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El origen y desarrollo del método , incluyendo las caracteristicas, Guías, Proyectos, Investigaciones de Pedagogía

* Primeras pruebas mentales basadas en funciones *sensoriomotoras*. * Se creía que estas funciones reflejaban directamente la inteligencia. * Influencias de la fisiología experimental y la antropometría (Galton, Wundt, Cattell).

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2024/2025

Subido el 26/06/2025

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Psicothema, 1996. Vol. 8, Supl., pp. 249-263 ISSN 0214 - 9915 CODEN PSOTEG LOS TESTS" Mariano Yela 1. Definición y descripción general La palabra inglesa test significa, como nombre, reactivo y prueba, y como verbo, ensayar, probar o comprobar. Se deriva del latín testis, cuya raíz figura en palabras españolas como testigo, testimonio, afesti- guar, etc. Ha sido infernacionalmente adop- tada para denotar un cierto tipo de examen muy usado en Psicología y Pedagogía. Un test es, en efecto, un reactivo que aplicado a un sujeto revela y da testimonio de la índole o grado de 'su instrucción, apti- tud o manera de ser. Así por ejemplo, un test de inteligencia consiste en un conjunto de preguntas, pro- blemas o tareas cuya solución depende de las capacidades intelectuales del sujeto. Cada uno de los problemas preguntas o tareas se llama elemento o item del test, La primera condición que debe cumplir todo test es, naturalmente, que las respuestas suscitadas por sus elementos revelen la característica que desea apreciar o medir. Una vez demos- trado ésto, se aplica el test a un grupo repre- sentativo de la población de sujetos en que se va a usar el test, A este grupo se le da el nombre de grupo normativo. Los resultados obtenidos por el grupo normativo, estadísti- camente analizados, constituyen las normas, con las cuales hemos de comparar, en lo sucesivo, la puntuación que en el test alcance cualquier individuo de esa población para juzgar así del grado de su inteligencia o del rasgo que mida el test. Este proceso median- te elcual se fijan las normas de un test se llama tipificación del test. Los tests de este tipo se llaman psico- métricos, porque su objeto es medir o deter- minar el grado de algún rasgo mental. Los test psicométricos son muy nume- rosos y variados. Para dar una idea de ellos presentamos a continuación algunos de los elementos-o tareas que más se usan en.su construcción. Los elementos. más corrientes en. los tests de inteligencia sor: los siguientes: Opuestos: El sujeto tiene que elegir los términos opuestos a una lista de palabras. Por ejemplo: Alto... grueso, pequeño, bajo, corto. En este ejemplo se pide que el sujeto subraye la palabra opuesta a alto. Este tipo de elemento, como todos los que se dan a continuación, se presta a valoración objetiva, fácil y rápida. Son susceptibles de ordenarse por su grado de dificultad y presentarse en varias formas y con diversas modificaciones, De tipo parecido son los elementos formados * Yela, M. (1987). Introducción a la teoría de los tests, (pp. 3-29). Madrid: Facultad de Psicología, Universidad Complutense de Madrid, Psicothema, 1996 249 MARIANO YELA por sinónimos y términos que guardan entre sí diversas clases de relaciones. Analogías: Por ejemplo: Rojo es a sangre como amarillo es a ... papel, limón, bandera, ladrillo. Se pueden presentar analo- gías de este tipo con palabras, dibujos, per- sonas, etc, Palabra que sobra: Por ejemplo, subrá- yese la palabra que sobre entre las cinco siguientes: gris, marrón, amarillo, útil, rojo. Serie de números: Por ejemplo, 1, 10, 2, 11,3, 12, _, __. La serie tiene una ley. Hay que averiguarla y escribir sobre las rayas los números que siguen. Vocabulario: Se presenta una serie, previamente experimentada y estudiada, de palabras y se pide al sujeto que diga lo que significan. Las respuestas se califican de distinta manera según su grado de abstrac- ción, Información: Consiste en una serie de preguntas sobre cultura general y datos supuestamente accesibles a todos los sujetos de la población en que se usa el test. Frases incompletas: Es uno de los mejores elementos para apreciar la inteligen- cia. Consiste en un texto al que faltan algu- nas palabras que el sujeto tiene que averi- guar y escribir en los espacios en blanco. Pur ejemplo: El ____ brilla siempre, pero las nubes lo ____ algunas