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Manual de Primeros Auxilios: Guía Completa para Accidentes y Emergencias, Guías, Proyectos, Investigaciones de Educación Física y Aprendizaje Motor

Manual de primeros auxilios ya que las emergencias pueden suceder en cualquier momento, y pueden ser de cualquier tipo. Ya sea una madre preocupada que presencia un accidente de su menor hijo, un transeúnte que presencia un accidente de tránsito, o un joven deportista que ve como su amigo sufre un desgarro durante un partido de fútbol, todos ellos deberían estar preparados para prestar la ayuda y atención necesaria al herido mientras llega el apoyo médico profesional.

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2018/2019

Subido el 30/10/2019

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caroline-briggitte 🇻🇪

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MANUAL DE PRIMEROS AUXILIOS
Las emergencias pueden suceder en cualquier momento, y pueden ser de cualquier tipo.
Ya sea una madre preocupada que presencia un accidente de su menor hijo, un transeúnte que
presencia un accidente de tránsito, o un joven deportista que ve como su amigo sufre un desgarro
durante un partido de fútbol, todos ellos deberían estar preparados para prestar la ayuda y
atención necesaria al herido mientras llega el apoyo médico profesional. En muchos casos, estas
atenciones pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Esta web contiene un completo manual de primeros auxilios, ordenado por capítulos, en el
cual podrán encontrar las guías necesarias para prestar atención a diferentes tipos de accidentes,
incluyendo quemaduras, fracturas, electrocución, ahogamientos y más. Aprenderá las técnicas
necesarias para colocar vendajes, controlar los signos vitales, brindar respiración artificial y
suministrar resucitación cardiopulmonar.
¿Por qué aprender primeros auxilios?
Una vía aérea bloqueada puede matar a alguien en 3 o 4 minutos, pero una ambulancia
puede demorar más de 10 minutos en llegar. Es así que un simple procedimiento como abrir las
vías aéreas de la víctima puede salvarle la vida mientras se espera la llegada del equipo de
emergencias. Según las estadísticas, es más probable que tengas que administrar primeros auxilios
a alguien que conoces que a extraños. Saber qué hacer en estos casos te permitirá actuar rápido si
un accidente sucede.
Los 10 accidentes más comunes:
1. Caídas
2. Choques y colisiones
3. Cortes
4. Objetos extraños
5. Daño muscular por sobre-esfuerzo
6. Quemaduras
7. Pinchazos
8. Mordeduras y picaduras
9. Heridas punzo cortantes
10. Envenenamientos
Estar preparados para todas estas situaciones es muy importante. Recuerda: Cualquiera puede
salvar una vida.
Importancia de los Primeros Auxilios
Los primeros auxilios son la asistencia que se le presta a los heridos antes de que el
personal de sanidad pueda administrarles tratamiento médico. Es imposible que el personal de
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¡Descarga Manual de Primeros Auxilios: Guía Completa para Accidentes y Emergencias y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Educación Física y Aprendizaje Motor solo en Docsity!

MANUAL DE PRIMEROS AUXILIOS

Las emergencias pueden suceder en cualquier momento, y pueden ser de cualquier tipo. Ya sea una madre preocupada que presencia un accidente de su menor hijo, un transeúnte que presencia un accidente de tránsito, o un joven deportista que ve como su amigo sufre un desgarro durante un partido de fútbol, todos ellos deberían estar preparados para prestar la ayuda y atención necesaria al herido mientras llega el apoyo médico profesional. En muchos casos, estas atenciones pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte. Esta web contiene un completo manual de primeros auxilios, ordenado por capítulos, en el cual podrán encontrar las guías necesarias para prestar atención a diferentes tipos de accidentes, incluyendo quemaduras, fracturas, electrocución, ahogamientos y más. Aprenderá las técnicas necesarias para colocar vendajes, controlar los signos vitales, brindar respiración artificial y suministrar resucitación cardiopulmonar.

¿Por qué aprender primeros auxilios?

Una vía aérea bloqueada puede matar a alguien en 3 o 4 minutos, pero una ambulancia puede demorar más de 10 minutos en llegar. Es así que un simple procedimiento como abrir las vías aéreas de la víctima puede salvarle la vida mientras se espera la llegada del equipo de emergencias. Según las estadísticas, es más probable que tengas que administrar primeros auxilios a alguien que conoces que a extraños. Saber qué hacer en estos casos te permitirá actuar rápido si un accidente sucede.

Los 10 accidentes más comunes:

  1. Caídas
  2. Choques y colisiones
  3. Cortes
  4. Objetos extraños
  5. Daño muscular por sobre-esfuerzo
  6. Quemaduras
  7. Pinchazos
  8. Mordeduras y picaduras
  9. Heridas punzo cortantes
  10. Envenenamientos Estar preparados para todas estas situaciones es muy importante. Recuerda: Cualquiera puede salvar una vida.

Importancia de los Primeros Auxilios

Los primeros auxilios son la asistencia que se le presta a los heridos antes de que el personal de sanidad pueda administrarles tratamiento médico. Es imposible que el personal de

sanidad esté en todo lugar a la misma vez y por esto puede presentarse una situación en la cual usted tendrá que depender de su propio conocimiento para salvar su vida o la de otra persona. Esto le será posible si sabe lo que debe hacer y si actúa rápidamente y con calma. Si usted está herido, no se altere y no se conforme con solicitar ayuda. Aplíquese los primeros auxilios necesarios y luego busque asistencia médica lo más pronto posible. “Tenga calma hágalo todo cuidadosamente y manténgase sereno”. Los primeros auxilios tienen como objetivo:  Conservar la vida  Evitar el deterioro antes del tratamiento definitivo.  Restituir al paciente a una vida útil. La regla de oro es “no producir más daño”, aplicar el principio del “riesgo calculado”.

Responsabilidad del Socorrista

Las responsabilidades del socorrista están claramente definidas. Son las siguientes:  Evaluar una situación con rapidez, seguridad, y solicitar la ayuda adecuada.  Proteger de posibles peligros a los heridos y a otros presentes en la escena.  Identificar dentro de lo posible, la lesión o la naturaleza de la enfermedad que afecta a una víctima.  Aplicar un tratamiento precoz y apropiado a cada víctima, empezando por las situaciones más graves.  Si se necesita ayuda médica, permanecer con la víctima hasta que haya más apoyos.  Informar de sus observaciones a quienes se hagan cargo de la víctima y colaborar con ellos si es preciso.  Prevenir hasta donde sea posible la infección cruzada entre la víctima y usted mismo. Toda víctima necesita sentirse segura y en manos firmes. Puede crear un ambiente de confianza y seguridad si:  Mantiene bajo control tanto el problema como sus propias reacciones.  Actúa con calma y sentido común.  Es amable pero firme.  Habla con la víctima amablemente pero de forma clara y decidida. Hable en todo momento con la víctima durante la exploración y el tratamiento:  Explique qué va a hacer.  Intente responder honradamente a sus preguntas para disipar sus temores. Si no conoce una respuesta, dígaselo.

 Eliminar de la zona cualquier material combustible, como papel o cartón, que pueda alimentar las llamas.  Cerrar una puerta ante el fuego para cortar su provisión de oxígeno.  Sofocar las llamas con una manta ignífuga u otro material impenetrable para evitar que el oxígeno llegue a ellas. Si ve o sospecha de un incendio, active la primera alarma que vea. Sin ponerse en peligro, intente ayudar a la gente a salir, cierre las puertas tras de sí para prevenir la expansión del fuego. Busque salidas de incendios y puntos de encuentro. En su lugar de trabajo debería conocer el procedimiento de evacuación. Si está en otras dependencias, siga las señales de ruta de escape y obedezca las instrucciones.

Apagando Ropas Incendiadas

Siga siempre este proceso: parar, tirar y rodar. Si puede, envuelva a la víctima en un tejido resistente antes de hacerla rodar.  Pare a quien vea aterrorizado, corriendo de lado a lado, o saliendo; cualquier movimiento o brisa avivará las llamas.  Tire a la víctima al suelo.  Envuélvala firmemente en un abrigo, alfombra (nunca de nylon), manta, cortina o cualquier otro tejido resistente.  Haga rodar a la víctima por el suelo hasta sofocar las llamas de su ropa.  Si dispone de agua u otro líquido no inflamable, tienda a la víctima con la parte quemada hacia arriba y enfríe la zona quemada con el líquido.

Humo y Gases

El fuego encerrado crea una atmósfera muy peligrosa, pobre en oxígeno y cargada de monóxido de carbono y gases tóxicos. No entre lugar en llamas o lleno de humo ni abra una puerta en dirección al fuego. Deje eso para los bomberos.  Si queda atrapado en un compartimiento vaya a una estancia con ventana y cierre la puerta. Si cruza zonas con humo, vaya agachado: el aire es más limpio al nivel del suelo.  Si debe escapar por una ventana, saque primero los pies; descuélguese por completo antes de dejarse caer.  Bloquee el hueco inferior de la puerta y permanezca tendido junto al suelo, donde es menos probable encontrar humo.

- Electrocución Cuando una persona se electrocuta, el paso de la corriente a través del cuerpo puede aturdirla, provocando un paro respiratorio o incluso cardiaco. La corriente puede causar quemaduras tanto al entrar como al salir para ir “a tierra”. También puede provocar espasmos musculares que impiden a la víctima interrumpir el contacto, así que la persona puede

permanecer cargada eléctricamente cuando usted llega al lugar. Las electrocuciones pueden producirse en el hogar o en lugar de trabajo debido al contacto con fuentes de bajo voltaje o de alto voltaje.

Corriente de alto voltaje

El contacto con el alto voltaje presente en las líneas y tendidos aéreos de alta tensión suele ser mortal en el acto. Si alguien sobrevive sufrirá quemaduras graves. Además el impacto produce un espasmo muscular que puede lanzar a la víctima a distancia provocando heridas y fracturas. La electricidad de alto voltaje puede saltar hasta 20 metros. La madera seca o la ropa no le protegerán. Debe interrumpir y aislar la energía antes de acercarse a la víctima. Es normal que la víctima quede inconsciente. Cuando sea seguro, abra sus vías respiratorias y controle la respiración; prepárese para realizar respiración artificial y masaje cardíaco. Si la víctima respira póngalo en posición de seguridad y controle los signos vitales: consciencia, respiración y pulso.

Corriente de bajo voltaje

Es la corriente usada en hogares y lugares de trabajo, puede causar daños graves e incluso la muerte. Los accidentes suelen deberse a interruptores, cables, utensilios defectuosos. El agua supone un riesgo adicional pues es un buen conductor eléctrico, tener las manos mojadas o estar sobre un suelo húmedo, un aparato eléctrico que en otras condiciones sería seguro, incrementa mucho el riesgo de descarga eléctrica. En estos casos interrumpa el contacto entre la víctima y el suministro eléctrico, desconecte el tomacorriente o baje la llave principal. En caso contrario tire del cable para liberarlo. Si no tiene acceso al enchufe, cable ni llave principal haga lo siguiente:  Permanezca sobre algún material seco y aislante, como una caja de madera, una esfera de goma o una guía de teléfono.  Usando algo de madera (como una escoba) aparte las extremidades de la víctima de la fuente de corriente o empuje ésta lejos de la persona.  Si no es posible interrumpir el contacto con algo de madera, pase una cuerda por los tobillos o bajo las axilas de la víctima, con cuidado de no tocarla, y tire de ella para alejarla de la fuente de corriente.  Si no queda más remedio tire de la víctima por alguna prenda suelta y seca. Hágalo como último recurso.  Si el herido deja de respirar administre resucitación cardiopulmonar.

