








































































Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
Proyecto de prevención del crimen en el ámbito educativo
Tipo: Monografías, Ensayos
1 / 80
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
Wael Hikal () José Ricardo González Alcalá ()*
Proyecto conjunto entre la Universidad Autónoma de Nuevo León a través de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humanos (bajo el programa nacional de posgrados en calidad del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) y el Grupo Educativo IMEI
En el presente proyecto titulado “Proyecto reforma a las escuelas de Criminología y Criminalística en México. Grupo educativo IMEI” se muestran de manera introductoria al tema los antecedentes del origen de las área en mención: Criminología-Criminalística, revisando brevemente un marco histórico de su desarrollo en Latinoamérica, con la corriente inicialmente proveniente de Europa esparciéndose por toda América Latina y México, se detallan algunas obras literarias que repuntaron en el comienzo de éstas, así como cátedras e implementación de programas. Asimismo, la reseña en México, donde sus principios se deben a tres instituciones: 1) Academia Mexicana de Ciencias Penales, 2) Universidad Autónoma de Nuevo León, y 3) Instituto Nacional de Ciencias Penales. De ahí en adelante, la proliferación ha sido a toda la República mexicana.
El problema a intentar resolver consiste en atender diversas áreas como: los planes de estudio de pregrado, desarrollar un programa de posgrado, vinculación interinstitucional con entidades de apoyo académico, realizar eventos de difusión científica así como
(*) (^) Maestría en Trabajo Social con orientación en proyectos sociales (becario CONACYT) y Licenciatura
en Criminología con acentuación en prevención del delito e investigación criminológica por la Universidad Autónoma de Nuevo León. Investigador académico en el Instituto de Ciencias y Estudios Superiores de Tamaulipas. Correo: waelhikal@hotmail.com. Página web: www.waelhikal.es.tl.
(**) (^) Profesor investigador de la Facultad de Trabajo Social y Desarrollo Humano de la Universidad
Autónoma de Nuevo León. Presidente asesor de la tesis.
involucramiento de alumnos y profesores, además de resaltar a la institución donde se implementa el proyecto como líder en el desarrollo de éstas. La vinculación con otras entidades busca empoderar a la institución para poder llevar a cabo publicaciones y aspirar a gestionar recursos para otro tipo de actividades académicas. Para realizar lo anterior, se realizó un diagnóstico institucional para resaltar las áreas de oportunidad, también mediante la observación de lo que otras instituciones realizan para actualizarse sobre las actividades académicas. Del diagnóstico general resultó un árbol de problemas, del cual posteriormente se derivó en las áreas de atención.
Necesario es vincular el proyecto con la política social vigente, por ello, se tomó como referencia principal el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 de la administración pública federal en curso, además se tomo como fuentes principales las herramientas referentes al tema de la “educación y criminalidad” de la Organización de las Naciones Unidas, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo tercero correspondiente a la educación también, y la Ley de Ciencias y Tecnología, documento base del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el cual este proyecto se desarrolla en el marco del posgrado nacional de calidad, además de ser marco de trabajo para la gran parte de las metas del proyecto en mención.
La metodología seguida, en parte como se señaló en el párrafo anterior, consistió en el diagnostico institucional e indicar las áreas que se debían reforzar a consideración del director de la institución, los alumnos y profesores, por lo que la inclusión y participación de ellos ha sido esencial e indispensable para el desarrollo del presente. Para conocer más de la institución, se muestran algunas partes de su reglamento interno, sus objetivos y metas. Se justifican las actividades y metas del proyecto tomando como referencia estudios realizados por autores clásicos de la Criminología y Criminalística, que han hecho diagnósticos en México y Latinoamérica, así como de otros países, además de aprovechar la experiencia observada por otras instituciones internacionales. Así se centró el proyecto sobre los siguientes: 1) Modificación al plan de estudios de las licenciaturas que oferta la institución; 2) Desarrollo de un programa de maestría; 3) Actualización de la biblioteca institucional con material impreso y digital; 4) Desarrollo de un ciclo de conferencias con destacados ponentes e involucrar a los profesores de la institución, y 5) Vincular a la institución con otra de apoyo académico. De todos los objetivos establecidos, se lograron con satisfacción.
