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Exposición sobre el tema de El pimentón, Resúmenes de Jardinería y Horticultura

Todo sobre el pimentón es un manual para el estudiante

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 13/07/2024

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PRODUCCIÓN Y MANEJO DE CULTIVO
Di Fabio, Amanda; Lozoya-Gloria, Edmundo; dos Santos-Olivera, Filipe
Requerimientos de clima y suelo
El pimiento es un cultivo de clima cálido, para alcanzar un buen desarrollo necesita temperaturas diurnas
en un rango de 20 - 25º C y nocturnas entre 16 a 18º C. Cuando la temperatura desciende por debajo de
15ºC, la planta vegeta muy escasamente; entre 8ºC y 10º C los procesos vegetativos se detienen,
promoviendo el cuaje de frutos pequeños de mala calidad. Si la antesis se produce a 12º C, y esta
temperatura se mantiene durante un par de días, se forman frutos partenocárpicos.
En las zonas templadas y templado-cálidas, se cultiva como una especie anual y el trasplante se efectúa
una vez pasado el peligro de heladas, debido a la sensibilidad de la planta al frío.
Las altas temperaturas, cuando van acompañadas de humedad relativa baja, provocan la abcisión de flores
y frutos recién cuajados; en cambio, existe tolerancia hasta 40º C cuando la humedad es elevada; las
variedades de frutos pequeños son más resistentes al calor. Durante las primeras fases del desarrollo,
básicamente en los momentos de floración y cuaje, es fundamental que la humedad del medio ambiente
oscile entre valores del 50 a 70%.
El pimiento es una especie exigente en luminosidad durante todo el ciclo vegetativo y la falta de luz
provoca ahilamiento, entrenudos largos y tallos débiles. Se han llevado a cabo algunas experiencias en
Hungría, duplicando la densidad de plantas por hectárea y se ha observado una disminución del 50%, en
el contenido de vitamina C de los frutos (Sánchez - Gómez, 1970). En cuanto al fotoperíodo se comporta
como una especie indiferente.
El riego es indispensable en el cultivo de pimiento, es una especie muy sensible a la falta de humedad. El
rendimiento se ve afectado cuando el déficit de agua se produce durante la fase de floración hasta la
maduración de los frutos. La falta de agua provoca, además, el abarquillamiento de las hojas, el
incremento de la pungencia y la aparición en los frutos de una anomalía que desmejora la calidad,
conocida como “necrosis apical” o “blossom end rot”.
Suelo
El pimiento preferentemente requiere suelos de textura media, sueltos, profundos, ricos en fósforo y
nitrógeno y se adapta bien en un rango de pH entre 5,5 y 7 (Vilmorin -Díaz, 1977). Como no tolera
salinidad, los rendimientos decaen a partir de 3,5 dS/m de conductividad eléctrica. Deben descartarse los
suelos con tendencia al anegamiento, porque necesita buen drenaje, debido a su sensibilidad a la asfixia
radicular.
La pungencia de los frutos se incrementa en suelos compactos, ligeramente salinos, pobres en nitrógeno y
en condiciones de clima seco y cálido (Milla, 1996).
Manejo de cultivo
Momento oportuno de siembra
Si el cultivo se lleva a cabo por medio de siembra directa, en lugares de clima templado del hemisferio
Sur, el momento oportuno para hacerlo es una vez pasado el peligro de heladas. Si se hace en
almacigueras, se aconseja realizar la siembra a partir de la segunda quincena de julio y primera semana de
agosto.
En Centroamérica, esta especie se puede cultivar todo el año con ayuda de irrigación artificial; el
momento adecuado de siembra depende del tiempo de cosecha, ya que se trata de evitar que las colectas
coincidan con las de otros cultivos, para no entrar en competencia por la mano de obra. Alfonso (1993)
recomienda realizar la siembra en esta región durante los meses de abril y mayo, para poder efectuar el
transplante en época de lluvias. Esto permite disminuir los costos de riego y de desinfección, puesto que
se aprovecha el periodo de menor población de insectos.
Técnicas de plantación
Siembra directa
La técnica de siembra directa requiere una adecuada preparación del suelo. Para germinar las semillas
necesitan temperaturas comprendidas entre 20ºC y 25ºC y la fecha oportuna de siembra está condicionada
al peligro de heladas.
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PRODUCCIÓN Y MANEJO DE CULTIVO

Di Fabio, Amanda; Lozoya-Gloria, Edmundo; dos Santos-Olivera, Filipe

Requerimientos de clima y suelo

El pimiento es un cultivo de clima cálido, para alcanzar un buen desarrollo necesita temperaturas diurnas en un rango de 20 - 25º C y nocturnas entre 16 a 18º C. Cuando la temperatura desciende por debajo de 15ºC, la planta vegeta muy escasamente; entre 8ºC y 10º C los procesos vegetativos se detienen, promoviendo el cuaje de frutos pequeños de mala calidad. Si la antesis se produce a 12º C, y esta temperatura se mantiene durante un par de días, se forman frutos partenocárpicos. En las zonas templadas y templado-cálidas, se cultiva como una especie anual y el trasplante se efectúa una vez pasado el peligro de heladas, debido a la sensibilidad de la planta al frío. Las altas temperaturas, cuando van acompañadas de humedad relativa baja, provocan la abcisión de flores y frutos recién cuajados; en cambio, existe tolerancia hasta 40º C cuando la humedad es elevada; las variedades de frutos pequeños son más resistentes al calor. Durante las primeras fases del desarrollo, básicamente en los momentos de floración y cuaje, es fundamental que la humedad del medio ambiente oscile entre valores del 50 a 70%. El pimiento es una especie exigente en luminosidad durante todo el ciclo vegetativo y la falta de luz provoca ahilamiento, entrenudos largos y tallos débiles. Se han llevado a cabo algunas experiencias en Hungría, duplicando la densidad de plantas por hectárea y se ha observado una disminución del 50%, en el contenido de vitamina C de los frutos (Sánchez - Gómez, 1970). En cuanto al fotoperíodo se comporta como una especie indiferente. El riego es indispensable en el cultivo de pimiento, es una especie muy sensible a la falta de humedad. El rendimiento se ve afectado cuando el déficit de agua se produce durante la fase de floración hasta la maduración de los frutos. La falta de agua provoca, además, el abarquillamiento de las hojas, el incremento de la pungencia y la aparición en los frutos de una anomalía que desmejora la calidad, conocida como “necrosis apical” o “blossom end rot”.

Suelo

El pimiento preferentemente requiere suelos de textura media, sueltos, profundos, ricos en fósforo y nitrógeno y se adapta bien en un rango de pH entre 5,5 y 7 (Vilmorin -Díaz, 1977). Como no tolera salinidad, los rendimientos decaen a partir de 3,5 dS/m de conductividad eléctrica. Deben descartarse los suelos con tendencia al anegamiento, porque necesita buen drenaje, debido a su sensibilidad a la asfixia radicular. La pungencia de los frutos se incrementa en suelos compactos, ligeramente salinos, pobres en nitrógeno y en condiciones de clima seco y cálido (Milla, 1996).

Manejo de cultivo

Momento oportuno de siembra

Si el cultivo se lleva a cabo por medio de siembra directa, en lugares de clima templado del hemisferio Sur, el momento oportuno para hacerlo es una vez pasado el peligro de heladas. Si se hace en almacigueras, se aconseja realizar la siembra a partir de la segunda quincena de julio y primera semana de agosto. En Centroamérica, esta especie se puede cultivar todo el año con ayuda de irrigación artificial; el momento adecuado de siembra depende del tiempo de cosecha, ya que se trata de evitar que las colectas coincidan con las de otros cultivos, para no entrar en competencia por la mano de obra. Alfonso (1993) recomienda realizar la siembra en esta región durante los meses de abril y mayo, para poder efectuar el transplante en época de lluvias. Esto permite disminuir los costos de riego y de desinfección, puesto que se aprovecha el periodo de menor población de insectos.

Técnicas de plantación

Siembra directa

La técnica de siembra directa requiere una adecuada preparación del suelo. Para germinar las semillas necesitan temperaturas comprendidas entre 20ºC y 25ºC y la fecha oportuna de siembra está condicionada al peligro de heladas.

