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El Programa Minimalista: una nueva aproximación a la gramática generativa, Guías, Proyectos, Investigaciones de Filosofía

El documento discute el Programa Minimalista (PM) y la Tesis Minimalista Fuerte (TMF) como una nueva orientación en la gramática generativa. El PM representa un cambio significativo con respecto al modelo GB, ya que considera el lenguaje como un componente de la mente diferenciado pero fuertemente dependiente de los sistemas mentales con los que interacciona. La TMF eleva esta perspectiva metodológica a una apuesta empírica sobre la naturaleza de la facultad humana del lenguaje.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se relaciona el Programa Minimalista con la Tesis Minimalista Fuerte?
  • ¿Qué implicaciones ontológicas tiene el Programa Minimalista para la lingüística?
  • ¿Qué es el Programa Minimalista y cómo difiere de la gramática generativa tradicional?

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2020/2021

Subido el 20/10/2021

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bg1
teorema
Vol. XXVI/2, 2007, pp. 141-148
ISSN: 0210-1602
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NOTAS CRÍTICAS
Lo que no hace falta aprender y lo que no se necesita saber
Guillermo Lorenzo González
“La gran perfección parece imperfecta”
El Lao Zi de Guodian [B7 8 XLV]
Linguistic minimalism. Origins, concepts, methods, and aims, de CEDRIC
BOECKX.OXFORD,OXFORD UNIVERSITY PRESS, 2006, 246 pp.
Uno de los indicadores más fiables de la entrada en la madurez de un
planteamiento teórico es la proliferación de obras de carácter introductorio
solventes (consideradas individualmente) y consistentes (consideradas en
conjunto). Creo que la aparición durante los dos últimos años de textos como
Lasnik, Uriagereka & Boeckx (2005) y Hornstein, Nunes & Grohmann
(2006), aportaciones muy importantes para una compresión integral de los
supuestos básicos y los detalles del análisis propios del minimalismo lingüís-
tico, no sólo son buenos exponentes del estado de la cuestión dentro del gene-
rativismo, sino también de la renovada vitalidad del enfoque. A este tipo de
trabajos se han venido sumado, además, otros textos destinados a poner al
descubierto y a justificar desde diferentes puntos de vista la singularidad teó-
rica del empeño minimalista.1 Entre tales trabajos de fundamentación destacan
muy especialmente los de Hinzen (2006), en el que sobresale la justificación
del planteamiento desde el punto de vista de la filosofía de la mente, y el de
Cedric Boeckx, que motiva esta nota crítica.
El libro de Boeckx es verdaderamente polifacético y brillante en todas y
cada una de las facetas tocadas. Boeckx consigue introducir con sencillez los
contenidos programáticos del minimalismo (no sería admisible otra cosa con
relación a un enfoque que precisamente se propone desvelar la simplicidad
subyacente a la aparente complejidad del diseño del lenguaje humano), vin-
cularlos con las diferentes etapas del desarrollo histórico de la gramática ge-
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¡Descarga El Programa Minimalista: una nueva aproximación a la gramática generativa y más Guías, Proyectos, Investigaciones en PDF de Filosofía solo en Docsity!

teorema Vol. XXVI/2, 2007, pp. 141- ISSN: 0210-

NOTAS CRÍTICAS

Lo que no hace falta aprender y lo que no se necesita saber

Guillermo Lorenzo González

“La gran perfección parece imperfecta” El Lao Zi de Guodian [B7 8 XLV]

Linguistic minimalism. Origins, concepts, methods, and aims, de CEDRIC BOECKX. O XFORD , O XFORD U NIVERSITY P RESS , 2006, 246 pp.

Uno de los indicadores más fiables de la entrada en la madurez de un planteamiento teórico es la proliferación de obras de carácter introductorio solventes (consideradas individualmente) y consistentes (consideradas en conjunto). Creo que la aparición durante los dos últimos años de textos como Lasnik, Uriagereka & Boeckx (2005) y Hornstein, Nunes & Grohmann (2006), aportaciones muy importantes para una compresión integral de los supuestos básicos y los detalles del análisis propios del minimalismo lingüís- tico, no sólo son buenos exponentes del estado de la cuestión dentro del gene- rativismo, sino también de la renovada vitalidad del enfoque. A este tipo de trabajos se han venido sumado, además, otros textos destinados a poner al descubierto y a justificar desde diferentes puntos de vista la singularidad teó- rica del empeño minimalista.^1 Entre tales trabajos de fundamentación destacan muy especialmente los de Hinzen (2006), en el que sobresale la justificación del planteamiento desde el punto de vista de la filosofía de la mente, y el de Cedric Boeckx, que motiva esta nota crítica. El libro de Boeckx es verdaderamente polifacético y brillante en todas y cada una de las facetas tocadas. Boeckx consigue introducir con sencillez los contenidos programáticos del minimalismo (no sería admisible otra cosa con relación a un enfoque que precisamente se propone desvelar la simplicidad subyacente a la aparente complejidad del diseño del lenguaje humano), vin- cularlos con las diferentes etapas del desarrollo histórico de la gramática ge-

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nerativa, justificarlos en relación con las máximas que guían la práctica cien- tífica normal en cualquier campo del saber y sintetizar sus más relevantes éxitos en la confrontación con los hechos, siempre tozudos y proclives a re- sistirse a las predicciones empíricas más audaces de las teorías. El libro de Boeckx es, sin duda, el instrumento adecuado para obtener una comprensión global del enfoque y un valioso primer paso antes de atreverse con las sutile- zas del análisis minimalista. Un libro en mi opinión excelente que, como tal, plantea cuestiones de enorme complejidad con relación a las cuales el autor expone opiniones a menudo originales y siempre bien informadas. Cedric Boeckx es, no en vano, uno de los investigadores indiscutible y justamente si- tuados a la vanguardia del minimalismo.^2 En cualquier caso, algunos de los supuestos que subyacen al enfoque no se justifican de un modo autoevidente y la posición adoptada por el autor hacia ellos puede dejar en algunos casos al lector con algún conocimiento previo de la evolución del generativismo en un estado de no plena conformidad. Quisiera por ello centrar esta nota en un par de aspectos referentes al trasfondo histórico y al fundamento conceptual del minimalismo tocados en la obra de Boeckx, pero cuya lectura me ha permiti- do precisamente confirmar como especialmente polémicos en la interpreta- ción teórica del enfoque.

I. LA TEORÍA DE P RINCIPIOS Y P ARÁMETROS Y EL P ROGRAMA MINIMALISTA.

¿S ON PARTES DE UN MISMO EMPEÑO TEÓRICO?

La esencia del llamado Programa Minimalista (en adelante, PM) consis- te en una hipótesis de trabajo basada en considerar el lenguaje como una “so- lución óptima” a las exigencias que supone su acomodación a la estructura mental en que se inserta, dentro de la cual podemos suponerle una función mediadora entre los sistemas de pensamiento del cerebro humano y los sis- temas senso-motrices de que se sirven aquellos en la comunicación interindi- vidual. 3 La idea de “solución óptima” (o “perfecta”, en formulaciones más atrevidas) plantea sencillamente la posibilidad de que el diseño del lenguaje puede explicarse haciendo únicamente uso:

(1) de símbolos o recursos computacionales impuestos por los sistemas externos (condiciones de interfaz); y

(2) de condiciones sobre el desarrollo, de principios de análisis de datos y de procedimientos computacionales genéricos o inespecíficos de dominio (principios generales).

El PM consiste básicamente en explorar esta tesis hasta sus últimas consecuencias y llegar así a establecer el grado de motivación que pueda concedérsele al lenguaje con relación al tipo de ambiente en que se desen-