Para denotar el grado de satisfacción y alcance de las metas, se evaluó a través de cuestionarios cerrados aplicados a profesores y alumnos, basando esencialmente las preguntas sobre su percepción posterior a la implementación del proyecto. Por otro lado se empleó un marco lógico donde se va de lo general al respecto del problema que se tiene en relación con el proyecto y se fue derivando de lo deductivo a lo inductivo para llegar a lo propio de la institución.
permitan cumplir eficientemente las funciones que de ellos necesita la sociedad (Quiroz Cuarón, 2003: 1059).
1.1. Historia en Latinoamérica
En Latinoamérica siendo menos influidos por la tradición criminológica, se ofrece una menor resistencia a los descubrimientos que vienen desde Europa y así, llegó con mucha fuerza y aceptación el positivismo criminológico hacia finales del siglo XIX, siendo importantes las figuras de Lombroso, Ferri y Garófalo, los tres Evangelistas, como los denominó Jiménez De Asúa por su similitud a las figuras religiosas; así, tenemos a Lombroso como centro y origen de todas las ideas partiendo del delincuente nato y a sus lados a Ferri y a Garófalo, que vienen a completar el trío criminológico (Hikal, 2011d: 55-77).
Con la llegada de la Criminología a Latinoamérica, comenzaron a surgir estudiosos interesados en ella y que se encargaron de darle distribución, además de investigaciones propias, dándole grandeza a la Ciencia Criminología. De manera breve se pueden mencionar algunos datos importantes en las siguientes líneas limitándose a obras publicadas, sociedades, cátedras fundadas y estudios realizados. En 1878, se publica en Argentina la obra de Ramos Mejía Las neurosis de los hombres célebres en la historia Argentina. En 1888 se funda la Sociedad de Antropología Criminal en Buenos Aires, gracias a la iniciativa de Drago, Pinero y Ramos Mejía como directores además de un boletín que publicó los primeros estudios de la misma, posteriormente también se publica la primera revista de Criminología en América Latina Criminología moderna , muy influida por elementos revolucionarios y se comienza a enseñar Criminología en la cátedra de Derecho Penal de la Universidad de Buenos Aires.
En 1898 se publica Los hombres de presa , del argentino María Drago, y tal fue el éxito de la obra que al paso de apenas dos años, aparecía en Italia con prólogo escrito por Lombroso. Veyga funda en Buenos Aires en 1898 el curso de Antropología Criminal y Montané hace lo mismo en La Habana, en 1899, mientras, en ese mismo año en Venezuela, se publica la obra de Ochoa Estudios sobre la Escuela Penal Antropológica. Otro país que también desarrolló Criminología fue Bolivia, con la publicación en 1901 de la obra de Bautista Saavedra Compendio de Criminología.
En 1902, Ingenieros funda en Buenos Aires la revista Archivos de Psiquiatría y Criminología y en 1913 publicará el primer Tratado de Criminología Clínica en el Continente. En 1905 Moyano Garcitúa funda la cátedra de Criminología en la Universidad Colonial de Córdoba y en el mismo año publica La delincuencia argentina ante algunas cifras y teorías , este autor, junto con Pinero, Ramos Mejía y otros forman la comisión encargada de elaborar el código penal argentino de 1906, con cargadas influencias de las nuevas teorías sobre la criminalidad.