El pimiento, en el período de germinación y emergencia tiene una alta exigencia térmica, si esta fase la cumple por debajo de la temperatura óptima, la nascencia es poco uniforme y se prolonga, si se realiza sobre suelo desnudo, pudiendo llegar a formar una costra que dificulta la germinación. Esto se puede evitar mediante el uso de acolchado plástico con polietileno transparente (Cavero 1993). Sólo se aconseja la siembra directa en terreno desnudo, en suelos que no forman costras, con temperaturas adecuadas e irrigado por aspersión (Nuez y col. 1996). Se necesita por hectárea de 2 a 3kg de semilla; se siembra a golpes de tres o cuatro plantas, a una distancia de 20 cm. Si la emergencia es buena, se consigue un cultivo uniforme y más vigoroso que de trasplante. La dificultad que plantea la siembra directa es el control de malezas. La aplicación de herbicidas se ve obstaculizada por el período de preemergencia prolongado, con aparición de una infinidad de malas hierbas, muy bien adaptadas al lugar y por una post-emergencia con un crecimiento lento de las plantas. Se han desarrollado máquinas integrales para la siembra directa de hortalizas y que son aplicables al cultivo de pimiento con el objeto de disminuir los costos operativos. El equipo realiza en forma simultánea las siguientes operaciones: surqueado, rotocultivado del suelo, formado de la cama de siembra, siembra, aplicación de herbicida y fertilizante. Este manejo mecanizado integral, asegura la realización de las prácticas culturales en el momento oportuno (del Monte, 1981). La siembra directa reduce los costos de mano de obra y permite alcanzar una mayor densidad de plantas por hectárea con un sistema radicular muy abundante. Los cultivares que se adaptan a este sistema son los de ciclo corto y de maduración agrupada, susceptibles de ser cosechados mecánicamente.

Almácigos – Transplante

Figura 3. 1. Cantero por debajo del nivel del suelo.

Para construir los canteros destinados a la implantación de almácigos se debe elegir un terreno de suelo profundo, libre de malezas y con reparo de los vientos. Se establecen por debajo del nivel del suelo en los lugares de clima seco (Figura 3.1) y en niveles sobre-elevados en las zonas con abundantes precipitaciones. Las medidas de estos semilleros son de 1,20 m de ancho y no más de 10 m de largo, dejando entre ellos caminos de hasta 2 m, para facilitar la circulación. Por cada metro cuadrado, se incorporan de 15-20 Kg. de estiércol, fermentado y desmenuzado; se recomienda incorporar el guano, por lo menos un mes antes de la siembra, para poder realizar 2 o 3 riegos durante ese lapso. Se desinfecta el suelo con bromuro de metilo , fumigante que se presenta en forma de gas licuado. Su campo de acción incluye insectos, nematodos, hongos y semillas de malezas, se aplica a razón de 50cm^3 /m^2 , se cubre con plástico durante dos días y luego se destapa y se remueve el suelo, para acelerar la evaporación de los gases. Una vez aireado, se marcan las líneas y se procede a la siembra. Se cubren con polietileno o esteras de totora (Figura 3.2). Otra alternativa es el uso de dazomet 98%, granulado, a razón de 50g/m^2 ; para una eficiente aplicación hay que humedecer previamente el terreno, luego se distribuye uniformemente, se mezcla, se comprime el suelo y se sella con un riego; a los 10 días se airea por medio de labores y, a los 30 se procede a colocar la semilla.

El transplante mecánico se puede llevar a cabo haciendo uso de trasplantadoras, que efectúan la labor, ya sea a raíz desnuda o, con pan de tierra, generalmente se utilizan los equipos de alimentación manual, atendidos por uno o dos obreros por línea. Un operario coloca de 40-50 plantas por minuto. La máquina puede estar provista con dos o más líneas. El rendimiento del equipo que consta de cuatro líneas es de 2.000 m^2 /hora (Figura 3.4). Estos implementos son arrastrados por el tractor y constan de una reja que abre el surco, donde se depositan las plantas mediante una serie de pinzas montadas en una rueda giratoria y dos rodajes posteriores, que cierran el surco y oprimen el suelo (Figura 3.5).

Figura 3.5. Colocación de plantas en la serie de pinzas.

Densidad de cultivo – Distancia de plantación

El marco de plantación más usado, en América del Sur, es con una distancia entre surcos de 80 cm y 30 cm entre plantas, en una línea (Figura 3.6); se obtienen así 41.600 plantas por hectárea.

Figura 3. 6. Trasplante en una sola línea.

Para aumentar la densidad se puede cultivar en camas alternadas, colocando las plantas en las dos caras del surco (Figuras 3.7 y 3.8), dispuestas en tresbolillo con una distancia entre ellas de 15 cm; de esta forma se colocan 50.000plantas/ha. Entre estos surcos se dejan espacios intermedios que permiten efectuar los aporques correspondientes. En las zonas tropicales la planta alcanza mayor desarrollo; por lo tanto, se colocan en el cultivo definitivo sólo 14.000plantas/ha. La distancia de trasplante necesaria para alcanzar esta población es de 1,60 m entre surcos y 0,40 m entre plantas (Alfonso, 1993). Los cuidados posteriores a la siembra son los siguientes: a) dar los riegos necesarios, dependiendo del clima y tipo de terreno y b) aplicar fertilizantes nitrogenados en el suelo o por vía foliar y observar la incidencia de plagas y enfermedades para su control.

Figura 3. 7. Trasplante a dos caras del surco.

Figura 3. 8. Trasplante a dos caras, cultivo en pleno desarrollo.

Labores culturales

A los diez días de efectuado el trasplante, se incorpora un fertilizante fosforado, a continuación se aporca (Figura 3.9), laboreo que tiene como finalidad aproximar tierra a la planta y enterrar el nutriente.

Figura 3. 9. Primer aporque.

Mecanización de las diferentes labores agrícolas

Cuando la explotación se lleva a cabo con técnicas tradicionales generalmente proporciona cosechas de bajos rendimientos ó de altos costos operativos. En la actualidad estos sistemas, se han reemplazado por manejos integrales que aseguran la ejecución de las prácticas de cultivo en el momento oportuno, basados en una minuciosa programación. La participación en este proceso de perfeccionamiento, necesita de la capacitación de mano de obra especializada y de la adquisición de maquinaria ajustada a las características de la explotación (del Monte, 1981). La incorporación de tecnología adecuada, tiende a disminuir el costo operativo e incrementar el rendimiento. Se recomienda mecanizar aquellas fases de cultivo, que requieren mayor afluencia de mano de obra, tales como el trasplante y la cosecha.

Cosecha

La recolección de los frutos se realiza cuando estos han alcanzado la madurez. En el hemisferio sur, la colecta comienza a partir del mes de febrero y se extiende hasta mayo. Los frutos para la industria del pimentón y extracción de oleorresina deben recolectarse con una mayor gradación de color y con el menor contenido de agua, hecho que facilita la posterior deshidratación de los mismos.

Figura 3. 11. Cosecha manual.

La cosecha manual (Figura 3.11) es la más frecuente y se realiza en dos o tres etapas, la última se lleva a cabo cuando las plantas han sufrido el daño de las heladas.

Figura 3. 12. Cosechadora mecánica. La mecanización de esta etapa requiere de una selección de variedades de maduración agrupada, exige una perfecta sistematización del terreno y una plantación en línea a una distancia predeterminada.

La Industria David S. L. de Yecla (Murcia) ha patentado una cosechadora de pimiento para pimentón (Figura 3.12). La máquina de una sola línea accionada por un tractor, se encuentra provista de cepillos. El principio se basa en el cepillado de abajo hacia arriba de la planta que pasa por dos ejes contrarrotantes. Al desprenderse el fruto es recogido por un sinfín que lo conduce a una tolva. Un ventilador elimina antes de caer las hojas y otros restos vegetales.

Rendimiento por hectárea

Los rendimientos dependen de los cultivares seleccionados, estos deben tener un alto porcentaje de cáscara y baja participación de placenta, semillas y pedúnculo. También está subordinado al momento oportuno de la siembra; en las zonas templadas del cono sur se recomienda realizar el trasplante durante la primera quincena de octubre, ampliando de esta manera el ciclo productivo de la planta. En estas condiciones los rendimientos oscilan entre 15-20ton/ha de frutos frescos, que corresponden a 3-4ton/ha de frutos secos. En las zonas de clima tropical, la producción media es de 10-13 ton/ha, de producto fresco (Nuez, Gil y Costa, 1996).

Post-cosecha

Luego de cosechados los frutos son deshidratados, generalmente por energía solar (Figura 3.13).

Figura 3. 13. Deshidratado al sol.

Figura 3. 14. Horno de deshidratado.

Esta modalidad hace que la materia prima se encuentre expuesta a la acción de las lluvias, el rocío, el polvo, las partículas extrañas y los organismos contaminantes. Todo esto deteriora la calidad del producto final.

Pudrición ácida , Geotrichum sp****. Ocasiona una pudrición ácida. Penetra después de la cosecha, por las heridas del pericarpio. La zona infectada se torna blanda y húmeda, descomponiendo la parte interna; luego el sector afectado se agrieta y se cubre de moho blanco, en forma de espuma. El interior se deteriorara totalmente y se desprende olor agrio. Las moscas de la fruta son atraídas por la pudrición ácida, que se ve favorecida por temperaturas de 24º a 30º C y humedad elevada_._

Mohos azules , Penicillium sp****. Es la más destructiva de todas las enfermedades de post-cosecha. El hongo penetra a través de las aberturas y se propaga desde los frutos infectados a los sanos. Al comienzo tiene el aspecto de manchas blandas, aguanosas, decoloradas, superficiales al principio y hundidas después. Luego forma un moho blanco, con esporas de color azul verdoso.

Mohos amarillos o rosados , Fusarium sp****. Los frutos se contaminan en el campo, antes o durante la cosecha. Los tejidos afectados se observan levemente húmedos, de color marrón claro al comienzo y luego oscurecen.

Enfermedades y plagas detectadas en cultivo

Bacterias

Las bacterias hibernan sobre los órganos sanos o infectados de las matas perennes, sobre las semillas, sobre los restos de vegetales enfermos y sobre el suelo; se diseminan por la lluvia y llegan a la planta a través del viento, los insectos, por las herramientas, o por contacto directo. Penetran a través de aberturas naturales y heridas y la irrupción se realiza a través del tejido parenquimático. El ambiente húmedo y las temperaturas elevadas favorecen el desarrollo de la enfermedad. Las lesiones se observan sobre tallos, hojas y frutos. Mancha Bacteriana, Xanthomonas campestris pv. vesicatoria (Doige) Dye. Este patógeno prospera con altas temperaturas y ambiente húmedo; se propaga por semillas contaminadas y por el salpicado del agua de lluvia; afecta a toda la planta. Los síntomas que se observan en las hojas son manchas irregulares, de color gris púrpura, con halo amarillo estrecho y el centro de color negro (Figura 3.17).

Figura 3. 17. Xanthomonas campestris.

Cuando estas lesiones son numerosas se produce defoliación. La característica más destacada se observa en los frutos inmaduros, donde se forman pequeñas manchas aguanosas sobresalientes, con halos blanco- verduscos que se extienden hasta lograr un diámetro de 3 a 6 mm. Posteriormente, los halos desaparecen y las manchas pardas se oscurecen, tomando un color negro; la superficie se torna áspera, y se forma una costra.

Para controlar esta enfermedad se debe partir de semilla libre de bacterias, o en su defecto se puede tratar la misma, con hipoclorito de sodio al 1% por 1 minuto antes de sembrar ó con sulfato de estreptomicina , colocando 2gramos en 5 litros de agua, se sumergen las semillas por espacio de 6 a 8 horas. Una vez secas están listas para sembrar. En el cultivo la desinfección se realiza al aparecer los primeros frutos, se aplica sulfato de estreptomicina , a razón de 40g / Hl. Se recomienda la práctica de rotación de cultivos.

Podredumbre blanda de los frutos, Erwinia carotovora pv****. carotovora Jones. El daño empieza habitualmente en el pedúnculo y en el cáliz, pero la infección se puede localizar en cualquier parte del fruto que presente lesiones. El tejido interno cercano a la contaminación se ablanda y el daño se extiende rápidamente, transformándose en pocos días en una masa aguanosa. En la planta, el fruto afectado se asemeja a una bolsa llena de agua. Esta enfermedad se acrecienta durante los períodos de lluvia debido a que la bacteria es salpicada del suelo a la fruta (Figura 3.18).

Figura 3.18. Erwinia carotovora pv. Carotovora.

Para evitar estas infecciones, se deben seleccionar áreas bien drenadas para realizar los cultivos, se aconsejan las rotaciones con cereales, maíz y otros cultivos no susceptibles. No se recomienda llevar a cabo aspersiones con compuestos químicos para su control.

Marchitez bacteriana, Pseudomonas solanacearum Smith. La infección provocada por esta bacteria se manifiesta en forma importante en los climas tropicales y en los cálidos de todo el mundo. En las plantas afectadas se observa un decaimiento repentino, las más jóvenes mueren prontamente y las adultas se caracterizan por presentar un marchitamiento parcial o generalizada y por la presencia de necrosis del tejido vascular en el tallo y la raíz. Al oprimir el tallo enfermo, se puede observar, exudados blancos cremosos. El control depende del uso de variedades resistentes y de una rotación de cultivos adecuada. Capsicum frutescens y C. chinense, son especies resistentes.

Enfermedades provocadas por hongos

Damping-off , enfermedad de los almácigos provocada por Pythium spp y Rhizoctonia spp****. Se observa en las almacigueras la caída brusca de los plantines. El ataque es visible en el cuello de la planta (Figura 3.19); cuando alcanza el sistema vascular se interrumpe el ascenso de la savia y muere. Se recomienda desinfectar las semillas con compuestos orgánicos protectores como captan, cloranil, maneb, mancozeb, benomil y el suelo de las almacigueras con compuestos químicos volátiles o ditianona 75% SC, a razón de 10 L/ha en el agua de riego, cuidando de que la distribución sea homogénea.

