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resumen de una biografia de derecho
Tipo: Apuntes
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La historia de Roma es la de una ciudad estado que comenzó por dominar las ciudades vecinas, luego los territorios más cercanos y finalmente ocupó todo el mundo mediterráneo formando el imperio más grande de la antigüedad, creando una sólida cultura y extendiéndola a todos sus dominios Roma fue fundada en el año 753 a.C. siendo gobernada como una monarquía. Los orígenes de la ciudad no están claros, pero la teoría principal fue fundada por los gemelos Rómulo y Remo, descendientes del héroe troyano Eneas. Rómulo fue el primero de los 7 reyes que tuvo la ciudad de Roma. Se suele dividir la historia de Roma en tres períodos: Monarquía, Republica e Imperio. Cada uno de estos instantes tiene características especiales, en cuanto a organización social, esferas administrativas, consideración del Estado y ejercicio del Derecho. MONARQUIA La Monarquía romana fue el primer sistema político de gobierno de la ciudad-estado de Roma, abarca el período comprendido desde el momento legendario de su fundación el 21 de abril del 753 a. C. hasta el final de la monarquía en el 509 a. C., cuando el último rey, Tarquino el Soberbio, fue expulsado, instaurándose así la República romana. A partir de la mítica fundación, según la cronología tradicional, se inicia el período monárquico representado por siete reyes. Los cuatro primeros forman la fase latino-sabino y, los otros tres, la etrusca, sistema que estuvo en vigor hasta el 509 a.C., en que se instauró el régimen republicano. Rómulo otorgó a Roma sus primeras instituciones políticas e incluso un ordenamiento social. Su sucesor, Numa Pompilio, culminó el proceso de fundación al regular los principales colegios sacerdotales e introducir el calendario. Tulio Hostilio, tercer rey, asumió un carácter guerrero y se destacó por la destrucción de Alba y la imposición de la hegemonía romana sobre el Lacio. El monarca que cierra esta fase fue Anco Marcio, que amplió los dominios romanos. Tarquinio, quinto rey de Roma, era de origen etrusco y realizó una importante política de reformas. Estos mismos elementos aparecen en el relato sobre Servio Tulio, creador de las principales instituciones políticas. Finalmente reinó Tarquinio el Soberbio, en cuyo nombre va implícito el carácter tiránico de su gobierno, por lo que fue expulsado del trono y de la ciudad. Como podemos ver, en sus comienzos Roma fue una monarquía de carácter vitalicio. Excepto Rómulo, fundador de la ciudad, los restantes reyes fueron elegidos por los habitantes y ninguno recurrió a la fuerza militar para acceder al poder. Organización política
1. El rey Ejercía la suprema autoridad, concentrado en sus manos, el poder militar, judicial y religioso; convoca a los comicios para someter a su conocimiento los proyectos de ley que deben votar:
Tras la caída de la monarquía se instauró en Roma la República un régimen aristocrático dirigido por unas cuarenta gens; los patricios, los descendientes de las familias más antiguas de Roma ostentaron el poder político, judicial y religioso. Por lo tanto, los primeros tres siglos de la República se caracterizaron por continuos enfrentamientos entre patricios y plebeyos. Para suplir el autoritarismo monárquico y evitar una nueva concentración del poder en una sola persona, el Senado adoptó un modelo biconsular (dos magistrados). El Senado constituyó una pieza clave en la estructura del estado. Era el nexo entre el viejo régimen monárquico y el nuevo orden republicano, el antiguo consejo regio pasa a ser en la República, una institución que fiscaliza la acción de gobierno de los cónsules. Los antiguos poderes religiosos del rey también fueron transferidos a dos nuevos cargos: el de “rex sacrorum” y el de “pontifex maximus”. La única tarea del primero era la de oficiar el sacrificio anual a Júpiter. Sin embargo, estas reformas que condujeron a la creación de la República no resolvieron la situación de fondo, que estaba marcada por el conflicto entre el patriciado y la nobleza que controlaba