay que distinguir: la motivación que es el proceso básico que explica la consecución de objetivos relacionados con el mantenimiento o mejoras en la supervivencia de un organismo, del proceso motivacional que hace referencia a la interacción entre un individuo y su medio ambiente; y de la conducta motivada que es la consecuencia o resultado del proceso motivacional. Según Ferguson (2000), debemos diferenciar entre el estado motivacional que es un proceso dinámico transitorio, en el que se dan diferencias entre las distintas situaciones; del rasgo motivacional, que es la predisposición respecto a las tendencias de acción, en el que se dan diferencias entre las personalidades de los individuos. ¿Cómo podemos definir la motivación? La motivación ha sido definida de muchas y diferentes maneras, considerada como un conjunto de fuerzas internas, al que se ha llamado instinto, voluntad o deseo. Definimos la motivación (de una manera general) como: “el proceso adaptativo que energiza y dirige el comportamiento hacia un objetivo o meta de una actividad, a la que instiga y mantiene”. En esa definición tenemos que considerar que:
Platón contrapuso el mundo de los sentidos (cuerpo) al mundo de las ideas (alma). Dio mucha importancia al alma dejando de lado al mundo de los sentidos, pues consideraba que la experiencia no es suficiente para explicar todo lo que conocemos del mundo. Aprender es acordarse del conocimiento poseído del alma en una vida anterior. Por el contrario, Aristóteles se interesó por el mundo de los sentidos, defendiendo que el conocimiento provenía de nuestra experiencia, y que las ideas eran conceptos creados por nosotros. En la razón, que está vacía antes de nacer (tábula rasa), se registran todos los conocimientos que proporciona la experiencia. Esta idea provocó en la psicología posterior la controversia: herencia- experiencia. Hoy se admite que la motivación es el resultado de una compleja combinación de herencia y de experiencia. Para Aristóteles el alma es libre y existe en todos los seres (animismo). Se opone al determinismo. La psicología rechazó esa idea y optó por el determinismo (= el alma no tiene libre albedrío, todas las conductas tienen una causa), aunque el animismo permaneció hasta el siglo XVII, cuando se empezó a creer que todos los organismos eran máquinas automáticas, con tendencias a la acción producidas por poderosas fuerzas internas, que actuaban como un motor (esta idea se llamó mecanicismo, y enseguida fue aceptada por los deterministas). Descartes (1596-1659) estableció los principios de la filosofía moderna. El dualismo cartesiano estableció que la conducta humana es fruto de un alma libre y racional y, del resultado de los procesos automáticos irracionales del cuerpo. El hombre está impulsado por su propia alma (a través de la voluntad) y por el cuerpo (a través del instinto). Atacó al animismo (consideraba que sólo el hombre tiene alma) y defendió el mecanicismo. Avivó la famosa controversia herencia- experiencia. Los empiristas ingleses (John Locke, 1632-1704) realizaron dos aportaciones: el interés por el estudio subjetivo de la experiencia sensorial (las ideas son unidades elementales de la mente) y del pensamiento asociacionista de las ideas (se pueden establecer asociaciones entre diferentes ideas. Éstas pueden ser simples-unidades elementales que nacen de la experiencia y no se pueden analizar- o complejas, que se pueden descomponer en otras más simples). Así, el concepto de asociación fue el axioma fundamental de la psicología, al permitir establecer conexiones entre los contenidos mentales y la experiencia. En el estudio de la motivación, el concepto de asociación es importante ya que muchos motivos se aprenden de esta manera. Para el constructivismo de Kant (1724-1804), todo conocimiento empieza en la experiencia pero no todo procede de la experiencia, puesto que las sensaciones que proceden del exterior han de ser ordenadas en el pensamiento. El hombre a través del conocimiento puede construir esquemas y modelos de la realidad en base a sus experiencias. Estableció tres categorías psicológicas: conocimiento (cognición), sentimiento (emoción) y conación (motivación).
A principios del siglo XIX, el positivismo (distinción entre la conducta animal y la humana; los primeros sólo son impulsados por el instinto; los segundos reflejan en su conducta tanto la experiencia como los instintos; sólo a través del análisis de lo particular a lo general se pueden establecer leyes generales y universales) pretendió legitimar el estudio científico del ser humano. Antecedentes fisiológicos de la motivación Las ideas actuales sobre la función de los mecanismos cerebrales de la motivación surgen de los descubrimientos fisiológicos sobre el funcionamiento del sistema nervioso. El concepto de reflejo viene de la idea animista de que los “espíritus animales” procedentes de los órganos sensoriales se transmitían a través de una vía, y eran devueltos-o reflejados-a los músculos a través de otra vida. Galeno (129-199) señaló la existencia de nervios sensoriales y nervios motores independientes. Bell demostró que las fibras nerviosas de un nervio mixto penetraban por la parte posterior de la médula espinal, mientras que las fibras motoras salían por el lado anterior; este descubrimiento fue muy importante para la psicología. Müller defendió que diferentes fibras nerviosas transmitían distintos tipos de información al organismo, a través de la ley sobre la energía específica de los nervios sensoriales. La neurofisiología contemporánea refutó a Müller, y confirmó que el área de proyección cortical en que se descarga la correspondiente aferencia es el factor determinante de la sensación. Distintas áreas del cerebro manifiestan diferentes cualidades de un mismo estímulo. Los descubrimientos de Galvani, sobre la naturaleza del impulso nervioso, posibilitaron estudiar la función del sistema nervioso aplicando métodos experimentales. Hoy, existen muchas técnicas de registro psicofisiológicas basadas en este descubrimiento. Se inició el estudio científico sobre la estructura y funciones del cerebro, y se fortaleció las teorías sobre la motivación que defienden que la actividad del hipotálamo se relaciona directamente con los cambios en varios estados motivacionales. La escuela fisiológica de la reflexología rusa centró su interés en el reflejo y en la conducta refleja. Sechenov mantuvo que toda su actividad psíquica estaba iniciada siempre por estimulación externa y tenía un carácter reflexivo. Pavlov centró sus investigaciones sobre el estudio de los reflejos condicionados, descubriendo las respuestas condicionadas. Antecedentes psicológicos de la motivación
conductas automáticas, sin que se tenga ningún tipo de conciencia; por el contrario, el enfoque cognitivo defiende que la motivación está bajo el control exclusivo del pensamiento racional. El estudio de la motivación es tan complejo que permite suponer que todos los enfoques tienen una parte de verdad, y la combinación de todas las dimensiones nos puede ayudar a explicar mejor la observación de las diferentes conductas motivadas. No existe una única teoría general que explique la motivación de una manera integral, aunque algunas explican ciertos estados motivacionales mejor que otras. Niveles de análisis en el estudio de la motivación Cuatro niveles de análisis se realizan al estudiar la motivación: fisiológico, individual, social y filosófico.
Sus investigaciones están bastante limitadas, por lo que sus resultados son poco naturales. En el paradigma correlacional, más que manipular variables, se busca encontrar las relaciones existentes entre ellas. Sus investigaciones sirven para clarificar las relaciones entre las variables, y sus resultados ayudan a comprender situaciones motivacionales distintas. No es posible identificar causas y efectos. En el paradigma cualitativo, o método interpretativo, se enfatiza el estudio de una manera más intensa, más descriptiva y con mayor carga interpretativa. Es útil cuando los investigadores están interesados en la estructura de las situaciones, y en conocer los diferentes significados y perspectivas que mantiene un grupo de individuos, y cuando no es posible realizar investigaciones experimentales o correlacionales. No busca generalizaciones de sus datos, de manera que es difícil sacar conclusiones prácticas. Podemos hacer otra distinción que tiene que ver con el lugar donde se hace la investigación: Los estudios de laboratorio son situaciones que permiten un mayor control. La generalización de sus resultados a la vida real se suele hacer con menor confianza, aunque sus investigaciones han producido resultados importantes para entender los procesos de motivación. Los estudios de investigación de campo se dan en entornos naturales sin mucho control experimental. Sus resultados se pueden generalizar fácilmente a otros entornos similares, porque se han desarrollado en situaciones reales.
02. El proceso motivacional Contenidos
En psicología, la característica energizante de la motivación recibe el nombre de activación. La activación es la propiedad activadora de la motivación, es una de las variables responsables del inicio, del mantenimiento, de la intensidad y de la finalización de la conducta motivada. El concepto de activación era ya conocido en psicología desde que se investigaban las funciones psicofisiológicas de los estados emocionales y motivacionales. Para Cannon (el primero en hablar de la activación),la activación se identificaba con la activación fisiológica del organismo y con los cambios y/o respuestas fisiológicas del sistema nervioso autónomo. Para él, la activación tenía una función motivacional energética, que tenía como principal función preparar al organismo para actuar de forma adaptativa según las demandas de una situación determinada; el control de esta función energética se realiza a través de la acción combinada de las ramas simpática(responsable de los cambios fisiológicos presentes en las emociones y en los estados motivacionales) y parasimpática(dominante en los estados vegetativos); de modo que cuando una se activa la otra se inhibe, y viceversa. Características de la activación Para Petri y Govern (2005), la primera principal característica de la activación es que activa la conducta, e inicia la conducta motivada; y es responsable del inicio, del mantenimiento, de la intención y de la finalización de la conducta motivada. Aunque la conducta activada es considerada como un buen índice de que existe la motivación, ésta no siempre es manifiesta. Lacey (1967) señaló que la activación puede manifestarse en tres niveles de actividad: electrocortical (a través del sistema nervioso central), fisiológica (a través del sistema nervioso autonómico) y por la actividad motora. La segunda característica de la activación es su persistencia o insistencia en el comportamiento; así podemos considerar que cuando un organismo está motivado, persiste en su conducta hasta conseguir su objetivo. Se ha considerado que la persistencia es un índice de la motivación, en el sentido de que a mayor activación, mayor persistencia del comportamiento. Depende también de otros factores, como pueden ser las opciones disponibles para realizar la conducta; de manera que, cuanto menores sean esas opciones disponibles, la persistencia será más claramente un índice de la motivación, y al contrario. La tercera característica de la activación es la intensidad (fuerza o vigor) de la conducta motivada. Existe una correlación positiva entre el nivel de intensidad de la conducta y el nivel de motivación, así que a mayor intensidad de la conducta, se producirá una mayor activación. Aunque algunos indican que interviene el aprendizaje.