En 1906 el cubano Ortíz publica La criminalidad del negro en Cuba en la revista Archivo de Psiquiatría y Los negros brujos , primer trabajo de una serie sobre la ladronería afrocubana. En este mismo año, el costarricense Alfaro, publica Arqueología Criminal , revisión de antiguos casos criminales con mención a las nuevas orientaciones criminológicas. Un año después, en 1907, aparece en Uruguay la obra de Miranda El clima y el delito. En 1912 se realiza la primera recopilación bibliográfica sobre Criminología, en la obra del argentino Gómez Criminología Argentina , quien publicó en 1908 Mala vida en Buenos Aires. En 1919, Miró Quesada funda la primera cátedra de Criminología en la Universidad de San Marcos en Perú. En 1921 volvería a ser editada la obra de 1898 Los hombres de presa , pero ésta vez, con el título de Antropología Criminal. En Chile, Drapkin funda el Instituto de Criminología a semejanza del que Ingenieros crea en la Penitenciaría de Buenos Aires.
En 1964, el brasileño Lyra Filho escribe Criminología ; en 1966, el venezolano Gómez Grillo escribe Introducción a la Criminología ; y en 1968, el colombiano Reyes Echandía escribe Criminología. También las obras de Zaffaroni, Criminología , Derechos fundamentales en la instrucción penal en los países de América Latina , Derecho Penal , El proceso penal , El humanismo en el Derecho Penal , El enemigo del Derecho Penal , En busca de las penas perdidas , Política y dogmática jurídica penal , La justicia penal hoy , Circunvención o abuso de menores e incapaces , Sociología Procesal Penal , entre otras, siendo este tratadista uno de los autores más críticos contra el sistema penal. La venezolana Aniyar De Castro; con sus diversas obras y sus Criminologías Específicas. Cabe señalar también a Del Olmo con América Latina y su Criminología de 1987. Así como la argentina Marchiori con Criminología. Estudio de la víctima del delito y Criminología. Teorías y pensamientos , La personalidad del delincuente , Psicología Criminal y El estudio del delincuente , a Elbert con Criminología Latinoamericana , a Neuman con Prisión abierta , Pena de muerte , Criminología y dignidad humana , Sida en prisión , a Tieghi con Criminalidad. Ciencia, filosofía y prevención , Tratado de Criminología , entre otras obras y autores que se pueden agregar a la lista interminable.
1.2. Historia en México
Es reconocido que los orígenes de la Criminología, la Criminalística y demás ciencias afines se debe a tres instituciones: Academia Mexicana de Ciencias Penales (como la antigua reseña histórica, y cimientos de lo actual), la Universidad Autónoma de Nuevo León (como punto de partida de las Licenciaturas) y el Instituto Nacional de Ciencias Penales (actualmente el principal y más reconocido a nivel nacional). A continuación, se narra el origen atribuido a la labor de cado uno de éstos (Hikal, 2011d: 55-72):
1.2.1. Academia Mexicana de Ciencias Penales: primeros brotes de ciencia
Importante es analizar el origen de la Academia Mexicana de Ciencias Penales (Correa García,
La creación de la Academia surge al igual que otras instituciones: por una necesidad, en aquel tiempo, para edificar un espacio profesional, técnico-científico, crítico y apolítico que se tradujese en un saber profundo e independiente relativo al sistema penal y a la Política Criminal que recién nacían en aquel momento. Primero nace la revista de divulgación titulada Criminalia en 1933, fundada, entre otros por Carrancá Y Trujillo, González De La Vega, Ángel Ceniceros, Garrido, siendo sus primeras publicaciones muy sencillas y de distribución gratuita; ahora, editada por Editorial Porrúa, posteriormente, nace en 1940 la Academia.
Correa García apunta:
Los orígenes de la Criminalística como los de la Criminología están muy vinculados al desarrollo de la Medicina Forense, por lo que en el caso de México los primeros años del siglo XX fueron definitivos para dichas disciplinas que nacen bajo el manto de la Medicina Legal. La Criminología en nuestro país tiene fuerte origen Médico-Forense (Correa García, 2001: 6).
(^1) Para ampliar el conocimiento se recomienda: Historia de la Academia Mexicana de Ciencias Penales de
Correa García (2001) en Editorial Porrúa.
participación de González Salinas y éste a su vez se encomendó al tratadista del momento más conocedor de las complicadas ciencias y técnicas de la Criminología y la Criminalística, Quiroz Cuarón, quien siempre se preocupó de que en México se llevara a cabo el estudio de la personalidad del delincuente y del material sensible significativo, así como de que el agente del Ministerio Público contara con personal seleccionado y capacitado para realizar el examen del criminal y de las evidencias físicas.
Juntos comenzaron a trabajar sobre lo que sería la Licenciatura en Criminología, siempre hablando en un lenguaje visionario, diciendo que se sembraría una semilla en el surco universitario para que en tiempos no muy remotos diera resultados positivos. En el año de 1974, después de una reunión de catedráticos, y con las consideraciones del Consejo Universitario y el consentimiento del Rector Luis Eugenio Todd, se iniciaron las clases de la carrera bajo la supervisión de González Salinas, colaborando conjuntamente con Urquijo Alanis y Leija Moreno. Y así comenzaron -lo que alguna vez Lombroso-, un nuevo trío de evangelistas, en ese entonces encabezado por Quiroz Cuarón como fuente principal de toda idea y a su lado González y Leija Moreno.
Junto con la nueva carrera era necesario crear un logotipo, el cual fue propuesto por estudiantes de la primera generación, quienes no estaban de acuerdo en llevar el mismo símbolo de la carrera de Derecho, ya que éste solo representaba lo relacionado con la ciencia jurídica y la impartición de justicia, condición que es diferente a la ciencia criminológica. En efecto, los fines de la carrera de Criminología, parten del estudio del criminal, la investigación múltiple y exhaustiva de las diversas formas del delito y de ello la aplicación de métodos para la investigación, conocimiento, prevención y tratamiento de la antisocialidad, lo que hace diferir del estudio de la abogacía.
El logotipo sería elaborado por tres inquietos estudiantes: Roberto Pedraza, Jorge Martínez Valencia y Montes De Oca, los que junto con el entonces coordinador de Criminología, Leija Moreno y el cofundador de la carrera González se dieron a la labor de realizarlo. En este símbolo determinaron incluir a manera de interrogantes las siete preguntas de oro:
Estas interrogantes son con base de lo que se pregunta el criminólogo y el criminalista cuando ya se ha consumado el crimen; asimismo, conjuntamente a las preguntas anteriores, se
incluyeron los dibujos que representan las evidencias y los instrumentos que sirven para realizar la investigación criminológica y criminalística, como son: un cráneo; la mancha de sangre; la lupa; el microscopio, los tubos de ensayo y la huella dactilar (pulgar derecho del director Neftali Garza), poniéndose en el centro del logotipo las palabras Criminología-Criminalística, ya formado el logotipo se le hizo llegar a Quiroz Cuarón, quien se encargo de difundirlo en la primera revista de la Sociedad Mexicana de Criminología (fundada por Quiroz Cuarón) junto con el relato de la fundación de ésta así como su escudo, que es la cabeza de un murciélago.
El escudo de Criminología está inspirado en un sello prehispánico encontrado en la zona de la ciudad de México, es un murciélago con un tocado de plumas y esmeraldas; en el centro de un aro que representa los puntos cardinales. El murciélago, dadas sus especiales facultades para orientarse en la oscuridad, fue considerado un dios menor del mundo de las tinieblas, un guardián nocturno de los bienes de los templos, las casas y las tumbas. Dato importante en la vida de todo criminólogo mexicano es cuando se le festeja: “el 16 de noviembre es considerado el día del criminólogo” en memoria de Quiroz Cuarón que falleció ese día en 1978 dando clases en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) alrededor de las 10 a.m. por un paro respiratorio.
1.2.3. Instituto Nacional de Ciencias Penales: presente y modelo del futuro
El Instituto Nacional de Ciencias Penales (Instituto Nacional de Ciencias Penales, 2008), cuyas siglas son: INACIPE, fue el producto de una necesidad, una circunstancia y una esperanza. Antes de 1976, año de la inauguración del Instituto, no hubo en México organismo alguno que asumiera las relevantes funciones que aquél se impuso, no obstante ser absolutamente indispensables para llevar adelante, con razonables posibilidades de éxito, una política penal verdadera.