efectivamente el poder y los plebeyos. Por eso nueve años después de la instauración del nuevo régimen, los romanos crearon la magistratura de “dictador”, aunque con carácter excepcional y por un lapso de seis meses. Este cargo otorgaba a una sola persona la autoridad completa e inapelable sobre todos los asuntos, civiles y militares. Organización social Las clases que se distinguieron fueron cinco: patricios, plebeyos, esclavos, clientes y libertos. La tensión entre patricios y plebeyos y las rebeliones de los esclavos fueron las más importantes noticias políticas; las tres primeras fueron las clases con mayor actividad política; las otras dos, menos. Organización política El gobierno republicano de Roma se basaba en el reparto del poder en tres órganos políticos: magistraturas (poder ejecutivo), asambleas populares o comicios (poder legislativo y electivo) y Senado (control de las magistraturas y las asambleas). Las magistraturas Las magistraturas se crearon para sustituir a los reyes. Los magistrados eran personas elegidas para ocupar un cargo, y sometidas a un control durante el ejercicio de su cargo. Eran elegidos de forma anual, y al iniciar su cargo pasaban una prueba de honradez, y al cesar rendían cuentas. El senado
El Senado de la República romana era una institución política en la antigua República romana, sin embargo, no era un órgano cuyos miembros fueran elegidos por el voto popular, sino uno cuyos miembros eran elegidos por los cónsules, y luego, por los censores. La ley de las XII tablas La Ley de las XII Tablas fue un texto legal que contenía normas para regular la convivencia del pueblo romano. También recibió el nombre de Ley decenviral. Por su contenido, se dice que pertenece más al derecho privado que al público. IMPERIO El Imperio duró cinco siglos. En esta etapa, todo el poder recaía sobre un solo hombre, el emperador, que estaba rodeado de una camarilla de políticos y militares que ejercían una influencia decisiva sobre él y la marcha del Estado. El Imperio conoció varias fases bien distintas bajo cuyo mando se fueron sucediendo varias dinastías o familias: Julio Claudia, Flavios, Antoninos y Severos. La expansión del Imperio En un primer momento, Roma conoció una expansión espectacular que alcanzó el punto culminante en época del emperador Trajano (117 d.C.), originario de Hispania. La decadencia y la escisión Le siguió después un ligero declive, desde la época de Adriano hasta la época de los Severos (s. III d.C.) A continuación, se produjo una escisión en cuatro zonas que marcó el comienzo del fin. A esta primera división del Imperio le sucedió la partición, en el 395 d.C., en dos partes: El imperio de Oriente y el imperio de Occidente. La caída del Imperio El Imperio de Occidente -con capital en Roma- murió en el año 476 con la invasión de los bárbaros. El de Oriente -con capital en Constantinopla- permaneció hasta 1453, cuando la ciudad fue tomada por las tropas otomanas. El mayor de los obstáculos fue cómo presentar este nuevo modelo de gobierno ante la sociedad romana en su conjunto, ya que Roma todavía apegada a sus antiguas tradiciones republicanas no aceptaría directamente un nuevo Rey, después de todo siglos de ataques contra la monarquía calaron hondo en el pueblo Romano. Octavio ciertamente se encontraba en una encrucijada, no podía declararse directamente Rey ni tampoco podía da un paso al costado arriesgaría una nueva guerra civil entre generales y senadores, algo con lo que deseaba terminar desde un principio. De todas maneras, gracias a su característico don para solucionar problemas inteligentemente, encontraría en la manera de resolver este obstáculo. Presentaría al Principado como avalado por la ley y las instituciones romanas, y haría que el cambio fuera un proceso gradual.
Uno de los objetivos principales del emperador Augusto fue establecer en todos los territorios la pax romana o augusta. Esta consistía en la pacificación del mundo romano, tanto del Oriente civilizado como del Occidente. Fue proclamada el año 17 a.C., tras la campaña de Hispania, la anexión de Armenia y la estabilización de la zona del Danubio.