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la estimulación ambiental), lo que consigue derivando los principios de la GU de principios más elementales de economía, simetría o necesidad conceptual virtual de naturaleza no específicamente lingüística.^7 Para Boeckx, por tanto, el PM, aunque explore principios explicativos de una naturaleza diferente a los del modelo GB, no escapa al marco de la TP&P, a la que de hecho se propone explicar. Aunque se trate de una forma interesante de dar sentido al PM y aunque Boeckx la defienda con innegable brillantez, no consigo com- partir esta visión tan estrictamente “metodológica” del minimalismo, que creo que pasa por alto las enormes implicaciones de la apuesta “ontológica” que introduce en el panorama de la lingüística.^8 La razón fundamental de mi desacuerdo con Boeckx consiste sencilla- mente en que cada nuevo principio “descubierto” por el PM (ya sea una nue- va “condición de interfaz” ya sea algún tipo de “principio general”) no “deriva” en realidad algún principio gramatical específico previamente mane- jado, sino que directamente lo “elimina”. Siguiendo a Chomsky (2004), (2005) o (2006), las condiciones de interfaz y los principios generales, de un lado, y los principios de la GU, de otro lado, son en realidad dos tipos dife- rentes de principios que se encuentra en una relación de competencia dentro de las explicaciones lingüísticas (y no en una especie de relación metateóri- ca). De este modo, lo que caracteriza al PM como propuesta metodológica es el dar preferencia (explorar en primer lugar) el primer tipo de principios, concediendo la actuación de los segundos sólo en ausencia de una buena al- ternativa. Ontológicamente, el PM defiende una imagen de la facultad del lenguaje en cuyo diseño (es decir, en su forma, pero también en su desarrollo y evolución) no hace falta implicar principios específicos de dominio. Creo, pues, que es difícil conciliar la imagen del lenguaje que acompa- ñaría al éxito del PM con la postulada por la TP&P. Para ésta, el diseño del lenguaje humano es una función de un sistema de principios específicos de dominio innatos (GU) capaces de amoldarse en ciertos detalles superficiales al estímulo ambiental, mientras que para aquel resulta de la actuación durante el desarrollo de principios generales e inespecíficos de dominio que interac- túan con las condiciones impuestas por los sistemas externos y las caracterís- ticas del estímulo recibido en cada caso. Una forma elocuente de expresar la brecha que personalmente advierto entre uno y otro planteamiento es preci- samente la frase que sirve de título a esta nota y con cuya aclaración cerraré esta sección. Mientras que la solución al Problema de Platón que plantea la TP&P se basa en la postulación de una estructura de conocimiento inicial que no hace falta aprender , sino que directamente remite a un genotipo lin- güístico y se proyecta sobre el estímulo, la que ofrece el PM consiste en fun- dar su progresión en una serie de condiciones de interfaz y de principios generales que actuarían directamente sobre el desarrollo del lenguaje y que ni siquiera serían objeto del conocimiento atribuible a un hablante. 9 Y esto, pasando por alto la nada sutil diferencia de que el Problema de Platón no pa-

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rece definir las aspiraciones explicativas del PM, centrado más bien en rendir cuentas de las características de diseño del lenguaje humano a través de la confirmación de la TMF. Chomsky (2004) lo expresa diciendo que el PM se sitúa “más allá de la adecuación explicativa”, pero no debemos ser ingenuos al descifrar esta frase, cuyo significado real no puede ser otro que el de que el PM ha traído consigo una nueva pauta de adecuación explicativa para el gene- rativismo.^10 Existe, evidentemente, una continuidad histórica entre la TP&P (cuya encarnación ha sido el modelo GB) y el PM, pues el último ha sido posi- ble gracias a los resultados alcanzados por aquella, pero es igualmente evi- dente, a mi juicio, que el PM se desentiende de la arquitectura conceptual elaborada por la TP&P y representa una ruptura en toda regla respecto a ésta.

II. EL PROGRAMA MINIMALISTA. ¿ES TAN IMPORTANTE SUBRAYARLO?

Una segunda cuestión a la que Boeckx concede una gran importancia en su obra y a la que dedica un importante despliegue argumental es la de que debemos considerar el minimalismo lingüístico como un programa teórico y no como una teoría propiamente dicha. Es justo reconocer que, al abordar es- ta cuestión, Boeckx lleva a cabo un interesantísimo trabajo de comparación metateórica entre la física y la lingüística que nos permite reconocer en ésta todas las virtudes y limitaciones de la ciencia normal. Creo, sin embargo, que acaba por no conseguir aclarar debidamente qué es lo que convierte al PM en un “programa” y cuáles son las consecuencias que de ello se derivan. Me parece entender que Boeckx interpreta la noción de programa en, al menos, tres sentidos diferentes: (1) un conjunto de pautas conceptuales para la elaboración de teorías [pp. 83-109]; (2) un conjunto de criterios para la evaluación de teorías [p. 59]; y (3) una teoría en desarrollo [p. 155]. Ninguno de ellos me parece del todo satisfactorio ni para establecer la distinción entre “programas” y “teorías” ni, sobre todo, para captar concretamente la esencia del PM como un programa en lugar de como una teoría. Respecto al primero de los sentidos apuntados, lo cierto es que la diver- sidad de las propuestas para la interpretación de un mismo aspecto de la gra- mática era tan propia del modelo GB (si es que aquel era una verdadera teoría) como lo es actualmente del PM. 11 En ambos casos podría hablarse, por tanto, de un marco de pautas conceptuales ampliamente aceptadas dentro del cuales caben numerosos pronunciamientos sobre fenómenos particulares. ¿Por qué uno debe conformarse con ser un programa y al otro concedérsele el rango de teoría? ¿Y a qué efectos? No acabo de verlo claro. Por otra parte, tampoco se ve claro qué significa que el minimalismo sea un programa para elaborar teorías, si en realidad ya se considera integrada en una teoría elabo- rada de antemano (la TP&P). Respecto al segundo sentido, es el que me pare- ce más insatisfactorio de todos, porque incide en la consideración del

