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Este documento traza la evolución de la psicología social, desde sus orígenes en la separación de la psicología de la especulación metafísica y su conversión en una ciencia experimental, hasta los desarrollos más recientes en torno a la construcción social de la realidad. Se aborda la influencia de autores clave como durkheim, mead, lewin y moscovici, así como las principales corrientes teóricas como el interaccionismo simbólico, la teoría de las representaciones sociales y el construccionismo social. El documento destaca la importancia de los aspectos históricos, dialécticos y simbólicos de la conducta humana, el interés por la ideología, el reconocimiento del carácter activo de las personas y la preocupación por el cambio y la resolución de problemas sociales. Esta evolución refleja la creciente complejidad y relevancia de la psicología social como disciplina para comprender los fenómenos sociales contemporáneos.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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El camino recorrido por el pensamiento humano para abordar y explicar los problemas de la vida fue históricamente dicotómico. Desde los antiguos griegos (Platón, 427-347 a.C.) se buscó comprender dos órdenes de fenómenos:
El énfasis en una u otra perspectiva fue variando a lo largo de los años. Hipócrates de Cos (469-361 a. C.) incluye en su consideración de lo humano aspectos fisiológicos, psicológicos y sociales, aunque su perspectiva del hombre tiene bases claramente biológicas. Aristóteles (384-322 a. C.)destaca la pertenencia del hombre al mundo de la naturaleza. El hombre es un animal capaz de pensar e inhibir un impulso natural. La mente humana al nacer es una tabula rasa, adquiere el conocimiento por la experiencia y debe ser estudiada con los métodos de las ciencias de la naturaleza. Aristóteles sienta los principios básicos de la influencia y la persuasión sociales. Se interesó por la manera en que la persona se relaciona con el mundo, a través de los sentidos, en los que la realidad deja sus huellas. Fue un precursor del empirismo, así como Platón lo fue del racionalismo.
El pensamiento cristiano medieval retrasó radicalmente la posibilidad de estudiar la conducta humana, que se había empezado a perfilar en la cultura griega. El mundo posee una estructura jerárquica con Dios a la cabeza. El hombre es concebido como una criatura divina que no pertenece a la naturaleza. El alma procede directamente de Dios y las formas de vida social derivan de un diseño divino.
Será a partir del siglo XIV, con el Renacimiento, que aparece un nuevo interés por el hombre percibido como miembro de la naturaleza.
Los siglos XVI y XVII conducen el pensamiento humano hacia la ciencia moderna, un vínculo más estrecho entre teoría y evidencia empírica, especialmente en el área de las ciencias naturales, alejándolo de la especulación metafísica.
El pensamiento de René Descartes (siglo XVII) significó un cambio de paradigma, aunque legó a las ciencias humanas una consideración dualista del hombre: res cogitans, alma pensante, origen de las ideas – la mente es incorpórea, no forma parte del mundo natural - y res extensa, el cuerpo concebido como una máquina que puede funcionar autónomamente - esto dio un gran impulso a investigaciones anatómicas y fisiológicas-. Este dualismo llega hasta nuestros días y las diferentes teorías psicológicas adhieren ya sea a uno u otro polo o intentan su superación.
disciplinas científicas, tales como la fisiología, la astronomía y la biología, brindó a la psicología un modelo de desarrollo. Será en la segunda mitad del siglo XIX que la psicología surge como disciplina científica autónoma de la filosofía. El desarrollo del pensamiento humano progresa a través de saltos cualitativos, cambios discontinuos. Son las rupturas epistemológicas que plantea G. Bachelard (1934) o los cambios de paradigma que formula T.S. Kuhn (1962) a través de los cuales se cambia la perspectiva, se realiza un enfoque cualitativamente distinto de los hechos.
