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INTRODUCCION Y TODOS, Apuntes de Fisiología Humana

CARACTERISTICAS Y DEFINICIONES DE LOS MUSCULOS

Tipo: Apuntes

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HAOL, Núm. 7 (Primavera, 2005), 151-157 ISSN 1696-2060
© Historia Actual Online 2005 151
EL ANÁLISIS DE LOS SISTEMAS MUNDIALES Y SU
APLICACIÓN
José Antonio Ruiz Gil
Departamento de Geografía, Historia y Filosofía, Facultad Filosofía y Letras, Universidad de
Cádiz, Spain. E-mail: jantonio.ruiz@uca.es
Recibido: 17 Febrero 2005 / Revisado: 11 Marzo 2005 / Aceptado: 04 Mayo 2005 / Publicado: 15 Junio 2005
Resumen: El artículo inicia en el conocimiento
del Sistema-Mundial para hispanohablantes. Se
presentan definiciones, temporalidad, la crítica
al eurocentrismo, y las implicaciones
intelectuales que tienen. Los Sistemas
Mundiales como civilizaciones. Conexiones y
entidades (redes). Distintos enfoques sobre
Sistemas Mundiales. Para terminar, muestro el
plan de investigación en la Bahía de Cádiz, un
lugar situado estratégicamente en el Estrecho de
Gibraltar, pero alejado del núcleo histórico del
antiguo Próximo Oriente. ¿Pudo haber un
Sistema Mundial en este lugar? ¿Cuándo se
incorporó al Sistema Mundial actual? ¿Cuál fue
su papel?
Palabras clave: Arqueología, Bahía de Cádiz,
Sistema Mundial.
_____________________
¿QUÉ SE ENTIENDE POR SISTEMA
MUNDIAL?
a participación de un arqueólogo y
prehistoriador puede ser considerada
como meramente anecdótica. No es así.
El punto de partida que tomo es el de Andrew
Sherratt. Este colega británico acepta el reto
conceptual en una materia como la nuestra,
donde las visiones "difusionistas", incluso
"colonialistas", propias de una investigación
decimonónica han sido denostadas. Lejos de
sucumbir a las presiones mayoritarias de un
academicismo parcelador, adopta la perspectiva
integradora de los sistemas mundiales. En su
opinión, y estoy radicalmente de acuerdo, la
comprensión del pasado florece para cada nueva
generación, empleando para ello, y de forma
chocante, el presente. Desde este punto de vista,
y rechazando todo relativismo, tanto el presente
como el pasado están en constante cambio1.
Tras esta declaración de intenciones, ¿cómo
podemos reconocer un Sistema Mundial? O
dicho de otra forma, ¿Qué es un Sistema
Mundial? Como es conocido, el concepto surgió
a partir de la edición en 1974 de Modern World
System de I. Wallerstein. Se trataba de un
término ligado a la Historia Económica de la
Edad Moderna, por lo que F. Braudel en 1984
propuso hacer una diferencia entre sistema
económico mundial y sistema económico-
mundo. El primero se aplicaría al conjunto del
mundo, y el segundo a un fragmento del mundo,
a una sección económicamente autónoma.
Sin embargo, será A. G. Frank quien saque
partido de este concepto haciendo las propuestas
más innovadoras. Desde la óptica de la
economía contemporánea en países
subdesarrollados, plantea el estudio social del
Sistema Mundial a partir de lo que él denomina
Three legged stool o "taburete de tres patas":
ecológico-económica, política y cultural,
ideológico-ética2.
Siguiendo a este autor, la captura por la élite A
de parte del excedente económico extraído por
la élite B significa que hay una "acumulación
interpenetrante" entre A y B. Esta transferencia
o intercambio de excedente conecta no sólo las
dos élites, sino también sus 'sociedades'
(economía, política e ideología), enlazando
procesos de mantenimiento del excedente, sus
estructuras de explotación y opresión de clase y
género y sus instituciones. A través del reparto
de excedentes, la élite A y las clases
explotadoras se unen sistemáticamente al "modo
de producción" e, incluso más importante, al
"modo de acumulación" en B. Por extensión, si
parte del excedente de la élite B es también
comerciado, a través de igual o desigual
intercambio, con parte del excedente acumulado
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HAOL, Núm. 7 (Primavera, 2005), 151-157 ISSN 1696-

EL ANÁLISIS DE LOS SISTEMAS MUNDIALES Y SU

APLICACIÓN

José Antonio Ruiz Gil

Departamento de Geografía, Historia y Filosofía, Facultad Filosofía y Letras, Universidad de

Cádiz, Spain. E-mail: jantonio.ruiz@uca.es

Recibido: 17 Febrero 2005 / Revisado: 11 Marzo 2005 / Aceptado: 04 Mayo 2005 / Publicado: 15 Junio 2005

Resumen: El artículo inicia en el conocimiento del Sistema-Mundial para hispanohablantes. Se presentan definiciones, temporalidad, la crítica al eurocentrismo, y las implicaciones intelectuales que tienen. Los Sistemas Mundiales como civilizaciones. Conexiones y entidades (redes). Distintos enfoques sobre Sistemas Mundiales. Para terminar, muestro el plan de investigación en la Bahía de Cádiz, un lugar situado estratégicamente en el Estrecho de Gibraltar, pero alejado del núcleo histórico del antiguo Próximo Oriente. ¿Pudo haber un Sistema Mundial en este lugar? ¿Cuándo se incorporó al Sistema Mundial actual? ¿Cuál fue su papel? Palabras clave: Arqueología, Bahía de Cádiz, Sistema Mundial. _____________________

¿QUÉ SE ENTIENDE POR SISTEMA

MUNDIAL?

a participación de un arqueólogo y prehistoriador puede ser considerada como meramente anecdótica. No es así. El punto de partida que tomo es el de Andrew Sherratt. Este colega británico acepta el reto conceptual en una materia como la nuestra, donde las visiones "difusionistas", incluso "colonialistas", propias de una investigación decimonónica han sido denostadas. Lejos de sucumbir a las presiones mayoritarias de un academicismo parcelador, adopta la perspectiva integradora de los sistemas mundiales. En su opinión, y estoy radicalmente de acuerdo, la comprensión del pasado florece para cada nueva generación, empleando para ello, y de forma chocante, el presente. Desde este punto de vista, y rechazando todo relativismo, tanto el presente como el pasado están en constante cambio^1.

Tras esta declaración de intenciones, ¿cómo podemos reconocer un Sistema Mundial? O dicho de otra forma, ¿Qué es un Sistema Mundial? Como es conocido, el concepto surgió a partir de la edición en 1974 de Modern World System de I. Wallerstein. Se trataba de un término ligado a la Historia Económica de la Edad Moderna, por lo que F. Braudel en 1984 propuso hacer una diferencia entre sistema económico mundial y sistema económico- mundo. El primero se aplicaría al conjunto del mundo, y el segundo a un fragmento del mundo, a una sección económicamente autónoma.

Sin embargo, será A. G. Frank quien saque partido de este concepto haciendo las propuestas más innovadoras. Desde la óptica de la economía contemporánea en países subdesarrollados, plantea el estudio social del Sistema Mundial a partir de lo que él denomina Three legged stool o "taburete de tres patas": ecológico-económica, política y cultural, ideológico-ética 2.

Siguiendo a este autor, la captura por la élite A de parte del excedente económico extraído por la élite B significa que hay una "acumulación interpenetrante" entre A y B. Esta transferencia o intercambio de excedente conecta no sólo las dos élites, sino también sus 'sociedades' (economía, política e ideología), enlazando procesos de mantenimiento del excedente, sus estructuras de explotación y opresión de clase y género y sus instituciones. A través del reparto de excedentes, la élite A y las clases explotadoras se unen sistemáticamente al "modo de producción" e, incluso más importante, al "modo de acumulación" en B. Por extensión, si parte del excedente de la élite B es también comerciado, a través de igual o desigual intercambio, con parte del excedente acumulado

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Análisis de los sistemas mundiales José Antonio Ruiz Gil

por la élite C, entonces no sólo B y C sino también A y C están sistemáticamente unidos a través del intermediario B. Entonces A, B y C están sistemáticamente conectados en el mismo modo acumulación. Esta acumulación interpenetrante crea así una interdependencia comunal entre estructuras de acumulación y entre entidades políticas 3.

Más recientemente otros autores han llegado al mismo concepto desde un enfoque procesualista. El Sistema Mundial sería la organización social de la especie humana. Esto significa que el sistema mundial es un atributo de la especie humana vista como una población que ha de organizarse. El concepto de especie implica interdependencia entre sus miembros. Aunque todos los humanos modernos pueden descender de una pequeña población de 2000 individuos hace 400.000 años^4. Para poder hablar de Sistema Mundial hay que tener unos requisitos mínimos: identidad común, solidaridad, acción colectiva y un mínimo de recursos. Y esta circunstancia no la encuentra hasta no mucho después de la dispersión de los humanos modernos a lo ancho del mundo, hace tan sólo unos cinco ó seis mil años 5.

Sin embargo, a mediados de los años setenta la idea de que el Sistema Mundial podía adelantarse en el tiempo era considerada no sólo falsa sino también reaccionaria. ¿Se pueden identificar las características principales del Sistema Mundial Moderno antes del 1500 d. C.? Si nos respondiera Wallerstein la respuesta sería negativa, pues las características identificadoras no aparecen con anterioridad a esa fecha. Rasgos definidores que, Frank y Gills, argumentan su aplicación desde hace 5000 años.

El debate entre los 500 ó los 5000 años de historia del Sistema Mundial es realmente el debate de su naturaleza. La discusión radica en la continuidad o discontinuidad de la historia mundial. Tradicionalmente se han reconocido dos posiciones básicas sobre este tema. Si nos decidimos por seguir a K. Polanyi y a M. Finley, como I. Wallerstein o S. Amin, la fecha del 1500 d.C. supone una discontinuidad, en base a una minusvaloración de la importancia de la acumulación de capital vía comercio y el mercado en el Sistema Mundial antiguo. Podemos encontrar alguna matización, como la que propuso en 1989 Janet Abu-Lughod al retrasar la fecha de inicio del Sistema Mundial Moderno a 1250 d.C., negando que el presente Sistema Mundial emergiera en Europa a través

de la transición de un modo de producción previo, ya que tal modo de producción también existió en China, India y Oriente Medio entre 1250-1350, decayendo y renaciendo en Europa suroccidental en el siglo XVI.

La otra posición se centra en la acumulación de capital – sensu lato – como fuerza motriz del proceso histórico. La historia del Sistema Mundial, será la historia de los distintos modos de acumulación. Esta segunda posición, todavía minoritaria, es la que adopto, siguiendo a otros autores como por Kajsa Ekholm y Jonathan Friedman (2000), que se remontan a la Edad del Bronce. Así pues, el Sistema Mundial Moderno (y contemporáneo) tendría su origen para Wilkinson en el 1500 a.C. o para Frank y Gills en el 3000/2500 a.C.

Pero hablar de continuidad es hablar de un único Sistema. La diferencia de escala estaría relacionada con el propio crecimiento o expansión del sistema. Así pues, ¿podríamos hablar de más de un Sistema Mundial? En principio sí, pues si admitimos el nacimiento de uno, perfectamente pudo haber otro. Ese es el caso americano, contemplado por Frank, que fue incorporado al central. Incluso Algaze se refiere a dos sistemas mundiales en la Edad del Bronce: Asia Occidental y Oriente Medio. Y Christopher Chase-Dunn trabaja con la idea de la existencia de otros y anteriores Sistemas Mundiales.

Chase Dunn y Hall valoran las comparaciones entre lo que denominan "sistemas mundiales" y "minisistemas", si bien estos últimos están cargados de una vasta cantidad de datos históricos que deben ser tomados y analizados antes de ser comparados significativamente, huyendo tanto de una simplificación excesiva, como de un excesivo énfasis al evolucionismo en detrimento de otros tipos de cambio 6.

Por otro lado, ver el origen del Sistema Mundial en la Europa de hace 500 años supone pensar que el sistema mundial comienza en Europa; en segundo término, que el "ascenso del Oeste" está basado en la singularidad europea; y, finalmente, que los europeos "incorporaron" al resto del mundo a su propio "sistema mundial moderno capitalista" después del 1500, como hemos expresado más arriba respecto de América.