Antracnosis, Colletotrichum capsici (Vermicularia capsici Syd) , y otras especies del mismo género. Los síntomas característicos aparecen en el fruto maduro como manchas circulares acuosas, hundidas que se extienden rápidamente (Figura 3.20). El color de las lesiones varía del rojo oscuro hasta marrón claro. El control depende del uso de semillas sanas o tratadas con compuestos químicos y con agua caliente, de la rotación de cultivos, del uso de cultivares resistentes y de la aplicación de fungicidas como benomyl, mancozeb, clorotalonil, captafol y folpet, entre otros.

Marchitez, Verticillium dahliae Kleb. Los síntomas iniciales son la marchitez y el enrollamiento hacia arriba de las hojas inferiores; se produce un marchitamiento progresivo a veces unilateral en la planta. Las hojas caen tempranamente, empezando por las más jóvenes (Figura 3.22).

Figura 3.22. Verticillium dahliae.

El crecimiento se detiene o la planta entera se marchita permanentemente; los haces vasculares se oscurecen y no se observan necrosis exteriores. Algo característico es la aparición temprana de los síntomas y la progresión lenta de la enfermedad. El ataque se realiza por rodales (Palazón Español, 1988). Verticillium dahlie inverna en el suelo en forma de esclerocio, forma de resistencia que puede sobrevivir hasta por cincuenta años. Los marchitamientos vasculares son difíciles de controlar, el método más efectivo es el uso de variedades resistentes y de plantas sanas. La inactivación térmica por medio de la solarización de los suelos ha demostrado ser útil en el control de este patógeno en regiones con altas temperaturas de verano y escasa precipitación pluvial como California e Israel (Agrios, 1996). La aplicación de algunas prácticas de cultivo como barbecho profundo, rotación e inundación de terrenos, son técnicas que bajan el grado de infección, pero no lo eliminan totalmente.

Marchitez fusarium, Fusarium oxysporum f. sp. capsici****. Las hojas amarillean y las superiores languidecen, ésta sintomatología progresa en pocos días hasta alcanzar un marchitamiento permanente. El sistema vascular se decolora en el tallo y en la raíz. El ataque se observa en áreas locales del cultivo, en las cuales un alto porcentaje de plantas muere. Para controlar este patógeno se recomienda desinfectar la semilla, para ello se la remoja en ácido clorhídrico diluido al 1% por 20 minutos. La rotación de cultivos, la eliminación de residuos de cosecha y el control del exceso de humedad en el suelo ayudan a reducir la enfermedad.

Oidiopsis, ceniza o polvillo , Leveillula taurica (Lév.) Arn. Las temperaturas elevadas y el bajo porcentaje de humedad ambiental favorecen el desarrollo de este hongo. En las hojas se forman manchas cloróticas en la cara superior y en el reverso, las lesiones desarrollan un veteado necrótico y se cubren de un moho blanco (Figura 3.23). La caída de las hojas es un síntoma preponderante. Para el control preventivo se puede utilizar azufre en espolvoreo o en pulverización a razón de 10 kg./ha, cuidando de no aplicarlo con temperaturas elevadas. Una vez instalada la enfermedad se puede emplear productos sistémicos como: benomil , a razón de 0,5 a 1kg/ha, o triforina , preventivo y curativo, la dosis indicada es 125cm^3 / Hl.

Figura 3. 23. Leveillula taurica.

Podredunbre blanda, Sclerotinia sclerotiorum (Lib.) de Bary. Produce marchitamiento, decoloración y necrosis de las hojas, como consecuencia del ataque basal de tallos. En éstos se observan lesiones acuosas, que posteriormente se necrosan y toman color blanco, luego se ahuecan y en el interior se desarrollan esclerocios. Control con benomilo 50%, polvo mojable, dosis 550-100g / Hl, o, iprodione 2%, polvo para espolvoreo, dosis 20-30kg / ha.

Podredumbre gris, Botritis cinerea Pers. Ex Fr. La humedad relativa superior al 90% y las altas temperaturas favorecen la difusión de botritis. Las flores y los frutos recién cuajados se atizonan y se desarrolla un moho gris sobre los tejidos infectados. En las hojas se forman lesiones necróticas en forma de V, desde las márgenes hasta el centro. Para el control de esta enfermedad son importantes las medidas preventivas, como realizar un manejo adecuado de la ventilación y el riego; no aplicar dosis excesivas de nitrógeno; hacer uso de distancias de plantación adecuadas, para permitir una buena aireación. En cuanto al control químico, se aconseja la aplicación de benomil, fungicida sistémico, se usa a razón de 40g / Hl., con pulverizaciones preventivas cada 15 días. Diclofluanida, de acción preventiva y de contacto, 200g / Hl., o procimidona, vinclozolina, tiram y otros productos.

Tizón temprano, Alternaria solani (Ell. y Mart.) Jones y Grout. Se forman lesiones necróticas en tallos, hojas, pecíolos y frutos. En los frutos se producen magulladuras hendidas y secas; el hongo penetra por alguna herida y afecta la placenta, semilla y la parte interna del pericarpio. En post-cosecha las manchas se agrandan y se forma un moho gris. Esta enfermedad se controla mediante el uso de variedades resistentes, de semillas sanas o tratadas y mediante desinfecciones con fungicidas como los ya citados para antracnosis.

Figura 3. 24. Phytophtora capsici.

Mosaico del pepino (CMV). Cucumovirus, transmitido por áfidos. Causa graves daños en la floración, afectando el rendimiento. Produce deformaciones en las hojas que se alargan en forma de lanza y la nervadura central aparece en zig-zag (Figura 3.26); en las hojas adultas se observan dibujos cloróticos o necróticos en forma de anillos concéntricos o irregulares con la piel hundida (Conti y Masenga, 1977; Saéz 1993). Las plantas infectadas pierden las flores y presentan una necrosis de las puntas en crecimiento a temperaturas bajas.

Figura 3.26. Virus del mosaico del pepino.

Virus Y de la papa (PVY). Potyvirus transmitido por áfidos, provoca un mosaico con moteado y arrugado de las hojas apicales y bandas venosas verde oscuro (Figura 3.27), la producción y el tamaño de los frutos disminuye en las plantas enfermas. Es un patógeno que causa pérdidas importantes en los cultivos. Se ha encontrado resistencia en Capsicum chinense, C. frutescens, C. baccatum, C. eximium, C. flexuosum y C. pubescens , fuentes no usadas en programas de mejora por la calidad del fruto (Nuez, Gil y Costa, 1996).

Figura 3.27. Virus Y de la papa.

Moteado del pimiento (PeMV). Potyvirus transmitido por áfidos. Se observa un moteado severo de la hoja, acompañado por distorsión y bandas venosas verdes (Figura 3.28). Los frutos sufren distorsiones severas.

Virus del grabado o jaspeado del tabaco (TEV). Potyvirus transmitido por áfidos, causa severas epidemias en el sur de Estados Unidos y en México es la virosis más común y aparece como enchinamiento de las hojas, mosaico y reducción en el crecimiento de la planta. Se observa en las hojas adultas un fuerte moteado y bandas venosas de color verde oscuro. Las hojas y los frutos se distorsionan y reducen el desarrollo (Nuez, Gil, Costa, 1996).

Figura 3.28. Virus moteado del pimiento

Mosaico Severo del Chile (PSV). Potyvirus transmitido por áfidos. Se desarrollan en los tallos, hojas y frutos, forman líneas y manchas necróticas (Figura 3.29); posteriormente a estos síntomas se produce la caída de las hojas, afectando considerablemente el rendimiento. Este virus se ha encontrado en Chile y no se ha reportado su presencia en otras zonas.

Figura 3.29. Virus mosaico severo del chile.

Para el control de virosis transmitidas por áfidos se aconseja la lucha preventiva, que consiste en reducir el nivel de inóculo mediante la eliminación de malezas que actúan como transmisoras del virus. Se deben utilizar variedades resistentes y llevar a cabo controles efectivos de vectores mediante la aplicación de un insecticida sistémico del tipo imidaclorid, 30cm^3 /100 litros de agua, u otros productos aficidas. El tiempo que debe transcurrir entre el último tratamiento y la cosecha es de 14 días, cuando el producto se destina al mercado en fresco.

posteriormente caída de hojas; la planta presenta enanismo. Este virus puede eliminarse de la cubierta de la semilla remojando la misma en una solución de fosfato trisódico al 10% por dos horas (Wetter, et al,

  1. y prevenirse evitando el manejo manual en los primeros sesenta días de siembra.

Moteado del pimiento Bell (BPeMV). Tobamovirus de transmisión mecánica. Fue identificado en Argentina en 1972 por Feldman y Oremianer, no se ha reportado su presencia en otros lugares. Las hojas presentan aclaramiento de las nervaduras, mosaico, moteado y clorosis. Las plantas afectadas quedan enanizadas.

Plagas

Acaros

Arañuela roja, Tetranychus urticae Koch. Es muy cosmopolita, los adultos son de coloración rojiza, siendo más intensa en las hembras. El desarrollo del ciclo es muy rápido, en sólo quince días el huevo se transforma en adulto. Estos patógenos se ubican en el envés de las hojas y se cubre la planta con telas. Ataca en época de sequía y se alimenta de la savia. Se forman manchas de color amarillo pálido y café rojizo como puntos pequeños en ambos lados de las hojas (Figura 3.31). Con una lupa puede observarse en la superficie foliar numerosas arañas blancas, verdosas o rojizas muy pequeñas. Los acaricidas que se pueden utilizar para el control de esta plaga son diversos, entre los más usados se encuentra: bifentrin 10%, polvo mojable 30-40gr/hl. Dicofol 16%+tetradifon 6%, 200cm^3 /Hl.

Figura 3.31_. Tetranychus urticae_.

Arañuela blanca, Polyphagotarsonemus latus Banks. Especie muy polífaga, la hembra globosa es de color amarillo-blanquecino. Los síntomas que se observan en las hojas son recurvamiento, nervaduras distorsionadas, decoloración y bronceado de la superficie afectada. El control es similar al anterior.

Coleópteros

Cantárida, Epicauta pestifera Werner; E. vittata Fabricius; y otras. Estas tres especies son conocidas como cantáridas, E. pestifera es la que produce mayores perjuicios en Capsicum. Los adultos de esta especie son las que originan los daños al alimentarse de las hojas y de las flores del pimiento, esto provoca debilitamiento, detención del crecimiento y disminución del rendimiento (Figura 3.32). Para el control se usan cebos basados en clorpirifos, triclorfon, endosulfan, deltametrina o granulados a partir de diazinón. También se pueden efectuar pulverizaciones sobre los cultivos con triclorfon 50%, insecticida penetrante de rápido efecto de choque, actúa por ingestión y contacto, dosis 250 a 400cm^3 /Hl.

Figura 3.32. Epicauta pestífera.

Doradilla (Vaquita de San Antonio), Diabrotica speciosa Germ. En estado adulto la doradilla alcanza 5mm de largo, es de color negro brillante con bandas o puntos negros. Hacen agujeros en las hojas y pueden llegar a trozarlas, en estado larvario se alimentan de las raíces. El control se puede realizar con un piretroide, insecticida de contacto e ingestión, como la teflutrina A, con actividad insecticida que se manifiesta en dosis muy bajas de materia activa y posee marcado efecto de repelencia. Este producto es estable en el suelo y con baja solubilidad en agua evitando el lavado por lluvias excesivas.

Gorgojo del pimiento (picudo o barrenillo) , Anthonomus eugenii Cano. Pequeño coleóptero de la familia de los Curculiónidos originario del norte de México se encuentra distribuido en toda América. Es un gorgojo de 2-3 mm de largo, negro, con pico largo. Ataca en estado de larva y adulto y se alimenta de las hojas, botones florales, flores, retoños y frutos en crecimiento (Figura 3.33). Las larvas se desarrollan en el interior del fruto recién cuajado, provocando el aborto de los mismos. Los adultos se alimentan del follaje y de las flores; se observan agujeros pequeños en las hojas y en los frutos.

Figura 3.33. Anthonomus eugenii.

Los productos químicos eficaces en el control de esta plaga son los piretroides que se caracterizan por su rápida acción, buena persistencia y gran actividad en dosis bajas. Actúa por ingestión y contacto, posee acción repelente. Se puede aplicar permetrina 25%, polvo mojable, 20-40g/Hl.; carbaril 85% WP, dosis 100-200g/Hl. o metilazinfos 20%. WP, 200-250g/Hl. En México el control del picudo es difícil, las aplicaciones deben repetirse cada 7 a10 días.

Pulgas saltonas, Epitrix cucumeris Harris; E. fasciata Blatchley, E. hirtipennis Melsheimer. Los adultos son pequeños de 1,5 a 2 mm de longitud, presentan el tercer par de patas con fémures engrosados de tipo saltatorio, saltan activamente y hacen agujeros en todas las hojas. Pasan el invierno como adultos