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La historia de la psiquiatría es la historia del conocimiento científico. Ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal, ya que a lo largo de la historia, las enfermedades mentales se han relacionado con la religión o con la magia.
Tipo: Resúmenes
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La historia de la psiquiatría es la historia del conocimiento científico. Ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal, ya que a lo largo de la historia, las enfermedades mentales se han relacionado con la religión o con la magia. Prehistoria El hombre del neolítico realizaba trepanaciones craneales, incluso en sujetos vivos que sobrevivieron a la intervención. La finalidad con que se practicaban es objeto de debate (¿extraer un demonio, tratamiento de fracturas o de huesos astillados?), pero no hay duda de que los primeros humanos consideraban el cráneo como una parte privilegiada del organismo. Observando las actuales culturas primitivas se denota el uso de sustancias alucinógenas con finalidades mágicas o rituales. En México antiguo se consumía el peyote; eran asimismo ampliamente utilizadas la amanita y la belladona. Mesopotamia La enfermedad se consideraba un castigo divino, y la práctica médica estaba en manos de sacerdotes. Para conseguir la curación se debía descubrir cuál era el pecado que se había cometido. Se realizaba entonces un interrogatorio exhaustivo explorando aspectos psíquicos tales como si se ha robado, cometido adulterio, etc. En el tratamiento se utilizan sacrificios, oraciones, salmodias, ceremonias, fórmulas mágicas... Antiguo Egipto En el Papiro de Ebers (XVI aC) se comentan varios transtornos mentales y se hace referencia a la epilepsia. El papiro egipcio de Edward Smith (1550 a.c.) reconoce por primera vez en la historia, al cerebro como "localización de las funciones mentales". Asimismo atribuye al cerebro funciones motoras. En el templo de Imhotep (Menfis) se utilizaban los sueños con fines terapéuticos, precedente claro de la práctica que se desarrollaría siglos más tarde en los templos griegos. Los egipcios descubrieron el trastorno emocional que los griegos llamarían "histeria". Lo atribuían a una malposición del útero, por lo que fumigaban la vagina con la intención de devolverlo a su posición. Influencia India La influencia india sobre la psiquiatría reside en el budis meditación budista como forma de psicoterapia para trastornos mentales.mo. De hecho, se ha recurrido a la Israel Analizando los textos del Antiguo Testamento constatamos que se interpreta la locura como un castigo de Dios. La epilepsia se describe en el Antiguo y el Nuevo Testamento. Influencia griega Los griegos fueron los primeros en estudiar las enfermedades mentales desde el punto de vista científico, separando el estudio de la mente de la religión. Los filósofos (los máximos exponentes son Sócrates, Platón y Aristóteles) desarrollan varias teorías sobre el alma y sobre la doctrina del conocimiento. Platón (427- 347 a.c) Planteó como método curativo la dialéctica verbal entre médico y paciente, un diálogo destinado a curar mediante el conocimiento filosófico. Los griegos emplearon tres tratamientos psicológicos: inducción al sueño, la interpretación de los sueños y el diálogo con el paciente. Templos de la salud de Asclepio: aparecieron el s VI a.C. en Tesalia. Tras una ceremonia el paciente dormía hasta que el dios le visitaba en sueños. Se trata de un uso terapéutico de los fenómenos oníricos. Hipócrates (460-370 a.C.) fue denominado el padre de la medicina. Ubicó en el cerebro la capacidad para pensar, sentir o soñar. De la misma manera, fue el primero en describir y clasificar enfermedades como la epilepsia, la manía, paranoia, delirio tóxico, fobias e histeria. Postuló la doctrina de los temperamentos, que ha influido notablemente en las teorías que describen la conducta. Existen en el cuerpo 4 humores que se corresponden con 4 temperamentos: sangre --> sanguíneo, flema (linfa) --> flemático, bilis (amarilla) --> bilioso y atrabilis (bilis negra) --> atrabiliario. Estas denominaciones del temperamento perduran hoy en día, incluso en el lenguaje popular. Herófilo (325 a.C.) , el más notable exponente de la Escuela de Alejandría, describió,entre otras, la estructura encefálica que lleva su nombre (la prensa de Herófilo). Estudió los órganos de los sentidos y señaló que la acción pensante se asienta en el cerebro. Roma Celso (s. I d.C.) ofrece musicoterapia como tratamiento de la locura. Utiliza el término insania para describir las enfermedades mentales. Los más prestigiosos médicos de la Roma clásica eran de origen griego:
Los más prestigiosos médicos de la Roma clásica eran de origen griego:
histeria.
Santiago Stucchi Portocarrero Médico Psiquiatra Universidad Peruana Cayetano Heredia Instituto Nacional de Salud Mental "Honorio Delgado - Hideyo Noguchi" INTRODUCCIÓN La psiquiatría ha sido la última de las especialidades médicas en ser aceptada como tal. A lo largo de la historia las enfermedades mentales, al igual que el resto de las enfermedades, pero en mayor medida que éstas, han sido terreno de la magia y la religión, cuestionándose continuamente su condición misma de enfermedades, ya sea atribuyéndoles un origen diabólico, en los tiempos antiguos, o un origen netamente social en la mucho más reciente antipsiquiatría. La historia de la psiquiatría es pues, la historia del conocimiento científico y las dificultades que ha tenido que atravesar, y que atraviesa aún. EDAD ANTIGUA Mesopotamia Los primeros médicos babilonios fueron los sacerdotes de Assipu, que se ocupaban de las enfermedades internas y, especialmente, de las afecciones mentales, que eran consideradas como posesiones demoniacas y tratadas con métodos mágico-religiosos. Más adelante aparecieron los médicos no sacerdotes denominados Asu, que se ocupaban de las manifestaciones patológicas externas, como curar heridas, utilizando formas más naturales de tratamiento. De todos modos, como los babilonios tenían concepciones animistas, tenían que suplementar sus métodos naturales con "las doradas píldoras de la magia y la adivinación". Egipto Mucho antes que los griegos, los egipcios establecieron en sus templos un tipo de medio ambiente en el cual se estimulaba a los pacientes a entretenerse con actividades recreativas, como excursiones, conciertos, danzas, pintura y dibujo. En el templo de Imhotep (c. 2850 a.C.), el primer médico egipcio conocido, que fue deidificado como dios de la medicina, se practicaba el sueño de incubación, una forma de psicoterapia desarrollada después por los sacerdotes de Esculapio. Los dos papiros egipcios más importantes referentes a medicina datan de 1550 a.C. y son el papiro de Ebers y el de Edward Smith; en este último se reconoce, por primera vez en la historia, al cerebro como "localización de las funciones mentales". Los egipcios describieron el trastorno emocional denominado luego como "histeria" por los griegos, atribuyéndolo a una malposición del útero, por lo cual fumigaban la vagina como tratamiento, con la intención de devolverlo a su posición original. Israel Los médicos hebreos más importantes eran sacerdotes que disponían de mecanismos especiales para implorar a Dios. Probablemente el primero que intentó separar las funciones de sacerdote y de médico fue el rey Asa, el cual "en su enfermedad no buscó al Señor sino a los médicos". Cuando se establecieron del todo los médicos laicos, su campo de acción fue restringido, pues no se les permitía el tratamiento de las "enfermedades ocultas": las de tipo interno, la epilepsia y los trastornos mentales. En la Biblia se describe la enfermedad mental de Saúl, que terminó en su suicidio, y se interpreta como causada por un espíritu maligno enviado por Dios. Existen también descripciones de probables excitaciones catatónicas y ataques epilépticos, que son atribuidos a posesiones
Aristóteles (384-322 a.C.). Discípulo de Platón, Aristóteles atribuyó el origen de las enfermedades mentales a cambios en la temperatura, la bilis negra y las emociones. Así, la bilis negra moderadamente fría causaba vértigo, aprensión y aturdimiento; la bilis moderadamente caliente, alegría y despreocupación; la bilis muy fría, cobardía y estupidez, y la bilis muy caliente, deseo amoroso, lucidez y locuacidad. Sin embargo, consideró que el centro de todas las sensaciones es el corazón, en tanto que el cerebro es sólo un filtro que condensa los vapores calientes del corazón. Roma Los romanos siguieron las filosofías griegas estoica y epicúrea, que postularon que las pasiones y deseos insatisfechos actúan sobre el alma produciendo enfermedades mentales, que pueden controlarse alcanzando un estado mental sin perturbaciones o ataraxia (de donde deriva el término ataráctico utilizado para los sedantes). Celso (25 a.C. - 50 d.C.). Conocido como "Hipócrates latino", Aurelio Cornelio Celso dividió las enfermedades en locales y generales; dentro de estas últimas incluyó las enfermedades mentales, que a su vez las dividió en febriles (delirios) y no febriles (locura). Consideró necesario el confinamiento y los procedimientos restrictivos (hambre, cadenas y grillos) para el control de la violencia, recomendando los sustos súbitos como tratamiento. Areteo (50-130 d.C.). En su obra De causis et signis morborum, Areteo de Capadocia hizo descripciones clínicas de diversas enfermedades y se preocupó por el bienestar de los pacientes. Encontró que la manía y la melancolía podían presentarse como parte de una misma enfermedad. Fue el primero en hablar de personalidades pre-psicopáticas; así, las personas propensas a la manía son irritables y violentas, en tanto que las propensas a la melancolía son de carácter depresivo. Adelantándose a Kraepelin, sostuvo que el pronóstico es determinante en la naturaleza de la enfermedad. Diferenció entre manía (intermitente y curable) y enfermedades seniles (progresivas e incurables), describiendo además otra enfermedad en la cual las personas parecen "estúpidas, distraídas y pensativas", que podría corresponder a esquizofrenia. Se opuso a la idea de "locura divina" de Platón y a las medidas coercitivas. Galeno (130-200). El médico romano Galeno consolidó el conocimiento médico griego, convirtiéndose en un sumario, o más bien un epílogo, del periodo grecorromano, pues a su muerte comenzó la era del oscurantismo. Sostuvo que las enfermedades podían originarse por afección directa del órgano enfermo o por "consenso", es decir, reacción simpática del órgano a enfermedad en otra parte del cuerpo. Consideró que el cerebro es el centro de las sensaciones y movimientos, y que el alma es inseparable de los centros nerviosos. Describió dos tipos de almas: animal o racional (en el cerebro) e irracionales (en el corazón e hígado). Dijo que el clima influye en las características psicológicas; así, la disminución de espíritus animales y la frialdad del cerebro producen demencia e imbecilidad, en tanto que la manía y melancolía son consecuencia de enfermedad directa del cerebro. EDAD MEDIA Europa occidental La edad media significó la gran decadencia intelectual de Occidente. La Iglesia excluyó a la psiquiatría de la medicina, pero no pudo abolirla, pues reapareció bajo el nombre de demonología. Así pues, las enfermedades mentales fueron consideradas como posesiones demoniacas, y la demonología debía estudiar los signos o estigmas de posesión diabólica. La actitud hacia los enfermos variaba entre el rechazo y la tolerancia. A partir del siglo XIII se fundaron hospitales con secciones psiquiátricas en Francia, Alemania y Suiza. El primer hospital europeo para enfermos mentales se fundó en 1409 en Valencia (España).
San Agustín (354-430). Aurelius Agustinus, conocido luego como San Agustín de Hipona, contribuyó con la psicología al demostrar que la introspección es una fuente importante de conocimiento psicológico, considerándosele como un precursor de la fenomenología y del psicoanálisis. El imperio Árabe Dentro del vasto imperio islámico, se construyeron hospitales con secciones psiquiátricas en Bagdad (750) y El Cairo (873); asilos para insanos en Damasco (800), Alepo (1270) y Granada (1365). Como los árabes, a diferencia de los cristianos, creían que los enfermos mentales no eran poseídos por los demonios sino más bien que tenían cierta inspiración divina, su trato hospitalario era más benevolente y amable. Razés (865-925). Conocido como "Galeno persa", Razés describió todo tipo de enfermedades, incluyendo psiquiátricas, oponiéndose a las explicaciones demonológicas de las enfermedades. Avicena (980-1037). El médico árabe Avicena, cuya obra máxima, El Canon, se convirtió en la biblia médica de Asia y luego de Europa, intentó correlacionar reacciones fisiológicas con estados emocionales. EL RENACIMIENTO A la vez que el Renacimiento ofreció la promesa de un nuevo espíritu de humanismo y conocimiento, se convirtió en uno de los capítulos más nefastos en la historia de la psiquiatría. En 1486, los teólogos alemanes Heinrich Kramer y Johann Sprenger, con el apoyo del papa, publicaron el Malleus maleficarum (El martillo de las brujas), que se unió a la misoginia de la Iglesia y a la idea de otros teólogos referente a una conspiración contra el cristianismo, dando lugar a una cacería de brujas que condujo a la muerte a miles de personas, la gran mayoría mujeres. Los autores del Malleus atribuyeron la causa de todas las enfermedades mentales al demonio, negando cualquier explicación natural de las mismas, destruyendo así toda la herencia científica de la época clásica. El "tratamiento" prescrito para la enfermedad mental fue la tortura, aún si se llegaba a la muerte, y la cremación como un acto de piedad, para "liberar el alma" del desdichado. Paracelso (1493-1541). El suizo Teophrastus Bombastus von Hohenheim, más conocido como Paracelso, se opuso duramente a las creencias médicas de su época. Rechazó la demonología, a Galeno y en una ocasión, arrojó públicamente el Canon de Avicena al fuego. Consideró que la enfermedad mental es una enfermedad espiritual debida a cambios insalubres. Pensando en la temperatura como agente causal de la manía, recomendaba la amputación de los dedos para que entre "aire fresco". Fue el primero en sugerir un origen sexual en la histeria. Vives (1492-1540). Considerado como el "padre de la psicología", el judío-español Juan Luis Vives, en su obra Del alma y la vida, describió por primera vez la importancia de las asociaciones psicológicas en la formación de las emociones.
Reformas similares a las de Pinel se dieron también en Italia, por obra del médico Vincenzo Chiarugi (1759-1820), y en Inglaterra, a manos de William Tuke (1732-1822), comerciante de té que fundó en 1792 el "York Retreat", cuya obra fue continuada por su hijo Henry Tuke y su nieto Samuel Tuke. Gall (1758-1828). Creador de la frenología, el médico alemán Franz Joseph Gall creyó que la personalidad estaba determinada por áreas específicas del cerebro, que podían "mapearse" por la palpación de la superficie del cráneo. Si bien su teoría cayó en descrédito, condujo a avances en la neurología. Mesmer (1734-1815). Franz Anton Mesmer, médico y filósofo austriaco, sostuvo la existencia de un "fluido continuo y universalmente distribuido" que influye sobre los cuerpos, al que llamó "magnetismo animal", y que supuestamente usaba para sus curaciones, generalmente en mujeres histéricas. También su teoría desapareció pero influyó en la aparición de la hipnosis. EL SIGLO XIX Esquirol (1782-1840). Discípulo de Pinel y considerado como el "padre de la psiquiatría", el francés Jean Etienne Dominique Esquirol fue el psiquiatra más influyente de su época. Continuador de la terapia moral, consideraba al asilo como el arma más poderosa contra la enfermedad mental, siendo autor de una ley, en 1838, que estableció la construcción de un asilo en cada departamento de Francia. En su libro Enfermedades mentales: un tratado de insanía (1838), acuñó el término "alucinación", que diferenció de la ilusión. Además, clasificó las insanías en "monomanía" (insanías parciales, como la paranoia) y "manía general" (similar al delirium); a la monomanía asociada con depresión la llamó "lipemanía". Inauguró el primer curso de psiquiatría. Entre sus principales seguidores tenemos a Jean Pierre Falret (1794-1870) y Jules Baillarger (1809-1890), que describieron la "insanía circular", y Jacques Joseph Moreau de Tours (1804-1884), que fue el primero en describir un cuadro psicótico inducido por una droga (el hashish). Braid (1795-1860). En su obra Neurohipnología o El análisis del sueño nervioso (1843), el cirujano inglés James Braid descubrió que los estados de trance, como los inducidos por Mesmer, no son por magia ni magnetismo, sino por exceso de fatiga muscular debida a prolongados periodos de concentración, acuñando el término "hipnosis". Este procedimiento lo utilizó en cirugía para disminuir el dolor. Charcot (1825-1893). El neurólogo francés Jean Martin Charcot diferenció entre las pacientes con lesiones orgánicas y aquéllas cuyos síntomas eran de origen psicológico o "histérico". En su centro de aprendizaje de la Salpêtrière, descubrió que los síntomas histéricos podían hacerse desaparecer o podían reproducirse mediante la sugestión hipnótica. Más aún, también era posible reproducirlos por sugestión poshipnótica. Charcot fue también el primero en estudiar la función del trauma psicológico en el origen de la histeria, suponiendo que los recuerdos traumáticos se almacenan en el inconsciente, separados de la consciencia, y dan lugar a los síntomas físicos. Otros autores importantes fueron: Johann Reil (1759-1813), alemán, creador de la psicoterapia racional y fundador de la primera revista psiquiátrica, fue también el primero en utilizar la palabra "psiquiatría"; Benjamin Rush (1745- 181 3), reconocido como el "padre de la psiquiatría norteamericana"; Joseph Adams (1756-1818), inglés, sostuvo que se hereda la susceptibilidad a la enfermedad y no la enfermedad en sí, con lo cual permitió pensar en prevención y curación; Johann Christian Heinroth (1773-1843), alemán, el primero en utilizar el término "psicosomático"; James Cowles Pritchard (1786-1848), inglés, dijo que la actitud antisocial es una forma de enfermedad mental, describiendo lo que luego se denominó psicopatía; Wilhem Griesinger (1817-1868), alemán, proclamó que las enfermedades mentales son patologías cerebrales; Carl Wernicke (1848-1905), alemán, seguidor de Griesinger, intentó localizar fenómenos psiquiátricos en estructuras cerebrales; Walter Cooper Dendy (1794-1871), inglés, introdujo el término "psicoterapia", al que definió como
