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Este documento analiza la importante contribución de la compañía de jesús a la educación en méxico desde la época colonial hasta la actualidad. Destaca cómo los jesuitas no solo enseñaron ciencia y religión, sino que también se enfocaron en la formación integral de los estudiantes, inculcando valores, habilidades y una visión humanista. El texto describe cómo los jesuitas fundaron numerosos colegios y misiones en todo el país, llegando incluso a regiones remotas como el noroeste de méxico, donde promovieron el desarrollo de las artes y la cultura indígena. Además, se menciona la perdurable influencia de la pedagogía jesuita, que aún se refleja en algunas escuelas privadas. En general, este documento ofrece una visión histórica y analítica de la trascendental labor educativa de los jesuitas en méxico.
Tipo: Resúmenes
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La cultura no debe reducirse a la capacitación en diversas áreas del saber humano, sino que conlleva una formación integral en un proceso vital de crecimiento (González 1995). Estos conocimientos los utilizamos en nuestras vidas cotidianas, son valores, habilidades, costumbres, destrezas que nos forman como seres humanos perteneciente a una cultura y sociedad.
En México el humanismo forma parte de las raíces y elementos vitales de la cultura mexicana. Los humanistas docentes aparecieron a partir de la época colonial, en donde enseñaban latín a los indígenas y a los criollos. Esta corriente humanista tomó impulso con los jesuitas al fundar en 1574 el colegio Máximo de México de San Pedro y San Pablo en la Ciudad de México.
La labor de la compañía de Jesús fue muy importante en la enseñanza de las prácticas cotidianas, la ciencia, las lenguas, los valores y las normas para desarrollar la propia identidad. Los jesuitas fueron de gran importancia en la educación en México, no solo al enseñar ciencia o religión, sino que al enseñar cómo ser una persona con valores, como ser humanista y vivir y convivir con los que nos rodean en la sociedad para así lograr ser mejores seres humanos.
Ignacio de Loyola, junto con otros, fundó la compañía de Jesús para dar enseñanzas y evangelizar a través de sus misiones. Dentro del sistema educativo en Nueva España, los jesuitas daban cursos de sagradas escrituras, moral, derecho canónico, teología, filosofía, música, retórica, poesía, gramática y de lenguas. Fundaron escuelas para los hijos de los españoles, los criollos y los indígenas.
El método pedagógico jesuita contaba con tres componentes: la pre-elección donde se leían textos y los profesores explicaban la clase, la repetición donde los alumnos memorizaban y recitaban las lecciones, y los ejercicios de oratoria y escritura en los cuales practicaban recitaciones y representaciones teatrales.
Los jesuitas llegaron a México en 1572, lo que significó un cambio importante en el país, pues su manera de predicar era muy distinta a la de otras órdenes religiosas, enfocándose principalmente en la educación. Fundaron varios colegios en diferentes lugares del país, como en la ciudad de Guadalajara y en San Pedro y San Pablo, también conocido como colegio Máximo de México.
El arribo de los jesuitas al noroeste de México marca radicalmente el curso de las artes que florecerán en la región. Los misioneros perciben la dificultad de imponer las prácticas católicas como se enseñan en el centro de México o en los países de origen cristiano. Después de la muerte del padre Tapia, se suman a los esfuerzos de evangelización el siciliano Tomás de Basilio y el español Andrés Pérez de Ribas, quienes asientan las primeras misiones en la región.
En la primera etapa misional del norte de la Nueva España, llegan inicialmente españoles, portugueses, franceses e italianos. En la segunda, a partir de la segunda mitad del siglo XVII, los sacerdotes jesuitas que arriban al noroeste de México provienen, particularmente, del antiguo territorio de la Bohemia, ubicado en Europa del este. Los sacerdotes jesuitas no sólo enseñan el evangelio, sino que también educan a la población en diversas artes y oficios.
La educación jesuita en México
En sentido estricto, los colegios de jesuitas organizaban espectáculos actuados por sus alumnos, en donde las piezas se amenizaban con música e incluso a veces con danzas, bajo la dirección del pater comicus (generalmente el profesor de retórica). Los jesuitas estimularon un desarrollo particular de la espiritualidad indígena y encontraron rápidamente que el teatro y las artes eran una manera adecuada para convertir a 'los salvajes'. En 1575, recién fundado el Colegio de San Pedro y San Pablo en la ciudad de México, los jesuitas representaron su primera obra teatral, una "tragicomedia que versaba sobre las injurias que inferían los herejes a la Iglesia Romana, principalmente su truculento enemigo Selim II" (Aguilera, 2002).
En el noroeste de la Nueva España, la enseñanza de las artes, incluyendo el teatro y la música, eran actividades obligadas en colegios y pueblos de misión. Pérez de Ribas narra las actividades de los beatos en las misiones establecidas en el norte del actual estado de Sinaloa (Aguilera, 2002).
Los primeros jesuitas al noroeste de México: Martín Pérez y Gonzalo de Tapia. Los jesuitas en Latinoamérica y en México son un pilar importante en la educación y en la sociedad desde la época colonial y aún prevalecen en la actualidad. Los colegios y misiones jesuitas tienen una estructura jerárquica definida, y a la vez conservan autonomía y flexibilidad en sus unidades educativas para responder a las necesidades de la sociedad.
Franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas participan activamente en la conversión de los indígenas del nuevo mundo. Uno de los propósitos de los jesuitas además de la educación es la evangelización en la religión católica. Promueven el bienestar común y la formación integral humanista. Los colegios jesuitas generan un ambiente solidario y familiar frente a los colegios públicos con influencia en el contexto social y comunitario. Los jesuitas han sido a lo largo del tiempo docentes en varios temas educativos, además de ser altruistas con manejo de recursos y donaciones para dar apoyo a los más marginados.
Descargado por adriana garcía (adri.gar.2690@gmail.com) lOMoARcPSD| 24677899