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El Capitalismo: Orígenes y Evolución, Traducciones de Análisis de Políticas Públicas

Este documento explora los orígenes y la evolución del capitalismo, desde sus primeras manifestaciones hasta su consolidación como sistema económico dominante. Se analizan las diferentes etapas del desarrollo del capitalismo, desde el sistema de putting-out hasta la revolución industrial, y se examinan las características clave de este sistema, como la acumulación de capital, la producción en masa y la expansión del comercio global.

Tipo: Traducciones

2023/2024

Subido el 31/12/2024

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DOBB, Maurice; Estudios sobre el desarrollo del capitalismo; SIGLO XXI; 1971
El resumen que tenéis a vuestra disposición comprende únicamente las 262
primeras páginas del libro. Las siguientes 100 tratan sobre la formación del
proletariado y la Revolución Industrial. que igualmente estos temas son
necesarios pero he preferido añadirlos a partir de la semana que viene (por falta
de tiempo, no por otra cosa, respecto a vuestras primeras “publicaciones”). Espero
que os sea de gran utilidad.
DOBB, Maurice; Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, SIGLO XXI; 1971
Maurice Dobb (Londres, 1900-Cambridge, 1976) fue economista británico. Se ha
ocupado de la dinámica de los distintos sistemas económicos, del desarrollo
económico y de su explicación histórica, así como del cálculo económico racional.
Su enfoque ha estado próximo al marxismo crítico que se desarrolló en Gran
Bretaña. Autor de Economía política y capitalismo (1937), Escritos sobre
capitalismo, desarrollo y planificación (1967), Teorías del valor y de la distribución
desde Adam Smith (1973).
1. Capitalismo
I. Definiciones
-Que el capitalismo esté mal definido se debe a que sus conceptos centrales
están configurados en un plano de abstracción que ignora los factores
históricamente relativos, únicos que permiten definirlo.
-Lo que no podemos hacer es ligar el capitalismo a un solo hecho: el político;
pues no tiene una génesis concreta. Hemos de decir que se da en distintas
épocas y a lo largo de un tiempo indefinido, ligado, asimismo, a la religión. Pero en
cualquier caso, es imposible entender la historia si rehuimos del término y del
hecho.
-Capitalismo podemos definir al “sistema de iniciativa individual absolutamente
libre, un sistema en que las relaciones económicas y sociales se reglan por
contrato; en que los hombres se comportan como agentes libres en la búsqueda
de sus sustento y en que no hay compulsiones ni restricciones legales”; es decir,
un régimen de laissez-farire.
-No obstante, sólo G. Bretaña y los EE.UU. se ciñeron al sentido más puro del
término, pero al principio. Poco a poco este régimen se fue abandonando para dar
paso a una serie de corporaciones y de monopolios; de ahí la complicación de
concretar una definición correcta.
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DOBB, Maurice; Estudios sobre el desarrollo del capitalismo; SIGLO XXI; 1971 El resumen que tenéis a vuestra disposición comprende únicamente las 262 primeras páginas del libro. Las siguientes 100 tratan sobre la formación del proletariado y la Revolución Industrial. Sé que igualmente estos temas son necesarios pero he preferido añadirlos a partir de la semana que viene (por falta de tiempo, no por otra cosa, respecto a vuestras primeras “publicaciones”). Espero que os sea de gran utilidad. DOBB, Maurice; Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, SIGLO XXI; 1971 Maurice Dobb (Londres, 1900-Cambridge, 1976) fue economista británico. Se ha ocupado de la dinámica de los distintos sistemas económicos, del desarrollo económico y de su explicación histórica, así como del cálculo económico racional. Su enfoque ha estado próximo al marxismo crítico que se desarrolló en Gran Bretaña. Autor de Economía política y capitalismo (1937), Escritos sobre capitalismo, desarrollo y planificación (1967), Teorías del valor y de la distribución desde Adam Smith (1973).

  1. Capitalismo I. Definiciones -Que el capitalismo esté mal definido se debe a que sus conceptos centrales están configurados en un plano de abstracción que ignora los factores históricamente relativos, únicos que permiten definirlo. -Lo que no podemos hacer es ligar el capitalismo a un solo hecho: el político; pues no tiene una génesis concreta. Hemos de decir que se da en distintas épocas y a lo largo de un tiempo indefinido, ligado, asimismo, a la religión. Pero en cualquier caso, es imposible entender la historia si rehuimos del término y del hecho. -Capitalismo podemos definir al “sistema de iniciativa individual absolutamente libre, un sistema en que las relaciones económicas y sociales se reglan por contrato; en que los hombres se comportan como agentes libres en la búsqueda de sus sustento y en que no hay compulsiones ni restricciones legales”; es decir, un régimen de laissez-farire. -No obstante, sólo G. Bretaña y los EE.UU. se ciñeron al sentido más puro del término, pero al principio. Poco a poco este régimen se fue abandonando para dar paso a una serie de corporaciones y de monopolios; de ahí la complicación de concretar una definición correcta.

-Sombart creía que “en algún momento del remoto pasado el espíritu capitalista ha de haber existido -en embrión, si se prefiere-, antes de que una empresa capitalista pudiera volverse realidad. El hombre pre-capitalista era un hombre natural, que concebía la actividad económica como el simple aprovisionamiento de sus necesidades naturales; pero poco a poco fue tornando esta idea: el amasar capital era el motivo dominante de la actividad económica y, con frío cálculo, liga este fin a todos los aspectos de su vida”. -Podemos también decir que el capitalismo se basa en “la separación en el espacio y en el tiempo de los actos de producción y la venta, que pasó a ser por intervención de un comerciante mayorista, el cual adelantaba dinero para la compra de mercancías a fin de venderlas luego con un beneficio”. Por tanto, el capitalismo está íntimamente ligado a las ganancias futuras. -El primero en definir el capitalismo fue KARL MARX. Nunca dijo que fuera un espíritu de empresa, ni el uso del dinero para financiar transacciones, sino un modo particular de producción que ligaba, de manera diferente a como fue en el pasado, al trabajador con el método de producción: sistema, pues, bajo el cual la fuerza de trabajo se había convertido, a su vez, en mercancía y era comprada y vendida como cualquier otro objeto. Principalmente, dice Marx, esto comenzó a darse cuando una clase subsistente empleó su trabajo como fuente de supervivencia, y que luego significó acumulación de capital. -A título informativo, el autor del libro, Dobb, opina que, excepto Marx, las definiciones del capitalismo tienden a fijarse únicamente en dos aspectos: la existencia de un mercado hecho para el beneficio y una sociedad cuyas actividades comerciales tienen fines lucrativos. De ser tan simplista la definición, podríamos concluir que la compra de esclavos en Roma o el comercio de telares y especias entre Constantinopla y el occidente de Europa son actividades puramente capitalistas, y esto nos condenaría a la imposible tarea de dar una cronología, más o menos, concreta de los inicios del capitalismo. -En conclusión, el capitalismo, con el resurgimiento de Marx en la historiografía, ha pasado de ser definido con la ganancia como motivo de actividad económica, a hacerlo con un nuevo tipo de diferenciación entre las clases capitalistas y proletarias. El rasgo fundamental del capitalismo es el sistema del trabajo asalariado en el que el obrero no tiene derecho de propiedad sobre las mercancías que fabrica ni vende los frutos de su trabajo sino su trabajo mismo. A raíz de esto, como ya veremos, la posesión de capital y el hábito de comerciar se han vuelto dominantes en todas las instituciones de la sociedad.

plustrabajo (digamos, las labores que realizaban los campesinos al señor más allá de la cobertura de gastos, los beneficios). -La FASE INICIAL del capitalismo no se da en Países Bajos en los siglo XII, como dice Pirenne, o en el siglo XIV, con sus gremios artesanales, sino en la segunda mitad del siglo XVI y los comienzos del XVII, cuando se forja el “Putting-out system”: sistema primitivo de obrero asalariado que consiste en el trabajo medianamente subordinado de un mercader a un capitalista vendedor. Sin poder concretar fechas, se puede afirmar que el capitalismo embrionario tiene sus orígenes bajo los últimos decenios de la dinastía Tudor de Inglaterra. -La SEGUNDA FASE del capitalismo entronca, primero con las revoluciones del período cromwelliano y las luchas del parlamento inglés contra los monopolios, segundo con la revolución industrial del siglo XVIII y XIX (más ligada al ámbito económico que político). Desde un punto de vista actual, la Revolución Industrial representó, simplemente, el momento de madurez de una fase primitiva y todavía inmadura del capitalismo, hacia otra etapa en la que se establece el divorcio definitivo entre el propietario y el productor, la relación simple y directa entre el capitalista y el obrero y la instalación de centros colectivos de producción a gran escala (la fábrica). -Es cierto que podemos señalar la desintegración del feudalismo como época de transición hacia el capitalismo, pero en ningún momento podemos decir que el hundimiento del primero fue motivado por la implantación del segundo. Hemos de señalar un período de transición caracterizado por los oficios urbanos y la aparición de arrendatarios libres. Aquí ya estamos viendo un modo de producción que se había hecho independiente del feudalismo. -Cuando, en el pasado, sobrevino la intervención del Estado como política deliberada y permanente, adaptada a las circunstancias normales de tiempos de paz, al parecer los dos principales objetivos que la provocaron, fueron: imponer un monopolio a favor de un grupo de capitalistas o reforzar las ataduras de disciplina del trabajo, y cabe esperar que, en una sociedad capitalista, los esfuerzos del Estado por controlar salarios y restringir la libertad de movimientos del obrero serán mayores si está agotada la reserva de trabajo que cuando ella es abundante. El capitalismo, sólo en ausencia de regulaciones y controles, podría encontrar condiciones de expansión favorables. Así, a veces encontramos que el monopolio parece el antagonista directo del capitalismo cuando, ya veremos, a veces sirvió como apoyo a ciertos grupos burgueses para progresar en la acumulación de capital (aunque también, otras veces, como freno). -Como Marx y Engels dicen en el Manifiesto Comunista: la burguesía ha desempeñado en el transcurso de la historia, un papel verdaderamente

revolucionario… hasta que ella no lo reveló no supimos cuánto podía dar de sí el trabajo del hombre… (la revolución) no puede existir si no es revolucionando incesantemente los instrumentos de la producción , que tanto vale decir el sistema todo de la producción, y con él todo el régimen social”. A ello hemos de añadir que el período de madurez llegó gracias a una elasticidad de mercados poco común y a un crecimiento de las tasas de oferta de trabajo.

  1. La declinación del feudalismo y el crecimiento de las ciudades I. -La definición para el feudalismo ha tenido tanta controversia que en ocasiones se ha tomado como una tarea inútil. Para formular unas características concretas hemos de decidir de qué modo dividiremos el continuum del proceso histórico, qué hechos y qué secuencias deberán ser puestos de relieve. Como la clasificación debe necesariamente preceder al análisis y formar su base se sigue que la descripción del concepto condicionará el resultado de la exposición. -En cualquier caso, en un principio se definió feudalismo dejando aparte los derechos banales y demás caracteres jurídicos, pues se prefirió atender a “la posesión de la tierra, que es la fuente del poder político”. Luego se prefirió aferrarse a los aspectos antes no abordados pues “el status está determinado por el goce de los derechos reales”. -Para nuestro caso definiremos feudalismo ateniéndonos al objetivo de nuestro trabajo: destacando la relación entre el productor directo (el artesano o el campesino) y su superior o señor inmediato. Por tanto, el feudalismo es un modo de producción. ¿Qué es, si no, la obligación que el señor impone, independientemente de la voluntad ajena, a su siervo cuando le pide ciertas exigencias económicas para pagar los tributos y derechos banales?. El esclavismo, dice Marx, es bastante diferente a esto, pues al menos el campesino cuenta con un “trabajo” para crear sus condiciones de subsistencia, algo que en el primer caso es ajeno. -En un principio el “señorío feudal” se asoció a un modo de producción, a la descentralización política, a la posesión condicional de tierras por parte de los señores para cederlas a un siervo y a la potestad cuasi-judicial del propietario sobre la población sometida. No obstante, más allá de las múltiples variables, la única característica inmanente al feudalismo es la posesión de tierra en calidad de feudo.

esto, fue la ineficacia del feudalismo como sistema de producción, ligada a las crecientes necesidades de renta de la clase dominante, los principales responsables de su declinación, puesto que esta necesidad de renta adicional promovió un incremento en la presión sobre el productor hasta un punto en que ella se hizo literalmente insoportable. -La productividad del trabajo se mantuvo muy baja en la economía señorial, a causa de los métodos empleados así como de la falta de incentivos para el trabajo; pero no sólo eso: hasta tal punto era pobre el rendimiento de la tierra, que ciertos especialistas han llegado a inferir que el sistema de cultivo tendía a un efectivo agotamiento del suelo. -La voluntad e influencia del “señor”, según Vinogradoff, fue mucho mayor en los siglo XIII y XIV que en los registros anteriores, lo que nos habla de la crisis demográfica y económica que se estaba danto en el campo. El campesino era una figura explotada en el país y aniquilada en el extranjero, especialmente en época de carestía. Pero donde no había suficiente braceros se contrataba “hombres libres”. Estas acciones fueron denunciadas por el Abate de Cluny, quien no apoyaba las cargas extraordinarias. Generalmente, tan abundantes impuestos dieron lugar al bandolerismo y al vagabundaje. -(AL CONTRARIO DE LO QUE DIJO CAYUELA…) En Inglaterra, en el siglo XIV, la despoblación del campo y, con ella, la escasez de trabajo, a causa de la Peste Negra, había llegado hasta el punto de provocar una seria contracción de las rentas feudales y una tendencia, no a mejorar la reserva señorial sino, al contrario, a reducir sus dimensiones mediante arriendo a campesinos. Hoy parece claro que este arriendo de los dominios fue expresión de crisis económica antes que fruto de una creciente ambición de comerciar y de progresar. -Los dos últimos siglos de la Edad Media fueron, en toda Europa occidental y central, un período de “malestar” rural y despoblamiento”. El temor a perder más población, llevó a algunos señores a rebajar sus impuestos sobre los campesinos y a éstos a realizar trabajos gratuitos en la reserva de su señor. III. Reacciones frente al DESPOBLAMIENTO -A grandes rasgos, los señores adoptaron dos opciones. La primera, se vieron obligados a hacer concesiones que representaron una mitigación de cargas serviles y hasta, a veces, el reemplazo de una relación obligatoria por otra contractual, corporizada en un pago de dinero. La segunda, tomaron medidas y reforzaron las cargas feudales, adscribiendo a los siervos a la gleba o capturando

fugitivos, así como implantando obligaciones serviles donde antes habían sido mitigadas. -Por lo general, exceptuando en Flandes, el feudalismo se reforzó en el siglo XIV al Este del Rhin hasta la Península Ibérica. -(Esto coincide con lo dicho por cayuela). Como reacción a la crisis que se estaba viviendo, en grandes zonas del oeste y el norte de Inglaterra, las cuales eran APTAS para la cría de ovejas así como para el desarrollo del comercio lanero, los señores optaron por los pagos en dinero a los campesinos, antes que a las prestaciones obligatorias de trabajo que hubieran sido necesarias, en cantidades mucho mayores, como base para el cultivo de dominios arables. -(IMPORTANTE) El señor feudal gozaba de unos servicios del campesino, las corvées, en las que todo tiempo de trabajo dedicado al domino era puro excedente para el señor. Cuando el señor feudal renunciaba a las prestaciones de trabajo obligatorio (o corvées), las alternativas que se le presentaban eran arrendar la reserva señorial o contratar trabajadores para su cultivo a cambio de un salario en dinero:

  • Sistema salarial: el productor/trabajador ya no extraería su subsistencia del producto de su trabajo, sino del tiempo empleado en su tenencia particular dentro de la propiedad señorial. (en pags. 74-75 desarrollado con total precisión y detalle). Pero para que este sistema pudiera llevarse a cabo tuvo que haber una reserva de trabajadores y el nivel de productividad de este trabajo asalariado tuvo que ser, en considerable proporción, mayor que sus salarios. Estas dos condiciones constituían el mínimum para que los dueños de tierras se sintieran incitados y atraídos por el modelo. La transición hacia el trabajo asalariado era más rentable en tipos de cultivo en que el producto neto del trabajo era elevado (es decir, en que había muchos beneficios y excedente) mientras que era más probable que se conservara el trabajo servil donde prevalecieran los cultivos en que la productividad del trabajo era escasa. Esto es esencial para entender la distinta evolución de los sistemas económicos. Todo era cuestión de gastos- beneficios. *Sistema de arrendamiento: Arrendar podría suponer un ahorro de gastos fijos de administración del señorío. Dicho de otro modo: recaudar rentas podía resultar mucho más barato que mantener un plantel de mayordomos y bailíos siempre detrás del cobro de obligaciones a los campesinos serviles. El ascenso de los gremios pudo llevar al señor a querer mostrarse más competente y a deber hacer la economía algo más flexible. Mientras más escasa era la tierra con relación a los trabajadores, más elevada tendía a ser la rentabilidad de la tierra, por lo tanto mayor el incentivo para adoptar una política de arriendos en vez de cultivar el

-En tanto el feudalismo cae progresivamente, las ciudades, con autoridad e independencia económica y política en diversos grados, se convierten en el centro de las transacciones comerciales de carácter monetario. Además, hicieron las veces de imán atrayente de las masas emigrantes del campo, las cuales buscaban un “oasis” de exenciones tributarias señoriales. Pero sería un gravísimo error histórico considerar las ciudades como microcosmos de capitalismo. Este pertenece a un momento posterior. -En Inglaterra, conforme las condiciones fueron favorables a una acumulación de excedente, se impulsó el comercio lanar. Tanto es así que, en el siglo XVI incluso los nobles cercaban sus tierras para dedicarse a negocios rurales de carácter mercantil. Por otro lado, que en las ciudades los artesanos usaran sus propias herramientas para fabricar unos productos cuyo fin fuera la venta directa, mas no el pago a un señor feudal, constituye un hecho relevante, embrión del futuro nuevo sistema económico sin intermediarios que sesgaran parte del beneficio. Lo que sí es cierto es que, paralelamente, se consolidaban los primeros signos diferenciadores de clases dentro de la comunidad urbana. Una oligarquía exclusivamente comercial se estaba formando dentro del gobierno municipal. El motivo y lugar de su origen ha sido controvertido, sin llegar a una explicación concluyente. (A modo de curiosidad, en el siglo XVIII, en la mismísima Manchester se obligaba a emplear el molino y el horno de pan de su señor… lo cual significaba un obstáculo hacia el libre comercio. Por eso debemos ser relativos a la hora de explicar la Revolución Industrial) -Tenemos la explicación de que las ciudades se originaron en asentamientos de caravanas de mercaderes, que en un principio deambulaban conjuntamente, para protegerse, de un lugar a otro y que finalmente tomaron asiento aprovechando el nudo de comunicaciones que constituía un antiguo asentamiento romano (tened en cuenta lo dicho por Cayuela en lo referente a Manchester “un cruce de caminos). Esto les proporcionaría una identidad propia, lo cual, sumado a cierta ventaja militar dada por una muralla poco a poco erigida, les llevó a ser respetados. Por tanta influencia, finalmente recibieron una serie de privilegios y protecciones especiales del rey. Esta teoría (mercaderes ambulantes, mercaderes asentados, mercaderes como núcleo de la actividad comercial, mercaderes con privilegios) no riñe con la concepción feudal. El propio señor podría conceder privilegios con tal de tener un mercado bajo su potestad, pues es lógico que le pareciese una fuente de rentas adicionales el tener un comercio bajo su control. -De todos modos, estamos seguros de que es incorrecto seguir un único patrón para definir el “renacer” de las ciudades tras la oscura época postcarlingia en la

que el Islam era dueño y señor del mediterráneo, al menos hasta mediados del siglo X. La mayoría, entre ellos Henri Pirenne, apunta a que fue el impulso al comercio marítimo lo que movió a dinamizar las caravanas de productos hacia un solo punto de afluencia: las ciudades. -En Rusia, entre el Oka y el Volga, encontramos numerosos ejemplos de ambos casos. Primeramente, ciudades fundadas por algún señor feudal con intereses comerciales y artesanales. Segundo, otros centros fundados por libre asociación de artesanos. -Pronto los burgueses, que tuvieron origen incierto, acaso mercaderes que lograron ciertas riquezas y ascendieron en la escala social, se agruparon en “guildas mercantiles” para luchar por sus derechos y los de la ciudad. El siguiente paso fue controlar los oficios y el mercado local en propio beneficio. Esta progresión no se saldó sin enfrentamientos sangrientos, ni siquiera en Inglaterra; más bien todo lo contrario. Contamos con numerosísimos enfrentamientos de ciudadanos descontentos contra abades y priores que imponían ciertas medidas restrictivas a lo largo de todo el siglo XIV.

  1. Los comienzos de la burguesía. I. -Se ha llegado a afirmar que en el siglo XIV, en Inglaterra, no existen diferencias sociales plausibles entre comerciantes, maestros artesanos y oficiales. Más que los ingresos, lo que nos lleva a diferenciar a los ciudadanos es el método con que los obtenían. -En un principio, los artesanos trabajaban a mano sus propios productos y ellos mismos los vendían en el mercado local. A esto Marx lo llama “régimen de pequeña producción”. En él encontramos poco margen para el ahorro. Con el paso del tiempo cierto grupo social pasó a dedicarse exclusivamente al comercio mayorista, en el cual había gran expansión de ganancias a corto plazo. De este colectivo nacerían los burgueses. -Si bien el sistema de la primera burguesía no era de carácter feudal, sí es cierto que tendrían que apelar, igualmente, al trabajo del campesinado labrador o del artesano urbano. Pero lo cierto es que las primeras riquezas burguesas eran, en sentido estricto, “producidas”, y no “adquiridas, por los mismos servicios que la difusión del comercio rendía al productor directamente; es decir, comprando barato para vender caro. No se trata de un comercio de equivalentes.

-En una etapa más avanzada encontramos el denominado “colonialismo urbano” en relación al campo. En Europa continental estaba mucho más desarrollada la tendencia a que ricas repúblicas burguesas dominaran y explotaran un “hinterland” (tierra adentro, digamos) rural. Las ciudades, ya no los señores feudales (de ahí que anteriormente hayamos relacionado el feudalismo con las primeras tasas de beneficios protocapitalistas) guardaban celosamente el derecho a cobrar portazgos y pontazgos. II. -Como ya anticipamos, El nacimiento de una organización de intereses comerciales, distinta del artesanado cobró dos formas paralelas. La separación entre el productor/artesano y el hombre únicamente comerciante y, en segundo lugar, el dominio del gobierno municipal con el objetivo de promover sus privilegios y subordinar a los artesanos; es decir, la corrupción de un sistema poco sólido. Se forman nuevas corporaciones de mercaderes compuestas enteramente por comerciantes, diferenciados de los artesanos e investidos, por sus cartas de derechos, como monopolistas exclusivos sobre cierta rama particular de comercio mayorista. En otras palabras, del monopolio de la guilda se pasó a una “hiperespecialización” mercantil concreta. Esto supuso que cualquier artesano, en cualquier transacción, dependía totalmente de las asociaciones más poderosas. La tendencia de los gremios artesanales más pobres a caer bajo la subordinación de un empresario de la industria, es un hecho muy común en este período. El caso de los tejedores fue el más notable. -De manera paralela a estos desarrollos, se produjo la concentración de poder político en las ciudades en manos de una oligarquía de burgueses: oligarquía que parece haber sido idéntica al sector de mercaderes más acaudalados que estaban logrando el monopolio del comercio mayorista anteriormente. La forma de gobierno de los centros comerciales pasó de ser una “democracia” a una plutocracia y, después, a una oligarquía. Curiosamente, este tipo de plutocracias, que es el estadio que ahora vamos a tratar, comienzan a surgir al mismo tiempo que desaparecen las antiguas guildas burguesas. Muy común en esta época es que aparezca una diferenciación de jerarquía social entre potentiores, mediocres e inferiores. Como ha señalado un historiador, la relación entre las guildas poderosas y la ciudad era muy similar a la que hay entre los colegios y las universidades de Oxford y Cambridge. Por ejemplo, contamos con numerosos casos en los que los majoribus (digamos, los burgueses) contaban con gran cantidad de privilegios de puerto y mercado, así como sobre las leyes dictadas en la ciudad. Digamos que ahora, esta capa social, comprendía un cúmulo de competencias.

  • (Importante) Aquellas capas bajas o intermedias podían tomar dos caminos para progresar: bien acumular dinero y comprarse un puesto en las compañías privilegiadas, o bien luchar a fin de que su propio gremio de artesanos alcanzara condición de organismo comercial. III. -Las Staples, asociación de mercaderes o un mercado de concentración, solía gozar de privilegios reales y derechos que le proporcionaban el privilegio sobre algún producto, en este caso el almacenaje y exportación. -(Importantísimo) En Flandes, concretamente en Brujas, se estableció el staples más potente de Europa. A él llegaban, por ley, desde el extranjero toda la lana para elaborar paños y prendas que luego serían vendidas, claro está, a mayor precio que el de su materia prima. Esto, evidentemente, llevó a múltiples conflictos; pero lo que nos interesa no es esto. Como hemos visto, las oligarquías inglesas vendían en el extranjero la abundante lana, que recolectaban los arrendatarios de monasterios y señoríos, a mayor precio que en su propio país. Llegado el momento en Inglaterra fueron conscientes de que el beneficio que Flandes obtenía de la diferencia entre la materia prima comprada en el extranjero y la venta del producto elaborado por sus pañeros era mucho menor que la que los ingleses obtendrían por vender tan solo la materia prima. -En palabras de Eileen Power “El enorme margen entre los precios internos y los externos de lana implicó que era más rentable vender lana elaborada, no sólo en el país sino en el exterior, a precio mucho menor que paño, por ejemplo, paño de Flandes, puesto que éste debía pagar una suma enormemente mayor por la misma materia prima. Para los ingleses, exportar paño fue cada vez más lucrativo que exportar lana”. -La guerra comercial entre los comerciantes ingleses de paños y la Hansa fue prolongada. -A modo de curiosidad, los staples ingleses dejaron de exportar lana en 1614 por prohibición real, para así poder fijar su atención en el mercado interno donde obtuvieron los derechos de ser los únicos intermediarios. -Desde mediados del siglo XVI, acaso influidos por el auge del protestantismo, Inglaterra logró establecer una red comercial de 5 o 6 grandes compañías con subsedes en distintas áreas y con total control sobre la zona. La Compañía de Rusia, Compañía de España, Compañía del Este y Compañía del Levante (asociada con la Compañía de Venecia y la anterior Compañía de Turquía) son
  • No obstante todo esto, Marx nos dice, en el vol.I (pag. 169) de El capital, que “la verdadera era del capital”, que seguirá más bien este segundo modelo, “no se presenta hasta el siglo XVI”. -Como podemos suponer ambos modelos se entrecruzan y complementan durante largo tiempo. No será hasta la Inglaterra de los Estuardo (1/2 S.XV) cuando los mercaderes pasen, de estar bajo el dominio de los gremios, a ser controlados por ciertas oligarquías acomodadas de carácter absolutamente mercantil. Consecuentemente, aparecieron aquí promotores que organizaron empresas en forma de “Sociedades”, o de “Sociedades por acciones”, encabezadas por ciertos “mercaderes-portuarios”, empezando a emplear obreros asalariados en escala considerable. Con ello se buscaba enfrentarse a las nuevas y caras técnicas de producción. -Paralelamente (igual que decía Cayuela) los mercaderes compraban tierras de señorío para explotarlas agrícolamente con el único fin de potenciar el lucrativo tráfico lanar. Para que estas acciones fueran efectivas se hubieron de cercar los pastos comunales, enclosures, en detrimento, únicamente, de los pequeños agricultores. A raíz de este sistema de producción surgió la clase conocida como los yeoman, campesinado con posibles. -El control sobre la producción se hizo efectivo con los enclosures. El comerciante ya no trataría de producir mucho para poder solventar todos los gastos y sacar cierto beneficio, sino que trataría de ahorrar mucho más en la adquisición de herramientas o de materia prima. A ello favoreció la rápida depresión de los salarios reales (por la caída del valor monetario) y la “inflación de ganancias” consiguientes. -Esta “inflación de ganancias” benefició a unos pocos, conocidos como “mercaderes-patronos” o “mercaderes-portuarios”. Ellos aplicaron la política del staple o las guildas, pero con significativas novedades. Si bien estos “mercaderes- portuarios” deseaban que hubiese exceso de oferta y de demanda como anteriormente los gremios, buscaban más bien establecer una relación particular exclusiva entre una clientela y unos artesanos asalariados por él que realizarían los encargos que mandara. -El nuevo modelo tuvo pocos adeptos entre los viejos grupos gremiales, que veían cómo los pequeños grupos de artesanos a los que habían negado la entrada en su círculo de aprendices se refugiaban bajo la protección del mercader- portuario, quien promovería, como hemos dicho, producciones particulares para colectivos concretos. En ningún momento el cambio fue radical. Habría que esperar muchos años para que el salto cuantitativo fuese cualitativo.

-Un punto determinante fue la fundación de las doce grandes Livery Companies de Londres, cuyas cúspides estaban ocupadas exclusivamente por una oligarquía mercantil que a su vez controlaba el gobierno de Londres. De hecho, durante muchos años la mayoría de regidores y alguaciles, así como todos los alcaldes, pertenecieron a una de estas Liveries. -Con los mercaderes-portuarios o patronos y las Livery Companies asistimos a los primeros pasos de un notable desplazamiento del centro de gravedad. El proceso al que asistimos es el que Marx caracterizó como “el camino realmente revolucionario” (citado al principio de este capítulo I). -El siguiente paso del “sistema de encargos” (del patrono) lo encontramos a la hora de definir el modelo de producción. Existía la producción manufacturera y la doméstica. La manufactura implicaba reunir todas las máquinas e instrumentos en un mismo recinto, la doméstica suponía repartir lo dicho en las casas de los distintos artesanos. Como es evidente la primera opción era mucho más costosa, pues implicaba un edificio específico para dicha actividad. No obstante, si bien no es hasta la 2/2 del s.XVII cuando lo encontramos más extendido, hallamos ejemplos varios de mercaderes-portuarios dispuestos a invertir en estos proyectos. He aquí el nacimiento de la industria primigenia. -A raíz de aquí, las industrias saladoras, de papel, de pólvora, los primeros establecimientos azufreros, un gran número de “cooperativas” hulleras y ferrerías prosperaron a lo largo y ancho del país. Por otro lado, en el oeste del país se dieron varios proyectos de altos hornos, fábricas de clavos y espadas, “Sociedades” extractoras de plomo y cobre, otras que fabricaban latón. Pero el cuantioso capital empleado y el gran número de jornaleros dejaban poco margen a los beneficios, no obstante, el primer paso hacia la obtención de sumos beneficios y grandes cantidades de productos, ya estaba dado. -En cualquier caso, los problemas fueron subsanándose con el tiempo. La manufactura y la artesanía doméstica sobrevivieron conjuntamente durante largo tiempo. El primer sistema permitía supervisar más de cerca trabajo. La gran especialización que en las fábricas se le dio a la serie de herramientas que empleaba cada una de las especializaciones (telares, tejedores, curtidores) creó una de las condiciones materiales para el empleo de maquinaria: la combinación de instrumentos simples. -Que el coste de los instrumentos de trabajo aumentara provocó que muchos trabajadores tuvieran que alquilarlos a un mercader dispuesto a invertir. De ahí que dependiesen continuamente de alguien que subvencionara sus empleos. Desde un telar a una casa o la formación en el empleo era pagado.