prevención y remedio mediante influencia psíquica; John Conolly (1794-1866), inglés, seguidor de los Tuke, en su obra Tratamiento de la insanía sin restricciones mecánicas (1856) insistió en la eliminación de los tratamientos coercitivos; Daniel Hack Tuke (1827-1895), bisnieto de William Tuke, autor, junto con John Charles Bucknill (1817-1895), del primer texto completo de psiquiatría. La teoría de la degeneración Morel (1809-1873). En su Tratado de enfermedades mentales (1860), el francés Benedict-Augustin Morel postuló que algunas enfermedades mentales podían heredarse de padres con afecciones similares y que la predisposición podía sufrir una activación lenta hasta convertirse en una enfermedad debido a transmisión vertical repetida o bien a una activación repentina por eventos externos como traumas sociales, alcoholismo o infecciones. Introdujo la denominación de "demencia precoz" para referirse a la actual esquizofrenia. Otros exponentes de esta teoría fueron: Valentin Magnan (1835-1916), francés, uno de sus iniciadores; Richard von Krafft-Ebing (1840-1902), alemán, en su obra Psicopatía sexual (1886) describió varios casos de perversiones sexuales y los atribuyó a degeneración, siendo considerado como el fundador de la sexología; Cesare Lombroso (1836-1909), italiano, autor de El hombre delincuente (1876) y La mujer delincuente (1893), donde sostuvo que la criminalidad representa un fenómeno biológico producto de la degeneración, identificable a partir de la fisonomía, induciendo la creación de una escuela de antropología criminal, de donde se desarrolló la criminología. EL SIGLO XX La psiquiatría alcanzó su máximo desarrollo durante el siglo XX, con las clasificaciones internacionales, las diferentes psicoterapias y con la aparición de la psicofarmacología. Kraepelin (1856-1926). Emil Kraepelin, uno de los más influyentes psiquiatras alemanes del siglo XX, fue un perpetuo estudiante de sus pacientes hospitalizados, elaborando un sistema de psiquiatría descriptiva que todavía se emplea para clasificar los trastornos mentales de acuerdo a la conducta que presentan los pacientes y a la evolución del cuadro clínico. Continuó así, la orientación de Areteo de Capadocia. En la sexta edición de su Psiquiatría (1899), diferenció claramente entre la psicosis maniaco-depresiva, de buen pronóstico, y la demencia precoz, que evoluciona hacia el deterioro, dividiendo esta última en tres tipos: hebefrenia, catatonía y paranoia. Bleuler (1857-1939). El suizo Eugen Bleuler, en su libro Demencia precoz o el grupo de las esquizofrenias (1911), afirmó que, como no todos los casos de demencia precoz evolucionan hacia la demencia, era más apropiado usar el término "esquizofrenia". Mencionó cuatro síntomas fundamentales en esta enfermedad: autismo, ambivalencia y alteraciones en la asociación y afectividad. Jaspers (1883-1969). En su Psicopatología general (1913), el alemán Karl Jaspers realiza un estudio fenomenológico exhaustivo de la mente humana. Influyó notablemente en la psicopatología y en la psicoterapia en general. Kretschmer (1888-1964). El alemán Ernst Kretschmer, describió dos tipos corporales: leptosómico y pícnico, los cuales vinculó con la esquizofrenia y la psicosis maniaco-depresiva, respectivamente. Meyer (1866-1950). Figura dominante de la psiquiatría norteamericana, Adolf Meyer desarrolló un concepto psicobiológico de la psiquiatría, que integraba aspectos biológicos y psicológicos en la
