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Examen Cuadrienal de Defensa: Estrategia de Seguridad Nacional de los EE. UU., Apuntes de Ciencia Política

El documento 'examen cuadrienal de defensa' presenta la estrategia de seguridad nacional de los ee. Uu. En materia de defensa, enfatizando la importancia de fortalecer las alianzas, mejorar la capacidad de prevención y el cuidado de los heridos. El texto detalla las exigencias de un entorno complejo y la necesidad de contar con una fuerza laboral completa para la defensa. Además, se detalla la estructura de las fuerzas armadas estadounidenses y sus diferentes componentes.

Tipo: Apuntes

2018/2019

Subido el 09/07/2019

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Examen cuadrienal de defensa
Este Examen Cuadrienal de la Defensa (ECD) constituye un importante paso hacia la plena
institucionalización de la reforma y la reformulación de las fuerzas militares estadounidenses que
están teniendo lugar, cambios que dan un nuevo equilibrio a las urgentes exigencias de hoy y a las
amenazas más probables y letales del futuro.
Este es un verdadero ECD de tiempos de guerra. Por primera vez, coloca a los conflictos actuales
en la cima de nuestras prioridades presupuestarias, normativas y programáticas, asegurando de
este modo que los que pelean en las guerras de los EE. UU. y sus familiares –ya sea en el campo
de batalla, en el hospital o en el frente interno– reciban el apoyo que necesitan y merecen.
Además, el ECD reconoce que debemos prepararnos para una amplia gama de desafíos que se
vislumbran en materia de seguridad: desde los programas de modernización militar de otros
países hasta los grupos no estatales que idean medios más astutos y destructivos para atacar a los
Estados Unidos y a nuestros aliados y asociados.
Dado este entorno, los Estados Unidos necesitan una amplia cartera de capacidades militares de
máxima adaptabilidad en el espectro más amplio posible de conflictos. Para este fin, el
Departamento debe seguir reformando la manera de hacer las cosas: desde el desarrollo y la
adquisición de grandes sistemas de armamentos hasta la gestión de nuestra fuerza laboral.
El presupuesto para la defensa del ejercicio fiscal de 2010 constituyó una entrega inicial para el
reajuste de las prioridades del Departamento según las lecciones aprendidas y los cambios
efectuados durante las guerras en Iraq y Afganistán. Esos cambios continúan en el presupuesto
del ejercicio fiscal de 2011 y se institucionalizan en esta ECD y en el plan presupuestario para los
próximos ejercicios.
Para responder a las amenazas potenciales a nuestra capacidad militar de demostrar nuestro
poder, detener la agresión y acudir en ayuda de nuestros aliados y asociados, esta ECD centra la
mira y las inversiones en un nuevo concepto de la batalla por aire y mar, los ataques de largo
alcance, y el espacio y ciberespacio, entre otros programas de modernización convencional y
estratégica.
Más aún, este examen ofrece un nuevo hincapié en prevenir y poner freno a los conflictos
mediante la colaboración con aliados y asociados, junto con una mejor integración con los
organismos y las entidades civiles.
Por último, doy las gracias al personal este Departamento –militares y civiles– así como a
nuestros asociados interinstitucionales e internacionales, cuya ardua labor y pensamiento rigoroso
han conducido a este documento importante e histórico.
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¡Descarga Examen Cuadrienal de Defensa: Estrategia de Seguridad Nacional de los EE. UU. y más Apuntes en PDF de Ciencia Política solo en Docsity!

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Este Examen Cuadrienal de la Defensa (ECD) constituye un importante paso hacia la plena institucionalización de la reforma y la reformulación de las fuerzas militares estadounidenses que están teniendo lugar, cambios que dan un nuevo equilibrio a las urgentes exigencias de hoy y a las amenazas más probables y letales del futuro.

Este es un verdadero ECD de tiempos de guerra. Por primera vez, coloca a los conflictos actuales en la cima de nuestras prioridades presupuestarias, normativas y programáticas, asegurando de este modo que los que pelean en las guerras de los EE. UU. y sus familiares –ya sea en el campo de batalla, en el hospital o en el frente interno– reciban el apoyo que necesitan y merecen.