Pero, incluso la economía marxista es igualmente eurocéntrica, ejemplificándose en el modo de producción asiático. Según en enfoque

Análisis de los sistemas mundiales José Antonio Ruiz Gil

Este autor plantea unos límites blandos entre estos cuatro enfoques. Por un lado, por la convergencia establecida por la adopción de elementos de un programa de investigación a otro, por ejemplo los datos de urbanización. Aunque, podemos encontrar elementos solapados al azar, dado el interés conjunto en mejorar las fluctuaciones históricas en una Afroeurasia interdependiente. Por otro lado, se producen solapes parciales. Por ejemplo, las escuelas comparativa y englobadora tienen interés en conocer cómo múltiples Sistemas Mundiales caminan hacia un sistema central, interés no igualmente valorado en las otras dos escuelas, motivo por el que las generalizaciones y conclusiones comparativas y englobadoras tienen más probabilidad de converger^14.

Los cuatro pensamientos convergen en la necesidad de examinar estructuras y procesos anteriores al 1500 a. C. Se originaron en Mesopotamia y Egipto en el IV mil. A.C., sobre redes de comercio afroeuroasiático, especializadas en el intercambio de mercados de lujo a larga distancia 15. Las cuatro perspectivas priman la idea de que las redes urbanas son las armaduras de las estructuras del Sistema Mundial.

Sobre la cuestión de la división del trabajo, se parte de un vocabulario compartido pero que no siempre tiene el mismo significado. Por ejemplo, la distinción entre centro/núcleo será tanto menor cuanto menor sea la diferencia centro-periferia/ hinterland. Sin embargo, y como es lógico, cada escuela de pensamiento no localiza en las mismas partes del mundo las mismas categorías al mismo tiempo. Quizás más importante es el desacuerdo sobre si la diferenciación implica explotación y subordinación unidireccional, caso continuista, que desde una óptica comparativa diferenciación y jerarquía implicarían actores de desigual capacidad 16 , y para la evolutiva será la innovación quien cree gradientes comerciales y tecnológicos. Finalmente, la escuela englobadora ve la subordinación centro- periferia desde un ángulo de coerción militar.

Como se muestra, una de las categorías conceptuales del Sistema Mundial es la alternancia entre hegemonía y rivalidad, donde las hegemonías regionales y las rivalidades suceden al período previo de hegemonía. La hegemonía conlleva acumulación de excedentes, pero también disipación de los mismos en daños, costes armamentísticos, o monumentos^17.

Aquí, los desacuerdos fundamentales radican en la naturaleza de la concentración de poder político-militar, económico y cultural y en sus implicaciones. Cada escuela de pensamiento identifica una población diferente, porque opera con diferentes conceptos de lo que constituye dominio/hegemonía/liderazgo. El problema resultante es que cualquier esfuerzo generalizador sobre hegemonía/liderazgo en el Sistema Mundial debe ser confirmado en cada enfoque^18.

Sobre las fases económicas a largo plazo hay un gran desacuerdo. Partimos del continuismo de Frank y Gills, para llegar al capitalismo forzado de la escuela comparativa. Poco se discute sobre los ritmos de estancamiento/expansión económica, que son parte de los conceptos de la escuela continuista y se ven como una extensión en la antigüedad. Ciclos económicos largos y cortos de alternativas ascendentes (fases A) descendentes (B), en el proceso histórico mundial real, los ciclos largos se asocian a cada una de las categorías antes citadas. El énfasis de la escuela continuista aparece estar más centrado en las fluctuaciones de precios y comercio mientras la escuela evolutiva piensa más en clave de innovación comercial y tecnológica.

Tal vez, sea en este punto cuando ha llegado el momento de introducir la discusión sobre los ciclos. No he de ocultar mi especial adicción al estudio de las Ciencias Sociales según principios físicos. La física de los sistemas complejos trata de entidades que tienen límites, que transforman y disipan energía, que actúan y producen de forma autosuficiente para soportar su existencia, forma y función, y dilatar su disolución en el medio. Todos los sistemas físicos complejos exponen ciclos "largos": ciclos de acción, días de trabajo, tiempo de vida, tiempo de población, tiempo de especie. Los sistemas complejos en general son observados espacialmente hallando límites interior-exterior (formas, patrones, morfología) y temporalmente rastreando sus acciones, presupuestos de energía, espectros de actividad 19.