La conducta manifiesta, la persistencia y la intensidad son las características de las propiedades activadoras que, en condiciones adecuadas, constituyen los indicadores de la existencia de la motivación. Estudios sobre la activación Ferguson señaló que han sido asuntos de interés la movilización de energía y el gasto energético de la conducta. La activación varía desde el sueño profundo hasta situaciones de máxima alerta o vigilancia. Se produce una alta activación cuando existe un aumento en la alerta, cuando se tiene una mayor capacidad de respuesta y cuando se obtiene un mayor nivel general de excitación fisiológica. Conductualmente, la activación hace referencia a una mayor amplitud, frecuencia y duración de las respuestas de los individuos. Así, en condiciones de alta activación conductual, las respuestas son más fuertes, frecuentes y duraderas. Fisiológicamente, la activación alude al aumento de la actividad fisiológica que se asocia, principalmente, con la actividad del sistema nervioso autónomo (por ejemplo, aumento de la tasa cardíaca, cambios en la presión arterial, etc). Muchas medidas fisiológicas se han utilizado para medir la activación, como son: el electrocardiograma, (ECG), la tasa cardíaca y la presión arterial. La activación también produce cambios importantes en el sistema nervioso central, como lo demuestran los registros del electroencefalograma. Otras medidas para medir la activación fisiológica han sido la actividad electrodermal, el electromiograma (para el registro de actividad muscular), la amplitud y frecuencia respiratoria, el ritmo y volumen sanguíneo, la temperatura corporal, la motilidad digestiva y las mediciones neuroendocrinas. Al variar las tareas y las situaciones, también se producen diferentes reacciones de activación. El fraccionamiento direccional de respuestas (término acuñado por Lacey) indica una disociación fisiológico/conductual en función de la activación; esto es:las situaciones pueden requerir una respuesta tranquila o brusca e inmediata; por lo que las reacciones conductuales y fisiológicas serán distintas en cada caso (=fraccionamiento direccional). La respuesta estereotipada (Lacey y Lacey) señala que en una amplia gama de estímulos y situaciones, cada individuo tiene patrones fisiológicos estables y respuestas conductuales únicas. Así, ante una misma activación, a nivel fisiológico unos responderán principalmente con reacciones cardiovasculares, otros con reacciones musculares, etc; y a nivel conductual unos responderán con una retirada, otros con un ataque, etc.
La teoría de la activación de Hebb coincidía con la propuesta de una relación curvilínea de U invertida entre activación y conducta. Estudios posteriores, aunque seguían suponiendo que el nivel óptimo de activación variaba en función del tipo de tarea y no sólo de su dificultad, no adoptaron una postura unánime. Dirección Concepto de dirección Para explicar la conducta motivada es necesario que el individuo pueda seleccionar los objetivos o metas hacia donde dirigir sus conductas. Para que se produzca la conducta motivada es esencial considerar la dirección de la conducta que realiza el individuo; es decir, cómo éste va cambiando de una actividad a otra. La dirección proporciona la posibilidad de variedad de acciones y tendencias que van a mostrar los individuos en las diferentes situaciones y estados internos del organismo. Se refiere a las características selectivas por las cuales se produce la variación de la clase de objetivos a los que responde el individuo. La dirección es un índice del estado motivacional que tiene el individuo, y por éso adquiere una importante función para predecir la conducta motivada. Cuando la dirección de la conducta es única, no resulta relevante, pero cuando existen varias posibilidades de elección, que le permitan decidir qué conducta hacer y hacia dónde orientarla, es más difícil que se produzca la predicción de la conducta motivada, y en estos casos, adquiere una importante consideración. Para Fernández-Abascal, la direccionalidad de la conducta abarca tanto a los objetivos determinados genéticamente como a las metas y objetivos típicos del comportamiento humano. Variables de la dirección En general, todos los organismos están en un estado de continua motivación, debido a que siempre existe algún objetivo hacia el cual dirigir sus conductas. Conseguir un determinado objetivo, dependerá del esfuerzo, persistencia y dedicación del individuo, así como de su relevancia y de lo dispuesto que esté a lograrlo. Palmero señala dos variables que intervienen en la consecución de los objetivos: