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las matemáticas financieras en su conjunto, conviene realizar una diferenciación., Apuntes de Matemática Financiera

Se consideran así las que analizan la evolución de los flujos de dinero provenientes de un solo capital al inicio de la operación financiera y otro al final de la misma. Comprende en este aspecto el estudio de las operaciones de descuento e interés, esto es, la forma en la que se remunera el capital.

Tipo: Apuntes

Antes del 2010

Subido el 29/01/2023

AnaLuciaHernandezRamirez
AnaLuciaHernandezRamirez 🇨🇴

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EL KATÉJON, II TES. II, 6-7 (VI DE XV)
3. Nadie os engañe en alguna manera: si no viniere la apostasía primero y se revelare el
hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición;
4. el que se opone y levanta sobre todo el que se dice Dios o numen; hasta él en el Santuario
de Dios sentarse, probándose a sí mismo que es Dios—
Ἀνομίας (iniquidad): cfr. Mt. VII, 23; XIII, 41; XXIII, 28; XXIV, 12; Rom. IV, 7; VI, 19; II Cor. VI,
14; II Tes. II, 7; Tit. II, 14; Heb. I, 9; X, 17; I Jn. III, 4. En II Tes. II, 10.12: ἀδικίας (injusticia). Ver
Zac. V, 6; Mal. IV,1.
Zerwick (Graecitas, 42):
“Una íntima relación a alguien o algo, en nuestra literatura (griego bíblico), si bien no
exclusivamente, ciertamente en la mayoría de los casos, se expresa semíticamente por υἱὸς
“hijo”, con genitivo. Este uso ampliado de la palabra υἱὸς se entiende más fácil donde se trata
de la pertenencia a la persona. Así, “hijo” de alguien se dice de aquel que imita su carácter,
costumbres, razón de obrar y querer y las expresa en su vida. En este sentido se habla de “los
hijos de Abraham” (Gen. III, 7), de “los hijos del diablo” (Mt. XIII, 38; Hech. XIII, 10. Cfr. Jn. VIII,
38-39) y sobre todo de “los hijos de Dios” (Mt. V, 9.45)”.
Describe San Pablo en términos muy expresivos la venida de la apostasía y la revelación del
Anticristo, dedicándole a este último aspecto un mayor desarrollo. Luego veremos por qué.
Straubinger:
“El hombre de iniquidad (tes anomías), lección preferible a tes hamartías (de pecado), pues
coincide con el “misterio de la iniquidad” (v. 7) ligado íntimamente a él. Judas Iscariote recibe un
nombre semejante en Jn. XVII, 12. Es creencia general que se trata del Anticristo, si bien
algunos dan este nombre a la bestia del mar (Apoc. XIII, 1 ss.) y otros a la bestia de la tierra o
falso profeta (Apoc. XVIII, 11 ss.). Se discute si será una persona singular o una colectividad.
En todo caso parece que ésta necesitaría siempre de un caudillo o cabeza que la inspirase y
guiase. Pirot, después de recordar muchos testimonios y especialmente el de S. Agustín que
trae como definición del Anticristo “una multitud de hombres que forman un cuerpo bajo la
dirección de un jefe” (cf. Dan. IX, 26), concluye que “el adversario es una serie ininterrumpida
de agentes del mal que se oponen y se opondrán a la doctrina y a la obra de Cristo desde la
fundación de la Iglesia hasta el último día”. Véase I Jn. II, 18-19.; IV, 3; II Jn. 7; II Ped. III, 3;
Jud. 18; Mt. XXIV, 24”.
Rigaux:
“ἀνομίας (iniquidad): En el N.T. San Mateo es el único evangelista que lo emplea y siempre en
un contexto mesiánico. “Jamás os conocí: apartaos de mí, los que obráis la iniquidad”, Mt. VII,
23. La expresión viene claramente del Sal. VI, 9. Al fin del mundo, los ángeles quitarán del reino
todos los escándalos y a todos los que cometen la ἀνομίαν: Mt. XIII, 41. Antes Jesús les había
nombrado los hijos del mal, sembrados por Satán, el enemigo de los hijos del Reino. El tercer
pasaje está tomado del Apocalipsis sinóptico: la caridad de muchos se enfriará: διὰ τὸ
πληθυνθῆναι τὴν ἀνομίαν, por el exceso de la iniquidad: Mt. XXIV, 12. Los fariseos merecieron
el reproche de hipocresía y de ἀνομία, de iniquidad, lo que muestra cuánto se había separado
la palabra de la ley mosaica para significar otra cosa más profunda”.
Biblia de Jerusalén:
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¡Descarga las matemáticas financieras en su conjunto, conviene realizar una diferenciación. y más Apuntes en PDF de Matemática Financiera solo en Docsity!

EL KATÉJON, II TES. II, 6-7 (VI DE XV)

  1. Nadie os engañe en alguna manera: si no viniere la apostasía primero y se revelare el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición;
  2. el que se opone y levanta sobre todo el que se dice Dios o numen; hasta él en el Santuario de Dios sentarse, probándose a sí mismo que es Dios— Ἀνομίας (iniquidad): cfr. Mt. VII, 23; XIII, 41; XXIII, 28; XXIV, 12; Rom. IV, 7; VI, 19; II Cor. VI, 14; II Tes. II, 7; Tit. II, 14; Heb. I, 9; X, 17; I Jn. III, 4. En II Tes. II, 10.12: ἀδικίας (injusticia). Ver Zac. V, 6; Mal. IV,1. Zerwick (Graecitas, 42): “Una íntima relación a alguien o algo, en nuestra literatura (griego bíblico), si bien no exclusivamente, ciertamente en la mayoría de los casos, se expresa semíticamente por υἱὸς “hijo”, con genitivo. Este uso ampliado de la palabra υἱὸς se entiende más fácil donde se trata de la pertenencia a la persona. Así, “hijo” de alguien se dice de aquel que imita su carácter, costumbres, razón de obrar y querer y las expresa en su vida. En este sentido se habla de “los hijos de Abraham” (Gen. III, 7), de “los hijos del diablo” (Mt. XIII, 38; Hech. XIII, 10. Cfr. Jn. VIII, 38-39) y sobre todo de “los hijos de Dios” (Mt. V, 9.45)”. Describe San Pablo en términos muy expresivos la venida de la apostasía y la revelación del Anticristo, dedicándole a este último aspecto un mayor desarrollo. Luego veremos por qué. Straubinger: “El hombre de iniquidad (tes anomías), lección preferible a tes hamartías (de pecado), pues coincide con el “misterio de la iniquidad” (v. 7) ligado íntimamente a él. Judas Iscariote recibe un nombre semejante en Jn. XVII, 12. Es creencia general que se trata del Anticristo, si bien algunos dan este nombre a la bestia del mar (Apoc. XIII, 1 ss.) y otros a la bestia de la tierra o falso profeta (Apoc. XVIII, 11 ss.). Se discute si será una persona singular o una colectividad. En todo caso parece que ésta necesitaría siempre de un caudillo o cabeza que la inspirase y guiase. Pirot, después de recordar muchos testimonios y especialmente el de S. Agustín que trae como definición del Anticristo “una multitud de hombres que forman un cuerpo bajo la dirección de un jefe” (cf. Dan. IX, 26), concluye que “el adversario es una serie ininterrumpida de agentes del mal que se oponen y se opondrán a la doctrina y a la obra de Cristo desde la fundación de la Iglesia hasta el último día”. Véase I Jn. II, 18-19.; IV, 3; II Jn. 7; II Ped. III, 3; Jud. 18; Mt. XXIV, 24”. Rigaux: “ἀνομίας (iniquidad): En el N.T. San Mateo es el único evangelista que lo emplea y siempre en un contexto mesiánico. “Jamás os conocí: apartaos de mí, los que obráis la iniquidad”, Mt. VII,
  3. La expresión viene claramente del Sal. VI, 9. Al fin del mundo, los ángeles quitarán del reino todos los escándalos y a todos los que cometen la ἀνομίαν: Mt. XIII, 41. Antes Jesús les había nombrado los hijos del mal, sembrados por Satán, el enemigo de los hijos del Reino. El tercer pasaje está tomado del Apocalipsis sinóptico: la caridad de muchos se enfriará: διὰ τὸ πληθυνθῆναι τὴν ἀνομίαν, por el exceso de la iniquidad: Mt. XXIV, 12. Los fariseos merecieron el reproche de hipocresía y de ἀνομία, de iniquidad, lo que muestra cuánto se había separado la palabra de la ley mosaica para significar otra cosa más profunda”. Biblia de Jerusalén:

“La apostasía será causada por un personaje que tiene tres nombres y se presenta, hasta el v. 5 como el gran enemigo de Dios. Es el impío por excelencia, lit. “el hombre de impiedad” (var. “el hombre del pecado”); el ser destinado a su perdición, lit. “el hijo de la perdición”: v. 10; Jn. XVII, 12; cf. I Tes. V, 5; el adversario de Dios, descrito aquí en términos inspirados por Dan. XI, 36 (…) En la tradición, influenciado por Daniel, este Adversario recibirá el nombre de Anticristo, cf. I Jn. II, 18; IV, 3; II Jn. 7. Aparece como un ser personal, que se revelará al fin de los tiempos (mientras Satán, del cual es el instrumento, obra desde ahora en “el misterio”, v. 7), ejerciendo contra los fieles un poder perseguidor y seductor, cf. Mt. XXIV, 24; Apoc. XIII, 1-8, por la gran prueba final a la que pondrá fin la venida de Cristo”. Alápide: “El Anticristo, pues, se sentará en el templo, esto es, en los templos de los cristianos; o más simple, en el templo de Jerusalén, que era el único que propiamente era y se llamaba “templo de Dios” en tiempo de San Pablo”. Rigaux: “Después de haber hecho de él un hombre del cual el pecado es todo su ser y cuyo fin es la ruina, Pablo continúa su descripción y caracteriza aún más a su anti-Dios por: 1) una oposición orgullosa a todo lo que es divino o sacro; 2) por la toma de posesión del templo; 3) por la pretensión a la divinidad. Impío, orgulloso, blasfemo, tales son los rasgos que estigmatizan la horrible figura”. Rigaux: “ὥστε αὐτὸν εἰς τὸν ναὸν τοῦ Θεοῦ καθίσαι (hasta él en el Santuario de Dios sentarse): “Estas expresiones, estas tradiciones miran aquí, sin dudas, al Templo de Jerusalén. 1) El verbo καθίσαι (sentándose) se entiende de un lugar bien determinado. 2) Los artículos τὸν ναὸν τοῦ θεοῦ indican que se trata del templo por excelencia del verdadero Dios y, en tiempos en que Pablo escribía, el santuario seguía en pie, y no se había consumado la ruptura entre los judíos y los cristianos, sobre todo en Jerusalén. 3) Todo el pasaje depende de Daniel en donde el templo profanado es el de la ciudad Santa. 4) Nuestro pasaje es paralelo a la abominación de la desolación anunciada en Mateo y Marcos. Pero por este rasgo Pablo no afirma que el templo durará hasta el fin de los tiempos (…) sentarse en el templo es para él una atribución divina. El Santo de los santos es la propiedad y habitación inviolable de Dios. El santuario es el lugar donde los fieles van a adorarlo y le solicitan favores. Usurpar el lugar de Yahvé, desalojarlo de su habitación, es el acto más abominable que pueda cometerse contra Él “a fin de hacerse pasar por Él” (…) El sentido sentarse en la iglesia debe ser rechazado; es claro que el Anticristo, para Pablo, es agente de apostasía, pero la iglesia que pusiera otro Cristo a la cabeza de la iglesia ya no podría llamarse la iglesia de Dios. Hay que juzgar según la perícopa entera”. Buzy: “En la descripción del adversario vemos de nuevo el procedimiento paulino de los elementos convergentes, aquí en número de a tres: un calificativo de naturaleza (el hombre de iniquidad), un calificativo de destino (el hijo de perdición), un calificativo de personalidad (el adversario que se eleva sobre todo lo que se llama Dios u objeto de culto) KATÉJON Pregunta realizada por Mª Luisa Capello... 'El que retiene' (2 Tes 2, 7)

11. Por eso Dios les envía un poder seductor que les hace creer en la

mentira,

12. para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad

y prefirieron la iniquidad.

13. Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios

por vosotros, hermanos, amados del Señor, porque Dios os ha

escogido desde el principio para la salvación mediante la acción

santificadora del Espíritu y la fe en la verdad.

14. Para esto os ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que

consigáis la gloria de nuestro Señor Jesucristo.

15. Así pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones

que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.

16. Que el mismo Señor nuestro Jesucristo y Dios, nuestro Padre, que

nos ha amado y que nos ha dado gratuitamente una consolación

eterna y una esperanza dichosa, 17. consuele vuestros corazones y los

afiance en toda obra y palabra buena."

II Tesalonicenses, 2 - Bíblia Católica Online Leia mais em: https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/ii- tesalonicenses/2/ ¿Ha sido removido el katejon? Isaac García Expósito, el 17.12.10 a las 12:30 AM En el arcón del imprescindible blog del Wanderer, se encuentra colgado un artículo con el que hay que batallar. Se llama Katejón, el Obstaculizante (descargar aquí). No es muy extenso, lo que no es óbice para que no sea enjundioso y, sobre todo, trampolín para posteriores debates, reflexiones y meditaciones. El autor es Rubén A. Peretó Rivas. Katejón es la palabra que usa el apóstol de los gentiles para designar el obstáculo que detiene la venida del Anticristo. Los Santos Padres interpretaron dicho obstáculo como el Imperio Romano. San Agustín, por poner un ejemplo. Los doctores escolásticos igualmente interpretaron que el impedimento no era otro que el Imperio Romano. Santo Tomás de Aquino, por poner otro ejemplo. El Imperio pasó, pero la fórmula katejon = Roma, no. El hoy Beato Newman así lo afirmaba. Según Newman, el poder del Imperio Romano llegaba hasta los días de su existencia. Efectivamente, como muestra el autor del artículo, se puede trazar un arco que tenga el Imperio Romano en un extremo y al Sacro Imperio por otro. Pero éste acabó tras la Primera Guerra Mundial, con la entrega de la corona por Carlos I de Habsburgo a los vencedores. ¿Entonces? Es aquí cuando llega lo más interesante, porque se transfiere el objeto en el que recae la profecía, de Imperio Romano – físico a Imperio Romano – instituciones. De esta manera, la supervivencia del Imperio se podría ver en temas como la sacralidad de la vida, la monogamia, la procreación natural, la soberanía y la jerarquía religiosa. El autor recorre cada uno de los puntos de manera somera. No hay que perderse en cuestiones de fechas, sino en lo general. Según el informe de Foreign Policy en el futuro – el informe habla del 2.035 – «sólo un puñado de fundamentalistas religiosos seguirá defendiendo que toda vida

humana es sacrosanta desde la concepción hasta la muerte». Podemos decir que hoy en día, el aborto está socialmente aceptado y normalizado – por desgracia -. El tema de la utilización de embriones humanos como cobayas en temas de investigación genética es un tema en el que los gobiernos han empezado a legislar. Los niños medicamentos no son personajes de ficción. Igualmente podemos hablar de un mejoramiento de la raza gracias a las técnicas abortistas, que eliminan a los subnormales. ¿Qué falta entonces? La eutanasia, que se encuentra a las puertas. En Holanda y Bélgica ya está instalado, en otras naciones, como España, el debate está lanzado. Si nos trasladamos al campo del matrimonio, el divorcio hoy es un presupuesto fundamental en nuestras sociedades. Y las uniones de homosexuales son hechos. Es más, en Suiza se han adelantado con la aprobación de una ley de uniones incestuosas. Es la moral puesta patas arriba. En este punto, podríamos decir que el artículo se ha quedado antiguo. Respecto a la cuestión de la procreación natural, podemos decir que se ha deslindado del matrimonio y de las relaciones sexuales. Hoy en día, es posible tener hijos sin mantener relaciones sexuales. Eso, claro está, el que los tenga, porque los países como España presentan graves defectos en su pirámide poblacional, de manera que dentro de no mucho tiempo habrá una gran masa de viejos. Aborto – procreación – eutanasia: los tres pilares de control de la masa. Siguiendo la línea por el autor vayamos por la soberanía. El informe Foreing Police habla de nuevas formas de soberanía, donde los estados nacionales compartirán su soberanía con otras entidades, que puede ir desde empresas, Bancos, ONG hasta grupos terroristas o carteles de la droga. Como refleja el autor: El gobierno real estará en manos de una sinarquía capaz de controlar las decisiones planetarias. Ya en la actualidad vemos como los gobiernos aceptan las decisiones de la Organización Mundial del Comercio o de la Comunidad Económica Europea, porque, en conjunto, les beneficia un orden comercial internacional que esté regulado , aunque una norma concreta afecte al derecho de proteger a las industrias nacionales. Por último la Iglesia. El dossier preconiza la desaparición de la Jerarquía eclesiástica en no mucho tiempo. Decir que la Iglesia se encuentra en crisis, no es más que reflejar lo que ya han hecho los Papas Paulo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI. Tan cierto como que la Iglesia es indefectible. Hasta que llegue la Parusía. Lo que no sabemos cuál será el estado entonces de la Iglesia. Como escribe el autor del artículo, Nuestro Señor se expresó en unos términos no muy halagüeños, como cuando habla del pequeño rebaño o se pregunta si encontrará fe cuando Él vuelva. Extremismos integristas, «episcopolatrías», «papolatrías» e «Iglesia lenificada», Iglesia dedicada a la beneficiencia, olvido de lo sobrenatural y la eternidad son algunos de los términos con las que Rubén A. Peretó analiza la situación actual de la Iglesia. Yo me quedo con este párrafo, que explica el cambio producido en el discurso de ciertos hombres de Iglesia: Vale la pena detenerse a analizar un poco más la profundidad de este cambio.