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(^2) En la bibliografía de la obra aparece como firmante de más de veinticinco li-

bros y artículos en los últimos cinco años, todos ellos en las editoriales y revistas más prestigiosas en el campo de la lingüística. (^3) Los sistemas de pensamiento y los sistemas senso-motrices son referidos con-

juntamente como sistemas externos o de actuación. (^4) Las formulaciones más tempranas del minimalismo se encuentran en Choms-

ky (1995), aunque la más tajante de la TMF es sin duda la de Chomsky (2000). Chomsky (2005) contiene una importante reflexión sobre los logros y las aspiraciones del minimalismo y Chomsky (2006) ofrece una buena presentación del enfoque en un tono no demasiado técnico. (^5) Véase Chomsky (1981) y Chomsky (1985), que han quedado como textos clá-

sicos del modelo GB. (^6) En concreto, desde Chomsky (1965). (^7) La idea de “economía” plantea optar por las explicaciones que impliquen un

menor número de símbolos u operaciones; la de “simetría” supone la búsqueda de principios lo más abarcadores que sea posible; la de “necesidad conceptual virtual” implica el ajustar la teoría al máximo a lo demandado por una descripción desnuda de los hechos. (^8) Sobre la distinción entre un “minimalismo metodológico” y un “minimalismo

ontológico” puede leerse Martin & Uriagereka (2000) y Chomsky (2000). (^9) En este sentido, puede decirse que el PM comparte el empeño de eliminación

de las restricciones “representacionales” innatas propio de modelos conexionistas co- mo el de Elman et. al (1996), promoviendo en su lugar restricciones de tipo “arquitec- tónico” y “cronotrópicas”. Sólo las primeras, las de tipo representacional, serían verdaderos objetos de conocimiento o, en palabras de Fodor [(1983), p. 5], objetos “bona fide” de una actitud proposicional en esquemas tales como “x sabe (/cree, /cognoce) que P”. Este tipo de restricciones son, sin embargo, las únicas previstas por la arquitectura P&P. (^10) Véase, sobre esta cuestión, las consideraciones de Longa (1999) y de Longa

& Lorenzo (en prensa). (^11) Piénsese, por ejemplo, en la proliferación de definiciones de “mando-c” o de

“rección” durante la era GB.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CHOMSKY, N. (1965), Aspects of the theory of syntax , Cambridge (MA), The MIT Press. — (1981), Lectures on government and binding. The Pisa lectures , Dordrecht, Foris. — (1985), Knowledge of language. Its nature, origins and use , New York, Praeger. — (1995), The minimalist program , Cambridge (MA), The MIT Press. — (2000), “Minimalist inquiries: the framework”, en Martin, R. Michaels, D. y Uriagereka, J. (eds.), Step by step. Essays in honor of Howard Lasnik , Cambridge (MA), The MIT Press, pp. 89-155. — (2004), “Beyond explanatory adequacy”, en Adriana Belletti (ed.), Structures and beyond , Oxford, Oxford Univesity Press, pp. 104-131. — (2005), “Three factors in language design”, en Linguistic Inquiry , 36, pp. 1-22. — (2006), “Approaching UG from below”, MIT, manuscrito inédito.

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E LLMAN, J.L. et al. (1996), Rethinking innateness. A connectionist perspective on development , Cambridge (MA), The MIT Press. FODOR , J.A. (1983), The modularity of mind. An essay on faculty psychology , Cambridge (MA), The MIT Press. HINZEN, W. (2006), Mind design and minimal syntax , Oxford, Oxford University Press. HORNSTEIN, N., NUNES, J. y GROHMANN, K.K. (2005), Understanding minimalism , Cambridge, Cambridge University Press. L ASNIK, H., URIAGEREKA, J. y BOECKX, C. (2005), A Course in Minimalist Syntax. Foundations and Prospects , Oxford, Blackwell. L ONGA, V.M. (1999), “The status of transformations in the minimalist program and the logical problem of language acquisition: an apparent disagreement”, Theoretical Linguistics, 25 (2/3), pp. 161-178. L ONGA, V.M. y L ORENZO, G. (en prensa), “What about a (really) minimalist theory of language acquisition?”, en Linguistics. MARTIN, R. y URIAGEREKA, J. (2000), “Some possible foundations of the minimalist program”, en Martin, R. Michaels, D. y Uriagereka, J. (eds.), Step by step. Essays in honor of Howard Lasnik , Cambridge (MA), The MIT Press, pp. 1-29. SEUREN, P. (2004), Chomsky’s minimalism , Oxford, Oxford University Press.