Ésta no puede ser el efecto -aunque suela serlo-, y entonces ya no merece el nombre de “política” -de improvisaciones alegres o protagonismos-. Debe fundarse en una “dura” ciencia y experiencia que florece, con frecuencia, al calor de instituciones destinadas a formar a los profesionales de la disciplina, proveer investigaciones rigurosas y difundir en diversos círculos las novedades y las incitaciones. Había escuelas de Derecho y alguna de Criminología (en el nivel de Licenciatura, en la Universidad Autónoma de Nuevo León) y se contaba con centros de formación de servidores públicos en el ramo de la procuración de justicia, con sus diversas vertientes, la Criminalística entre ellas. En el distante 1966 se pretendió instituir en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde hubo por breve tiempo, bajo el rectorado de Garrido, una escuela de personal penitenciario, una carrera de policía científica, que proyectó Quiroz Cuarón.
Sin embargo, ninguno de esos trabajos, consumados o intentados, satisfacía la necesidad que presidió la idea del INACIPE. México lo necesitaba, a imagen y semejanza -aunque con características propias regionales-, de los organismos de su género que abundaban en otros países de Europa y América. Abrieron sus puertas algunos centros de formación, se produjo material para la docencia y hubo cursos y talleres, encuentros especializados, congresos nacionales penitenciarios. Cuando se planeaba un reclusorio o un centro de rehabilitación se emprendía también, con la misma voluntad, la capacitación de quienes habrían de asumir su manejo y justificar su existencia.
Se dio inicio a la construcción de dicho edificio, pero no todo era tender cimientos y levantar paredes, había que hacer eso mismo, con igual exigencia y constancia, en cuanto al programa académico. Para eso se trabajó con los profesores Quiroz Cuarón, Porte Petit y Piña Y Palacios, así como Núñez Chávez, director general de Servicios Coordinados de Prevención y Readaptación Social, y Solís Quiroga, presidente del Consejo Tutelar para Menores Infractores.
Más allá de definir el problema de la deficiente o inexistente prevención del delito, el tratamiento penitenciario, la carente infraestructura en las áreas periciales, entre otras, el análisis ha de basarse en los aspectos previos a estos, que se pueden atribuir a las escuelas que forman a los futuros operadores de las funciones antes mencionadas, así, con su común tino, el penalista argentino Zaffaroni explica que:
Aquí la “Criminología” es un campo plagado de dudas, poblado de preguntas que se reproducen con increíble feracidad y que hallan pocas respuestas. Las preguntas se multiplican quizá con mayor rapidez que en el centro, porque no se generan en el seno de grupos de “trabajadores del pensamiento”, pagados para “pensar”, sino que emergen de las tragedias, y su velocidad de reproducción se hallan en relación inversa al adormecimiento del asombro que puede producir lo cotidiano (el acostumbramiento a la tragedia cotidiana, sobre el que volveremos más adelante, y que puede ser caracterizado como “entorpecimiento mental estuporoso por cotidianidad trágica”, negación de la tragedia como mecanismo de huida o método de subsistencia) (Zaffaroni, 2003: 2).
El penalista español Ruíz Funes da una explicación histórica, siendo éste uno de los continuadores de la herencia que legaron los principales precursores de la Criminología y la Criminalística, y dice:
No se nos ocultan las dificultades con que han de tropezar los progresos de la criminología, por las resistencias que ha de oponerle una mentalidad misoneísta y por el sentido y la orientación antihumanos, herencia forzada de toda guerra y signo especial de nuestro tiempo. Ello no autoriza la desilusión ni la inercia. Hay que marchar. Precisa superar el egotismo, que ha sido en nuestra época una forma explicable de evasión (Quiroz Cuarón, 2003: 1059 y 1060).
Por su parte, el argentino Kisnerman señala aspectos importantes sobre las dificultades con las que el Trabajo Social se ha encontrado y mismos que se pueden aplicar al ámbito criminológico, y es que:
Se limitó a generar acciones a partir de la teoría suministrada por otras disciplinas sociales, aceptando el papel de auxiliar de ellas. Al no investigar ni sistematizar su práctica, no produjo teoría, confundiendo como tal la teoría de cómo aplicar un determinado método. Tampoco sometió a verificación científica las teorías incorporadas, aceptándolas como dogmas (Kisnerman, 1998: 54).