Siguiendo a Wilkinson, una posible entrada de los sistemas fisicos en el estudio de los sistemas históricos mundiales puede estar en los mapas espaciales de Gibbs. Una fase espacial Gibbsiana contrapone una variable contra su promedio de cambio. Así, en un eje del espacio representa el valor alto/bajo de la variable, en el otro eje representa los valores de la variable que incrementan/decrecen. Por ejemplo, no se puede

José Antonio Ruiz Gil El análisis de los sistemas mundiales

urdir para intervalos uniformes de tiempo, el sistema de población contra el promedio de crecimiento del sistema de población; el sistema de valor de intercambio de excedentes acumulados contra el promedio de acumulación; o el sistema energético contra el promedio de crecimiento. Observando una secuencia temporal de un montaje de esas características, se puede proporcionar el cuadro de un sistema dinámicamente desplegado a través del tiempo. Mirando la densidad de ocupación por cada región de fase espacial se puede proporcionar alguna probabilidad de que un sistema puede ser el tanteo esperado para encontrarse en cada región durante una porción particular de su marcha. Las civilizaciones no son geográficamente o demográficamente estables o cíclicas, muestran propensiones a expandirse, lo que subyace a sus cíclicas fluctuaciones 20.

Como indica Sherratt, estas estructuras crecientes y expansivas no son las únicas sociedades humanas. Las estructuras que se extienden a través del tiempo, que él representa con la imagen de un cáliz, parecen ser una mejor representación de fenómenos importantes que la que pueda ser reconstruida en largos períodos con la imagen más pasiva de capas sucesivas 21.

Pero la transformación del Sistema Mundial no sólo se produce por los procesos temporales (cíclicos), sino por la desigualdad social (incluyendo las tensiones centro-periferia). Actualmente interesan más la ecología, la demografía y tecnología como mayores factores en la generación de dinámica 'evolutiva' sociohistórica. Para estos últimos, todos los sistemas mundiales sufren pulsaciones en su escala espacial, toda vez que las jerarquías sociales de todos los sistemas ascienden y caen 22.

Las citadas desigualdades sociales pueden tener una determinación "interna" –propia de M. Weber y de C. Marx, por ejemplo–; sin embargo, para la teoría del sistema mundial serán influencias "externas" las relevantes. Las Fases expansivas cíclicas A en el sistema mundial, como flujo ascendente, pueden indicar tanto más individuos políticos y económicos, como también reforzar sus relaciones económicas. La siguiente Fase B, de flujo descendente, también afecta a muchos, y hace que los procesos "internos parezcan más preponderantes" 23.

Está también el problema de redefinir el calibre de los ciclos sistémicos mundiales a través de todas las regiones. La hipótesis de trabajo parece ser que los ciclos sistemáticos mundiales son probablemente más secuenciales que simultáneos, aunque hay también un nexo causal en la secuenciación. Siguiendo a Dales, Frank encontró una secuenciación de cambio Oriental a través de Asia Occidental y Sur en el ciclo del Sistema Mundial de la Edad del Bronce en el III mil. A.C.^24

Desde otro punto de vista, se trata de un cambio estructural de dimensión planetaria, concretamente a dos niveles estructurales básicos: instituciones mayores (ascenso de la economía de mercado) y organizaciones (nacimiento de organizaciones globales en tandem con el estado nación). Para G. Modelski, este cambio social está dirigido a nivel superficial por la innovación, donde los innovadores son los agentes del cambio. La evolución política global es conducida por ciclos de políticas globales largos, y sus contrapartidas políticas –motivadas por olas (K) Kondratieff, asimiladas a las económicas–, son impulsadas por innovaciones importantes y reconocidas^25.

Hay que ampliar la investigación del enfoque de los sistemas mundiales hacia la causalidad de los ciclos, tanto económicos como hegemónicos, y sus mutuas relaciones. Los cambios demográficos, ecológicos, y climáticos, y sus relaciones entre ellos y con la estructura social han recibido menos atención que la que merecen. Esta problemática también invita a ulteriores investigaciones sobre cómo las condiciones locales interactúan con niveles sistémicos de impulsos y estímulos. Específicamente, hay que investigar sobre cómo la respuesta local afecta en el ascenso y caída de jerarquías de "hegemonías interconectadas" 26.

