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fracturas de radio distal, Resúmenes de Traumatología

resumen de fracturas de radio distal

Tipo: Resúmenes

2024/2025

Subido el 14/05/2025

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ana-soto-53 🇦🇷

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Fractura de radio distal
La fractura del extremo distal del radio (FEDR) es una de las fracturas diagnosticadas con más
frecuencia, correspondiendo a un 15% del total de las fracturas.
La población afecta tiene distribución bimodal; un primer grupo son mujeres con perfil osteoporótico
con edad comprendida entre 40 y 60 años con traumatismos de baja energía y un segundo grupo
son pacientes jóvenes con traumatismo de alta energía (1).
2.- MECANISMO DE PRODUCCIÓN
El mecanismo de producción del traumatismo nos va a definir el tipo de fractura, dividiéndose estas
en 6 grupos (2):
Fractura de Colles: es la FEDR más frecuente. Se produce por una caída con la muñeca en
extensión. Es una fractura extraarticular donde el fragmento distal tiene un desplazamiento
dorso-radial con cierto grado de supinación, apreciándose clínicamente “deformidad en dorso
de tenedor” (Figura 1).
Fractura de Goyrand-Smith (Colles invertido): FEDR extraarticular que se produce como
consecuencia de una caída con la muñeca en flexión. El fragmento distal se desplaza
volarmente, apreciándose clínicamente deformidad “en pala de jardinero” (Figura 1).
Fractura de Rhea–Barton: FEDR intraarticular por cizallamiento. Es una fractura-luxación de
la articulación radiocarpiana consistente en la fractura del reborde dorsal o volar del radio
(Barton invertido) con luxación del carpo (Figura 1).
Fractura de Hutchinson: FEDR intraarticular producida por fuerzas de cizallamiento que
afecta a la estiloides radial (Figura 1).
Fractura de “die-punch”: FEDR intraarticular por compresión axial del semilunar sobre la
faceta semilunar del radio.
Fracturas por avulsión de las inserciones ligamentosas: donde incluimos a las fracturas de
la estiloides radial y cubital asociadas con fracturas-luxación radiocarpianas.
3.- DIAGNÓSTICO
3.1. Clínica
Los síntomas y signos son los típicos de cualquier fractura: dolor, impotencia funcional y crepitación.
Es importante comprobar el estado vascular y nervioso de la mano afecta, principalmente el
territorio del nervio mediano.
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Fractura de radio distal

La fractura del extremo distal del radio (FEDR) es una de las fracturas diagnosticadas con más frecuencia, correspondiendo a un 15% del total de las fracturas. La población afecta tiene distribución bimodal; un primer grupo son mujeres con perfil osteoporótico con edad comprendida entre 40 y 60 años con traumatismos de baja energía y un segundo grupo son pacientes jóvenes con traumatismo de alta energía (1). 2.- MECANISMO DE PRODUCCIÓN El mecanismo de producción del traumatismo nos va a definir el tipo de fractura, dividiéndose estas en 6 grupos (2):  Fractura de Colles: es la FEDR más frecuente. Se produce por una caída con la muñeca en extensión. Es una fractura extraarticular donde el fragmento distal tiene un desplazamiento dorso-radial con cierto grado de supinación, apreciándose clínicamente “deformidad en dorso de tenedor” (Figura 1).  Fractura de Goyrand-Smith (Colles invertido): FEDR extraarticular que se produce como consecuencia de una caída con la muñeca en flexión. El fragmento distal se desplaza volarmente, apreciándose clínicamente deformidad “en pala de jardinero” (Figura 1).  Fractura de Rhea–Barton: FEDR intraarticular por cizallamiento. Es una fractura-luxación de la articulación radiocarpiana consistente en la fractura del reborde dorsal o volar del radio (Barton invertido) con luxación del carpo (Figura 1).  Fractura de Hutchinson: FEDR intraarticular producida por fuerzas de cizallamiento que afecta a la estiloides radial (Figura 1).  Fractura de “die-punch”: FEDR intraarticular por compresión axial del semilunar sobre la faceta semilunar del radio.  Fracturas por avulsión de las inserciones ligamentosas: donde incluimos a las fracturas de la estiloides radial y cubital asociadas con fracturas-luxación radiocarpianas. 3.- DIAGNÓSTICO 3.1. Clínica Los síntomas y signos son los típicos de cualquier fractura: dolor, impotencia funcional y crepitación. Es importante comprobar el estado vascular y nervioso de la mano afecta, principalmente el territorio del nervio mediano.