Además, el ECD reconoce que debemos prepararnos para una amplia gama de desafíos que se vislumbran en materia de seguridad: desde los programas de modernización militar de otros países hasta los grupos no estatales que idean medios más astutos y destructivos para atacar a los Estados Unidos y a nuestros aliados y asociados.

Dado este entorno, los Estados Unidos necesitan una amplia cartera de capacidades militares de máxima adaptabilidad en el espectro más amplio posible de conflictos. Para este fin, el Departamento debe seguir reformando la manera de hacer las cosas: desde el desarrollo y la adquisición de grandes sistemas de armamentos hasta la gestión de nuestra fuerza laboral.

El presupuesto para la defensa del ejercicio fiscal de 2010 constituyó una entrega inicial para el reajuste de las prioridades del Departamento según las lecciones aprendidas y los cambios efectuados durante las guerras en Iraq y Afganistán. Esos cambios continúan en el presupuesto del ejercicio fiscal de 2011 y se institucionalizan en esta ECD y en el plan presupuestario para los próximos ejercicios.

Para responder a las amenazas potenciales a nuestra capacidad militar de demostrar nuestro poder, detener la agresión y acudir en ayuda de nuestros aliados y asociados, esta ECD centra la mira y las inversiones en un nuevo concepto de la batalla por aire y mar, los ataques de largo alcance, y el espacio y ciberespacio, entre otros programas de modernización convencional y estratégica.

Más aún, este examen ofrece un nuevo hincapié en prevenir y poner freno a los conflictos mediante la colaboración con aliados y asociados, junto con una mejor integración con los organismos y las entidades civiles.

Por último, doy las gracias al personal este Departamento –militares y civiles– así como a nuestros asociados interinstitucionales e internacionales, cuya ardua labor y pensamiento rigoroso han conducido a este documento importante e histórico.

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La misión del Departamento de Defensa (DD) es proteger al pueblo estadounidense y promover los intereses de nuestra nación.

En el desempeño de estas obligaciones debemos reconocer que, en primer lugar y principalmente, los Estados Unidos son un país en guerra. En Afganistán, nuestras fuerzas luchan junto a aliados y asociados en esfuerzos renovados por desbaratar, desmantelar y derrotar a Al Qaeda y los Talibán. En Iraq, el personal militar estadounidense presta asesoramiento, capacitación y apoyo a las fuerzas iraquíes como parte de una transición y reducción responsables. Sobre todo, los Estados Unidos y sus aliados y asociados siguen participando en una guerra más amplia, que es una lucha política, militar y moral multifacética contra Al Qaeda y sus partidarios en todo el mundo.

Además, como potencia mundial, la fortaleza y la influencia de los Estados Unidos están profundamente entrelazadas con el destino general del sistema internacional, que consiste en un sistema de alianzas, asociaciones e instituciones multinacionales que nuestro país ha ayudado a construir y sostener durante más de 60 años. Por lo tanto, los militares estadounidenses deben estar preparados para apoyar los objetivos nacionales de fomentar la estabilidad en regiones clave, proporcionar ayuda a las naciones que la necesitan y promover el bien común.

Teniendo presentes estas realidades, la Reseña Cuadrienal de Defensa de 2010 busca lograr dos objetivos claros. Primero, reajustar más la capacidad de las fuerzas armadas estadounidenses de imponerse en las guerras de hoy en día, al tiempo que se fortalece la capacidad necesaria para hacer frente a las amenazas futuras. Segundo, reformar más las instituciones y los procedimientos del Departamento a fin de respaldar mejor las urgentes necesidades de los que luchan en la guerra, comprar armas que sean utilizables, asequibles y verdaderamente necesarias, y velar porque los dólares de los contribuyentes se gasten de manera acertada y responsable.

La estrategia y las iniciativas que se describen en este ECD seguirán evolucionando en respuesta al entorno de la seguridad. Partiendo de este ECD, el Departamento continuará examinando su enfoque –sus objetivos, aptitudes, actividades y recursos– para asegurar la mejor combinación para la nación, sus aliados y asociados, y nuestros hombres y mujeres de uniforme.

UN ENTORNO COMPLEJO

Los Estados Unidos se enfrentan a un panorama complejo e incierto en materia de seguridad, en el cual el ritmo del cambio sigue en aceleración. Cada vez es más difusa la distribución del poder político, económico y militar en el mundo. El surgimiento de la China, el país más populoso del

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genera la obligación de administrar responsablemente el poder y la influencia que han proporcionado la historia, la voluntad y las circunstancias.

ESTRATEGIA DE DEFENSA

Con el fin de ayudar a defender y promover nuestros intereses nacionales, el Departamento de Defensa reparte recursos y riesgos entre cuatro objetivos prioritarios: imponerse en las guerras de hoy, impedir y poner freno a los conflictos, prepararse para una amplia variedad de imprevistos, y preservar y realzar unas fuerzas armadas compuestas totalmente por voluntarios. Estas prioridades no solamente orientan las consideraciones sobre las aptitudes que nuestras fuerzas armadas necesitan sino también las capacidades conjuntas que se necesitan para cumplir sus misiones en la actualidad y en el futuro. Nuestro enfoque para lograr todo esto debe evolucionar y adaptarse en respuesta a una situación de la seguridad que está en constante cambio.

Imponerse en las guerras actuales: Debemos velar por el éxito de nuestras fuerzas en Afganistán, Iraq y en todo el mundo. Junto con nuestros aliados y asociados, hemos renovado nuestros esfuerzos por ayudar a los Gobiernos de Afganistán y Pakistán a desbaratar, desmantelar y derrotar a Al Qaeda y eliminar los refugios que ésta tiene en esas dos naciones. En Iraq, los años de esfuerzo han ayudado a hacer posible que el gobierno asuma la dirección en la protección de su pueblo y el suministro de los servicios esenciales. A medida que se retira gradualmente la presencia militar estadounidense, las fuerzas de los Estados Unidos seguirán desempeñando importantes funciones de asesoramiento, capacitación y apoyo a las fuerzas iraquíes. En otras partes, las fuerzas estadounidenses cooperan con asociados y aliados para ubicar y desmantelar las redes terroristas.

A corto y mediano plazo es probable que sean considerables las fuerzas estadounidenses que se encuentren en Afganistán; en Iraq continuará el retiro gradual y responsable de dichas fuerzas. Esas operaciones decidirán en gran parte la magnitud y composición de las fuerzas militares estadounidenses durante varios años. A mediano y largo plazo, consideramos que persistirá la necesidad de efectuar operaciones en Afganistán y en otros lugares para derrotar a Al Qaeda y sus aliados.

Prevenir los conflictos y disuadirlos: Las medidas duraderas de los Estados Unidos para promover los intereses comunes sin recurrir a las armas es un distintivo de su contribución al sistema internacional. Para prevenir el aumento de amenazas a los intereses de los EE. UU. se necesita el uso integrado de la diplomacia, el desarrollo y la defensa, junto con los servicios de inteligencia y aplicación de la ley y los instrumentos económicos de la política, para ayudar a fortalecer la capacidad de nuestros aliados de mantener y fomentar la estabilidad. Un enfoque de esta índole también requiere colaborar estrechamente con nuestros aliados y asociados a fin de apalancar las alianzas existentes y generar las condiciones para promover los intereses comunes.

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Nuestra capacidad de prevención sigue basada en poseer unas fuerzas terrestres, aéreas y navales capaces de pelear en conflictos, tanto reducidos como de gran escala en situaciones en las que se emplean armas y tácticas dirigidas a negar el, así como fuerzas preparadas para responder a la todos los desafíos que plantean los otros estados y los grupos no estatales. Estas fuerzas se ven realzadas por la capacidad que está surgiendo en los EE. UU. de negar los objetivos de los adversarios por medio de la defensa con misiles antibalísticos, de captar de datos de advertencia temprana y de inteligencia, de poseer una infraestructura elástica y de tener bases y posiciones esparcidas por el mundo. Hasta que se logre el objetivo de nuestro gobierno de tener un mundo sin armas nucleares, la capacidad nuclear seguirá siendo un arma esencial para el Departamento de Defensa. Mantendremos un arsenal nuclear seguro y eficaz para disuadir los ataques contra los Estados Unidos y contra nuestros aliados y amigos.

