Docsity
Docsity

Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes

Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity


Consigue puntos base para descargar
Consigue puntos base para descargar

Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium


Orientación Universidad
Orientación Universidad

Ética eudemonista e intelectualismo en la filosofía antigua: Platón, Aristóteles y Kant, Resúmenes de Filosofía

Este documento explora la ética eudemonista y el intelectualismo ético en la filosofía antigua, centrándose en las ideas de platón, aristóteles y kant. Se analiza la concepción de la felicidad como el bien supremo, la relación entre virtud y sabiduría, la responsabilidad moral y la importancia de la razón en la toma de decisiones. También se examinan las diferencias entre las perspectivas de platón y aristóteles sobre la ética, así como la ética kantiana y su énfasis en la autonomía de la voluntad.

Tipo: Resúmenes

2023/2024

Subido el 25/10/2024

pedrope
pedrope 🇪🇸

4.4

(107)

552 documentos

1 / 6

Toggle sidebar

Esta página no es visible en la vista previa

¡No te pierdas las partes importantes!

bg1
La ética eudemonista y el
intelectualismo ético en la
filosofía antigua
Ética eudemonista y el pensamiento de Platón
¿Qué es una ética eudemonista?
Una ética eudemonista es aquella que entiende que la felicidad es el bien
supremo del hombre, razón por la cual hacen de ésta el fin de su vida e
intentan establecer cuáles son los medios válidos para alcanzarla.
¿Por qué Platón podría ser considerado eudemonista?
Platón puede ser considerado eudemonista debido a que afirma que el fin de
todo ser humano es la felicidad, tanto individual como colectiva. El bien del
hombre es por lo tanto un estado armónico del alma. La felicidad humana no
puede lograrse si se basa únicamente en el placer corporal ni que esté
dedicada al espíritu, sino que se logra con la mezcla de ambos aspectos.
¿Cómo se logra la vida buena a través de una mezcla
armónica de ingredientes?
La vida buena se logra a través de una mezcla armónica de los placeres
intelectuales y los placeres corporales. La felicidad humana no puede
lograrse si se basa únicamente en el placer corporal ni que esté dedicada al
espíritu, sino que se logra con la mezcla de ambos aspectos. Se debe cultivar
los placeres que no sean precedidos por el dolor, como los intelectuales, y
también es necesario atender a los que sí sean precedidos por el dolor o la
necesidad, como los que consisten en la satisfacción de un deseo, siempre
que sean gozados con mesura. La actividad intelectual y el sentimiento
agradable deben ser mezclados en justa proporción para que la vida del
hombre sea feliz.
El lugar de la divinidad en la ética humana
El lugar que ocupa la divinidad en la ética humana es un saber supremo,
debido a que permite que las personas desarrollen plenamente su ser. Esto
significa que busca contemplar las Ideas, y ayudar a contemplarlas, para
que de este modo, se convierta en un integrante más de la felicidad. Por ello,
Platón sostiene que para alcanzar la felicidad le conviene al hombre hacerse
tan semejante a la divinidad como le sea posible.
pf3
pf4
pf5

Vista previa parcial del texto

¡Descarga Ética eudemonista e intelectualismo en la filosofía antigua: Platón, Aristóteles y Kant y más Resúmenes en PDF de Filosofía solo en Docsity!

La ética eudemonista y el

intelectualismo ético en la

filosofía antigua

Ética eudemonista y el pensamiento de Platón

¿Qué es una ética eudemonista?

Una ética eudemonista es aquella que entiende que la felicidad es el bien supremo del hombre, razón por la cual hacen de ésta el fin de su vida e intentan establecer cuáles son los medios válidos para alcanzarla.

¿Por qué Platón podría ser considerado eudemonista?

Platón puede ser considerado eudemonista debido a que afirma que el fin de todo ser humano es la felicidad, tanto individual como colectiva. El bien del hombre es por lo tanto un estado armónico del alma. La felicidad humana no puede lograrse si se basa únicamente en el placer corporal ni que esté dedicada al espíritu, sino que se logra con la mezcla de ambos aspectos.

¿Cómo se logra la vida buena a través de una mezcla

armónica de ingredientes?