Definir la psicología social es una tarea cercanamente ligada a la práctica de la misma y a la posición teórica que se adopte en el abordaje de la psicología frente a la problemática de la interacción entre individuo y medio ambiente, individuo y sociedad, dos ejes centrales en una polémica medular en la psicología desde su constitución como disciplina independiente. Amalio Blanco Abarca, catedrático de psicología social en la Universidad Autónoma de Madrid, considera que hay tantas definiciones de Psicología Social y tantas Psicologías Sociales como profesionales la practican. Según este autor, la psicología social es como un personaje que se esconde detrás de diversas máscaras con cierta coherencia y unidad.
Lo que caracteriza a la Psicología Social es el concepto de relación, interdependencia, interacción, influencia - modificación de la conducta y las creencias de una persona debido a la presencia de otros_._ La Psicología Social enlaza la conducta a fenómenos micro y macrosociales. La Psicología Social implica una perspectiva - no individual – para enfrentar la problemática humana. La psicología social aborda la experiencia subjetiva de las personas, tal como se construye en la interacción social. Las personas intentan explicar sus experiencias de vida, atribuyendo significados intersubjetivamente a las circunstancias vividas. A ello aluden W.I. Thomas y su “definición de la situación” que se refiere a los significados que, atribuídos a la experiencia humana, construyen la realidad social; Kurt Lewin en la idea de un “ambiente psicológico” con el cual designa los espacios plenos de significado en la conciencia del hombre o Fritz Heider con su teoría de la “psicología naive”, con la cual considera que al explicar la realidad, todos somos psicólogos ingenuos.
En el abordaje de esta problemática, diferentes teorías psicológicas intentaron enfatizar algún aspecto de la relación, que lejos de cualquier intento de integración teórica, generó una multiplicidad de teorías de corto o medio alcance que fueron abordando temas específicos y abrieron nuevos campos de investigación. La psicología social se desarrolló en un terreno empírico al ritmo de las demandas de la sociedad y de la utilidad de las respuestas que fue brindando. Esta situación posibilitó importantes desarrollos metodológicos y técnicos y la elaboración de modelos conceptuales teóricos cada vez más rigurosos.
D. Cartwright intenta una definición de la psicología que sintetice sus dos orientaciones: “La psicología social es una rama de las ciencias sociales que intenta explicar cómo la sociedad influyó en la cognición, la motivación, el desarrollo y el comportamiento de individuos y es influida por ellos”. El autor destaca las relaciones recíprocas entre sociedad e individuos a través de dos constructos básicos, el ambiente
Así como Durkheim afirmaba que lo social , las normas sociales son exteriores al individuo y ejercen sobre él una coerción que le es extraña, Gabriel Tarde enfatizó el papel del individuo , de sus innovaciones y sus invenciones sobre el desarrollo social. La persona, según Tarde, interioriza las normas que se transforman en lo más íntimo del sujeto. La conciencia colectiva no tiene una existencia independiente de los individuos. Asimiladas a la conciencia, la coerción normativa se hace interior, frente a las creencias y deseos. Esta idea es germen de posteriores estudios de opiniones y actitudes. Es a través del estudio de la imitación ( Las leyes de la imitación, 1890) por lo que se incorporó la figura de Gabriel Tarde a la historia de la Psicología Social, no siempre con un énfasis correcto en lo que para G. Tarde fueron los conceptos fundantes de la Psicología Social. Tarde subraya el carácter dinámico y selectivo de la imitación. Somos el resultado de la combinación de una multiplicidad de otros. Tarde preanuncia así la posterior teoría del rol y la perspectiva social del sí mismo que deriva de “asumir el rol del otro”. El estudio del individuo puede aplicarse al conocimiento del grupo, ya que éste está compuesto por individuos y la consideración de las relaciones sociales – interpsicología - está asociada con un claro énfasis en lo interaccional, que Tarde denomina intermental e interespiritual. La interpsicología se refiere, en G. Tarde, a la reciprocidad de las imitaciones. En el proceso social, los individuos se influyen recíprocamente, construyendo una conciencia colectiva. La interacción entre las “conciencias”, la conversación perfila la posterior teoría de la comunicación. Tarde anticipa también desarrollos metodológicos y técnicos futuros, la creación de laboratorios de interpsicología, el uso de estadísticas y de la observación.
En Alemania, en la segunda mital del siglo XIX, cobra importancia la transformación universitaria generada por Humboldt que enfatiza la importancia de la investigación y que atraerá 10.000 estudiantes americanos a Alemania entre 1865 y 1914. Se discuten dos formas de conocimiento: Natürwissenschaft/ Geisteswissenchaft, ciencias naturales/ ciencias humanas y sociales , que responden a dos filosofías diferentes, el paradigma cartesiano frente al paradigma hegeliano. Descartes preparó el terreno para la emergencia de las ciencias naturales en los siglos XVII y XVIII y Hegel lo hizo para el surgimiento de las ciencias humanas y sociales en los siglos XIX y XX a través de su “Fenomenología del Espíritu” y el acceso al saber absoluto , a la consideración de la subjetividad, de la interioridad, el self considerado en relación al otro, superando la dicotomía. Este fue el contexto conflictivo en el que surgió la psicología como ciencia experimental y social. En la historia de la psicología se destaca la figura de Wilhem Wundt (1832- 1920), un científico prolífico que crea simultáneamente
La creación de la psicología fisiológica experimental ( Grundzüge der Physiologische Psychologie – Rasgos fundamentales de la Psicología Fisiológica, 1873- 74 - coincide con la del primer laboratorio de Psicología(1879). Wundt crea una psicología que estudia estados o contenidos de la conciencia, procesos sensoriales básicos, con el método de la introspección o análisis de la experiencia consciente, acentuando la consideración de lo psíquico como estructura de sensaciones y sentimientos. La introspección se manifiesta para el sujeto como percepción interna de elementos de la propia conciencia, la reacción a un estímulo mensurable, una conciencia que aísla al individuo de los otros y del fenómeno cultural. El objeto legítimo de la investigación científica es aquello presente en la conciencia. “...el único camino que la Psicología puede tomar es aquél que parte de los más elementales problemas de la vida anímica, los cuales se hallan ocultos en los fenómenos de la percepción sensible...” dirá W. Wundt en 1920. Wundt insiste en la cuantificación y control de las variables psíquicas, aspectos centrales del método experimental.
De especial interés para la Psicología Social es su Psicología de los pueblos. Apuntes para una psicología histórica del desarrollo de la humanidad (1916, 10 tomos), un trabajo de corte etnológico que estudia las formas de comportamiento colectivo, los procesos mentales que trascienden a los individuos y que surgen por asociación en una comunidad cultural y son importantes para la comprensión de procesos cognitivos superiores no cognoscibles por introspección. Estudia la relación entre lenguaje y pensamiento. Con esta obra, Wundt desarrolla la historia psicológica de la humanidad, diferente de una psicología de la conciencia individual, aborda el Volkgeist o espíritu o mente del pueblo, buscando aquello que hace de varios individuos un solo pueblo, cómo la diversidad se transforma en comunidad , fenómeno inexplicable desde la perspectiva individual. Wundt apunta a mostrar los espíritus y mentes de diferentes pueblos, razas y comunidades, cómo piensan, hacen y se instalan en el mundo, así como los productos culturales, el lenguaje, las costumbres, los mitos, la religión, la magia y las cogniciones. La cultura se define como un proceso colectivo influído por los cambios históricos. Analiza la mente en sus manifestaciones externas, es decir, en términos de cultura que se halla más allá del percatamiento individual consciente. Wundt busca develar los procesos mentales superiores, producto de creaciones sociales, culturales y artísticas únicamente explicables a partir de un punto de vista histórico. Estas ideas de Wundt tienen un antecedente importante en la psicología social rusa (aproximadamente 1860), una psicología de corte etnográfico que estudia los procesos mentales como un producto histórico y cultural, otorgándole especial relevancia al papel del lenguaje en la construcción de un pensamiento compartido. Estas son las ideas que retomará años más adelante Lev Vigotski. La obra de Wundt es producto del pensamiento alemán, enraizado en el esfuerzo de creación de un Estado-Nación, como división político – administrativa y con el desarrollo de una conciencia nacional en el siglo XVIII que propenderá el surgimiento posterior del nacionalismo. La influencia del pensamiento de W. Wundt será notable en alguno de sus coetáneos como Emilio Durkheim, en particular sobre la consideración del hecho social
social. Durkheim sostenía que había que tomar para su estudio “a los hechos sociales como cosas”, factibles de ser analizados objetivamente.
Es también en Francia que surge la consideración de la conducta de las masas, en la figura de Gustavo Le Bon , un noble preocupado por la irrupción de las masas a partir de la Revolución Francesa. Se hacía necesaria una disciplina que explicara el comportamiento social, conocer los mecanismos del control social frente a una Europa convulsionada, signada por cambios drásticos y acelerados, movimientos políticos revolucionarios, procesos de industrialización y urbanización, con los correlatos sociales de migraciones, división y enfrentamiento de clases. Para G. Le Bon (“La Foule”, 1895), los fenómenos de masas eclipsan todas las características humanas individuales positivas. El ascenso de las masas coincide con la declinación de la civilización, ya que el “alma colectiva”, a través de la sugestión y el contagio, propende una conducta inconsciente e irracional, de modo que los hombres “sienten, piensan y actúan de un modo completamente distinto a como lo haría cada uno de ellos por separado”. La masa se transforma así en una entidad psicológica distintiva e independiente de los miembros que la componen. Le Bon acerca su consideración de las masas a las entidades psicopatológicas de su tiempo y a los abordajes de intervención en boga, la hipnosis como forma de control social presente tanto en los métodos curativos de la histeria como en los fenómenos de masas espontáneos. Los estudios precursores sobre psicología de las masas y psicología colectiva sentarán las bases para la moderna psicología social europea, que tanto peso e importancia le otorga a los condicionamientos sociales de la conducta humana.
En Estados Unidos la Psicología Social hace su aparición en 1908, con la publicación de dos manuales: Edward Ross ( Social Psychology ) y William Mc.Dougall ( Introduction to Social Psychology).
Edward Ross recibe la influencia de Gabriel Tarde y de la psicología colectiva europea y postula una psicología social que estudia las conductas resultantes de las influencias interindividuales, de las interacciones sociales, tales como se dan en las situaciones de invención – combinación original de ideas en la mente individual – y sugestión e imitación – acción de unas mentes sobre otras -. Ross inscribe así a la psicología social como parte de la sociología, estudiando las uniformidades en la conducta humana debidas a causas sociales, tales como el lenguaje, los mitos, las costumbres, una psicología de las modas colectivas.
Ross destaca la imitación como explicación de la conducta. Si bien las ideas de Ross se enlazan a desarrollos posteriores sobre comunicación persuasiva (Hovland, Janis), su psicología social fue soslayada debido a la fuerza que cobró la tradición de la psicología social psicológica.