 Palpe cuidadosamente todo el cuero cabelludo buscando hemorragias, hinchazón o hundimiento que podría indicar una fractura. Tenga cuidado de no mover a la víctima si sospecha de un posible lesión de cuello.  Hable a la víctima con claridad en cada oído, para averiguar si responde y se puede oír. Observa cada oído buscando sangre o fluido transparente, esto puede indicar lesión interna.  Examine ambos ojos, observe si están abiertos. Vea el tamaño de las pupilas, si ambas son iguales (como debería ser), y si reaccionan a la luz (deberían contraerse al recibir luz directa). Busque objetos extraños, sangre o un derrame en los ojos.  Inspeccione supuración por la nariz como hizo con los oídos. Busque sangre o fluido transparente (o una mezcla de ambos). Cualquiera de estas pérdidas puede significar lesión interna.  Observe el ritmo, profundidad y naturaleza de la respiración (fácil o difícil, ruidosa o silenciosa). Busque algún olor en el aliento. Mire el interior de la boca y palpe con cuidado por si algo obstruye las vías aéreas.  Observe el color, temperatura y estado de la piel ¿está pálida, enrojecida o azulada?, ¿caliente o fría?, ¿seca o húmeda? Una piel pálida, fría y seca sugiere un traumatismo; una cara roja y caliente fiebre o insolación. La coloración azul indica ausencia de oxígeno. Busque estos signos sobre todo en labios, orejas y cara.  Pida a la víctima que respire hondo y observe si el pecho se expande con facilidad y por igual a ambos lados, palpe la caja torácica en busca de irregularidades, dolor o deformidad. Pregunte a la víctima si nota algún dolor al respirar i si tiene sensación de ronquera. Atienda a cualquier sonido extraño. Busque hemorragias.  Palpe con suavidad a lo largo de ambas clavículas y de los hombros buscando deformidad, irregularidad o dolor.  Compruebe el movimiento de codos, muñecas y dedos, pidiendo a la persona que flexione brazos y manos a la altura de cada articulación. Compruebe que pueda usar normalmente los dedos y que no tenga sensaciones extrañas en los miembros.  Si hay problemas de movimiento o pérdida de sensación en los miembros, no mueva a la víctima para examinarla pues muestra signos de lesión en la médula espinal.  Palpe con suavidad el abdomen de la víctima para detectar signos de hemorragia y para localizar rigidez o dolor en los músculos de la pared abdominal.  Palpe las caderas y mueva despacio la pelvis para detectar signos de fractura. Inspeccione la ropa en busca de signos de incontinencia o desangrado por orificios.  Pida a la víctima que levante una pierna y luego otra, que flexione tobillos y rodillas. Palpe y busque hemorragia, hinchazón, deformidad o zonas dolorosas.  Compruebe movimiento y sensibilidad de los pies. Vea el color de la piel: si es azulado puede indicar un problema circulatorio o una lesión debido al frío.

Información sobre el herido

Una vez pedido apoyo sanitario, intente tomar unas notas sobre el suceso y sobre la víctima para transmitir esa información al personal médico. Un registro cronológico resulta de especial interés. Anote, por ejemplo, la duración de un periodo de inconsciencia, la hora de un cambio en el estado de la víctima, o la de una actuación. Entregue ese informe a los servicios médicos o de emergencia. Su informe debería incluir:  Nombre y domicilio de la víctima  Historial del accidente o enfermedad.  Breve descripción de lesiones.  Cualquier comportamiento extraño.  Tratamiento aplicado, y a qué hora.  Nivel de consciencia, respiración y pulso.

Normas de uso para apósitos y vendajes

Apósitos

Herida-aposito Una herida debería ser cubierta siempre con un apósito, ya que esto ayudará a prevenir infecciones. En las hemorragias graves, los apósitos se emplean para ayudar en el proceso de coagulación ejerciendo presión sobre la herida. Use un apósito estéril empaquetado siempre que sea posible. Si no dispone de él, puede improvisar uno con material limpio y que no suelte pelusa. Los cortes pequeños y los roces pueden cubrirse con tiritas.  Si puede use siempre guantes desechables antes de manejar cualquier tipo de apósito que no sea una simple tirita.  Use siempre un apósito bastante grande como para cubrir toda la herida y extenderse más allá de sus bordes.  Sujete el apósito por los extremos, manteniendo los dedos bien alejados de la zona que estará en contacto con la herida.

 Asegure la gasa y el algodón con un esparadrapo o con una venda.

Apósitos improvisados

Siga los siguientes pasos.  Sujete el paño por los bordes. Despliéguelo y vuelva a doblarlo para exponer la cara interior.  Ponga el paño directamente sobre la herida. Si es necesario, cúbralo con más material.  Asegure con una venda o tira de tela limpia, como un pañuelo. Ate los extremos en un nudo cruzado.

Compresas frías

Enfriar lesiones como hematomas o esguinces reduce la hinchazón y el dolor, si bien no cura la lesión propiamente dicha. Hay dos tipos de compresas: paños fríos, a partir de un material humedecido en agua; y paquetes helados, que son objetos fríos (como cubitos o bolsas de comida congelada) envueltos en un paño seco.

Paño frío

Siga los siguientes pasos.  Empape un pañuelo o toalla en agua muy fría. Escúrralo ligeramente y dóblelo; luego apóyelo firmemente sobre la lesión.  Remoje el paño en agua cada 3-5 minutos para mantenerlo frío. Enfríe la lesión durante al menos 10 minutos.

Paquete helado

Siga los siguientes pasos.  Rellene una bolsa de plástico con cubitos o hielo picado o use una bolsa de verduras congeladas. Envuelva en una prenda seca.  Sujete el paquete firmemente sobre la zona. Enfríe durante 10 minutos, cambiando de paquete si es preciso.

Vendajes

Aplicación de vendas

Consideraciones a tener en cuenta:  Antes de poner una venda, tranquilice a la víctima y explique claramente lo que va a hacer.  Haga que la víctima esté cómoda, en una posición adecuada, sentada o tumbada.

 Mantenga sujeta la zona lesionada mientras trabaja en ella. Pida a la víctima o un ayudante que lo haga.  Siempre que sea posible, trabaje de frente a la víctima y desde el lado lesionado.  Si el lesionado está tendido de espalda, pasar las vendas bajo los huecos naturales del cuerpo (tobillos, rodillas, cintura y cuello) y luego deslizarlas con suavidad de una lado a otro bajo del cuerpo, hasta su sitio. Por ejemplo para vendar la cabeza o el torso superior, deslizar la venda a través del hueco por detrás del cuello.  Ajuste las vendas con firmeza, pero no tanto que impidan la circulación de la zona.  Al vendar un miembro intente dejar los dedos de manos o pies al descubierto, para comprobar más tarde la circulación.  Use nudos cruzados. Asegúrese de que no sean incómodos; no lo haga en zona ósea. Remeta los cabos por el interior del nudo.  Compruebe regularmente la circulación en la zona que rodea el vendaje. Si es necesario, desate para regenerar la circulación y vuelva a vendar más flojo.

Inmovilizar una extremidad

Si utiliza vendas para inmovilizar un miembro, necesitará usar también material blando y voluminoso como toallas, ropa o algodón, para relleno. Póngalo entre las piernas, o entre el brazo y el cuerpo, para que el vendaje no desplace huesos rotos ni presione una zona ósea contra otra. Anude las vendas a intervalos a lo largo del miembro, evitando la zona lesionada. Asegure con nudo cruzado por el lado ileso. Si estuviesen dañados ambos laterales del cuerpo, deberá hacer los nudos en el centro o donde sea menos probable que causen daños adicionales. Comprobar la circulación tras el vendaje: Cuando vende un miembro o use un cabestrillo debe comprobar la circulación inmediatamente después de hacerlo, y cada 10 minutos a partir de entonces. Este chequeo es esencial porque los miembros se hinchan después de una lesión, y un vendaje puede tensarse con gran rapidez e impedir la circulación de la sangre a su alrededor.

Sujetar vendas en rollo

Hay muchos modos de sujetar los extremos de las vendas en un rollo. Un botiquín de primeros auxilios suele incluir imperdibles y esparadrapo. Los más especializados pueden incluir grapa. Si no dispone de esto, un simple nudo puede servir.

Elegir el tamaño correcto de venda

Antes de poner una venda compruebe que esté bien enrollada y que su ancho sea el adecuado para la zona afectada. Las distintas partes del cuerpo necesitan anchos concretos: los dedos requieren vendas estrechas; las extremidades, vendas anchas. Ante la duda, es preferible que la venda se pase de ancho.

Aplicar una venda en rollo

Cuando tenga que aplicar una venda en rollo siga estas reglas generales:  Mientras trabaja mantenga el rollo de venda (la “cabeza”) hacia arriba, como se ve en las imágenes de esta página.  Colóquese de frente a la víctima, y por el lado lesionado.  Mientras trabaja, asegúrese de que la zona lesionada se mantiene en la misma posición que tendrá una vez vendada. Los pasos a seguir para aplicar una venda en rollo son los siguientes:  Ponga el cabo de la venda por debajo de la lesión. Trabajando desde la parte interior del miembro hacia fuera, haga dos vueltas rectas para fijar el cabo en su sitio.  Haga varias vueltas en espiral con la venda. Vende el miembro de dentro hacia fuera y de abajo hacia arriba. Asegúrese de cubrir con cada nueva vuelta entre la mitad y dos tercios de la vuelta anterior.  Acabe con una vuelta recta y sujete el extremo de la venda. Si fuera corta, ponga otra de la misma forma hasta que la zona lesionada quede cubierta.  Nada más terminar, compruebe la circulación distal. Si es necesario, desenrolle hasta recuperar el flujo sanguíneo y vuelva a ponerla más floja.