era la costumbre. Por regla general, sin embargo, la firme alianza de la aristocracia mercantil y bancaria de las ciudades con la nobleza feudal, resultó demasiado sólida para el movimiento democrático. -En Alemania hubo numerosas revueltas de patronos capitalistas contra la opresión ejercida por los gremios de artesanos y el patriciado de las familias más antiguas en Colonia, Franckfort o Halle. Fue gracias al apoyo de los nobles y algunos patricios que los artesanos gozaron de derechos a comprar y vender donde quisiesen, aprovechando su poderío para privar a las ciudades de sus muchos privilegios. -En el caso de Francia, podemos decir que la evolución hacia el capitalismo y los pasos seguidos una vez instalado, son más parecidos al modelo inglés que al continental. Con el siglo XVI se inicia verdaderamente el período capitalista. Todas las industrias nuevas son industrias centralizadas que “reclutan sus numerosos obreros entre el ejército de desocupados, en continuo crecimiento”. Sería en el siglo XVII cuando primaría el papel del primitivo proletario, como nos muestran los muchos decretos que daban derecho a reclutar mano de obra o les impedía cambiar de trabajo una vez contratados. -(CONCLUSIÓN IMPORTANTÍSIMA) En el caso de Italia, Alemania y los Países Bajos (en menor medida Francia), lo notable no es tanto la fecha temprana –en comparación con Inglaterra- en que apareció la producción capitalista, cuanto que el nuevo sistema no logró crecer mucho más allá de su promisoria y precoz adolescencia. La generación de capital, como vemos en estos ejemplos, no es factor suficiente para que haya un cambio radical en las estructuras económicas. -Viendo diversos desarrollos del capitalismo, cabe retomar la tesis de Karl Marx de que, en esta etapa, el ascenso de una clase de capitalistas industriales surgida de las filas de los propios productores es condición sine qua non de toda transformación revolucionaria de la producción. III. -(RESUMEN IMPORTANTE) Con lo dicho debe resultar evidente que el quebrantamiento del localismo urbano y de los monopolios de los gremios de artesanos constituye un prerrequisito del crecimiento de la producción capitalista, sea bajo su forma manufacturera o bajo su forma doméstica. Asimismo ha de haber un mercado en el que el capital pueda ser invertido, y cuáles mejores que las manufacturas y la agricultura (en la cual no se pudo invertir en Francia hasta la Revolución de 1789).

-En Inglaterra, en las disputas entre las industrias rurales y los gobiernos municipales, la monarquía tendió a inclinarse por los segundos. Esto se debió a principios conservadores: el deseo de mantener la estabilidad del orden social y un equilibrio de fuerzas de clase, seriamente amenazados. -Los gérmenes de un movimiento a favor del libre comercio, según esto, se encontraban entre los intereses inmediatos de los terratenientes que practicaban cercamientos, de comerciantes y de fabricantes de paños de provincias, así como de aquellos miembros de las Livery Companies de Londres. Vinculados a la industria rural. Pero este libre comercio era una medida ad hoc, nunca un principio general como en el s.XIX. Es imposible afirmar que todo esto se hubiera llevado a cabo, aunque fuera temporalmente tan solo, sin la ayuda de la monarquía, la cual protegió y estimuló la inversión industrial allí donde faltaba o era inexistente. -Los Estuardo se preocuparon mucho en conceder monopolios más allá de la existencia de las Livery Company. Además, implantaron un sistema en que los derechos de precedencia económica estaban determinados por la influencia de la Corte. De ahí que en muchas ocasiones, los parvenu o provincianos sobornaran a los cortesanos para que les concedieran una carta de privilegios. -La lucha final contra los monopolios se libró en Londres entre 1601 y 1604, al introducirse un proyecto que abolía todo privilegio sobre el comercio exterior. Se señaló en qué medida el régimen existente favorecía a Londres, hundiendo en la miseria a los demás puertos comerciales. Se propuso que las compañías para el comercio estuviesen abiertas a cualquier persona. No obstante, desde el momento en que se dictó el Estatuto de Monopolios y hasta 1640, poco antes de la Commonwealth, el Parlamento censuró las ilegalidades cometidas contra la ley. -Puede decirse que esta lucha del Parlamento contra privilegios y monopolios concedidos por la realeza –a la vez que el rechazo del derecho de imponer arbitrariamente cárcel o impuestos-, constituyeron el motivo central del estallido revolucionario del siglo XVII (pag. 204 a 207). La burguesía y gran cantidad de municipios rurales apoyaron la causa parlamentaria, mientras que aquellos elementos alejados de una participación activa en la industria, sintieron que sus intereses iban ligados a los de la monarquía. Los intereses en lo económico iban paralelos a lo político. -CROMWELL y su nuevo Ejército Modelo se alineaban las masas de trabajadores artesanos, aprendices y campesinos con sus peligrosas especulaciones contra los monopolistas y los “terratenientes perversos” y sus diezmos. El aspecto religioso también estuvo presente. Todos los que lo apoyaron eran puritanos que querían venganza cumplida contra obispos y presbíteros anglicanos, laxos en sus costumbres.