veces. Otros «elementos muy usados son: Frases desordenadas, que el sujeto tiene que comprender rápidamente; proverbios, cuyo sentido tienen que apreciar; juicios prácticos, o decisiones que es razonable tomar en situaciones que se plantean; absurdos, que el sujeto debe señalar en las escenas o sucesos que se le presentan; memoria de números, de palabras, de ideas, de formas, etc.; interpre- tación de párrafos, láminas, etc. Todos estos elementos y otros similares reclaman respuestas de tipo verbal o simbóli- co. 250 Existen otros elementos de distinto tipo, que requieren respuestas gráficas y procesos no verbales como la realización de ciertos dibujos, la comparación estética de rostros, el manejo de relaciones espaciales, el traza- do de líneas, el itinerario correcto de un laberinto y otros muchos de este tipo. Las dos clases de elemento hasta aquí consideradas —verbales y no verbales— se denominan en general elementos impresos o de papel y lápiz porque bastan estos dos materiales para aplicarlos y resolverlos. Hay otros elementos que exigen que el sujeto manipule trozos de madera, papel, metal, etc., o aparatos diversos, para resolver la tarea. Así hay tests que requieren formar un rompecabezas, reporducir un modelo con cubos coloreados, repetir un ritmo a un recorrido golpeando con un trozo de madera sobre cierto objeto 'o conjunto de objetos, clasificar vbjetos por su color, forma, volu- men, peso, etc., o de todas las maneras que el sujeto sea capaz, colocar trozos geométri- cos en tableros con huecos especiales, etc. Todos ellos se llaman elementos y tests manipulativos. Se usan preferentemente en tests de las llamadas inteligencia práctica o concreta, habilidad manual o mecánica, en Numerosos tests de aptitud profesional y con sujetos analfabetos, deficientes físicos o mentales, o con niños muy pequeños. Los tests de personalidad utilizan ele- mentos de otra clase, generalmente preguntas sobre aspectos de la conducta del sujeto, sobre sus preferencias y aversiones; sobre sus actitudes y sentimientos, sobre sus fen- dencias e inclinaciones, sobre sus reacciones emotivas, etc. Otros tests de personalidad utilizan el trazado de líneas y analizan el valor expresivo de los trazos, o bien se sirven de otros movimientos expresivos como el gesto, el canto, ia palabra, el paso, la escritura, etc. Psicathama, 1996 MARIANO YELA es quizá el americano J. Mc, K. Cattell, que introdujo por vez primera la palabra test en su artículo «Mental tests and measuremenis» aparecido en 1890 en la revista Mind. Cattell ideó y aplicó numerosos tests de este tipo en la Universidad de Columbia, de New York. En Alemania Munsterberg, Kraepelin y Ebbinghaus inician su aplicación. En Francia, lo hacen Binet, Henri y Toulouse. Pero los resultados no fueron satisfac- torios...En 1894 Gilbert halló una correla- ción casi nula entre varios tests de este tipo y el rendimiento escolar. Wissler, en 1901, confirma estos resultados. En Alemania Kraepelin y Oehrn, por su. parte, y Ebbinghaus por otra, y en Francia Binet, empiezan a usar, en la última década del siglo, tests de procesos superiores, como asociación, frases incompletas, compren- sión, etc. En 1889 Binet demuestra que los tests procesoss superiores distinguen mejor la capacidad escolar de los alumnos que los tests de tipo Galton. Las características de este período son, pues: 19, El predominio de tests sensoriales y motores, 22%, La comprobación de su ineficacia como .medida de la inteligencia. 32, El uso incipiente de tests de procesos más complejos. B) Segundo período: Escalas de Inteligencia Alfredo Binet, .es, más que ningún otro, el creador de los tests de inteligencia. Durante los últimos años del siglo XIX, los intentos de discriminar el grado de inteli- gencia de los individuos por medio de tests, resultaron en general fallidos. Binet com- prendió que el efecto no estaba en el méto- do, sino en el material empleado. Se usaben tests de procesos elementales. Había que introducir elementos que estimulasen las funciones psicológicas cumplejas superio- 252 res. Este es uno de sus aciertos. El otro gran acierto fue relacionar los tests con la edad, formando la primera escala de inteli- gencia. Binet observó que, al menos durante los años escolares, los niños van teniendo más capacidad mental cuanto mayores son. Basado en esta sencilla observación ideó una serie de pruebas de fácil y