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FILOSOFÍA INSTITUCIONAL
VISIÓN
"Ser una universidad referente reconocida por la
formación de profesionales íntegros,
emprendedores e investigadores comprometidos
con la innovación, el desarrollo sostenible y la
transformación social”.
MISIÓN
"Somos una institución educativa comprometida
con la formación de profesionales íntegros, líderes y
socialmente responsables, mediante una educación
de calidad, basada en la investigación, la innovación
y el aprendizaje significativo".
LAS HABILIDADES SOCIALES I
¿Qué son las habilidades sociales?
Es el conjunto de conductas emitidas por un individuo
cuando se relaciona con otras personas.
Esas conductas expresan los sentimientos, las actitudes,
los deseos, las opiniones y los derechos de ese individuo.
Si se hacen de manera adecuada a la situación,
respetando a la otra persona y, al mismo tiempo, el
individuo logra resolver los problemas de esa situación
sin crearse problemas mayores para el futuro, diremos
que es una persona habilidosa socialmente.
Somos habilidosos
socialmente cuando:
Conseguimos nuestros objetivos cuando nos
relacionamos con los demás.
Expresamos los que sentimos, deseamos
y necesitamos.
Respetamos los sentimientos, deseos y
necesidades de los otros.
No nos creamos más problemas para el
futuro.
Conducta asertiva, no
asertiva y agresiva
Cuando nos relacionamos con otras personas
tendemos a presentar tres tipos de
conductas básicas:
Conductas asertivas
Conductas no asertivas
Conductas agresivas
La conducta asertiva
Implica la expresión directa de los propios
sentimientos, necesidades, derechos legítimos u
opiniones sin amenazar o castigar a los demás y sin
violar los derechos de esa persona.
El mensaje: Esto es lo que yo pienso; esto es lo que
yo siento; así es como veo la situación. Se dice sin
dominar, humillar o degradar a la otra persona.
La conducta no verbal: la mirada, la expresión de la
cara, la postura corporal, la entonación y el volumen de
la voz, son relajados, seguros y transmiten
autoconfianza.
Resultado: disminución de la ansiedad, relaciones más
íntimas y significativas, mayor respeto por uno mismo,
mejor adaptación social, sensación de control.
La conducta agresiva
Implica la defensa de los derechos personales y la
expresión de los pensamientos, sentimientos y opiniones de
una manera tal que a menudo es deshonesta, normalmente
inapropiada, y siempre viola los derechos de la otra persona.
El mensaje: Esto es lo que yo pienso (tú eres estúpido por
pensar de forma diferente; esto es lo que yo quiero (lo que
tú quieres no es importante); esto es lo que yo siento (tus
sentimientos no cuentan).
La conducta no verbal: Gestos hostiles o amenazantes
como esgrimir el puño o miradas intensas, y ataques físicos;
mirada fija, voz alta; postura intimidatoria.
Resultado: A corto plazo, a veces consecuencias
favorables; riesgo de venganza; conflictos interpersonales;
imagen pobre de sí mismo; culpa; sentimientos de soledad y
falta de control.
Recomendaciones para
prevenir
- la manera de relacionarnos los adultos sirve de modelo para nuestros hijos e hijas.
- los adultos cuando nos relacionamos tendemos a presentar comportamientos de los tres tipos: asertivos, no asertivos y agresivos. Y, además, es inevitable que a veces nos domine el malestar cuando hay tensión, estrés o ansiedad en la vida cotidiana: ¿qué podemos hacer para que no influya de manera negativa en nuestros hijos e hijas?
- Si somos conscientes de nuestro comportamiento, se lo podemos explicar a nuestros hijos y luego que nos vean corregir lo que no nos gusta. Si se expresa con seguridad, firmeza y afecto lo entenderán, lo aceptarán y tenderán a comprendernos.
Analizar nuestras relaciones
Mientras nos relacionamos con las personas
tendemos a manifestar muchos comportamientos
que terminan influyendo en el resultado de la
comunicación, e incluso en el tipo de relación que
mantenemos con esas personas.
Es importante reflexionar en cómo actuamos
mientras nos relacionamos para mejorar
aquellos aspectos que nos interesan, y reforzar
y mantener aquellos otros que ya funcionan
como nos conviene.
Los componentes conductuales de las habilidades
sociales La mirada La dilatación pupilar La expresión facial Las sonrisas La postura corporal Los gestos Distancia/proximidad El contacto físico La apariencia personal Componentes verbales La conversación
1. Definición, identificación y defensa de los derechos humanos básicos
La habilidad social se basa en la capacidad para defender los propios derechos humanos básicos sin violar los de los demás.
2. Hacer y recibir cumplidos
Los cumplidos son conductas verbales específicas que resaltan características positivas de una persona. Cuando hay que negar algo, defender los propios derechos o expresar sentimientos negativos, es menos probable que se produzca un enfrentamiento emocional si previamente se han hecho cumplidos.
3. Hacer y rechazar peticiones Hacer peticiones incluye el pedir favores, pedir ayuda y pedir a otra persona que cambie su conducta, sin violar los derechos de los demás. Hay quien cree que los demás (especialmente las personas significativas) deberían saber lo que ellos quieren sin que lo pidan. Rechazar peticiones implica ser capaz de decir “no”
4. Expresión de molestia, desagrado, disgusto de una manera adecuada. Sin humillar o rebajar a la otra persona. De una manera no agresiva.
Cuatro pasos para expresar molestia, desagrado, disgusto:
Paso 1. Describir la conducta ofensiva o molesta en términos concretos: no me gusta que me hables así.
Paso 2. Expresar tus pensamientos o sentimientos sobre la conducta o problema. Con calma, centrado en la conducta y no en la persona.
Paso 3. Especificar el cambio de conducta que pides a la otra persona de forma concreta: quiero que no me vuelvas a hablar así.
Paso 4. Consecuencias , señala las consecuencias positivas si cambia la conducta molesta. Y las negativas si es necesario: si cambias tu manera de hablarme nuestra relación mejorará y, en caso contrario, tendremos que cambiar nuestra relación.
6. Expresión de opiniones personales
Hacerlo de forma clara y firme, sabiendo que
tenemos derecho a hacerlo, sin presionar a la otra
persona para que esté de acuerdo con nosotros.
Analizar las posibles consecuencias según el
contexto donde estemos: trabajo, familia,
relaciones sociales.
Se refiere a la expresión voluntaria de las
preferencias personales, al tomar posición ante un
tema o al ser capaz de expresar una opinión que
está en desacuerdo, o en potencial desacuerdo, con
la de otra persona.
Si entrenas estas habilidades delante de
sus hijos e hijas con cuidado, teniendo en
cuenta la edad y las circunstancias, podrá
mejorar su forma de afrontar las
situaciones sociales no solo en casa si no
también en otras situaciones sociales,
sirviendo de modelo positivo para ellos.
Recomendación: