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Elementos o puntos clave para formar un buen equipo
Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones
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¡No te pierdas las partes importantes!
El primer paso para tener un buen equipo de trabajo, es que realmente todas las personas que lo conforman, entiendan claramente las metas, tanto individuales como grupales. Las personas se comprometen más cuando entienden que son parte del objetivo y no solamente un accesorio o extra en la empresa. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, preocúpate por transmitirle a cada persona, cuál es su objetivo y qué se espera que logre todo el equipo.
Muchas veces he visto equipos de trabajo conformados con personas de relleno. Con esto me refiero a que, en muchas empresas, hay personas que funcionan como una especie de comodín, algunas veces en un lado, otras veces en otro. Grave error. La clave para crear un buen equipo de trabajo, está en la selección de las personas correctas, por eso muchos equipos fallan, inclusive antes de comenzar. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, no emplees personas de relleno. Escoge a los adecuados.
Esto es simple. Todo buen equipo de trabajo, requiere una cabeza. Y esa cabeza es el líder. Si quieres tener un equipo unido, óptimo, que luche por las metas y se comprometa, el primer paso es que tú te conviertas en un buen líder. Armar un equipo no es solamente unir a un grupo de personas. La clave está, en que haya una cabeza, que lleve a todos por el camino correcto.
Existirán momentos de alegría, de stress, de relajación y de arduo trabajo. Así es la vida de trabajo en equipo. Pero lo que no puede haber, es una mala comunicación. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, piensa en todos como conectores de información. Todos deberían recibir la misma información y en la misma calidad. ¿Has jugado alguna vez al teléfono descompuesto? ¿Ese juego que las personas van de una en una pasando un mensaje, que al llegar a la última llega totalmente distorsionado? Bueno, eso sucede cuando no tienes una buena comunicación con el equipo. La clave está no solo en mandar mensajes, sino también en asegurarte que todos reciban dicho mensaje. Desde el primero, hasta el último.
No importa la razón por la cual quieras formas un buen equipo de trabajo, como líder deberás enfocarte en crear y mantener un buen ambiente de trabajo. Con esto me refiero a que todos puedan participar, aportar, comunicarse y trabajar en justa medida. Usualmente los equipos de trabajo se terminan transformando y dividiendo en pequeñas camarillas, que a fin de cuenta es todo lo contrario a lo que quieres. Promueve el buen ambiente, la honestidad, la comunicación, participación y apoyo entre todos. A fin de cuenta, crear un buen equipo, significa crear un buen ambiente de trabajo.
Este a mi entender es uno de los errores que muchos comenten a la hora de intentar crear un buen equipo de trabajo. Olvidarse de establecer reglas. ¿Qué sucede luego? Algunos trabajan más que otros, otros llegan tarde, tenemos gente desordenada, en cambio otros son caprichosos y hacen todo a su medida.
Cuando las personas hacen algo malo, reciben un castigo. Bueno, quizás sea lógico. Pero ¿Por qué cuando las personas hacen las cosas bien o superan las expectativas nunca se los premia? Aprende a reconocer y premiar a los miembros de tu equipo por sus logros. Mejor todavía, a todo el equipo cuando se alcancen ciertas metas. Estamos acostumbrados a ver el lado malo de las cosas a tal punto que no vemos lo bueno. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, reconoce y premia. Notarás la diferencia.
Siguiendo con el punto anterior, algunas veces los objetivos parecen muy lejanos y esto desmotiva a las personas. Por ejemplo, no es lo mismo ir al gimnasio y saber que tienes que bajar 40 kilos, que saber que tienes que bajar 5 kilos por mes. En el segundo ejemplo, suena más sencillo, aunque a largo plazo, el objetivo sea bajar esos 40 kilos. Debes aprender a hacer lo mismo con tu equipo. Si quieres un buen equipo de trabajo, comprometido, que se esfuerce y con actitud positiva, deberás comenzar a establecer pequeños logros u objetivos. Y no olvides que una vez se alcancen, deberás reconocer y premiar al equipo. De esta forma, con cada victoria crecerá la motivación y las ganas de llegar a la meta final.
Las personas son diferentes una de otras por más que tengan puntos en común. Lo mismo sucede con un buen equipo de trabajo. Tienes que aprender a reconocer a cada persona como un ser individual, que puede atravesar momentos o situaciones particulares.
Por ejemplo, quizás algún miembro rinda menos por tener algún problema fuera de la oficina con lo que está lidiando. Exigirle que sea igual que el resto (durante ese momento) solamente agravaría la situación. Como buen líder que debes ser, preocúpate por saber qué pasa con cada miembro de tu equipo de trabajo. Con el tiempo te darás cuenta, que un apoyo en un momento clave (en vez de una crítica o ataque) tiene resultados extraordinarios y positivos.
Un buen equipo de trabajo, está basado en la confianza. La confianza entre los miembros y la confianza que te tengan como líder o cabeza de este. En varias consultorías que me han tocado, he visto como jefes tiranos o desmotivadores, exigían y reclamaban el querer tener un buen equipo de trabajo en su empresa. Si tu equipo no confía en ti, y encima tampoco en los demás miembros. ¿Cómo esperas que sean personas productivas? En resumen, aprende a crear un ambiente de confianza. La desconfianza y el miedo, matan a los buenos equipos de trabajo.
Trabajar en equipo, no significa solamente trabajar. Involucra a todo el equipo en la toma de decisiones. Lo peor que podría pasar es que trates de hacer trabajar a alguien, en algo que esa persona sabe no funcionará. Y esto es realmente desalentador. En cambio, si promueves la posibilidad de que todos opinen, participen y sean parte de la toma de decisiones, puede que encuentren el mejor camino. Imagina qué desmotivador sería para tu equipo de trabajo, saber que están trabajando en algo que tiene muchas posibilidades de no funcionar. Y todo porque no los tuviste en cuenta para tomar esa decisión.
He estado en empresas, donde había un ritmo imparable durante semanas y hasta meses. El desgaste del equipo, es algo que va a suceder, especialmente el desgaste mental. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, tienes que entender que hay momento para tomar ciertos descansos. Por ejemplo, puedes aprovechar el tema de las recompensas o reconocimientos, para tomar un descanso grupo o realizar alguna actividad. Si tienes un buen equipo de trabajo, ten cuidado con desgastarlo. Muchas empresas terminan “quemando” a sus mejores equipos por esto.
Tener un buen equipo de trabajo no es algo que se logra de un día para el otro. En el proceso van a suceder muchas cosas y entre ellas está el retiro o incorporación de algunas personas. No te asustes, esto es algo que sucede. No todas las personas, son para todos los equipos. También, no todos los equipos, son para todos los proyectos. Aprende a medir el rendimiento y desempeño de cada miembro de tu equipo, para así comprender si puedes ayudar en algo o si realmente esa persona, no debería estar en el mismo.
Este sí que es un tema complicado. Si quieres tener un buen equipo de trabajo, tienes que aprender y enseñarle a los demás a aceptar las diferencias. Y con esto me refiero a las diferencias de opiniones. ¿Pero sabes qué? Eso es excelente. Un buen equipo de trabajo, no es solamente un puñado de personas que te obedecen. Al contrario, un buen equipo, puede no estar de acuerdo contigo o con otros.
¿Por qué? Porque puede que estén comprometidos con el objetivo, y realmente sepan o entiendan que el camino que se está decidiendo no es el mejor. ¿tú que prefieres, un buen equipo de trabajo o robots que solamente te obedezcan?
No todo el mundo sabe automotivarse. Aparte de esto, soy un fiel creyente que muchas veces la vida, la sociedad y hasta en las empresas, existen muchas razones para desmotivarlo a uno. No te conviertas en una de esas razones. Si realmente quieres tener un buen equipo de trabajo, aprender a motivar a las personas. Consejo sencillo, pero poderoso.
Los miembros del equipo deben saber qué tareas les corresponden y cuáles son sus objetivos, de esta manera focalizarán tiempo y esfuerzo en conseguir el éxito y los resultados planteados. Es importante ir midiendo y analizando las actuaciones del grupo, para saber si las acciones que se están llevando a cabo y las decisiones que se toman son las correctas para alcanzar el objetivo.
A pesar de que el trabajo sea en equipo, cada integrante debe asumir un rol específico dentro del conjunto. Todos los miembros deben tener claro el objetivo, de esta manera pueden trabajar en la misma dirección. Además, la definición de roles frenará los roces entre los miembros.
La claridad en el proceso hace que la gente sepa el camino para lograr el éxito, lo que implica rapidez en el aprendizaje y menor resistencia a los cambios. Una persona que conoce el proceso es una persona más productiva.