Del antes citado, nuevamente se toman sus ideas que aplican al ámbito criminológico:
El punto focal de la crisis fue no aceptar que los problemas sociales eran individuales, (...) y el trabajo en una sociedad, no cuestionada, el rechazo a la asepsia ideológica y a la falta de compromiso depositados en el profesionalismo, inadecuación de los planes de estudio para acceder al ejercicio profesional, la subordinación tradicional a la Medicina y al Derecho, la bibliografía importada (Kisnerman, 1998: 11). Un contexto particular es aportado por la abogada mexicana González Vidaurri al indicar que:
En el ámbito teórico, la constante crisis de la criminología viene ahora acompañada también del escepticismo generalizado sobre los postulados de la modernidad. Si bien los avances científicos y tecnológicos han producido beneficios, también han desatado cambios que no se ajustan a las expectativas de la Ilustración (González Vidaurri, 1999c: 248 y 249).
Más puntualmente, el abogado argentino Elbert indica algunos motivos del problema de la Criminología desde una perspectiva latinoamericana:
a) Se radicalizó en exceso el debate científico, agudizando más las antinomias que las convergencias. b) Se mantuvo una excesiva abstracción teórica, abusándose frecuentemente del lenguaje sociológico y de los enfoques macrosociales en desmero de los estudios sobre la operatoria real del control. c) Como consecuencia de lo anterior, se produjeron distanciamientos, desconfianzas e incompatibilidades no sólo con las agencias de control animadas de cierto espíritu tu democrático, sino también respecto de muchos criminólogos y penalistas liberales “tradicionales”. d) Las propuestas teóricas exacerbaron el matiz político-ideológico, facilitando el etiquetamiento de la corriente a título de grupo de agitación. e) (...). f) Se abusó de la remisión a un futuro pletórico de soluciones y cambios, en perjuicio del análisis de la operatoria real de los sistemas de control. g) Se generó una inflación gnoseológica, eligiendo espacios de conocimiento inabarcables por parámetros razonables, aumentando la incertidumbre reinante -de vieja data- en lo que atañe al objeto y al método de la disciplina. h) El desprecio por las reglas metódicas de razonamiento e investigación (...) coloca, a algunas formulaciones de la criminología, en una zona inalcanzable, tornando difícil la distinción entre sus deseos, convicciones y esperanzas, de aquello que pueda ser generalizadamente admitido como proposiciones científicas medianamente fundadas y demostrables. i) (...). j) Muchas veces, tal vez por entusiasmo polémico, se publicitaron formulaciones absolutas, sin matices, efectivas, que luego debieron ser corregidas y relativizadas mediante interminables aclaraciones a presentar como sobreentendido aquello que, en realidad, no había sido dicho (Elbert, 1996a: 29 y 30).
Todas estas situaciones y otras que se mostrarán ulteriormente, han generado dudas, cuestionamientos e intentos de acercamiento a una Criminología científica, académica y aplicativa, así, en síntesis, Zaffaroni señala que:
La multiplicación latinoamericana de las preguntas centrales, sumada a la notoria inferioridad de desarrollo teórico y recursos informativos disponibles y al obstáculo perceptivo provocado por la más íntima e intrincada vinculación de las cuestiones con dramáticos episodios cotidianos, hace que la criminología en América Latina ejerza la desafiante fascinación de su intensa vitalidad, pero esa misma vitalidad impide el tránsito, permitiendo únicamente la “aproximación” (Zaffaroni, 2003: 2).
De lo anterior, es posible focalizar que las áreas de atención de los cuales la Criminología se ve rodeada son tres:1) el aspecto científico y académico; 2) el aspecto laboral, y 3) la política social (Hikal, 2010c: 2 y 3):
Así, el objetivo del presente proyecto es identificar las áreas de oportunidad sobre las cuales desde la posición que ocupa y desde la cual se pueda hacer una aportación, la aportación puede ser para muchas áreas, pero para en éste se considera que en el ámbito escolar urge de reformas para preparar más adecuadamente a los profesionistas que se encargues de las áreas en mención.
Si en los inicios de la Criminología y la Criminalística el problema fue posicionarlas y posteriormente incorporarlas en las escuelas, una vez, logrado lo anterior, se derivaron otras problemáticas. En el mejor de los casos que se incorporó alguna materia dentro de un plan de estudios de Derecho, Psicología, Medicina, Trabajo Social u otras carreras con ventaja de consolidación, con el tiempo la Criminología-Criminalística logran posicionarse como pre y posgrados, pero quedando huecos muy oscuros.
Al respecto, el abogado costarricense Castillo Barrantes apunta que:
Una reflexión sobre la Criminología del siglo XXI en América Latina, como es, precisamente, esta para la cual hemos sido convocados, requiere, de parte de quienes la emprendamos, un esfuerzo de visualización panorámica sobre el pasado de esta disciplina y sobre el futuro. Un encuentro como este demanda, además, una voluntad de hallar coincidencias, puntos de unión, tareas e intereses comunes, en busca del desarrollo futuro de la Criminología, por medio de un análisis sereno y franco del pasado y el presente (Castillo Barrantes, 2008: 386).
A través de una investigación web se ha obtenido alguna cantidad considerable de escuelas que ofrecen la carrera de Criminología-Criminalística, de lo cual se han observado y comparado los planes de estudios de alrededor de 60 escuelas ( Anexo 1. Escuelas de Criminología- Criminalística en México ) que imparten la Licenciatura, así como algunas con posgrado.
De la observación, algunos de los resultados que se derivaron son los siguientes:
a) Licenciatura
b) Maestría
Para el caso de las maestrías, revisando el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC) del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología a la fecha (CONACYT, 2010), sólo dos posgrados aparecen en ésta: 1) Maestría en Criminología y Ciencias Forenses de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT, 2011) y 2) hasta el 2010 Maestría en Medicina Forense de la Universidad Veracruzana (UV, 2011) ( Anexo 2. Programa Nacional de Posgrados de Calidad del CONACYT ). Asimismo, de la observación, incluso de los planes de las anteriores y de las demás, se nota lo siguiente:
Con inigualable claridad, el psicólogo mexicano Silva resume la situación de la siguiente forma:
Para estos círculos de estudiosos el tiempo no ha pasado y continúan profesando un amor ciego al pensamiento científico de la década de 1960, relacionado con la criminología, a pesar de que en el plano internacional ha sido señalado lo importante que es transitar por derroteros que lleven a unir esfuerzos para comprender de manera más cabal como se manifiesta la criminalidad en la sociedad actual (Silva Rodríguez, 2003: IX).
c) Doctorado
Para el tema del doctorado, éste se limita aun más, solo hay cuatro identificados en México: 1) Doctor en Política Criminal y Ciencias Penales del Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE, 2011); 2) Doctorado en Ciencias Forenses del Instituto Zacatecano de Estudios Universitarios (IZEU, 2011); 3) Doctorado en Ciencias Criminológicas y Forenses del Centro de Estudios Avanzados de Veracruz (CINVESAV, 2011), y 4) Doctor en Criminología en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL, 2011).
De lo que muestran sus páginas web se destaca lo siguiente:
Más específica y detalladamente, entre las principales alertas que se encuentran en las escuelas son las siguientes de acuerdo con el penalista mexicano Jiménez Martínez: Sistemas administrativos poco ágiles; Autoridades que no facilitan la labor docente;
Latinoamérica; sin embargo, para lo que ocupa en el presente, solo se enfocará para el caso México y posteriormente se muestra cómo se ha trabajado en una escuela en particular.
