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La Construcción del Estado Argentino en el Siglo XIX, Resúmenes de Historia

Este documento explora la formación del estado argentino en la segunda mitad del siglo xix, desde el fin de la era rosista hasta la consolidación de la hegemonía de buenos aires. Analiza el proceso de organización nacional, las tensiones entre las provincias y buenos aires, la sanción de la constitución de 1853, la unificación nacional bajo el liderazgo de mitre, y los esfuerzos por construir un aparato estatal y una administración central. Se destaca la importancia de la provincia de buenos aires en la configuración del orden nacional y la influencia de los liberales en la política argentina.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 25/10/2024

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La construcción del Estado
argentino en la segunda mitad del
siglo XIX
La Argentina después de Caseros: de la
organización nacional a la secesión de Buenos
Aires
El fin de la etapa rosista y el Acuerdo de San Nicolás
El 3 de febrero de 1852, Urquiza triunfa en la Batalla de Caseros,
poniendo fin a la etapa rosista. Urquiza designa a Vicente López y
Planes como gobernador provisorio de la provincia de Buenos Aires.
Urquiza se aboca a conseguir el apoyo de los gobernadores, quienes
hasta ese momento le rendían lealtad a Rosas. Las provincias le rinden
tributo al vencedor de Caseros, refrendado el 6 de abril de 1852 con la
firma del protocolo en Palermo.
Urquiza convoca a una Convención Nacional en San Nicolás para
propender a la organización de la república. Todas las provincias, a
excepción de Jujuy, Salta y Córdoba, se hacen presentes.
El Acuerdo de San Nicolás designa a Urquiza como representante de la
Confederación Argentina, encargado de las relaciones exteriores y de
mantener la paz exterior. Todos los gobiernos provinciales firman el
acuerdo, incluyendo las provincias que no habían asistido.
Tensiones en Buenos Aires
Luego de Caseros, los antiguos aliados de Rosas se reacomodan en el
nuevo escenario político. Se configuran dos grupos que compiten por el
poder gubernamental, la hegemonía en el espacio público y la simpatía
de la población.
En las elecciones para la Legislatura del 11 de abril de 1852, la lista
"ministerial" triunfa sobre la lista "amarilla", respaldada por el
gobernador y Urquiza. La oposición en la Legislatura la convierte en un
espacio de disputa política.
La Legislatura puede ahora elegir al gobernador de la provincia: la
oposición refrendó a Vicente López y Planes en el cargo.
De las palabras a las armas
Mientras se desarrolla el Acuerdo de San Nicolás, la oposición porteña
comienza a discutir sobre el camino que adoptaba la Confederación.
Las facultades otorgadas a Urquiza fueron motivo de disputas y
conflictos.
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La construcción del Estado

argentino en la segunda mitad del

siglo XIX

La Argentina después de Caseros: de la

organización nacional a la secesión de Buenos

Aires

El fin de la etapa rosista y el Acuerdo de San Nicolás

El 3 de febrero de 1852, Urquiza triunfa en la Batalla de Caseros, poniendo fin a la etapa rosista. Urquiza designa a Vicente López y Planes como gobernador provisorio de la provincia de Buenos Aires. Urquiza se aboca a conseguir el apoyo de los gobernadores, quienes hasta ese momento le rendían lealtad a Rosas. Las provincias le rinden tributo al vencedor de Caseros, refrendado el 6 de abril de 1852 con la firma del protocolo en Palermo. Urquiza convoca a una Convención Nacional en San Nicolás para propender a la organización de la república. Todas las provincias, a excepción de Jujuy, Salta y Córdoba, se hacen presentes. El Acuerdo de San Nicolás designa a Urquiza como representante de la Confederación Argentina, encargado de las relaciones exteriores y de mantener la paz exterior. Todos los gobiernos provinciales firman el acuerdo, incluyendo las provincias que no habían asistido.

Tensiones en Buenos Aires

Luego de Caseros, los antiguos aliados de Rosas se reacomodan en el nuevo escenario político. Se configuran dos grupos que compiten por el poder gubernamental, la hegemonía en el espacio público y la simpatía de la población. En las elecciones para la Legislatura del 11 de abril de 1852, la lista "ministerial" triunfa sobre la lista "amarilla", respaldada por el gobernador y Urquiza. La oposición en la Legislatura la convierte en un espacio de disputa política. La Legislatura puede ahora elegir al gobernador de la provincia: la oposición refrendó a Vicente López y Planes en el cargo.

De las palabras a las armas

Mientras se desarrolla el Acuerdo de San Nicolás, la oposición porteña comienza a discutir sobre el camino que adoptaba la Confederación. Las facultades otorgadas a Urquiza fueron motivo de disputas y conflictos.

Tras el rechazo por parte de la Legislatura del Acuerdo de San Nicolás, Buenos Aires queda separada del resto de la Confederación. Comienza una etapa de reafirmación de la autonomía porteña. Las tropas de Hilario Lagos se levantan en armas para pedir la renuncia de Adolfo Alsina y la concurrencia al Congreso de Santa Fe. Luego de varios meses de sitio, se firma un armisticio que pone fin a las hostilidades.

La sanción de la Constitución

Mientras sucede el conflicto en Buenos Aires, en la provincia de Santa Fe se firma la Constitución en un contexto tranquilo, casi sin debate. La Constitución de 1853 da lugar a una república federal, representativa y afirma el principio de igualdad ante la ley.

El avance de los liberales

Después de Pavón, la unificación de Argentina se realiza bajo la hegemonía de Buenos Aires. Los liberales influyen sobre el resto del país, desplazando a los federales (salvo Urquiza) del poder en las provincias. Con la elección de Mitre (1862-1868), queda constituido el primer gobierno nacional. Mitre se propone imponer a sus aliados liberales en el gobierno de todas las provincias, contando con el ejército porteño como instrumento decisivo. Mediante una combinación de amenaza militar y coacción política, el país entero se subordina a la dirección de Buenos Aires. Las legislaturas provinciales otorgan a Mitre los poderes necesarios para convocar a elecciones y ejercer relaciones exteriores.

Bases institucionales y materiales para un Estado

La gestión de Mitre retoma los esfuerzos realizados por Urquiza para dar forma a los poderes del Estado y a una administración central, así como para conseguir que las provincias resignen parte de su soberanía en la autoridad nacional. Existían diferentes maneras de entender el Estado y grandes discrepancias respecto de quiénes debían estar al frente de su organización.

La unificación nacional y la construcción del

Estado

La articulación de regímenes provinciales

La unificación nacional no se tradujo en un régimen ni en un orden político centralizado, sino en una articulación de regímenes provinciales. Durante el gobierno de Mitre, las disputas políticas fueron constantes y alcanzaron su máxima expresión de violencia durante la guerra contra el Paraguay. Esta situación no frenó los trabajos tendientes a construir un aparato estatal, lo

medio de las armas. Creó el Ministerio de Guerra y Marina y decretó la creación de un ejército profesional permanente.

La política práctica

La política práctica tenía su sede principal en las provincias, donde el poder se construía y reproducía a partir de tradiciones y estilos propios a cada una de ellas. Grupos que se fueron identificando como liberales y federales, con divisiones internas, disputaron gobernaciones y legislaturas.

La política en la Argentina después de

Caseros

La confrontación entre liberales y federales

Después de la caída de Rosas, la batalla política continuó en la Argentina. Aunque las dirigencias seguían proclamando la virtud de la unanimidad, en cada provincia la lucha partidaria siguió animando la cotidianidad de esos años. La confrontación entre liberales y federales siguió vigente, y cada uno de esos grupos se fraccionó con diferente grado de intensidad.

La división del partido de la libertad en Buenos Aires

En la propia Buenos Aires, el partido de la libertad se dividió. Los autonomistas, críticos de los nacionalistas en el gobierno, formaron una fuerza poderosa que compitió con éxito en la provincia.

La participación de nuevos y viejos actores

Viejos y nuevos actores intervinieron en el juego del poder, provenientes de diferentes ubicaciones sociales dentro del amplio espectro de las clases propietarias y letradas. En algunas provincias se formaron redes de familias ampliadas que operaban como grupos de interés y como tramas de organización política.

La competencia entre grupos

La competencia entre grupos fue intensa y se dio en el marco de instrumentos institucionales y mecanismos informales. La legislatura era un escenario decisivo, tanto por su protagonismo luego de Caseros como porque allí se votaban los senadores nacionales y se designaba el gobernador.

El poder de los gobernadores

Los gobernadores ya no podían concentrar facultades extraordinarias ni optar por la reelección, pero todavía tenían importantes resortes de poder. En algunas provincias se creó la figura del jefe político, que operaba como delegado del gobernador en los diferentes distritos y funcionaba como nexo

entre los grupos políticos locales y los del centro provincial. Una faceta fundamental del poder de los gobernadores fue su potestad en relación con las milicias y la Guardia Nacional.

Los trabajos electorales

Los cargos de gobernador y legislador eran electivos, y su confirmación requería de la instancia electoral. Las provincias eran distritos electorales de presidente y vicepresidente, por lo que su organización y control estaba a cargo de las autoridades locales.

Algunas características de los procesos electorales

Las candidaturas no seguían un sistema formal, sino que eran el resultado de negociaciones entre los hombres fuertes de cada grupo. La cantidad de votantes oscilaba mucho entre elecciones, y en algunas provincias se crearon organizaciones como los clubes electorales para actuar en ese terreno, convocando a los ciudadanos a votar y creando mecanismos concretos de producción del sufragio.

La maquinaria electoral en Tucumán durante

la década de 1860

Importancia de contar con recursos estatales

Para lograr una maquinaria electoral eficiente, era importante contar con algunos resortes del estado nacional o de las administraciones provinciales. Esto facilitaba el reclutamiento de los votantes y permitía ejercer un control directo sobre el terreno de los comicios.

El caso de Tucumán

En Tucumán, durante la primera mitad de la década de 1860, la aceitada maquinaria del clan Posse eliminó toda posibilidad de competencia. En algunos momentos y lugares, los resultados fueron canónicos y se impuso la lista oficial casi por unanimidad.

Competencia entre grupos y movilización de recursos

electorales

Sin embargo, en otros casos hubo competencias entre los grupos y una movilización más amplia de recursos electorales de todo tipo, antes, durante y después de los comicios. Esto ocurría cuando la elección era convalidada o anulada en las legislaturas o las cámaras del Congreso.