Mientras las fuerzas estadounidenses estén dedicadas en gran medida a las guerras actuales, las actividades de prevención y disuasión del Departamento se concentrarán en asegurar una defensa en profundidad de los Estados Unidos, impedir el surgimiento o resurgimiento de las amenazas terroristas transnacionales, Al Qaeda inclusive, y poner freno a otros posibles grandes adversarios. En el futuro, a medida que nuestras fuerzas pasen a un período de operaciones sostenidas menos intensas, la planificación de las fuerzas del Departamento presupondrá la capacidad de emprender una gama más profunda y más amplia de misiones de prevención y disuasión, actuando cuando fuere posible como parte de un enfoque integral del gobierno y en concierto con nuestros aliados y asociados.

Prepararse para una amplia gama de imprevistos: Si los métodos de prevención fracasan y los adversarios ponen en riesgo nuestros intereses con la amenaza o el uso de la fuerza, los Estados Unidos deben estar preparados para responder en apoyo de sus intereses nacionales. No todos los imprevistos requerirán la participación de las fuerzas militares estadounidenses pero el Departamento de Defensa debe estar preparado para proporcionar al Presidente opciones sobre una gran variedad de imprevistos, entre ellos, contribuir a la reacción ante un ataque o un desastre natural en el país, derrotar las agresiones de estados adversarios, ayudar y estabilizar los estados frágiles que se enfrenten a graves amenazas internas, e impedir el sufrimiento debido a atrocidades en masa o desastres naturales en gran escala en el extranjero.

Para los plazos medianos y largos, las fuerzas militares estadounidenses deben planear y prepararse para triunfar en una gran serie de operaciones que ocurrieran simultáneamente en diferentes regiones. Esto comprende la capacidad de imponerse ante dos estados o naciones agresores capaces, pero debemos tomar en serio la necesidad de planear para una variedad aun más amplia de operaciones –desde la defensa del territorio nacional y la defensa en apoyo de las autoridades civiles hasta las misiones de prevención y preparación– que tengan lugar en combinaciones múltiples e impredecibles.

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medio de combinaciones de diferentes situaciones hipotéticas, las cuales abarcaban toda la gama de las probables dificultades futuras, se llegó a una decisión acerca de lo que debería realzarse.

Defender a los Estados Unidos y apoyar a las autoridades civiles dentro del país: La rápida proliferación de tecnologías destructivas, junto con las potentes ideologías del extremismo violento, obligan a un alto nivel de vigilancia contra las amenazas terroristas. Además, los adversarios del estado están adquiriendo nuevos medios de atacar a mayores distancias de sus fronteras y con más mortandad. Los Estados Unidos también deben estar preparados para reaccionar a toda la gama de las catástrofes naturales posibles.

Este QDR señala una serie de reformas, entre las que figuran:

 Mejorar la capacidad de reacción y de adaptabilidad de las fuerzas a cargo de la gestión de las repercusiones.  Realzar las capacidades para tomar conciencia de la situación.  Acelerar el desarrollo de capacidades de detección radiológica y nuclear a distancia.  Mejorar las defensas internas contra los artefactos explosivos improvisados_._

Lograr éxito en las operaciones de contrainsurgencia, estabilidad y anti terrorismo: Los Estados Unidos deben retener la capacidad de realizar operaciones de gran escala de contrainsurgencia, estabilidad y anti terrorismo en una gran variedad de situaciones. A fin de velar por que las fuerzas armadas estadounidenses estén preparadas para esta compleja misión, es vital que las enseñanzas recogidas de los conflictos de hoy se lleguen a institucionalizar en la doctrina, el entrenamiento, el desarrollo de capacidades y la planificación operativa militares.

Entre las iniciativas del QDR figuran:

 Aumentar la disponibilidad de las aeronaves de alas rotativas.  Ampliar los sistemas de aeronaves tripuladas y no tripuladas para operaciones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento.  Aumentar los medios más importantes de ayuda a las fuerzas armadas en las operaciones especiales.  Aumentar las competencias y capacidades para las operaciones de contrainsurgencia, estabilidad y anti terrorismo en las fuerzas armadas dedicadas a fines generales.  Aumentar los conocimientos y aptitudes regionales correspondientes a Afganistán y Pakistán.  Fortalecer las capacidades clave de apoyo a las comunicaciones estratégicas.

