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Este documento aborda la importancia y necesidad de un programa de intervención psicomotriz en el aula de educación infantil. Se destaca que la psicomotricidad es fundamental para el desarrollo integral del niño, ya que no solo ayuda al desarrollo del movimiento y del esquema corporal, sino que también favorece aspectos relacionados con la personalidad del niño, ofreciéndole confianza, autonomía, creatividad y la posibilidad de expresarse y comunicarse a través de su propio cuerpo. Un programa de intervención psicomotriz para niños de 3 a 6 años, con sesiones que incluyen actividades de calentamiento, parte principal y vuelta a la calma, enfocadas en el conocimiento del cuerpo, la imitación de movimientos, el trabajo con globos y cuerdas, entre otros. Se concluye que un buen programa de psicomotricidad en la etapa de educación infantil es fundamental para el desarrollo y formación holística del cuerpo y la mente del alumnado.
Tipo: Apuntes
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Alumna : Carmen Rocío Díaz Vargas Trabajo Fin de Grado (Programa de intervención) Facultad de Ciencias de la Educación (UGR) Grado en Educación Infantil Curso 2015-
1. Introducción, justificación o estado de la cuestión:
En el siguiente documento, basado en un programa de intervención, vamos a poder dar respuesta a una serie de preguntas que día tras día, los estudiantes que terminamos la carrera universitaria de maestro en educación, ya sea infantil o primaria, nos planteamos a la hora de incorporarnos a la vida laboral en dicho ámbito.
Además, encontraremos unas pautas a seguir para poder poner en práctica el óptimo desarrollo de la motricidad y psicomotricidad en la etapa de Educación Infantil, solventando los posibles problemas que puedan surgir en el aula respecto a esta disciplina.
Sentimos la necesidad constante de cambiar el sistema de enseñanza-aprendizaje debido a la gran tasa de fracaso escolar en nuestro país, España (el 21,9% de jóvenes abandonan prematuramente los estudios habiendo completado como mucho el primer ciclo de secundaria, siendo nuestro país líder de la Unión Europea en fracaso escolar), según un estudio publicado en el periódico El Mundo (2015), hecho por la oficina estadística de la UE, Eurostat.
Gracias a la psicomotricidad, podemos enseñar a los niños de una forma divertida y motivadora para ellos, algo que es necesario en la etapa que tratamos para que se produzca una maduración global.
Partiremos de la base de que la psicomotricidad es un método pedagógico que se basa en la importancia del cuerpo y sus acciones. Determinaremos el impacto que produce sobre el desarrollo motor a través de un programa de intervención psicomotriz.
La psicomotricidad está especialmente recomendada para los niños que presentan hiperactividad, déficit de atención y/o concentración y dificultades de integración en el colegio.
En muchos casos, en los centros educativos se hace evidente la falta de conocimiento sobre la psicomotricidad, cuando es una herramienta necesaria en la educación infantil, en los primeros años de educación primaria y, con más énfasis, en la educación especial.
Para ratificar esto, expondremos las capacidades que se van adquiriendo a lo largo de esos primeros años de vida del niño. Vamos a clasificar las habilidades motrices en Motricidad gruesa y Motricidad fina. La psicomotricidad gruesa (tal y como exponen Pichardo y Justicia, 2014), tiene que ver con la coordinación de grandes grupos musculares, es decir, acciones realizadas con la totalidad del cuerpo, donde se coordinan desplazamientos y movimientos de las extremidades, el equilibrio y los sentidos: correr, andar, saltar, girar, entre otros. La psicomotricidad fina se refiere al control de los movimientos más finos como son los de las manos y dedos. Este programa de intervención se ha creado con la intención de hallar una forma clara de trabajar con los niños del segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años) la psicomotricidad, el óptimo desarrollo de todas sus capacidades motrices que tan importante resulta hoy día para su posterior aplicación a corto y largo plazo.
Por tanto, en este trabajo se aborda la importancia y necesidad de un programa de intervención psicomotriz en el aula de Educación Infantil.
En cuanto al concepto de Psicomotricidad, según explicitan García y Fernández (1996), esta es un indicador interactivo entre las funciones neuromotoras y las funciones psicológicas de la persona, por lo que el movimiento no es solo una actividad meramente motora, sino también una actividad psicológica consciente que está provocada por determinadas situaciones de índole motriz.
Un programa de psicomotricidad aplicado correctamente nos permitirá detectar los posibles problemas o trastornos psicomotores que pueden afectar a la vida diaria del niño, tanto en el entorno escolar como familiar. De esta forma, con este programa ofrecemos unas orientaciones para favorecer el desarrollo del niño a nivel global, consiguiendo cumplirse los objetivos propuestos más adelante.
Para que el niño pueda construir su identidad y su autonomía, se necesita tener bien interiorizado un correcto esquema corporal y lateralidad; en caso contrario, le resultará mucho más difícil representar o expresar con el cuerpo sus ideas y emociones.
García Núñez (en Martínez y García Núñez, 1984) afirma que:
La construcción del esquema corporal se realiza, cuando se acomodan perfectamente las posibilidades motrices con el mundo exterior, cuando se da
adelantado, sino que también observamos el trabajo que se produce en la parte “interna” del niño, la que abarca las emociones, sentimientos y donde también se trabajan los conflictos personales que a cada niño le puedan surgir. Nos referimos con esto, a que además de observar las posibles limitaciones físicas de los niños realizando las actividades psicomotrices, podemos llegar a descubrir también limitaciones psicológicas, ya que sabemos que todas las personas no tenemos las mismas capacidades y habilidades. Lo positivo de este programa de intervención psicomotriz es que, gracias a su aplicación en el aula, podemos llegar a prevenir, paliar o reducir las posibles limitaciones que surjan y, de esta manera, desarrollar al máximo las capacidades de los niños.
Otro de los beneficios importantes que nos ofrece el trabajo de la psicomotricidad infantil y que consideramos estrictamente necesario hoy día, es la prevención de enfermedades que, desgraciadamente, vemos muy a menudo (enfermedades cardiovasculares, diabetes, obesidad,…). Esto tiene mucho que ver con el sedentarismo que sufre nuestra sociedad en la actualidad, debido al desarrollo y avance de las nuevas tecnologías, las cuales están prevaleciendo sobre los juegos tradicionales y, además, son a las que se recurren cuando queremos que el niño “no de la lata”, que por desgracia, son demasiadas veces. Si en las familias se está promoviendo la vida sedentaria (también debido a la ajetreada vida laboral de los padres), está en nuestra mano, en la de los docentes y los centros educativos, el trabajo para que el niño pueda desarrollar esa psicomotricidad global de la manera más completa posible.
No podemos olvidarnos del concepto (erróneo bajo nuestro punto de vista) de que lo importante es el trabajo de fichas, realizar cuadrículas y centrarse en los libros de texto, que tenemos en la sociedad actual, sobre todo por parte de los padres de los alumnos, los cuales, a final de curso, únicamente se conforman con ver el resultado de la correcta realización de fichas que sus hijos han completado durante el año, sin darle importancia a lo verdaderamente importante en esa etapa de los niños, el desarrollo corporal, la motricidad y psicomotricidad. Por eso es de vital importancia nuestro trabajo como docentes en el aula con respecto a la psicomotricidad, debemos buscar un nuevo método de enseñanza-aprendizaje que, combinado con el tradicional, nos de unos resultados positivos y obtengamos los objetivos planteados, siempre de forma lúdica e interesante para el alumnado.
Es un trabajo complicado, ya que en la jornada escolar no viene especificada una clase de psicomotricidad con su horario concreto, sino que depende del docente que se busque un hueco entre ficha y ficha para poder aplicar las actividades que hemos mencionado. El no considerar la psicomotricidad como una materia más, provoca que el docente pierda interés y motivación para realizar dicho trabajo y, consecuentemente, también provoca el desinterés del alumnado.
Cabe destacar una ventaja importante a la hora de realizar las actividades de psicomotricidad, y es que la aplicación de esos ejercicios no conlleva un gasto económico ni material elevado; de hecho, únicamente se requieren unos buenos recursos humanos como son los docentes bien formados y preparados, con ganas de crear, y el alumnado. Con este punto a favor tan sencillo, estamos convencidos de que no hay excusas para desarrollar un buen programa de psicomotricidad y llevar a cabo ejercicios que ayuden al desarrollo global del niño.
3. Establecimiento de objetivos:
Si nos basamos en la Ley Orgánica de Educación (en adelante LOE), en su artículo 13 establece una serie de objetivos en cuanto a la psicomotricidad en Educación Infantil, y que nosotros vamos a adecuar a este programa de intervención.
3.1. Objetivo general:
Conocer su propio cuerpo y el de los demás, las posibilidades que tiene de acción y que aprenda a respetar las diferencias.
3.2. Objetivos específicos:
- Descubrir el propio cuerpo y el de los otros.
-Favorecer el dominio del movimiento corporal.
-Coordinar los movimientos básicos con habilidades y destrezas motrices.
-Desarrollar la expresión como medio de comunicación relacional.
-Facilitar la comunicación establecida con el mundo que le rodea.
un distrito situado al sur de la ciudad de Granada. La superficie del barrio ocupa un total cerca de los 5 kilómetros cuadrados, recogiendo a casi 50.000 habitantes.
En cuando a la situación socioeconómica y cultural de la zona, habría que destacar lo alejado que se encuentra el barrio del Zaidín de ser el antiguo barrio obrero- marginal que era en su pasado, puesto que actualmente acoge la construcción de numerosos edificios emblemáticos.
Las familias que residen en la zona son familias con un nivel socioeconómico medio-bajo, de personas que se encuentran en paro laboral o trabajando la mayoría de ellas en el sector servicios, aunque esta situación está ahora en constante cambio debido a la extensión del barrio por las Instituciones que se van edificando (Instituto de Astrofísica de Andalucía y la Estación Experimental del Zaidín, entre otras), haciendo que cada vez más suba ese nivel socioeconómico.
Por lo que se refiere a la infraestructura del centro, cuenta con espacios interiores y exteriores, ocupando un total de 11.000 metros cuadrados. Al ser un centro católico con ciclos desde Educación Infantil (una sola línea), Primaria, Secundaria, Bachiller, hasta cursos de PCPI, consta de diferentes edificios, en los cuales se hallan aulas, despachos, salas de reuniones, secretarías, cafetería, aseos, capilla, gimnasio, salón de actos (espacios interiores), y varios patios que están divididos para los diferentes ciclos según sean primaria, secundaria o infantil, este último posee su propia zona separada del resto para que los niños puedan disfrutar del recreo y de las actividades al aire libre sin peligro (espacios exteriores). Concretamente, en el patio de Educación Infantil, hay una zona de huerto, una zona de juegos con suelo de goma y un amplio espacio con algunos árboles para que los niños puedan moverse libremente.
Si hablamos de la población beneficiaria del programa de intervención psicomotriz, vamos a centrarnos en la clase de tercero de Educación Infantil, compuesta por 26 alumnos, de los cuales seis son niñas y el resto son niños, todos de 5 y 6 años de edad. En esta clase no hay ningún caso de trastorno ni discapacidad diagnosticado por profesionales, excepto un niño que asiste con regularidad a la logopeda del centro por problemas en la expresión del lenguaje oral.
6. Diseño de la evaluación:
Para explicar la evaluación que se va a llevar a cabo en el programa, hay que decir que el papel del docente será fundamental en la misma, estará cualificado para realizar las actividades que se van a proponer y será determinante para que el alumnado se sienta seguro y protegido.
Como hemos dicho, el papel del maestro será crucial, ya que irá variando a medida que avancen las actividades, en algunos casos actuará como mero espectador y, en otros, la actividad deberá ir un poco más guiada y se necesitarán algunas directrices para llevarse a cabo de la mejor forma posible. Siempre garantizando la seguridad del alumnado y proporcionando una atención a las necesidades de los niños, como pueden ser cansancio, sueño, hambre, sed…, de esta forma el docente será un guía alerta y los niños tendrán la iniciativa, actuando siempre desde el cariño, respeto, y utilizando el refuerzo positivo como estrategia principal.
La evaluación de este programa se basará sobre todo en la observación. Partimos de que en Educación Infantil, ya de por sí el método de evaluación predominante es totalmente observacional, ya que no se puede evaluar al niño por capacidades concretas, sino de manera continua y progresiva, prestando atención a los avances que se producen. Con la observación directa podremos evaluar tanto la parte de psicomotricidad más específica, como al alumnado de manera global.
Siempre que se va a realizar algún programa de intervención y evaluación, hay que partir de las necesidades de cada alumno, atendiendo a sus características de forma individual siempre que sea posible. Para ello, pasaremos una ficha a modo de entrevista a los padres del grupo de alumnos en cuestión, lo que nos dará la información suficiente para saber desde dónde partir (Anexo 1).
La evaluación constará de una evaluación inicial, evaluación continua y evaluación final. La evaluación inicial nos servirá para acercarnos un poco al punto de partida y saber a qué nos enfrentamos de cara al curso a nivel muy general. En la evaluación continua nos centraremos en el desarrollo psicomotor que se va produciendo en el grupo, a través de observaciones y anotaciones que realizaremos a diario, tanto a nivel individual como colectivo. Ya en la evaluación final, realizaremos una tabla
Al no haber alumnado con ninguna necesidad educativa especial, no necesitamos adaptar las actividades de ninguna forma concreta.