Vendaje de codo y rodilla

Las vendas en rollo pueden usarse sobre codos y rodillas para sujetar apósitos, o para inmovilizar lesiones como esguinces y torceduras. Para asegurar su efectividad, doble un poco la articulación y aplique la venda con una figura de ocho, en lugar de usar el método típico en espiral, trabaje de dentro a fuera y hacia arriba. Extienda bastante el vendaje a ambos lados para ejercer una presión uniforme. A continuación siga los siguientes pasos:  Sostenga el miembro lesionado en una postura cómoda para la víctima, con la articulación ligeramente flexionada, si puede.  Ponga el cabo de la venda por el interior de la articulación. Rodee la articulación del todo hasta la cara exterior. Complete vuelta y media, para que el cabo de la venda quede ajustado y la articulación cubierta.  Pase la venda hasta la cara interior, por encima de la articulación. Dé una vuelta recta, a una altura que cubra la mitad superior de la venda que ya estaba puesta.  Pase la venda desde la cara interior del miembro hasta debajo de la articulación. Después de esa diagonal, haga una vuelta recta bajo la articulación para cubrir la mitad inferior de la venda que ya estaba puesta.  Continúe cruzando una figura de ocho por encima y por debajo de la articulación. Aumente la zona vendada cubriendo en cada pasada un tercio más que en la previa.

Este tipo de venda puede suministrarse en paquete estéril como parte de un botiquín de primeros auxilios. También puede fabricar una doblando diagonalmente un metro cuadrado de tela resistente (sábana). Puede ser usada de las formas siguientes:  Doblada en pliegue ancho para inmovilizar y sujetar una extremidad o para fijar una férula o vendaje voluminoso.  Doblada en pliegue estrecho para inmovilizar pies y tobillos o para sujetar en su sitio los apósitos.  Directamente desde el paquete estéril y doblada para formar un apósito estéril.  Abierta para formar cabestrillo, o para sujetar un apósito de mano, pie o cabeza.

Pañuelo doblado en pliegue ancho

Siga los siguientes pasos:  Despliegue un pañuelo triangular y póngalo sobre una superficie limpia. Dóblelo horizontalmente por la mitad, de forma que la punta toque el centro de la base.  Vuelva a doblar por la mitad en la misma dirección para que el borde del primer pliegue coincida con la base. Ahora la venda debería tener la forma de una tira amplia.

Pañuelo doblado en pliegue estrecho

Siga los siguientes pasos:  Doble un pañuelo triangular en la forma de pliegue ancho.  Doble horizontalmente por la mitad otra vez. Ahora la venda debería formar una tira larga, estrecha y resistente.

Almacenar un pañuelo triangular

Conserve las vendas en sus paquetes para mantener la esterilización hasta que las necesite. Otra posibilidad es doblarlas del modo mostrado aquí, de forma que queden listas para el uso o pueda abrirlas con solo una sacudida.  Empiece doblando el pañuelo triangular en pliegue estrecho. Lleve los dos extremos hasta el centro.  Siga doblando los extremos hacia el centro hasta lograr un tamaño adecuado para el almacenaje. Conserve en un lugar seco.

Nudos cruzados

Para fijar un pañuelo triangular use siempre un nudo cruzado. Es seguro, no se deshace y es fácil de desatar; y queda plano, lo cual es más cómodo para el lesionado. Evite anudar junto o directamente sobre la lesión, pues esto puede causar molestias. Hacer un nudo cruzado:  Cruce el cabo izquierdo de arriba abajo del derecho.  Eleve ambos cabos de la venda por encima del resto del material.  Cruce el cabo derecho de arriba abajo del izquierdo.  Tire de los cabos para apretar el nudo, y remétalos bajo la venda. Cómo deshacer un nudo cruzado:  Tire de un cabo y de la pieza del mismo lado hasta que estén alineados.  Sujete el nudo y tire para deslizar el cabo enderezado a través de el.