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Fortalecer la capacidad para la seguridad de los estados socios: Desde fines de la Segunda Guerra Mundial, el Departamento de Defensa ha colaborado en fortalecer la capacidad para la seguridad de los estados aliados y amigos y para asegurar que las fuerzas armadas de los Estados Unidos tengan amplias oportunidades para adiestrarse con las fuerzas armadas de los estados aliados y aprender de ellas. Como han demostrado claramente los conflictos actuales en Afganistán e Iraq, nunca han revestido mayor importancia estas dimensiones de la estrategia de defensa de los EE. UU.

Las iniciativas clave del QDR en este aspecto comprenden:

 Fortalecer e institucionalizar la capacidad de las fuerzas armadas con fines generales para prestar asistencia a las fuerzas de seguridad.  Fortalecer las capacidades lingüísticas, culturales y de conocimientos regionales.  Fortalecer y ampliar la capacidad para entrenar a las fuerzas de aviación de nuestros socios.  Fortalecer la capacidad para el adiestramiento a nivel ministerial.  Idear mecanismos para agilizar la adquisición y transferencia de las capacidades que son esenciales para las fuerzas de nuestros socios.

Prevenir la agresión y derrotarla cuando trata de impedirnos el acceso: Las fuerzas estadounidenses deben ser capaces de prevenir, rechazar y derrotar la agresión por naciones- estados potencialmente hostiles. Esto es fundamental para que la nación pueda proteger sus intereses y proporcionar seguridad en regiones clave. A falta de la capacidades de dar idea de del poderío dominante de los EE. UU., podría cuestionarse la integridad de sus alianzas y asociaciones de seguridad, con lo cual se reduciría la seguridad y la influencia del país y aumentaría la posibilidad de conflictos.

El QDR indica las siguientes mejoras:

 Elaborar un concepto de batalla conjunta por aire y mar.  Ampliar las capacidades futuras para los ataques de largo alcance.  Explotar nuestras ventajas en las operaciones bajo la superficie.  Aumentar la elasticidad de las posiciones de avanzada de los EE. UU. y la infraestructura de las bases.  Asegurar el acceso al espacio y el uso de los medios espaciales,  Realzar la solidez de las capacidades clave de los sistemas C4ISR (comando, control, comunicaciones, computación, inteligencia, vigilancia, reconocimiento).

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 Centralizar el mando de las operaciones en el ciberespacio.  Realzar las asociaciones con otras entidades y otros gobiernos.

GUÍA DE LA EVOLUCIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS

Las iniciativas que se describen en el presente QDR, en su conjunto y a lo largo del tiempo, tienen el fin de mejorar apreciablemente la capacidad de las fuerzas armadas de los EE. UU. de proteger y adelantar los intereses de los EE. UU. a largo y a corto plazo. Además, para la mejor preparación de nuestras fuerzas con vistas al futuro, estas iniciativas facilitarán la función del Departamento de aumentar la capacidad de nuestros aliados.

Los cambios indicados según este QDR se pueden caracterizar por las siguientes tendencias:

 Las fuerzas terrestres de los EE. UU. seguirán siendo capaces de realizar cualquier operación, manteniendo el énfasis actual en las operaciones eficaces y sostenidas contra las insurrecciones y el terrorismo y en pro de la estabilidad, efectuadas por nuestra cuenta o junto con nuestros aliados.  Las fuerzas navales de los EE. UU. también serán capaces de mantener una fuerte presencia lejana y de demostrar nuestra potencia, mientras aumentan su capacidad de colaborar con un gran número de armadas aliadas. La gran mejora de las defensas antibalísticas de mar y tierra contribuirá a satisfacer las necesidades de nuestras fuerzas de combate y de las de nuestros aliados en muchas regiones.  Las fuerzas aéreas de los EE. UU. tendrán unas tasas de supervivencia más altas a medida que se incorporan grandes números de aeronaves de caza de la quinta generación. Hará falta que las aeronaves de tierra y de portaaviones tengan mayores radios medios de acción, más flexibilidad y mayor adaptabilidad a diferentes desempeños, con el fin de disuadir y derrotar a unos adversarios que son cada vez más capaces de negarnos el acceso. También realzaremos la contribución de las fuerzas aéreas de los EE. UU. a las operaciones de asistencia en materia de seguridad, acumulando más aeronaves que se adapten satisfactoriamente a la capacitación y el asesoramiento de las fuerzas aéreas de nuestros aliados.  Los EE. UU. seguirán incrementando la capacidad de las fuerzas para operaciones especiales, por ejemplo, mediante el aumento del personal capacitado y del equipo principal de apoyo en las fuerzas que desempeñen las operaciones especiales.  La capacidad, flexibilidad y potencia de todos los elementos de las fuerzas de los EE. UU. resultarán mejoradas si se les agregan más y mejores sistemas auxiliares, entre ellos, los de inteligencia, vigilancia y reconocimiento; de asalto electrónico; de comunicaciones; de infraestructura en general, y de defensas cibernéticas.

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Es evidente que estas mejoras serán costosas. Este QDR describe algunas de las sustituciones que se han señalado para permitir la reestructuración de la capacidad militar de los EE. UU. Es posible que hagan falta aún más sustituciones en el futuro.

A comienzos del QDR y como parte de la preparación del presupuesto del Departamento de Defensa para el ejercicio fiscal de 2010, el Secretario adoptó medidas para retirar recursos de los programas y actividades de menor prioridad para que se pudieran atender necesidades más apremiantes, tanto dentro de dicho presupuesto como en los años siguientes. Entre esas decisiones estuvieron las de poner fin a la producción de aviones de combate F-22, reestructurar las adquisiciones del destructor DDG-1000 y los programas de los sistemas de combate futuros, diferir la producción de nuevos barcos marítimos de precolocación y alargar el plazo para las adquisiciones de una clase nueva de portaaviones. La Fuerza Aérea está reduciendo sustancialmente su flota de aeronaves de combate antiguas de cuarta generación.

Además de estas medidas, en su presupuesto para el ejercicio fiscal de 2011 el Departamento de Defensa propone dar por terminada la producción de aeronaves C-17 para puentes aéreos, puesto que ya se habían adquirido todas las planificadas. El Departamento de Defensa también ha decidido demorar el programa de reemplazo de naves de comando y prolongar la duración de las naves de comando existentes, cancelar el crucero CG(X) y poner fin al programa de Mando y Control por Medio de la Red (“ net enabled ”). Esas medidas, entre otras, han hecho posible que el Departamento dirija recursos a las prioridades más altas expuestas anteriormente.

En los casos en que no ha sido posible llevar a cabo iniciativas que satisfagan ciertas necesidades operativas futuras, el Secretario ha indicado los vectores para la evolución de las fuerzas armadas y ha exhortando al Departamento de Defensa a dedicar esfuerzos sostenidos a la elaboración de nuevos conceptos y aptitudes para abordar esas necesidades. Continuarán las evaluaciones de los ámbitos operativos futuros, con miras a perfeccionar nuestra comprensión de las necesidades futuras. Al mismo tiempo, el Departamento seguirá procurando asiduamente lograr ahorros en programas y actividades de rendimiento insuficiente, traspasos de intereses, sustitución de tecnologías, misiones y programas menos apremiantes y otros gastos, de modo que se puedan dedicar más recursos a cerrar estas brechas.

EL CUIDADO DE NUESTRA GENTE

Los hombres y mujeres en uniforme de los Estados Unidos constituyen el recurso más importante del Departamento. Los muchos despliegues prolongados despliegues de elemento de las fuerzas armadas afectan considerablemente a nuestra gente y a sus familias, y el Departamento sigue dedicando especial atención a su salud y bienestar. Como parte de esta atención, el QDR ha elevado el hincapié en preservar y realzar esta fuerza armada totalmente voluntaria y ha incluido esta prioridad en la planificación de nuestra fuerza y en las deliberaciones sobre nuestra estrategia. A fin de cuidar mejor a nuestra gente, el Departamento se concentra en varios frentes.