William Mc. Dougall (1871-1938) desarrolló inicialmente una psicología individual ( Introduction to Social Psychology, 1908). Considera a los instintos como origen o causa de la conducta humana individual o social. Cada instinto se corresponde con una conducta específica a la que explica y su correspondiente expresión emocional, como, por ejemplo, el instinto de huída se corresponde con el temor. La influencia social tiene una importancia secundaria en este período de su desarrollo teórico, ya que los componentes emocionales de los instintos son inmutables. Para Mc. Dougall existen instintos sociales que determinan la conducta social. Estas ideas influirán en el pensamiento de George Mead quien destaca la existencia de instintos sociales – formas de reacción del organismo frente a los estímulos – como condición necesaria para el surgimiento de la conciencia social. Influyó asimismo sobre S. Freud y sobre el trabajo de los etólogos. Sobre el pensamiento de Mc. Dougall pesaron fuertes críticas: por su posición biologista e instintivista de la conducta humana y por consiguiente la fijeza e incapacidad de cambio del ser humano. Sin embargo, la producción posterior de Mc. Dougall ( The Group Mind, 1920 ) incursiona en la psicología colectiva, con una perspectiva genética y más social de la mente humana que “está moldeada por la sociedad en la que se desarrolla”, siendo el producto de la interacción humana. El grupo tiene un poder de influencia sobre las conciencias individuales. Aboga por la existencia de una conciencia colectiva, un espíritu de grupo que se impone sobre las conciencias individuales a través de la sugestión. Con este planteo Mc. Dougall pega un viraje desde su primitiva concepción instintivista e individualista hacia un énfasis prioritario en los procesos sociales. Aborda temas como la moral de los ejércitos, las iglesias, el nacionalismo como sentimiento moral y el carácter nacional, la desorganización de las multitudes. Habrá que esperar aún los planteos de George Mead para integrar en un proceso único lo individual y lo social.
En la historia de la Psicología Social prevalecieron dos corrientes: la Psicología Social Psicológica y la Psicología Social Sociológica , cada una como derivación de una tradición de pensamiento.
La Psicología Social Psicológica deriva de la psicología general y surgió a principios del siglo XX, fundamentalmente en Estados Unidos, vinculada al conductismo,
conflictos raciales. Hicieron desarrollos metodológicos y técnicos para poder medir, controlar y modificar problemas cotidianos, tales como el desarrollo de escalas para la medición de las actitudes (Bogardus, 1926; Thurstone, 11929; Likert, 1932). Las problemáticas abordadas, especialmente durante la Segunda Guerra Mundial, se dirigían a la solución de urgentes problemas nacionales.
Uno de los trabajos más descollantes en la historia de la Psicología Social Psicológica fue la investigación experimental de Stanley Milgram (universidad de Yale, 1960-63) que puede considerarse un experimento crucial en la historia de la disciplina. Milgram reconoce su deuda teórica con las contribuciones de Teodoro Adorno, Hanna Arendt, Erich Fromm, Max Weber y Alex Comfort en su interés por estudiar las razones por las cuales la gente obedece a órdenes criminales emitidas por una autoridad legítima. Milgram se pregunta “¿somos todos nazis?” Y evalúa la obediencia, es decir la compulsión a hacer el mal, como resultado de factores contextuales: la presencia de una autoridad legítima que se hace cargo de las decisiones, el alejamiento de la víctima y el procedimiento escalonado, por etapas en el cumplimiento de órdenes criminales. Con esta experiencia, Milgram intentó explicar cómo desde el comportamiento de personas que individualmente eran “buenos ciudadanos” se llegó a un programa de exterminio masivo: el Holocausto.
Un hecho relevante fue la emigración de psicólogos guestaltistas a Estados Unidos, algunos particularmente talentosos, cuyos trabajos tuvieron importantes consecuencias para el desarrollo de una psicología social experimental. Kurt Lewin y sus discípulos (Festinger, Schachter, Cartwright, Heider) hicieron contribuciones significativas. Del aporte de estos autores fue emergiendo con el tiempo la psicología social cognitiva , cuyas raíces europeas se encuentran en la fenomenología y cuya eclosión se produce en los Estados Unidos. Los psicólogos sociales fueron cognitivistas antes del surgimiento del cognitivismo en el resto de la psicología, debido a la fuerte influencia del movimiento de la Gestalt. Las ciencias cognitivas emergen de la colaboración de psicólogos, ingenieros de comunicación y de sistemas en la posguerra.