La vida buena se logra a través de una mezcla armónica de los placeres intelectuales y los placeres corporales. La felicidad humana no puede lograrse si se basa únicamente en el placer corporal ni que esté dedicada al espíritu, sino que se logra con la mezcla de ambos aspectos. Se debe cultivar los placeres que no sean precedidos por el dolor, como los intelectuales, y también es necesario atender a los que sí sean precedidos por el dolor o la necesidad, como los que consisten en la satisfacción de un deseo, siempre que sean gozados con mesura. La actividad intelectual y el sentimiento agradable deben ser mezclados en justa proporción para que la vida del hombre sea feliz.

El lugar de la divinidad en la ética humana

El lugar que ocupa la divinidad en la ética humana es un saber supremo, debido a que permite que las personas desarrollen plenamente su ser. Esto significa que busca contemplar las Ideas, y ayudar a contemplarlas, para que de este modo, se convierta en un integrante más de la felicidad. Por ello, Platón sostiene que para alcanzar la felicidad le conviene al hombre hacerse tan semejante a la divinidad como le sea posible.

El intelectualismo ético y la responsabilidad de las

acciones humanas

Para Platón, el bien y el mal no son términos relativos a cada hombre en cada momento de su vida, sino que remiten a algo absoluto e inmutable. El intelectualismo ético consiste en que la virtud y la sabiduría se relacionan parentescamente, para que de este modo, aquel que persiga lo bueno es sabio, y de esta manera, no podría dejar de perseguir lo que verdaderamente sea bueno y beneficioso para el hombre. Nadie hace el mal a sabiendas, pero Platón defiende la responsabilidad de la acción moral: es responsable por permitir que la pasión le cegara el juicio. Hacer el mal nunca puede ser bueno, ni aunque se le haga al enemigo. Dañar es hacerle un mal al otro, y hacerle el mal a otro es hacerte un mal a vos mismo.

Las partes del alma y la polis ideal de Platón

La vida buena del hombre para Platón consistía en una mezcla armoniosa y equilibrada de distintos tipos de bienes. Este equilibrio es fundado como una irradiación que se da entre el alma del hombre y la sociedad. La sociedad ideal que Platón pretende sería una sin lujos, sin propiedades, sin custodios armados en donde el modo de vida de las personas sea naturalmente. Esta sociedad se divide en tres partes como el alma:

Parte baja: Le pertenece a los artesanos y campesinos, quienes producen lo necesario para la supervivencia de la polis. (Función apetitiva, ubicada en el vientre, responsable de alimentarse y reproducirse). Parte media: Le pertenece a los guardianes, quienes deben custodiar dicha producción, con lo cual no tienen propiedades. (Función sensitiva, ubicada en el pecho, encargado de la autodefensa, las pasiones y emociones). Parte alta: Se encuentra el cuerpo gobernante, integrado por filósofos que conocen la Idea de Bien y están aptos para guiar a la polis hacia el mismo. (Función pensativa, del alma (psique), ubicada en la cabeza, encargada de conocer).

La virtud en el mundo antiguo y la ética

aristotélica

La virtud en la antigüedad

En la antigüedad, la virtud es entendida como el desarrollo total y óptimo de la propia naturaleza y se presenta como el medio para alcanzar un ideal de vida: la buena vida. Para ello, se necesita armonizar las fuerzas de las pasiones e impulsos con las de la razón. Dicha armonía es de carácter vertical, es la razón a que debe dominar las pasiones.

El pensamiento ético de Kant

La necesidad de un fundamento universal a priori

Debido a que las sociedades, las costumbres y los valores cambian, Kant se pregunta si es posible que la razón actúe bajo una ley del deber moral y que universalmente sea válida en cualquier coyuntura. Para que una ley valga moralmente debe tener como fundamento de obligación una necesidad absoluta, y ese fundamento de obligación no debe buscarse en la naturaleza del hombre ni en circunstancias del universo sino a priori y exclusiva de conceptos de la razón pura.

La autonomía de la voluntad en los juicios morales

La voluntad, al momento de actuar tiene que ser totalmente autónoma, no tiene que estar atada a nada ni a la utilidad, ni a motivos o móviles particulares o inclinaciones determinadas. La razón es la que nos debe influenciar en lo moral y no lo otro. Cada vez que recurro a la experiencia (a posteriori) no consigo nunca un fundamento sólido. Para Kant, hay un único fundamento a priori para la voluntad, que al momento de actuar la razón se aplique a sí misma una ley moral universal llamada Imperativo Categórico de la razón.

El Imperativo Categórico como fundamento de las acciones

morales

Cuando las voluntades están determinadas por pasiones, egoísmo, etc. No se consiguen fundamentos sólidos, y esto se debe a que jamás la experiencia me da fundamentos sólidos, sino contingentes, variables, y la ética no puede estar fundamentada de esa manera. Kant dirá entonces que hay un único fundamento a priori para la voluntad, que al momento de actuar la razón se aplique y dicte a sí misma una ley moral universal llamada 'Imperativo categórico' de la razón. Entonces, debo decir la verdad y cumplir mis promesas porque puedo querer, sin contradicción racional, que eso se convierta para todos los hombres en una ley universal de la acción.

El pensamiento ético de Spinoza

Sistema del juicio vs. sistema de pruebas

En Spinoza ya no está en presencia de un sistema del juicio, sino que nos abrirá las puertas para un sistema de pruebas basado totalmente en la experiencia, ya que para él no hay nada por encima y más allá del ser, que actúe como instancia de permanencia. Un sistema de pruebas es lo contrario a un sistema de juicio, porque el sistema de juicio parte de la necesidad de una esencia permanente, mientras que el sistema de pruebas no parte de la esencia sino de la potencia, y la potencia es movimiento puro.

La ética desde la perspectiva de la potencia

El problema de Platón y Kant es el terreno de la moral es ¿Qué debo? mientras que el problema de Spinoza es ¿Qué puedo? ¿Hasta dónde llega mi potencia?. Spinoza plantea el problema desde un punto de vista totalmente nuevo y diferente: Cómo pensar las relaciones éticas del bien y el mal entre hombres sin recurrir a lo fijo sino desde la perspectiva del movimiento, de la potencia (esencia) que el cuerpo y el alma son capaces de efectuar.

La elección de lo bueno y lo malo en la ética de Spinoza

Para Kant y Platón, un hombre bueno es alguien de quien podemos esperar ciertas cosas, porque adecur su voluntad a la Idea de bien o aplicará la ley universal de Imperativo. Para Spinoza, lo bueno y lo malo no preexisten, sino que son el resultado de modos o maneras de existir, de modos de componer relaciones. No se trata del bien o el mal, se trata de lo bueno o lo malo. No es una moral del deber, sino una ética de los afectos. Los afectos son el resultado de las relaciones, un afecto es algo que aumenta o disminuye mi potencia. Entonces, la ética como teoría de los afectos es el conocimiento a posteriori de cuáles son las relaciones que aumentan mi potencia o la disminuyen.

La Moral y la Potencia

La Moral como Resultado de Relaciones Diferenciales de

Potencia

Según el texto, la versión clásica de la moral no puede concebirse como una ley o mandato impuesto de antemano. Por el contrario, una ley moral es el resultado de las relaciones diferenciales de potencia entre diferentes fuerzas o potencias que se efectúan sobre un individuo. En otras palabras, una ley moral no puede prohibir de antemano una relación como buena o mala en sí misma, sino que surge de la interacción y composición o descomposición de estas relaciones de potencia.

El Patrón de Medida de la Moral

El patrón de medida para determinar la moralidad de una acción o relación no es una ley impuesta externamente, sino el aumento o disminución de la potencia del individuo. Una acción o relación será considerada moral en la medida en que aumente la potencia del individuo y de los demás involucrados, permitiendo una composición de relaciones que beneficie a todas las partes. Por el contrario, una acción que disminuya la potencia del individuo o descomponga las relaciones sería considerada inmoral.

La Prueba de la Acción

El texto señala que debemos probarnos en acción, evitando aquellas acciones que disminuyan nuestra potencia. Esto implica que la moralidad de una acción no se determina a priori, sino que debe ser puesta a prueba en la