Terapias conductuales y cognoscitivas Pavlov (1849-1936). En sus experimentos sobre conducta aprendida y no aprendida, el ruso Iván Pavlov consiguió que perros entrenados experimentaran salivación al oír el sonido de una campana (estímulo condicionado) luego que éste fuera apareado repetidamente con alimento (estímulo incondicionado), que normalmente produce salivación en el animal. Watson (1878-1958). Influido por los experimentos de Pavlov, el norteamericano John B. Watson indujo fobia a una rata blanca en un niño de un año de edad ("el pequeño Albert"), al asociar la presencia de aquel animal con un ruido intenso. Luego, el niño generalizó su temor hacia otros objetos peludos blancos. Este modelo fue llamado condicionamiento clásico. Otros autores importantes son: B.F. Skinner (1904-1990), norteamericano, empleó el denominado condicionamiento operante, que sostiene que la conducta es una función de sus consecuencias (reforzadores), Andrew Salter (1914), autor de la terapia de reflejo condicionado; Joseph Wolpe (1915), creador de la terapia de inhibición recíproca; Aaron Beck (1921), norteamericano, fundador de la psicoterapia cognoscitiva, que considera que las cogniciones tienen un rol causal en la conducta, la cual no es sólo consecuencia de condicionamientos. Otras psicoterapias La psicoterapia centrada en el cliente de Carl Rogers (1902-1987), responsabiliza al paciente por sus sentimientos y evolución de su terapia; la terapia gestáltica de Fritz Perl (1893-1970) busca el alivio terapéutico de una experiencia dolorosa para el tratamiento de la neurosis; el análisis transaccional de Eric Berne (1910-1970) postula que los padres crean un libreto de vida en la primera infancia que conforma e inhibe la vida del sujeto, por lo que la terapia busca descifrar ese guión. El uso abusivo de la psiquiatría En octubre de 1939, un decreto de Adolf Hitler ordenó a los médicos acabar con aquellos pacientes víctimas de enfermedades incurables, como parte de la doctrina nazi de preservar la "pureza racial" eliminando a los "incompetentes biológicos". De este modo, 270,000 enfermos mentales fueron asesinados. Durante la década de los '70 y '80, en la Unión Soviética se utilizaron los hospitales psiquiátricos para internar a los disidentes políticos, sometiéndolos a contacto estrecho con criminales peligrosos y enfermos mentales violentos, y a sobredosis de neurolépticos. La antipsiquiatría La antipsiquiatría como movimiento social surgió en Inglaterra en la década de los '60, teniendo como iniciadores a Ronald D. Laing (1927-1989), con su obra El yo dividido (1960), y David G. Cooper (1931), autor de Psiquiatría y antipsiquiatría (1967) y La muerte de la familia (1971). Este movimiento cuestionó a la familia y al estado, convirtiendo a la enfermedad mental en un mito, un rótulo arbitrario utilizado para descalificar a ciertas personas, siendo los psiquiatras instrumentos del poder opresivo. Con estas ideas, los antipsiquiatras fundaron la institución Kingsley Hall (1965-1970), en donde los supuestos enfermos podían realizar libremente sus "viajes" regresivos. En Italia, Franco Basaglia (1924) influyó en la promulgación de la ley 180, que cerró los hospitales psiquiátricos. Otro autor importante fue el húngaro Thomas S. Szasz (1920), autor de El mito de la enfermedad mental (1961). Como todo movimiento de contracultura, la antipsiquiatría tuvo una existencia efímera. Las clasificaciones internaciones en psiquiatría
CIE. El Primer Congreso Internacional de Estadística realizado en Bruselas en 1853 encargó al inglés William Farr y al italiano Marc d'Espine preparar una "nomenclatura uniforme de causas de mortalidad aplicables a todos los países". Más adelante, el francés Jacques Bertillon construyó la Primera Clasificación Internacional de Causas de Mortalidad, que fue adoptada en el Congreso Internacional de Estadística de 1893. Desde entonces, la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) se revisó cada diez años, aproximadamente. La primera revisión (CIE-1) se llevó a cabo en París en