Funda para mano y pie

El pañuelo triangular abierto puede usarse para sujetar un apósito en la mano o el pie, pero no proporcionará suficiente presión para controlar una hemorragia. El método para cubrir una mano vale también para el pie, con los canos atados al tobillo.  Con el pañuelo triangular extendido pliegue la base en un dobladillo. Ponga a mano sobre la venda, con los dedos hacia la punta. Pliegue la punta para cubrir la mano.  Cruce los cabos en direcciones opuestas sobre la muñeca y átelos con un nudo cruzado. Tire un poco de la punta para tensar. Dóblela sobre el nudo y remétala en el mismo.

Vendaje de cabeza

Puede usarse un pañuelo triangular para sujetar un apósito sobre una lesión en la cabeza. Sin embargo, no proporcionara suficiente presión para controlar una hemorragia; para mantener

 El brazo lesionado debe estar apoyado, con la mano ligeramente alzada. Haga un dobladillo en la base del pañuelo y páselo bajo el brazo lesionado, con la base a la altura del dedo meñique. Lleve el extremo superior, por encima del hombro sano y rodeando la nuca, hasta el hombro del brazo lesionado.  Doble el extremo inferior hacia arriba, cubriendo el antebrazo, y reúnalo con el extremo superior por detrás del hombro.  Haga un nudo cruzado a la altura del hueco por encima de la clavícula del lado lesionado. Remeta ambos extremos libres bajo el nudo para acolcharlo.  Pliegue la punta del pañuelo hacia delante. Remeta los sobrantes alrededor del codo, y asegure la punta por delante con un imperdible. Si no tiene, retuerza la punta hasta que la tela se ajuste al codo sin molestar; remétela en el cabestrillo por detrás del brazo.  Una vez que termine, compruebe la circulación en los dedos. Vuelva a comprobar cada 10 minutos. Si es necesario, suelte y vuelva a colocar el cabestrillo.

Cabestrillo de elevación

Esta forma de cabestrillo sujeta mano y antebrazo en posición elevada, con las yemas de los dedos a la altura del hombro contrario. Así, un cabestrillo de elevación ayuda a controlar el sangrado de herida en antebrazo o mano, minimiza la hinchazón en quemaduras, o sujeta el pecho en las fracturas de costillas.

 Pida a la víctima que sujete el brazo herido cruzado sobre el pecho, con los dedos en el hombro opuesto.  Apoye el pañuelo en su cuerpo, con un extremo sobre el hombro sano. Sujete la punta más allá del codo.  Pida a la víctima que se suelte el brazo lesionado. Remeta la base del pañuelo por debajo de mano, antebrazo y codo.  Elevar diagonalmente el extremo inferior del pañuelo, cruzando la espalda hasta unirlo con el otro extremo en el hombro.  Ate los extremos en nudo cruzado en el hueco por encima de la clavícula. Remeta los extremos bajo el nudo.  Gire la punta hasta que el pañuelo se ajuste bien alrededor del codo. Remétala justo por encima del codo para asegurarla. Si tiene un imperdible, pliegue la tela sobre el codo, y fije la punta por la esquina.  Compruebe periódicamente la circulación en el pulgar. Si es necesario, suelte y vuelva a colocar el cabestrillo.

Cabestrillos improvisados

Si necesita inmovilizar un brazo lesionado pero no dispone e una venda triangular, puede improvisar un cabestrillo usando un metro cuadrado de cualquier tela resistente. También puede improvisarlo con un elemento de la ropa de la víctima. Si sospecha que el antebrazo puede estar roto, use un cabestrillo de tela o una esquina de chaqueta. No use otro tipo de cabestrillo improvisado, podría no proporcionar apoyo suficiente.  Esquina de chaqueta: abra la chaqueta. Pliegue el borde inferior hacia arriba, sobre el brazo lesionado. Asegure la esquina del dobladillo en la pechera de la chaqueta con un imperdible grande. Remeta y ajuste el material sobrante alrededor del codo.