La Psicología Social Sociológica, más emparentada con la sociología, estuvo vinculada con el interaccionismo simbólico, escuela que se desarrolló en la universidad de Chicago, a principios del siglo XX. Para este grupo de pensadores, entre quienes se encuentran Charles Cooley, W. Thomas y una de las figuras más relevantes de la Psicología Social, George H. Mead, las influencias más importantes sobre la conducta son las simbólicas, que derivan del uso del lenguaje en la interacción y que impregnan de significado la conducta social. La persona se va conformando a través de la internalización de los significados plasmados en la interacción social e incorporada al sí mismo. Esto le posibilita ver el mundo tal como lo
ven los demás. El proceso de convertirse en “persona” implica, de este modo, un desarrollo evolutivo. Algunos de los desarrollos salientes de este grupo fueron referidos a los pequeños grupos, el grupo de referencia y la teoría de los roles.
El conductismo nace oficialmente con el trabajo de J.B.Watson (1878-1958) en 1913 ( Psychology as the Behaviorist Views it, publicado en Psychological Review), quien tomando en cuenta las ideas evolucionistas darwinianas considera una continuidad entre el animal y el hombre en relación a la adaptación al ambiente. Es en este tiempo que Watson se convierte en presidente de la American Psychological Association, principal institución que centraliza el quehacer psicológico norteamericano. “ La psicología tal como la ve un conductista es una rama puramente objetiva y experimental de la ciencia natural. Su meta teórica es la predicción y el control de la conducta”, dirá J.B. Watson en 1913, pensamiento que justifica la aplicación de los métodos y principios de la psicología animal al hombre y que deriva del evolucionismo darwiniano. Caracteriza la postura de Watson un extremo ambientalismo, una importancia primordial otorgada al aprendizaje que podía convertir a cualquier persona en un eximio especialista, ya sea abogado o ladrón.
E. L. Thorndike ( 1874-1949) en su obra ( Animal Intelligence , 1898 y Educational Psychology , 1903) anterior a la proclama oficial del conductismo como teoría psicológica, realizada por Watson en 1913, trabaja sobre el condicionamiento operante o instrumental que actualmente se conceptualiza como “Teoría del refuerzo”. Se conecta un acto con una situación, ER. Consideró factible transferir al aprendizaje humano los resultados de la investigación del aprendizaje en animales, tras la huella de Darwin. Postula que el aprendizaje se logra gradualmente a través de una serie de ensayos y errores que consolidan la reacción del organismo que fue recompensada (“ley del efecto”). Los hábitos se aprenden cuando las respuestas correctas y adaptativas producen placer.
La obra de E.C. Tolman (1886-1959) indicó una transición entre el conductismo watsoniano y planteos más cercanos a las ideas cognitivas. Se denomina su obra conductismo intencional o cognitivo dada la importancia adjudicada a la intencionalidad de la conducta, la búsqueda de objetivos aprendidos en el pasado. Introduce así nociones como objetivos, expectativas y mapa cognitivo. Relaciona elementos del conductismo y de la Gestalt. A Tolman le interesa la forma en que las personas relacionan los estímulos entre sí, de modo de aprender a qué meta conducen. La conducta aparecerá ante la certeza de que conduce a determinado resultado deseado, tal como fue aprendido en la experiencia pasada, de la que el sujeto realiza una anticipación, un “mapa cognitivo”.
Entre 1940 y 1950 Neal Miller y John Dollard destacaron el papel de la imitación social en el proceso de aprendizaje social del habla. La imitación consolida la conformidad social y la disciplina. El niño imita modelos psicológicamente atractivos que tienen su peso para la aparición de conductas similares. Incorporaron también planteos psicoanalíticos, tomando en consideración nociones como frustración, agresión, conflicto, impulsos y recompensas sociales.
Otro foco de desarrollo fue el trabajo de Carl Hovland en la década de 1950 en la Universidad de Yale. Hovland y sus colaboradores investigaron el efecto de la comunicación persuasiva sobre el cambio de actitudes y opiniones.
