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Introducción a la semiología del sistema genital femenino, Resúmenes de Ginecología

Este es un resumen de las diferentes patologías, motivos de consulta y el respectivo examen físico que se debe de realizar en el ámbito ginecológico.

Tipo: Resúmenes

2024/2025

Subido el 05/06/2025

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alejandro-sanchez-67 🇨🇴

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ARTÍCULO ACADÉMICO
SEMIOLOGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO
ASIGNATURA: SEMINARIO DE REANIMACIÓN
DOCENTE: DR. EDGAR MAURICIO MANRIQUE PALOMINO
GRUPO 6
INTEGRANTES:
NICOL ZULETA MÉNDEZ-120202048
NATALIA FRANCO - 120201022
ALEJANDRO SÁNCHEZ CORREA - 120192030
JUAN CAMILO ARBELÁEZ - 120192062
UNIDAD CENTRAL DEL VALLE DEL CAUCA
TULUÁ, VALLE
21-05-2025
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¡Descarga Introducción a la semiología del sistema genital femenino y más Resúmenes en PDF de Ginecología solo en Docsity!

ARTÍCULO ACADÉMICO

SEMIOLOGÍA DEL APARATO REPRODUCTOR FEMENINO

ASIGNATURA: SEMINARIO DE REANIMACIÓN

DOCENTE: DR. EDGAR MAURICIO MANRIQUE PALOMINO

GRUPO 6

INTEGRANTES:

NICOL ZULETA MÉNDEZ- 120202048

NATALIA FRANCO - 120201022

ALEJANDRO SÁNCHEZ CORREA - 120192030

JUAN CAMILO ARBELÁEZ - 120192062

UNIDAD CENTRAL DEL VALLE DEL CAUCA

TULUÁ, VALLE

ÍNDICE

  1. Resumen 1.1 Palabras claves
  2. Introducción
  3. Objetivos 2.1 Objetivo general 2.2 Objetivos específicos
  4. Marco teórico
  5. Desarrollo del tema
  6. Conclusiones
  7. Referencias bibliográficas

Introducción La semiología médica constituye una de las herramientas fundamentales en la evaluación clínica, permitiendo establecer una orientación diagnóstica inicial basada en los signos y síntomas que manifiestan los pacientes. En el caso del aparato genitourinario femenino, la valoración semiológica adquiere particular relevancia debido a la complejidad anatómica y funcional de esta región, así como a las implicaciones físicas, psicológicas y sociales que muchas veces acompañan a las patologías de este sistema. La diversidad de cuadros clínicos que pueden presentarse desde infecciones del tracto urinario inferior hasta enfermedades de transmisión sexual, disfunciones menstruales, prolapsos genitales o alteraciones del ciclo hormonal exige del profesional de salud una aproximación rigurosa, sensible y respetuosa, que combine el conocimiento técnico con una actitud empática y ética. La importancia del examen clínico del sistema genitourinario femenino radica no solo en la detección temprana de enfermedades prevalentes, sino también en el fortalecimiento de la relación médico-paciente, especialmente en escenarios donde las pacientes pueden experimentar ansiedad o vergüenza durante la exploración física. La correcta aplicación de la anamnesis dirigida, el examen físico genital externo e interno, el tacto bimanual y el uso adecuado del espéculo son habilidades que deben desarrollarse desde los primeros años de formación médica, tal como lo enfatiza Argente en su obra semiológica. Además, la semiología en este contexto no puede desligarse del enfoque de género y de los determinantes sociales de la salud, los cuales condicionan el acceso, la percepción y la vivencia del cuidado ginecológico en muchas mujeres, particularmente en contextos vulnerables. Por tanto, este artículo se propone no sólo sistematizar los principales elementos semiológicos

del aparato genitourinario femenino, sino también promover una evaluación clínica integral que considere la dimensión biopsicosocial de la paciente, el respeto por su dignidad y el uso de la evidencia científica actualizada.