APLICACIÓN A LA BAHÍA DE CÁDIZ

Tras esta obligada mirada al Sistema Mundial, llega el momento de explicar la motivación de su presencia. Ni más ni menos que mostrar el camino que hemos elegido como marco teórico para de aquí en adelante seguir con mi trabajo. En efecto, desde hace tiempo opté por el marco de la Bahía de Cádiz como el adecuado para realizar una investigación adecuada sobre la Cultura Material y su cambio a través del tiempo.

José Antonio Ruiz Gil El análisis de los sistemas mundiales

Inglaterra, cuyo establecimiento permanente en el Estrecho fue palpable desde 1702. Ni que decir tiene, que la participación en un comercio ya mundial seguía palpitando. Y aún así permanece hasta finales del siglo XIX con la

definitiva pérdida del imperio colonial, si bien la realidad estaba en el salto del "charco" que se estaba produciendo en el núcleo del Sistema.

NOTAS

(^1) Sherratt, A., "Envisioning global change. A long-

term perspective", en Denemark, R.A. (ed.), World- System History: the Social Science of Long- Term Change. Londres y Nueva York Routledge, 2000,

(^2) Frank, A. G. y B.K. Gills, "The five thousand year

world system in theory and praxis", en Denemark, R.A. (ed.): World-System History: the Social Science of Long-Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000, 3-24. (^3) Ibid. (^4) Modelski, G., "World System Evolution". En

Denemark, R.A. (ed.): World-System History: the Social Science of Long-Term Change ; Routledge, Londres y Nueva York, 2000, 26. (^5) Ibid, 27. (^6) Frank, A. G. y B.K. Gills, "The five thousand year

world system in theory and praxis", en Denemark, R.A. (ed.): World-System History: the Social Science of Long-Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000, 22. (^7) Frank, A. G. y B.K. Gills, "The five thousand year

World System: an interdisciplinary introduction". Humboldt Journal of Social Relations , Vol. 18, No. 2, 1-80. (^8) Wilkinson, D., "Civilizations, world-systems and

hegemonies. Fundamentals of a civilizations-as- world-systems approach", en Denemark, R. A. (ed.), World-System History: the Social Science of Long- Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000, 54. (^9) Ibid., 61. (^10) Sherratt, A., "Envisioning global change. A long-

term perspective", op. cit. (^11) McNeill, W. , "Information and transportation nets

in world history", en Denemark, R. A. (ed.): World- System History: the Social Science of Long-Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000, 202-216. (^12) Sherratt, A., "Envisioning global change. A long-

term perspective", op. cit., 116. (^13) Thompson, W.R., "Comparing approaches to the

social science history of the world system", en Denemark, R.A. (ed.): World-System History: the Social Science of Long-Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000. (^14) Ibid., 298. (^15) Ibid., 293. (^16) Ibid., 294. (^17) Wilkinson, D., "Civilizations, world-systems and

hegemonies. Fundamentals of a civilizations-as- world-systems approach", op. cit., 80.

(^18) Thompson, W.R., "Comparing approaches to the social science history of the world system". op. cit.,

(^19) Wilkinson, D., "Civilizations, world-systems and hegemonies. Fundamentals of a civilizations-as- world-systems approach", op. cit., 83. (^20) Ibid., 84. (^21) Sherratt, A., "Envisioning global change. A long- term perspective", op. cit., 118-119. (^22) Chase-Dunn, Ch. y T. D. Hall, "Comparing world- systems to explain social evolution", en Denemark, R.A. (ed.): World-System History: the Social Science of Long-Term Change. Londres y Nueva York, Routledge, 2000, 86-114. (^23) Frank, A. G. y B.K. Gills, "The five thousand year world system in theory and praxis". op. cit., 20. (^24) Ibid, 21. (^25) Modelski, G., "World System Evolution". op. cit.,

(^26) Frank, A. G. y B.K. Gills, "The five thousand year world system in theory and praxis". op. cit., 22.