Aportes significativos más recientes fueron la Teoría del locus de control de Rotter (1966), la Teoría de la autopercepción de Bem (1967), la Teoría de la indefensión aprendida de Martin Seligman (1975) con la reformulación de Abramson (1978) tomando en consideración los aportes de la Teoría de la atribución que señala el progresivo desplazamiento hacia explicaciones de corte cognitivo.
B. F. Skinner fue uno de los representantes más puros del neo-conductismo quien, desde 1948, se interesó en la descripción y relación entre fenómenos observados y en la problemática del control del comportamiento, su predicción y moldeamiento en el ambiente experimental del laboratorio. La conducta seguida de una recompensa, un refuerzo tenderá a presentarse con mayor frecuencia – condicionamiento operante -. De este modo el sujeto aprende. Pero la conducta se presenta, cada vez con mayor frecuencia, antes del estímulo y no con posterioridad. Se extiende de aquí su idea del carácter manipulable del comportamiento.
Su seguidor, George Homans – Teoría del intercambio , 1961-, consideró al comportamiento humano una consecuencia de los beneficios buscados, avalado por la doctrina del hombre económico, un ser humano racional. Recompensas y castigos determinan del mismo modo el comportamiento individual y el social elemental y son estudiados en los pequeños grupos. El hombre está orientado por la conservación y maximización de sus intereses en una situación de “justicia distributiva”. La teoría de Homans es de un fuerte reduccionismo psicológico, ya que explica tanto la conducta individual como la social aludiendo a principios psicológicos, buscando establecer leyes generales del comportamiento humano.
Es, sin duda, la Teoría del aprendizaje social de Albert Bandura (1962, 1976/1982) la que se destaca en la comprensión del comportamiento social humano. Le da inicialmente a la imitación de los modelos un papel preponderante en la adquisición del comportamiento, seguida de un programa de recompensas y refuerzos. Nuevas respuestas pueden adquirirse o bien inhibirse a través de la observación de modelos. Bandura se interesó especialmente en la conducta agresiva y su adquisición a partir de la observación de otros. Incorpora la importancia del aprendizaje vicario en el que la observación de otras personas permite anticipar las posibles consecuencias de la propia conducta. La posición de Bandura, crítica a modelo ER, se desplaza hacia la consideración de la conducta como resultado de la interacción de factores ambientales, personas y comportamientos, enfatizando el papel de la cognición social – proceso simbólicos que regulan conductas, aprendizaje vicario – como repercusión de los aportes del interaccionismo simbólico. Para Bandura “la conducta, los factores cognitivos y demás factores personales y las influencias ambientales operan de forma interactiva como determinantes recíprocos” configurando una “reciprocidad triádica”. Es así que Bandura denomina a su enfoque Teoría social cognitiva , enfatizando la capacidad simbólica del
Esta corriente, cuyo origen fue un movimiento originado por Max Wertheimer (1880-1943), Wolfgang Köhler (1887-1949 ) y Kurt Koffka (1886-1941) en Alemania en 1912, tuvo una honda repercusión en la psicología social, dada la influencia de las premisas de la teoría en numerosos investigadores del área. Su obra permitió expandir las ideas de la Gestalt hacia el campo de la psicología social empírica, a través de un prolífico trabajo experimental realizado en laboratorios.