Marco teórico Definición de semiología del aparato genitourinario femenino: La semiología médica es la disciplina que estudia los signos (manifestaciones objetivas) y síntomas (manifestaciones subjetivas) de las enfermedades, con el propósito de orientar el diagnóstico clínico. En el contexto del aparato genitourinario femenino, la semiología abarca el estudio sistemático de la historia clínica y el examen físico dirigidos a la evaluación del tracto urinario y del sistema reproductor femenino, incluyendo estructuras como la vulva, la vagina, el cuello uterino, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y las glándulas anexas. Esta exploración requiere una comprensión anatómica precisa, sensibilidad ética por tratarse de una zona íntima, y la capacidad de interpretar adecuadamente los hallazgos clínicos. Según Argente (2020), la evaluación semiológica ginecológica debe ser guiada por una anamnesis exhaustiva, seguida de una inspección cuidadosa de los genitales externos e internos, el tacto vaginal o bimanual, y el examen con espéculo, respetando siempre el consentimiento informado y la privacidad de la paciente.

Anatomía y fisiología relevantes del sistema genitourinario femenino: Desde el punto de vista anatómico, el aparato genitourinario femenino se divide en dos grandes regiones:

  1. Tracto urinario inferior: uretra, vejiga urinaria.
  2. Tracto genital: vulva, vagina, útero, trompas de Falopio y ovarios. La uretra femenina mide aproximadamente 4 cm y se encuentra embebida en la pared vaginal anterior, lo que explica la frecuencia de síntomas urinarios en condiciones ginecológicas y viceversa. La vagina es un conducto musculomembranoso que conecta la vulva con el cuello uterino y tiene una flora bacteriana normal (predominantemente Lactobacillus spp.) que mantiene un pH ácido protector. El útero, un órgano muscular hueco, responde a estímulos hormonales cíclicos regulados por el eje hipotálamo-hipófisis-ovárico, cuya alteración puede reflejarse en trastornos menstruales, dolor pélvico crónico, entre otros síntomas clínicos. En condiciones fisiológicas, el sistema genitourinario mantiene su funcionalidad gracias al equilibrio hormonal (estrógenos y progesterona), la integridad anatómica de los tejidos pélvicos, y el correcto control neuromuscular del piso pélvico. Las alteraciones en cualquiera de estos componentes pueden producir signos clínicos detectables mediante un examen físico dirigido. Bases fisiopatológicas comunes: Entre los mecanismos fisiopatológicos que suelen observarse en la clínica genitourinaria femenina se encuentran:
  3. Infecciones: como la vulvovaginitis (por Candida, Gardnerella, Trichomonas) y las infecciones del tracto urinario bajo (cistitis, uretritis).

Por otra parte, organismos como la American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan realizar el examen físico con enfoque de derechos, garantizando confidencialidad, consentimiento informado, y la posibilidad de que la paciente solicite acompañamiento durante la exploración.

DESARROLLO DEL TEMA

Motivos de consulta ginecológica: Los principales motivos por los que una paciente consulta en ginecología son múltiples y pueden abarcar tanto manifestaciones funcionales como estructurales del aparato genitourinario. Entre los más frecuentes se encuentran:

  1. Trastornos menstruales:
    • Amenorrea: ausencia de menstruación durante más de 3 ciclos en mujeres previamente menstruantes o falta de menarquia a los 15 años.
    • Dismenorrea: dolor pélvico tipo cólico asociado al ciclo menstrual.
    • Hipermenorrea: menstruaciones con sangrado excesivo en duración o volumen.
    • Metrorragia: sangrado uterino fuera del ciclo menstrual regular.
  2. Flujo vaginal anormal: variaciones en color (amarillento, verdoso, sanguinolento), olor (fétido, metálico), cantidad o consistencia (espumoso, grumoso) del flujo que sugieren infección, desequilibrio de la flora o procesos inflamatorios.
  3. Dolor pélvico: puede ser agudo (de aparición súbita y duración corta) o crónico (persistente por más de seis meses), y puede asociarse o no al ciclo menstrual.
  4. Dispareunia: dolor genital recurrente durante las relaciones sexuales, ya sea superficial (en el introito) o profunda (a nivel vaginal o pélvico).
  5. Sangrado postcoital o intermenstrual: hemorragias no asociadas a la menstruación ni a traumatismos evidentes.
  6. Infertilidad: se define como la incapacidad para lograr un embarazo tras 12 meses de relaciones sexuales regulares sin anticoncepción.