rápida apli- cación, las ensayó en las escuelas de París, y determinó para cada prueba el tanto por ciento de niños que la 'resolvían a cada edad. Así llegó a averiguar los tests que eran característicos de cada edad. Si un test es correctamente resuelto por el niño medio de 12 años, pero no por los niños de edades inferiores, ese test representa la capacidad mental típica de los doce años, o sea, la Edad Mental (E.M.) de 12 años. Ordenando los tests por edades sucesivas formó pues, una escala mental. La primera fue publicada en 1905, pero fue revisada y completada en 1908, y es esta segunda la que alcanzó enseguida fama mundial. Binet seleccionó de 3 a 8 tests para representar cada edad de los 3 a.los 13 años. Cada test equivale a un cierto número de meses. La puntuación total del niño es el número de años y meses de edad mental que ha obtenido en sus res- puestas. La escala está preparada de tal modo que el niño medio de cada edad, obtiene una edad mental (E.M.) igual a su edad cronológica (E.C.) Si un niño de 7 años obtiene una E.M. de 9 años, es un niño mentalmente adelantado, si su E.M. es de 5 años, está retrasado mentalmente. La escala de Binet tuvo un éxito extra- ordinario. Se comentó, criticó, tradujo y adaptó paulatinamente a todos los idiomas principales. De las múltiples revisiones del test de Binet, la más famosa, por mejor construida y tipificada, es la del psicólogo americano Terman, llevada a cabo en la Universidad de Stanford en 1916, y revisa- da en 1937 y en ulteriores ocasiones. El test Stanford-Binet, de Terman, ha sido adopta- Psicothema, 1906 LOS TESTS do, también, en casi ludos los países. En España lo han hecho el Dr. Germain y la Srta. Rodrigo. Una modificación importante de este tipo de escalas fue introducida por Yerkes y Bridges, en 1915. Consiste en valorar no por meses, sino por puntos. La puntuación final no es una E.M. sino simplemente el número de puntos obtenidos. Ahora bien, como la puntuación media de los individuos de una cierta edad cronológica representa esa edad mental, las puntuaciones totales se pueden convertir fácilmente en edades men- tales, por medio de una tabla de correspon. dencias entre edades mentales y puntuacio- nes. Para eliminar algunos inconvenientes que presentaban las edades mentales —por ejemplo, un año de edad mental significa mucho más en los primeros años del desa- rrollo que en los más avanzados-—, se pro- puso usar el cociente entre la E.M. y la E.C. Esta medida fué propuesta, indepen- dientemente al parecer, por. el americano Kuhimann y el alemán Stern, en 1912. Ter- man aceptó esta medida y generalizó el uso del cociente intelectual (C.1,) El C.L es, pues el cociente entre la E.M. y la E.C. Para evitar decimales, se suele multiplicar por ciento. De este modo el CI. indica el tanto por ciento que la E.M. de un indivi- duo es de su E.C. Una E.M. de 10 años no dice nada acerca de la agudez mental de la persona, sino simplemente que ticnon el nivel mental de un niño corriente de 10 años. Si su E.C. es de 14 años, el chico será torpe; si es de 7 años, el chico será listo, como indican sus CL que serían 71 y 143 respectivamente. A partir de la escala de Binet y con modificaciones diversas, se han elaborado tests de este tipo. Quizá la más importante de las modificaciones es Ja escala “Wechler-Bellevue", una de las mejores hasta la fecha para apreciar la inteligencia Psicothema, 1996 general de los adultos. Las características generales de todos estos tests, son: 12 Predominio de elementos que hacen referencia a procesos cognoscitivos superiores. 22, Variedad de los elementos, procu- rando estimular con ellos las más diversas funciones mentales. 3", Normas valorativas fundadas cn la edad cronológica. 42, Puntuación global indicativa de la inteligencia general del sujeto. 52, Aplicación individual del test. C) Tercer período: Tests colectivos En 1917 aparece en América un nuevo tipo de test: el test colectivo. Hasta ahora los tests tenían que ser aplicados individual- mente. Al entrar los Estados Unidos en la primera guerra mundial, el país no tenía ejército. Para crearlo. rápidamente era preci- so clasificar a los reclutas según sus capaci- dades. Los tests podían servir para esto. Pero hacía falta que pudieran ser aplicados en poco tiempo a miles de individuos. Un comité de psicólogos presidido por Yerkes y formado, entre otros, por Terman, Whip- ple y Goddar, todos ellos eminentes en este campo, prepararon una serie de tests cuyos elementos, de tipo análogo a los ya citados, van impresos en una o varias hojas, las cuales contienen además las instrucciones generales. El examinador solo tiene que hacer una breve explicación al grupo y procurar que el test se- realice según las instrucciones, Este tipo de test se llamó “Alfa”. Para los analfabetos o extranjeros se creó el test "Beta", en el cual los problemas eran formulados sin hacer uso de palabras, sino mediante figuras, dibujos, etc., y las instrucciones eran dadas por medio de mímica o con demostraciones prácticas. Estos tests se aplicaron a cerca de dos millones de hombres, sirviendo principal- 253 LOS TESTS 3%) Crear un nuevo tipo de test: el proyectivo. E) Quinto período: El análisis factorial Hasta ahora hemos visto como nuevas ideas iban ampliando el campo de los tests. En el primer período se utilizan pruebas sensoriales y motores. En el segundo, desde 1905, aparecen tests individuales de inteli- gencia general. En el tercero, desde 1917, se emplean también tests colectivos de inteli- gencia. En el cuarto período, que se inicia aproximadamente, por los mismos años, pero que solo alcanza verdadera difusión en la segunda guera mundial, se caliende el método al campo de la personalidad y se inventa un nuevo tipo de tests, el proyectivo, Pero a través de todos estos cambios y ampliaciones persiste, sin resolver, un pro- blema fundamental: ¿Qué es lo que miden o diagnostican los tests? ¿Cómo estar seguro de que miden los rasgos que los tests dicen medir y de que en efecto los miden? No basta con que los tests sean útiles y prácti- cos. Es preciso demostrar de alguna manera que aprecian o miden las capacidades y rasgos unitarios de la personalidad. La consideración de este problema dió origen a una serie de técnicas que se cono- cen con el nombre de análisis factorial. Su creador Spearman, cuyos primeros trabajos aparecen ya en 1904, y cuya teoría se publi- ca en 1927, en cl libro "The Abilities of Man”. El análisis factorial es un método para averiguar experimentalmente lo que un test mide o aprecia. Los trabajos de Spearman han sido continuados principalmente en Inglaterra y los Estados Unidos. Hoy sobre- salen los nombres de Burt, Thomson y Thurstone, Este último, basado en los halla- zagos del análisis factorial, ha preparado una serie de tests de "Capacidades Mentales Primarias” con los que pretenden apreciar las capacidades cognoscitivas, factorialmente Psicothema, 1996 descubiertas y definidas, de que depende la actividad inteligente del individuo, El análisis factorial ha influido decisi- vamente en el desarrollo del método de los tests. Respecto a los tests de inteligencia su influjo ha sido doble. Por una parte ha ofre- cido una seria fundamentación teórica al uso de los antiguos tests de inteligencia general, mostrando que en la mayor parte de las funciones cognoscitivas intervienen un factor general (factor ¿), común a todos ellos y caracterizado por la abstracción y compren- sión de relaciones. Los tests de inteligencia general están justificados en la medida en que aprecian el factor "g". Para ello se dis- pune huy de tests más adecuados que los tradicionales, como son las Matrices de Raven y el test de Dominó. Por otra parte, los resultados del análisis factorial subrayan la importancia en el campo de la inteligencia de otras aptitudes cognoscitivas distintas del factor "g” y que es preciso tener en cuenta para apreciar suficientemente la inteligencia de los sujetos, No basta, pues, con designar la inteligencia general mediante un índice global, es preciso trazar, además, el perfil mental del sujeto según la puntuación que alcanza en diversos factores cognoscitivos y motores, como inteligencia verbal, numérica, espacial, memoria, percepción, etc. En el campo de la personalidad emotiva y social el análisis factorial ha señalado como dimensiones básicas las correspondien- tes a la madurez emotiva y a la introversión- -extraversión de los sujetos. Asimismo se han desarrollado numerosos cuestionarios y tests de intereses generales y profesionales a partir de los resultados obtenidos por el análisis factorial, El desarrollo que ha alcanzado el méto- do de los tests lo manifiesta el hecho de que solo en los Estados Unidos se aplicaron durante 1946, unos sesenta millones de tests a nos veinte millones de personas. El núme- 255 MARIANO YELA ro de aplicaciones, desde entonces, no ha hecho más que aumentar y multiplicarse. 3. Clasificación Los tests son muy numerosos y varia- dos. Para hacerse una idea de los principales tipos, es preciso clasificarlos, La “clasifica- ción que presentamos a continuación, sin pretender ser única o completa, tiene por objeto ofrecer un cuadro a la vez comprensi- vo y simple de los múltiples tests existentes. Un test es un proceso, ajustado a cier- tas normas generales, al cual una persona es sometida por etra utilizando cierto material, para medir o diagnosticar cierta característi- ca y con un determinado fis. Podemos, pues, clasificar los tests atendiendo a: a) Normas generales del método. b) El fin que-se persigue. c) Quién los da. d) Quién los recibe. e) El material que se emplea. f) La característica que pretenden estimar o medir. A.- Clasificación por el método Según el método general que siguen los tests, se clasifican en psicométricos y pro- yectivos. Es la división más importante y significativa. Los psicométricos se ajustan a normas cuantitativas, sus elementos son valorados independientemente unos de otros con una puntuación numérica, su: resultado final es: una medida. Los proyectivos “se ajustas a normas principalmente cualitativas, sus elementos son valorados cualitativamente en relación con el test total, su: resultado final es un diagnóstico. Los tests psicométri- cos se refieren a características psicológicas, concebidas como unidades más o menos independiente. Los proyectivos se refieren en general, a la personalidad total. Estas dife. rencias no son, sin embargo, absolutas, sino 256 relativas y variables. Hay aspectos proyecti- vos en los tests psicométricos, principalmen- te en los individuales, y hay aspectos cuanti- tativos en los proyectivos. Pero la diferencia es clara. Los psicométricos son más riguro- sos y exactos, mas a costa, muchas veces, de prescindir de los aspectos más profundos y reales de la personalidad. Los proyectivos sen más comprensivos, pero a costa, muchas veces, de caer en subjetivismos más a menos arbitrarios. Hay que tener en cuenta, sobre todo, que para aplicar los tests proyectivos se requiere una preparación teórica y una expe- riencia clínica mucho mayor que para utilizar los psicométricos. B.- Clasificación por el fin El fin de los tests es doble: diagnosti- car y medir. Según esto, hay tests cualitati- vos y tests cuantitativos, división que coinci- de, aunque no por completo, con la de tests proyectivos y psicométricos. Por otra parte, los tests pueden utilizar- se como método práctico y como método de investigación. El test es fundamentalmente un método práctico. Su objeto es señalar la presencia, calidad o grado de 'algún rasgo. Pero desde principios de siglo, y sobre todo, en los últimos años, se han utilizado, junto al análisis factorial, en la investigación de las funciones psicológicas. No hay pues una distinción absoluta entre tests y experimento psicológico. Pero si cabe afirmar que, en general, el test se refiere a las características de las personas, mientras el experimento 'se refiere a las características de los fenómenos O procesos. C.- Clasificación por el examinador Los tests se dividen, según este criterio, en personales e impersonales. Son persona- les aquellos en que la personalidad o conduc- ta del examinador influye en los resultados. Psicothema, 1996 MARIANO YELA a) Tests de rendimiento Su objeto es medir con precisión y objetividad los conocimientos o el rendi- miento actual de un sujeto en relación con los que, en una determinada materia, han mostrado poseer los sujetos de su población. Así, hay tests sobre conocimientos en las diversas materias escolares y académicas; son como los exámenes tradicionales, pero sistematizados, objetivos y tipificados. Exis- ten, asimismo tests para apreciar la compe- tencia profesional de un individuo en cierta ocupación, siempre en relación, claro está, con un grupo normativo de la misma. b) Tests de aptitud Llamamos aquí test de aptitud, a todo aquél que se refiere a las capacidades cog- noscitivas y psicomotoras potenciales del sujeto y no a su actual grado de conocimien- tos o competencia. Estos tests pueden defi- nirse, bien en relación con la estructura psíquica del sujeto, y los llamaremos tests de aptitud psicológica como son los de inteli- gencia, de imaginación, de