La psicología de la Gestalt – Psicología de la Forma -, expresión del romanticismo alemán, sostiene que la realidad está organizada y la ciencia funciona como un sistema integrador y comprensivo. Introduce el concepto de isomorfismo – semejanza de forma, correspondencia – entre realidad y conocimiento, entre los procesos físicos, los psicológicos y los procesos fisiológicos cerebrales. La mente representa la organización de los objetos del mundo externo, así como los procesos fisiológicos. Existe un paralelismo entre las estructuras de los fenómenos del mundo natural y las estructuras y dinámicas mentales. La persona reacciona frente a una pauta organizada de estímulos que constituye la experiencia. Se oponen, de este modo, al planteo analítico y asociacionista de Wundt. Sostienen la universalidad del principio de la Gestalt. Destacan las nociones de totalidad, integridad y singularidad de la experiencia inmediata e ingenua, concepto que toman de la fenomenología (Franz Brentano, 1838-111917 – Psicología del acto – el objeto de la psicología es el acto, no la conciencia. Lo importante de lo fenómenos psíquicos es su intencionalidad. E. Husserl, Christian von Ehrenfels (1959-1932) Gestaltqualität o cualidad de la forma). Esta escuela, con características típicas del pensamiento alemán, debe emigrar a Estados Unidos, debido a la persecución sufrida por el nazismo, donde cambia su orientación inicial para integrarse a su nuevo medio social.
Los desarrollos de esta escuela comienzan con la descripción de Wertheimer acerca del fenómeno fi , un efecto perceptual dinámico a partir de dos líneas estáticas, movimiento estroboscópico o fenómeno de movimiento aparente. Se acentuó la captación de totalidades en la experiencia inmediata, el “insight” o captación súbita de hechos y relaciones desarrollado por Köhler en sus experiencias de aprendizaje con monos. Los temas centrales abordados fueron el pensamiento, los procesos cognitivos y fundamentalmente la percepción, con una clara influencia de la filosofía sobre la psicología – Kant * idea de una mente activa que estructura los elementos perceptuales de acuerdo a su propia organización * y la fenomenología , que sostiene que no existe contacto directo con el mundo que nos rodea sino a través de la percepción que tenemos de él. Este mundo, pleno de significados, tiene así una representación en la mente. Diferentes individuos tendrán distintas representaciones del mismo y de ahí la diversidad de las respuestas. La Gestalt enfatizó la consideración del campo, la totalidad de los elementos presentes, como principio explicativo. Es el todo, la organización, el que da sentido a las partes, las que forman configuraciones o esquemas, y presenta características de tendencia al equilibrio, simetría y regularidad.
Los fenómenos psicológicos ocurren en un campo – el número de factores coexistentes e interdependientes – en relación al que deben ser comprendidos. Los gestaltistas establecieron propiedades y leyes que rigen la percepción, algunas de las cuales fueron consideradas por los psicólogos sociales gestaltistas.
De la Gestalt se desprende que un importante determinante del comportamiento humano es la búsqueda de coherencia, de congruencia entre la concepción del mundo y la de uno mismo. Esto puede condicionar severas distorsiones en la percepción de la realidad objetiva (cfr. Teoría del equilibrio y Teoría de la disonancia cognitiva). Los psicólogos sociales gestaltistas convalidaron la posibilidad de estudiar de modo “ingenuo” y directo la experiencia cotidiana. Fenómenos como estructura de grupo, liderazgo, comunicación, conformismo y cambio de actitudes fueron algunos de los procesos abordados. Psicólogos sociales que desarrollaron sus estudios en esta línea de pensamiento dieron lugar a teorías en diferentes áreas de la psicología social. Kurt Lewin (1890-1947) Teoría del campo, psicólogo gestaltista en Berlín quien, con su emigración, cimentó las bases para una psicología social experimental den Estados Unidos. Atrajo consigo al Massachusetts Institute of Technology (MIT – Research Center for Group Dynamics, 1945-) un importante grupo de estudiantes y colaboradores. K. Lewin destacó la idea del espacio vital y el ambiente psicológico , para referirse a todos aquellos hechos que ejercen influencia psicológica sobre una persona en un momento determinado, con lo cual preanuncia la psicología cognitivista y la perspectiva constructivista en psicología social.
Otros gestaltistas relevantes fueron Fritz Heider (Teoría del equilibrio), Solomon Asch (experiencia de conformidad), Leon Festinger (Teoría de la disonancia cognitiva).