Las sesiones tendrán todas el mismo inicio y final, de manera que al principio acercaremos al alumnado a la actividad del día, realizando con ellos una asamblea inicial de unos 10 minutos, donde introduciremos la temática de la sesión de ese día y preguntaremos a los niños sobre ella, para que den sus opiniones, conocimientos y entiendan qué vamos a trabajar y por qué. Una vez terminada la asamblea, en la sala de psicomotricidad o en el aula, la sesión estará compuesta de una primera toma de contacto o calentamiento para acercar al alumnado a la actividad correspondiente y hacerles más fácil el cambio de “ambiente”; una segunda parte que será la parte principal de la sesión, donde se realizarán las actividades más intensas; y, por último, una tercera parte que se corresponderá con la vuelta a la calma, para bajar pulsaciones y llegar a un estado físico y mental lo más relajado y tranquilo posible. La parte dinámica de la sesión tendrá una duración de 30 minutos aproximadamente. Al final de la clase, volveremos a reunirnos a modo de asamblea para debatir y compartir valoraciones y sus puntos de vista sobre la sesión. Eso nos servirá a los docentes como autoevaluación para poder cambiar o mejorar las actividades.
A continuación, expondremos la parte activa de las sesiones a desarrollar en el programa, excluyendo la asamblea inicial y final de cada una de ellas:
Sesión 1 “PREPARAMOS CUERPO Y MENTE” Justificación Al ser la primera sesión debemos de dar a conocer al alumnado lo que vamos a realizar y explicarles el porqué de la actividad. Las actividades de la primera sesión deben de servir como toma de contacto para que conozcan más sobre la psicomotricidad y sus beneficios. Objetivos - Acercar la psicomotricidad y la motricidad a los niños.
Sesión 2 “CONOZCO MI CUERPO” Justificación Esta semana acercaremos a los niños a lo que es la Psicomotricidad en sí, a conocer su cuerpo mediante el movimiento y a que reconozcan los estados de “entrar en calor”, “mantener las pulsaciones” y “relajar el cuerpo”. Objetivos -^ Conocer nuestro cuerpo en relación con los demás y las posibilidades de movimiento.
Justificación A partir de esta sesión^ iremos introduciendo implementos para utilizarlos en las actividades, así conseguiremos que el alumnado compruebe los segmentos corporales y los movimientos con la ayuda de un objeto. Conocerán las partes del cuerpo que intervienen en el juego con los aros. Haremos que descubran las diversas actividades que posibilita la utilización del aro a través del juego libre y el juego dirigido. Objetivos -^ Descubrir las posibilidades del aro como material motor.
Sesión 5 “LLUVIA DE PELOTAS” Justificación Con esta sesión trabajamos la percepción espacio-temporal de los niños, haciendo que desarrollen la coordinación óculo-manual y la fuerza del tren superior. De esta forma se trabaja la motricidad a grandes rasgos y potenciamos en los niños motivación y respeto de normas. Objetivos - Desarrollar la coordinación óculo-manual en movimiento.
Materiales Campo del patio, pelotas de gomaespuma y música. Actividades CALENTAMIENTO:
Sesión 6 “SOMOS GLOBOS” Justificación En esta sesión el protagonismo lo tendrán unos globos, los cuales los utilizaremos para realizar diferentes ejercicios y juegos motores. Es un implemento que gusta y motiva a los niños. Objetivos - Percibir y controlar el equilibrio.
PARTE PRINCIPAL:
Sesión 8 “CUERDAS” Justificación Una vez más, con la sesión con implemento buscamos el desarrollo de habilidades motrices por parte del alumnado que hasta el momento no habían experimentado. De esta forma conseguimos una motivación extra por la utilización de lo desconocido y un aprendizaje de nuevas destrezas y movimientos corporales. Objetivos - Ejecutar correctamente desplazamientos en parejas de diferentes formas.
lado de la cuerda y a otro. Con un pie, con los dos juntos, girándose en el aire, etc. (4 minutos)
Sesión 9 “PELOTAS EN EQUIPO” Justificación Una vez realizada la sesión utilizando como material las pelotas, ahora lo haremos de forma colectiva o en parejas. Es fundamental que los niños aprendan a compartir el material y a ayudar al compañero para que el ejercicio salga bien. Objetivos - Desarrollar la coordinación óculo-manual