3.2. Diagnóstico por la imagen Además de la radiografía simple anteroposterior y de perfil, la TAC puede aportar información sobre la conminución de la fractura y la afectación intraarticular. La RMN está indicada en aquellos casos en los que se sospeche la presencia de lesiones ligamentosas asociadas: complejo fibrocartílago triangular, ligamento escafolunar o ligamento lunopiramidal. 4.- CLASIFICACIÓN Existen diferentes clasificaciones (3):  Clasificación de Frykman (1967): Está dividida en 8 grupos teniendo en cuenta la afectación articular radiocubital y radiocarpiana, así como la presencia o ausencia de fractura de la estiloides cubital. Es la clasificación de uso más frecuente en la práctica diaria (Figura 2).  Clasificación Müller–ASIF / AO (1986): El segmento distal del radio-cúbito es el 23, existiendo tres tipos de fracturas: extraarticulares (A), intraarticulares parciales (B) e intraarticulares completas (C). A su vez, cada tipo se divide en tres en función de su complejidad. Esta clasificación recoge un alto número de posibilidades y patrones de fractura, pero representa una clasificación de difícil manejo.  Clasificación de Fernández (1995): Fundamentada en el mecanismo lesional, subdivide las fracturas en 5 grupos (Figura 3): o Tipo I: Fracturas con desviación de la metáfisis, en las que una cortical está rota y la otra hundida o conminuta, en función de las fuerzas ejercidas durante la caída. Son fracturas extraarticulares. o Tipo II: Fracturas parcelares: marginales dorsales, palmares y de la estiloides radial. o Tipo III: Fracturas por compresión de la cara articular con impactación del hueso subcondral y metafisario (fracturas conminutas intraarticulares del radio distal). o Tipo IV: Fracturas por avulsión, en las que los ligamentos arrancan una porción del hueso, incluyendo la estiloides radial y cubital. o Tipo V: Representa combinaciones de fracturas por distintos mecanismos como torsión, acortamiento, compresión, avulsión; incluyendo las fracturas por traumatismo de alta energía. En general, un sistema de clasificación de las FEDR debe ser simple y fácilmente comprensible, además de proporcionar un pronóstico y ser una guía de tratamiento. Hasta la fecha, no encontramos evidencia suficiente en la literatura para determinar cuál de los sistemas de clasificación mencionados es el más útil o cuál debería

5.2.1. Agujas de Kirschner La reducción cerrada y fijación percutánea con agujas estaría indicada en aquellas fracturas extraarticulares con conminución dorsal metafisaria en las que podemos conseguir una buena reducción, pero que tienen alto riesgo de desplazamiento secundario si solo se inmovilizan con yeso (6). Se han descrito diferentes técnicas de fijación, pero la más utilizada es la fijación percutánea extrafocal de Clancey: se introduce una primera aguja oblicua desde la estiloides radial en un ángulo de 45º con el eje diafisario radial y una segunda aguja desde el borde cubital del radio de dorsal a volar a unos 30-45º (Figura 5). Las agujas se deben mantener cuatro semanas como máximo para reducir el riesgo de infección. 5.2.2. Placas Existen placas dorsales y volares. Las primeras están desaconsejadas actualmente debido a la elevada incidencia de tendinitis, rotura tendinosa y protrusión del material, debido al estrecho contacto entre el material de osteosíntesis y los tendones extensores, y la escasa presencia de tejido subcutáneo. Las placas volares de ángulo fijo utilizan tornillos fijados a la placa que permiten una mejor estabilidad incluso en pacientes osteoporóticos. Para su colocación se utiliza el abordaje volar de Henry e incluso se puede complementar con una artroscopia de muñeca para ayudar a la reducción articular. 5.2.3. Fijador externo El fijador externo utiliza el principio de ligamentotaxis para la reducción de la fractura al aplicar tracción, pero dado que no todos los fragmentos están unidos a ligamentos, no se consiguen reducir todos únicamente con distracción. Es por ello que habitualmente se utiliza combinado con agujas para aumentar la estabilidad. El fijador externo estaría indicado para fracturas abiertas, ya que ofrece estabilidad sin producir mayor devascularización.

6. COMPLICACIONES 6.1. Consolidación viciosa Es la complicación más frecuente. Se trata de la consolidación de la fractura en una mala posición, bloqueando la función de la muñeca. Lo más frecuente es una consolidación en báscula dorsal y el acortamiento del radio con alteración de la articulación radiocubital distal. 6.2. Compresión nerviosa La compresión del nervio mediano es la más frecuente, ya sea de forma aguda o crónica. 6.3. Síndrome de dolor regional complejo (SDRC) Favorecido por los periodos de larga inmovilización y por la colocación de fijadores externos con

demasiada distracción. Para minimizar su aparición es importante insistir en la movilización activa de los dedos, codo y hombro desde el inicio del tratamiento. Parece haber evidencia en la literatura de que la administración de Vit C puede prevenir la aparición de SDRC (7). 6.4. Roturas tendinosas La más frecuente es la rotura del extensor pollicis longus. 6.5. Artrosis postraumática Directamente relacionada con el tipo de fractura y con la reducción anatómica de la superficie articular. Un escalón articular mayor de 2 mm se considera un factor pronóstico desfavorable. 6.6. Inestabilidades carpianas