Inspección física externa Se realiza con la paciente en posición ginecológica, idealmente con iluminación adecuada y en un entorno privado:

  1. Evaluación de vulva, labios mayores y menores, clítoris, introito vaginal y periné.
  2. Búsqueda de lesiones visibles como úlceras, condilomas, secreciones anómalas, signos de irritación, tumefacción o masas.
  3. Palpación de ganglios inguinales para detectar linfadenopatías indicativas de procesos infecciosos o neoplásicos. Examen con espéculo: Es un procedimiento fundamental para la evaluación visual del canal vaginal y el cuello uterino:
  4. El espéculo bivalvo debe ser lubricado y calentado (si es metálico) para mayor confort.
  5. Se introducirá cuidadosamente con consentimiento informado, advirtiendo a la paciente cada paso. Evaluaciones durante el examen:
  6. Observación del tipo de secreción vaginal: aspecto, color, olor, adherencia a la mucosa.
  7. Valoración del cuello uterino (cérvix): coloración, forma externa del orificio cervical (punta, hendida), presencia de ectopias, lesiones, pólipos o sangrado al contacto.
  8. Posibilidad de tomar muestras para citología (Papanicolaou), cultivos, pruebas de ITS o evaluación con ácido acético/Lugol.

Tacto vaginal y bimanual: Permite la evaluación interna del aparato genital femenino a través de la palpación directa y simultánea desde el abdomen:

  1. Se introducen uno o dos dedos en la vagina y se palpa el hipogastrio con la mano contralateral.
  2. Debe realizarse con suavidad y guantes estériles, siempre explicando el procedimiento a la paciente. Elementos evaluados:
  3. Útero: tamaño, posición (anteversoflexión, retroversión), forma, consistencia, movilidad y dolor a la palpación.
  4. Anexos: presencia de masas, sensibilidad en trompas de Falopio y ovarios (normalmente no deben ser palpables).
  5. Cérvix: se evalúa sensibilidad a la movilización (signo clínico de irritación peritoneal, positivo en EPI). Si es necesario, se puede realizar tacto rectovaginal, útil en sospecha de endometriosis profunda o tumores pélvicos. Pruebas semiológicas complementarias:

CONCLUSIONES

La semiología del aparato genitourinario femenino constituye una herramienta diagnóstica fundamental en la práctica clínica, ya que permite aproximarse al diagnóstico de una amplia gama de patologías que afectan a la salud ginecológica de la mujer. A través de una anamnesis dirigida, un examen físico detallado y el uso adecuado de instrumentos semiológicos como el espéculo, el tacto bimanual y pruebas complementarias, el profesional de la salud puede identificar alteraciones funcionales y estructurales en etapas tempranas, mejorando así el pronóstico y la calidad de vida de las pacientes. El abordaje semiológico debe realizarse con un enfoque integral, empático y respetuoso, considerando no solo las manifestaciones clínicas sino también el contexto biopsicosocial de cada paciente. La correcta interpretación de signos y síntomas como dismenorrea, flujo anormal, sangrados intermenstruales, dispareunia o dolor pélvico requiere de un conocimiento profundo de la fisiología femenina y de los patrones clínicos asociados a entidades como endometriosis, enfermedad inflamatoria pélvica, infecciones del tracto genital, disfunciones hormonales o neoplasias ginecológicas. Asimismo, la semiología debe complementarse con tecnologías diagnósticas como la ecografía transvaginal, estudios citológicos y microbiológicos, y análisis hormonales, los cuales permiten afinar el juicio clínico y establecer planes terapéuticos adecuados y personalizados. Desde una perspectiva formativa, el estudio detallado de la semiología ginecológica refuerza competencias clínicas esenciales como la observación, la comunicación médico-paciente, la toma de decisiones basada en evidencias y el razonamiento clínico. En este sentido, se concluye que una evaluación semiológica competente no solo es indispensable para el diagnóstico

oportuno, sino que también representa un acto clínico de respeto hacia la autonomía, intimidad y dignidad de la mujer. Finalmente, se destaca la necesidad de mantener una actualización constante en cuanto a guías clínicas, técnicas diagnósticas y enfoques interdisciplinarios, con el fin de brindar una atención ginecológica humanizada, segura y basada en la mejor evidencia científica disponible.