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esenciales para mantener la salud de una fuerza armada totalmente compuesta por voluntarios. Algunos ejemplos de los esfuerzos recientes son:

 Aumentar los recursos dedicados a institucionalizar los programas de apoyo al personal activo y a sus familias en todo el Departamento.  Remplazar o renovar la mayoría de las escuelas de actividades educativas del Departamento de Defensa para el año 2015.  Continuar los esfuerzos de los Departamentos Militares para mejorar los servicios de apoyo a familias y comunidades.

Formación de futuros dirigentes militares: El Departamento seguirá dedicado a asegurar que el cuadro de oficiales y suboficiales de los Estados Unidos esté preparado para toda la gama de misiones complejas que exigirá el futuro mantenimiento de la seguridad. El Departamento de Defensa continuará poniendo un énfasis especial en las operaciones de estabilidad, contrainsurgencia y fortalecimiento de la capacidad de los aliados en sus programas de educación militar y de adelanto profesional. Algunos ejemplos en este campo son:

 Formar aptitudes en otros idiomas y en conocimientos regionales y culturales.  Reconocer la experiencia adquirida en el exterior cuando tiene lugar en la carrera de un oficial.  Asegurarse de que las instituciones educativas del Departamento tengan los recursos y los docentes adecuados que puedan ayudar a preparar a la próxima generación de jefes militares.

Formación de una fuerza laboral completa para la defensa: Las exigencias de un entorno complejo e incierto de seguridad requieren que el Departamento averigüe si posee el número y la composición adecuados de personal militar, civil gubernamental y contratado. Para ello, el Departamento de Defensa realizará lo siguiente:

 Mejorar la fuerza laboral expedicionaria civil, la cual proporciona expertos civiles que pueden ser trasladados a Afganistán, Iraq y a otros teatros de operaciones.  Procurar reducir el número de los contratistas de los servicios de apoyo, contribuyendo de este modo a establecer una fuerza laboral equilibrada que distribuya funciones entre los sectores público y privado de forma adecuada.

FORTALECIMIENTO DE LAS RELACIONES

Para lograr los objetivos estratégicos del Departamento es preciso tener una estrecha colaboración con los homólogos clave en el país y con los aliados y asociados clave en el extranjero. Por medio

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de sus relaciones de defensa en el extranjero, los Estados Unidos no solamente ayudan a evitar crisis sino también mejoran su eficacia en reaccionar. Además, al integrar las capacidades de la defensa con otros elementos de la seguridad nacional –como la diplomacia, el desarrollo, la aplicación de la ley, el comercio y los servicios de inteligencia– la nación puede asegurarse de que cuenta con la combinación adecuada de conocimientos a fin de aprovechar las oportunidades y frustrar las amenazas que surjan. El Departamento tomará las siguientes medidas:

Fortalecimiento de las relaciones clave en el extranjero: El poder y la influencia de los Estados Unidos se fortalecen cuando se mantiene una red enérgica de alianzas de defensa y nuevas asociaciones, se forjan enfoques cooperativos con estados clave y se mantienen interacciones con las instituciones internacionales importantes, como las Naciones Unidas. Al reconocer la importancia de fomentar y mejorar las relaciones militares y de defensa con los aliados, asociados y amigos, el Departamento continúa poniendo énfasis en los enfoques adaptados para aprovechar los intereses compartidos y los enfoques comunes.

Evolución continua de la postura estadounidense mundial en materia de defensa: Los Estados Unidos son una potencia mundial con obligaciones de alcance mundial. Incluidas las operaciones en Afganistán e Iraq, son unos 400.000 los efectivos del personal militar estadounidense que están destinados o estacionados por rotación en diversos lugares del exterior. Los Estados Unidos seguirán adaptando su postura de defensa para realzar la capacidad de otros estados para resolver los problemas de la seguridad mundial, y abordar desafíos como los conflictos en curso, la proliferación de la tecnología nuclear y los misiles balísticos, la capacidad de negar acceso y territorio, y la necesidad de mantener acceso seguro a los bienes comunes de la humanidad.

Mejoramiento de la unidad del esfuerzo: El Departamento sigue comprometido a mejorar aún más el enfoque general de todo el gobierno a los desafíos a la seguridad nacional. Desde mejorar nuestra asociación con el Departamento de Estado en las zonas de conflicto hasta nuestras relaciones de larga data con los servicios de inteligencia y el apoyo a las autoridades civiles de nuestro país por medio de nuestra asociación con el Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Defensa cooperará estrechamente con otros Departamentos y entidades de los Estados Unidos para proteger y promover lo mejor posible los intereses del país.

REFORMA DE CÓMO REALIZAMOS NUESTRAS ACTIVIDADES

Los años de guerra han exigido a las fuerzas armadas estadounidenses que realicen innovaciones y se adapten con rapidez; la base institucional del Departamento debe hacer lo mismo. El QDR destaca varias cuestiones que requieren especial atención.

Reforma de la ayuda en materia de seguridad: Pese a reconocer que nuestra seguridad está cada vez más vinculada a la formación de asociaciones, nuestros instrumentos de ayuda en casos de

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AJUSTE PARA UN FUTURO COMPLEJO

Las prioridades declaradas en el QDR, junto con los presupuestos para los ejercicios fiscales de 2010 y 2011, manifiestan el énfasis permanente que el Secretario otorga a hacer todo lo que podemos para facilitar el éxito en las guerras de hoy mientras nos preparamos para un futuro complejo e incierto. Este informe del QDR y los meses precedentes de deliberaciones tuvieron dos fines: primero, establecer los objetivos prioritarios clave del Departamento, proporcionando contexto y recomendaciones sobre la formación de capacidades y las carteras de inversiones, y segundo, comunicar las intenciones del Secretario para los próximos años acerca de la labor del Departamento. Por lo tanto, el QDR sirve como documento fundamental que determina la manera en que el Departamento de Defensa apoyará al personal uniformado del país y establece los fundamentos normativos y programáticos para la seguridad en los años venideros.

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ELEMENTOS PRINCIPALES DE LA ESTRUCTURA DE LAS FUERZAS ARMADAS ESTADOUNIDENSES

En vista de las exigencias de la seguridad, que son siempre dinámicas y complejas; los requisitos de la estrategia de defensa de los EE. UU.; la necesidad de mejorar la capacidad de las fuerzas en el desempeño de una amplia gama de operaciones, y el requisito de contar con una capacidad total suficiente para satisfacer los criterios anteriores, el Departamento de Defensa ha llegado a la conclusión de que las fuerzas armadas de los EE. UU., durante los ejercicios fiscales de 2011 a 2015 (Programa de Defensa para los Años Futuros) se ajustarán a los siguientes parámetros generales: Departamento del Ejército: Cuarteles generales de 4 Cuerpos de Ejército Cuarteles generales de 18 Divisiones Total de 73 brigadas de combate (45 en activo y 28 de reserva), distribuidas entre: 40 brigadas de infantería 8 brigadas de vehículos blindados ligeros Stryker 25 brigadas de vehículos blindados pesados 21 brigadas de aviación de combate (13 en activo y 8 de reserva) 15 batallones de misiles tierra-aire Patriot; 7 baterías de defensa antibalística THAAD

Departamento de Marina:

10-11 portaaviones 10 alas de aviación en portaaviones 84-88 grandes buques de combate (superficie), entre ellos, 21-32 capaces de defensa antibalística 14-28 pequeños buques de combate (superficie), además de 14 buques antiminas 29-31 buques de guerra anfibios 53-55 submarinos de asalto 4 submarinos dotados de misiles teledirigidos Antimisiles balísticos SM-3 emplazados en tierra (“Aegis Ashore”) 126-171 aeronaves de reconocimiento (ISR) y de guerra electrónica (EW), tripuladas o sin tripular 3 escuadras de embarcaciones logísticas precolocadas 30-33 embarcaciones para las fuerzas logísticas de combate (además de 1 plataforma móvil de desembarco, MLP) 17-25 embarcaciones de comando y apoyo (entre ellas, embarcaciones de apoyo de alta velocidad [JHSV], 3 cargueros de gran autonomía [T-AKE] y 1 plataforma móvil de desembarco, MLP) 51 buques de transporte estratégico (RORO) para vehículos rodados, cuya entrada y salida se facilitan por medio de rampas