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Es un ensayo que realice, basandome en la ideología política
Tipo: Apuntes
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El liderazgo político es un fenómeno social condicionado por las circunstancias de su origen personal y su evolución socio-histórica particular. Entendido como fenómeno social el liderazgo está sujeto a un proceso de construcción social. Proceso que puede ser analizado en función de dos conceptos claves del “estructuralismo genético” ideado por Bourdieu. A saber: habitus y campo del líder político. Sendos conceptos expresan las dimensiones subjetivas y objetivas del fenómeno social del liderazgo. Dimensiones que se manifiesta en tres procesos conjuntos: 1) cuando el líder es socializado mediante la adquisición de su habitus, 2) cuando el líder se institucionaliza en función de sus prácticas en el campo político,
En el plano teórico se revisan brevemente las Teorías del Fin de la Historia y Guerra de Civilizaciones, de Fukuyama y Huntingtun, respectivamente, a las luces de realidades y temas como los de la globalización y microsociedades y etnoculturas, entre otros. La crisis de la política, a consecuencia de las rupturas del tejido conceptual con el que surgió en la Era Moderna y las posibles visiones y alternativas para enfrentarla, nos lleva a un plano de reflexiones y proposiciones, que desembocan en la búsqueda de referentes que nos permitan a partir de ellos la construcción de un Nuevo Contrato Social Planetario. El bien es el fin de todas las acciones del hombre”, dice Aristóteles en las primeras palabras que inician la Moral a Nicómaco o Ética Nicomaquea (s/a)1. Esta Magna Moral o Ética Eudemia tiene a la felicidad como objetivo principal que conlleva la virtud, sin la cual aquella no es posible. Por otra parte, la polys, formada por la conjunción de la sociedad y del Estado, tiene un carácter, una ética, que le es particular y que de alguna forma la prefigura. El ethos, carácter pero también conducta, identifica (caracteriza) a una comunidad, a una polys de la cual proviene. En su sentido etimológico y ontológico, ambos términos forman una unidad. No son la misma cosa, pero cada uno de ellos es parte necesariamente complementaria de esa unidad que es un todo, sólo posible por la convergencia y síntesis de sus partes. Cada una de ellas, para formar su individualidad, necesita el complemento de la otra. Toda polys tiene un ethos. En consecuencia, la política entendida como quehacer de la polys, como desarrollo de un conjunto de tácticas y estrategias, es el ámbito en el cual el ethos se realiza como ética. Por eso, para los Griegos, era un sin sentido la existencia de la política sin la ética, porque toda política, debe ser una ética en su desarrollo. Entre ambas hay una serie de nexos que hacen de ellas un complejo tejido: objetivo, intención, adecuación entre medios y fines, justificación racional del porqué y para qué de las acciones. Estas ideas elementales con las que los griegos fundaron la filosofía, la ética y la política, siguen siendo la justificación racional y moral del poder, a pesar de haber sido reiteradamente violentadas por los hechos. No obstante las repetidas violaciones del poder a la razón y la ética, nunca antes, sino hasta ahora, se ha pretendido justificar el poder por el sólo hecho de existir, mutilándolo de todo
Pedro Castro Martínez desarrolla, en el cuarto capítulo, el estudio titulado "El caudillismo en América Latina, ayer y hoy", donde aborda el fenómeno del caudillismo como figura de la historia colonial y característica distintiva de prácticamente todos los países latinoamericanos en el siglo xix. En tanto, en la siguiente centuria el caudillismo fue consecuencia del colapso del gobierno central o de fracturas en el aparato estatal y del ascenso de movimientos de masas con líderes carismáticos. Una buena parte del trabajo de Castro Martínez se centra en la figura de Hugo Chávez, presidente de Venezuela, a quien atribuye rasgos que lo ubican como un caudillo posmoderno —del siglo XXI—, con un gran poder que deviene del control que tiene de los recursos derivados del petróleo y del manejo de los medios de comunicación, elementos importantes en el movimiento social en torno a su persona, donde cuenta con un gran apoyo popular entre la población pobre de su país. Entre las principales características de los caudillos, registra el hecho de que por lo general provienen del ejército y se apoyan en los militares para sostenerse en el poder; poseen un liderazgo personalizado; gobiernan de una manera paternalista y muy centralizada; tienden a permanecer en el poder por un periodo extenso; ejercen el poder de una manera autocrática, que con frecuencia implica la supresión de la oposición; desarrollan estilos poco democráticos de gobierno; casi siempre establecen políticas públicas destinadas a su propio enriquecimiento y su clientela política, y para preservar el estado de cosas que ellos mismo han edificado; operan en una concepción patrimonialista y, aunque suelen proceder de una manera autoritaria, Castro Martínez llega a la conclusión de que no siempre son completamente totalitarios. El estudio riguroso de estos aspectos lleva a Francisco Reveles a la conclusión de que la dinámica de los partidos políticos en México es diferenciada, ya que ni sus estructuras son iguales ni su vida interna se asemeja, por lo que concluye que las prácticas políticas del pan, el PRD y el PRI se modificaron a raíz de la alternancia política. Además de analizar el liderazgo, en particular el de carácter político, Valdés Vega explora puntos de encuentro y relación con conceptos como legitimidad y representación, la credibilidad de quienes ejercen el poder, el carisma y la responsabilidad política, a fin de ubicar estos aspectos en el presidencialismo y el liderazgo en América Latina, en el contexto
de la sustitución de los regímenes autoritarios por la transición a la democracia a fines del siglo XX y principios del siglo XXI. Hacemos nuestra la conclusión de que en las sociedades con sistemas democráticos maduros y sólidos resulta más difícil que surjan líderes carismáticos, puesto que no son tan necesarios para encabezar luchas populares porque se cuenta con el entramado institucional para procesar las demandas y resolverlas de manera adecuada. En la medida en que las sociedades se acerquen a una democracia real y efectiva, menos probable será que aparezcan liderazgos carismáticos, que en algunos casos atentan contra la democracia. BIBLIOGRAFIA: https://aecpa.es/files/congress/8/actas/area3/GT-8/JIMENEZ-DIAZ-JOSE-FRANCISCO.pdf https://www.uv.es/garzon/psicologia%20politica/N29-1.pdf