courdinación psicomotra, etc.; o bien en relación con las exigencias de una determinada situación externa, en cuyo caso los llamaremos tests de aptitud práctica, como son los de aptitud para las matemáticas, para la ingeniería, para tornero, o impresor, o aviador, etc. Entre los tests de aptitudes psicológicas destacan en primerísimo Jugar los llamados de inteligencia general, de los cuales ya hemos dado una idea más arriba, y en se- gundo lugar —aunque cada vez se les conce- da mayor importancia— los tests que miden las diferencias características de esa inteli- gencia general o, como hoy suele decirse, los tests de factores cognoscitivos y de aptitudes Primarias, como son los de razonamiento abstracto, comprensión verbal, fluidez ver- bal, facilidad ideativa, razonamiento cuanti- 258 tativo, imaginación espacial, facilidad y rapidez perceptiva, síntesis perceptiva, me- moria lógica, memoria inmediata, etc. Existen, además, tests de capacidades especiales, como son, por ejemplo los de destreza manual, rapidez motora, habilidad mecánica, apreciación estética, etc., además de dos tests tradicionales de sensibilidad y precisión motora. Con respecto a las aptitudes prácticas existen numerosos tests y grpos de tests (batería) para apreciar la disposición de los individuos hacia los distintos trabajos y profesiones. En la enseñanza se usan tests de aptitud para las matemáticas, para la física, para los idiomas, etc., y tests más generales que distinguen entre los sujetos más aptos para el estudio de disciplinas académicas y aquellos que tienen más aptitud para tareas concretas, activas, mecánicas o sociales. En la Industria, el Ejército y otras empresas oficiales y privadas, se utilizan baterías de tests para seleccionar al personal más apto. Así, hay baterías de tests para seleccionar distintos tipos de aviadores, oficinistas, mecánicos, ete, £) Tests de personalidad La personalidad es la concreta realiza- ción de la persona: su manera de ser y com- portarse. Abarca, pues, todo el psiquismo con sus perspectivas pretéritas y futuras según se articulan en un presente dinámico. En su aspecto psicológico se forma y modi- fica a lo largo de la vida. No es ésta sin embargo la significación que suele tener la palabra personalidad cuando se usa en rela- ción con los tests. En este contexto adopta por lo general un sentido más limitado. Suelen, en efecto, llamarse tests de persona- lidad aquellos que se refieren a aspectos no cognosctivios de la conducta tales como los afectos, inclinaciones y actitudes. La perso- nalidad, en este sentido, se refiere al tempe- Psicothema, 1996 LOS TESTS ramento carácter y hábitos sociales del suje- to. Los tests de personalidad pueden clasifi- carse según el fin que se proponen y según el medio que para elto utilizan. Por el fin, cabe distinguir los tests sintéticos de los analíticos. Los tests sintéticos pretenden apreciar la estructura general de la persona- lidad, sus tendencias y problemas mas sa- lientes. Suelen ser de carácter proyectivo como el Rorschach, el T.A.T., el Szondi, etc. Otros son de tipo analítico y aprecian aspec- tos parciales de la personalidad, entre estos últimos, existen tests sobre intereses y prefe- rencias ya generales, ya con respecto a un tema especial, por ejemplo, el profesional; tests de actitudes, que versan, asimismo, o bien sobre actitudes generales del sujeto frente a la vida y se llaman tests de valores, O bien sobre su actitud con respecto a un tema más o menos limitado, por ejemplo, sistemas políticos, organizaciones sociales, profesiones, carreras, razas, religiones, etc.; tests de rasgos especiales de carácter, como sinceridad, puntualidad, cooperación, perse- verancia, etc., y finalmente, tests de rasgos temperamentales y emotivos, como introver- sión, sociabilidad, equilibrio emotivo, agresi- vidad, etc. Los medios que se utilizan en los tests de personalidad son muy diversos. Ya hemos mencionado algunos. La mayor parte pueden clasificarse en: 15) Subjetivos: como son los cuestionarios, en los que el sujeto ha de responder a preguntas más o menos explici- tamente referidas a sus preocupaciones, hábitos, opiniones, sentimientos, etc., tales, los cuestionarios de Guilford y de Eysenck sobre la estabilidad emotiva y la introversión de los sujetos. 2%) Expresivos: en los que se estima la personalidad del sujeto a través del estudio de los movimientos expresivos del mismo, como acontece en el test mencinético de Mira y en los diversos intentos grafológi- cos. 3% Proyectivos: de los que ya se ha hablado antes. 4%) Objetivos: en los que se Psicothema, 1996 observa y mide algún aspecto de la conducta que previamente ha mostrado tener relación con determinadas características de la perso- nalidad; así, el estudio de la respuesta psico- galvánica como índice de emotividad. 5% Situacionales: en los cuales se observa la conducta del sujeto en una situación real, por ejemplo, el juego, la representación de un papel en un drama (psicodrama), su partici- pación en una tarea de discusión de un grupo, etc. 4. El test como instrumento de medida Todo test psicométrico debe reunir como mínimo, tres condiciones fundamenta- les: ser válido, ser preciso o fiable y estar tipificado. Para conseguirlo la elaboración de un test suele seguir el esquema siguiente: A) Definición del rasgo psicológico. B) Selección de elementos apropiados. C) Comprobación de la validez y pre- cisión del test, D) Tipificación del mismo. A.- Definición del rasgo El creador de un test está siempre dirigido por una hipótesis de trabajo: su cuucepción de la característica que quiere medir. Esta hipótesis debe formularse con la mayor claridad, y precisión. Como, en gene- ral, se tiene un conocimiento muy precario y limitado de la estructura del psiquismo, la característica cuyo grado se desea revelar no suele concebirse como una capacidad o rasgo bien determinado, sino, simplemente, como un aspecto del psiquismo o de la conducta cuya medida, aunque no descubra la natura- leza intrínseca de este aspecto, permita conocer de antemano, con cierta probabili- dad, cuál será la conducta del individuo en 259 LOS TESTS escolar, o las estimaciones de clínicos que conocen bien al paciente, etc., en el caso del test de inteligencia. El test es válido si tiene una alta correlación con el criterio, Se comprende que este método de validación no es perfecto, pues no lo son en general los criterios. Uno de los puntos más importantes en la elaboración de un test, es, pues, el estudio minucioso de los criterios de validación, para eliminar de ellos todo posi- ble error. De todos modos, esta validación es exclusivamente pragmática. Sólo indica que el test sirve para lo que se le destina. Pero no si revela algún rasgo significativo del psiquismo. Por consiguiente, para que los tests puedan perfeccionarse, es preciso, además de criterios externos que garanticen su valor práctico, criterios psicológicos que puedan aclarar el significado interno de los rasgos y funciones que los tests miden. Hacia este objetivo se orienta el análisis factorial. Así otro medio de estimar la vali- dez de un test es hallar su correlación con una unidad funcional que, de antemano, se haya determinado factorialmiente. b) La precisión o fiabilidad de un test Se llama precisión de un test al grado de constancia de sus medidas. Si al aplicar un test varias veces a un individuo, éste obtiene cada vez puntuaciones muy distintas, el test es impreciso, no podemos fiamos de sus resultados. Si las puntuaciones son igua- les o difieren poco, el test proporciona medi- das precisas, fiables, dignas de confianza. La precisión suele estimarse mediante la correla- ción del test consigo mismo, o por algún otro procedimiento equivalente. Ántes de utilizar un test como instrumento de medida es, pues, imprescindible que se averigile su precisión para saber el grado de confianza que merece sus resultados cuantitativos. Psicothema, 1996 £) Circunstancias que favorecen la validez y precisión de un test Las principales son las siguientes: La definición cuidadosa del rasgo; su pureza factorial y la determinación rigurosa de criterios de validación. El uso de elementos claros, inequívocos, objetivos, ordenados, independientes, interesantes para el sujeto, que cubran bien el campo de dificultad del rasgo, aunque con predominio de elementos de dificultad media. La redacción de instruc- ciones breves y claras, adecuadas al nivel mental mínimo de los sujetos. La introduc- ción de ejercicios preparatorios. La estricta observancia de las instrucciones por parte del examinador, y el establecimiento de. un "rapport" adecuado entre el examinador y el sujeto. En igualdad de circunstancias, se pre- fieren tests breves, baratos y de material sencillo, fáciles de aplicar, objetivos y rápi- dos en su valoración. D.- Tipificación Elaborado un test y comprobadas su validez y precisión, queda por determinar la significación de las puntuaciones. El resulta- do de un test es un número o puntuación directa. Con ella no sabemos si el sujeto es norma) o no, ni la dirección y magnitud de su desviación en el caso de que no lo sea, Para averiguar la significación de una pun- tuación dada, es preciso compararla con las ohtenidas por la población a que el sujeto pertenece. Averiguar y ordenar las puntua- ciones de la población es tipificar un test. Como, en general, no es posible someter al test a toda la población, es preciso, ante todo, seleccionar una muestra representativa de la misma, a la cual llamamos grupo normativo porque de él se obtienen las nurraus, Una vez glegida la muestra, se aplica el test a todos sus miembros. Las 261 MARIANO YELA puntuaciones obtenidas se ordenan en forma de escala cuantitativa, que sirva para inter- pretar, en lo sucesivo, el resultado que ob- tenga un determinado sujeto. Para ello es preciso que la escala tenga un punto de partida de significación conocida y fija, y que su unidad se mantenga constan- te a lo largo de la escala, o, por lo menos, varíe en forma conocida, Hay varias maneras de hacer esta ordenación y, por consiguiente, varios tipos de normas. Los principales son tres: normas cronológicas, normas centiles y normas típicas. a) Normas cronológicas Se han empleado casi exclusivamente con los tests de inteligencia. El procedimien- to, en esencia, consiste en averiguar cuál es la puntuación media que cada edad obtiene en el test. La puntuación media de cada edad designa la edad mental correspondiente, Así, si la puntuación media de los niños de 8 años es, en un test de inteligencia, 26 puntos, en ese test 26 puntos significa 8 años de edad mental. Esta escala tiene dos graves inconvenientes. El primero es que su unidad no es constante. Un año de edad mental no es lo mismo a lo largo del desarrollo. Al parecer, y prescindiendo de diferencias cualitativas (que, no obstante, siempre son del máximo interés), la distancia mental de un año al siguiente va disminuyendo con la edad. Esto, si no se tiene en cuenta, puede inducir a errores. El segundo inconveniente es que en todos los tests de inteligencia actuales se llega a una edad tope a partir de la cual la puntuación media no aumenta con la edad. Por lo tanto, a partir de esta edad tope —de los 14 a los 18 años—, no tiene aplicación al concepto de edad mental. Para eliminar el primer inconveniente se usa el cociente intelectual, o sea, la razón entre la edad mental y la edad cronológica, generalmente multiplicada por ciento para 262 evitar decimales. Para que una escala de cocientes intelectuales sea correcta, es preci- so que cualquier C.L dado signifique cuanti- tativamente lo mismo en todas las edades, Para ello es necesario que el CL medio de todas ellas sea siempre igual a 100, y que las distribuciones de C.L de todas las edades, tengan la misma forma y la misma disper- sión. Si se cumplen estas condiciones, al menos aproximadamente, la escala de C.L indica con precisión la agudeza mental de los sujetos. Queda en pie, sin embargo, el segun- do inconveniente. El C.L no es aplicable, en un test de inteligencia, por encima de su edad tope. Dentro de estos límites, el C.I, puede rendir y ha rendido servicios muy estimables como método de medida. Una de las clasifi- caciones más usadas de C.I. es la propuesta por Terman: El Ciasificación Sobre 140 | "Genio" o casi "genio" 120-140 — | Imeligencia muy superior no-120 — | dmellgencia superior 90-100 — | Inteligencia meeón o normal 80-90 Torpo 0-20 Frontera con deficiencia mencal bajo_70 Deficiencia mental El cuadro anterior debe ser interpretado con cautela. Solo podrá hacerlo una persona con suficiente formación psicológica. El término genio, por ejemplo, no tiene aquí significación corriente, sino otra más parti- cular y limitada; indica simplemente una inteligencia general excepcional. Del mismo modo la denominación deficiencia mental se refiere únicamente a un nivel muy bajo de inteligencia y no equivale, necesariamente, al término jurídico que indica incapacidad de conducta normal o irresponsabilidad en los actos. b) Normas centiles Otra manera de establecer normas interpretativas consiste en ordenar las pun- Psicothema, 1996 Real Academ 1992. ANILLOS, YELA. REY D JUAN CARLOS