2.2. Áreas de atención
Con el proyecto “Reforma a las escuelas de Criminología y Criminalística en México. Grupo educativo IMEI” se atienden diversos puntos que se muestran a continuación:
Principalmente, el campo de acción de mayor valor está enfocado en la mejora educativa. Para definirlo se toma como referencia el Plan Nacional de Desarrollo de la presente administración pública, lo cual servirá para enmarcar al proyecto dentro de las estrategias federales vigentes. La mejora educativa es una pieza importante de la ecuación social que constituye el logro de una educación de calidad. Ésta formará el talento necesario para elevar el desarrollo de la persona y a su vez promoverá el crecimiento económico (Presidencia de la República, 2007).
Una educación de calidad debe formar a los alumnos con los niveles de destrezas, habilidades, conocimientos y técnicas que demanda el mercado de trabajo. Debe también promover la capacidad de manejar afectos y emociones, y ser formadora en valores. De esta manera, los niños y los jóvenes tendrán una formación y una fortaleza personal. Se trata de formar ciudadanos perseverantes, éticos y con capacidades suficientes para integrarse al mercado de trabajo y para participar libre y responsablemente en la democracia mediante el cultivo de valores como la libertad, la justicia y la capacidad de diálogo.
Otro punto importante que ha trabajarse es el desarrollo científico , que enfatiza el profundizar y facilitar los procesos de investigación científica, adopción e innovación tecnológica para
incrementar la productividad de la economía nacional. Así como diseñar, desarrollar e implementar programas y políticas de apoyo, para promover y fortalecer el desarrollo de la investigación científica, propiciando el desarrollo y fortalecimiento académico y coadyuvando a la productividad, competitividad y crecimiento económico y social del país (Presidencia de la República, 2007).
El desarrollo científico, la adopción y la innovación tecnológica constituyen una de las principales fuerzas motrices del crecimiento económico y del bienestar material de las sociedades modernas. Las empresas innovan para mantener su posición competitiva y para evitar perder participación en el mercado a manos de otros competidores. En México, el sector ciencia y tecnología está integrado por las instituciones del sector público, las instituciones de educación superior que forman posgraduados y realizan investigación, y las empresas que invierten en desarrollo tecnológico e innovación.
Para el proyecto, los objetivos específicos son igualmente los mismos que sugiere el CONACYT:
Fomentar el desarrollo científico y tecnológico del país apoyando la investigación científica de calidad. Estimular la vinculación entre los procesos productivos y la academia. Promover la innovación tecnológica en las empresas. Impulsar la formación de recursos humanos de alto nivel (CONACYT, 2011).
Por otro lado, con la mejora educativa, se pretende modificar las tendencias de atención al delito que actualmente se tienen, es fácilmente observable por todos los medios de comunicación (impresos, auditivos y visuales), enterarse acerca de los secuestros, robos violentos, extorsiones, enfrentamientos, ejecuciones y otras formas graves de la criminalidad, además de esto, se tiene que lidiar con la común criminalidad de delitos, ya hoy menores (comparados con la gravedad de otros tipos) como lesiones, riñas, violencia familiar, infracciones, robos menores, colisiones, entre otros.
Importante es ligar el proyecto a la legislación a fin de darle soporte mayor, para lo cual, a continuación se trascriben algunos artículos y políticas sobre las cuales se sustenta el presente.
La Organización de las Naciones Unidas a través de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) apuntan:
Reconocemos que unas estrategias de prevención del delito amplias y eficaces pueden reducir significativamente la delincuencia y la victimización. Exhortamos a que esas estrategias aborden las causas profundas y los factores de riesgo de la delincuencia y la victimización y a que se sigan desarrollando y aplicando en los planos local, nacional e internacional, teniendo en cuenta, entre otras cosas, las Directrices para la prevención del delito (ONUDD, 2007: 282 y 283).
Con fundamento en el Artículo 3 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
(...) b) Será nacional, en cuanto —sin hostilidades ni exclusivismos— atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a la
de todos los agentes involucrados para alcanzar ese fin. Así, se promoverá que los objetivos, estrategias y las acciones del PECYT generen efectos positivos en la calidad de vida de la población y la atención de problemas nacionales prioritarios (CONACYT, 2011).
3.1. Contexto del proyecto
Ya se ha mostrado que la reproducción de la Criminología y la Criminalística se ha proliferado por casi toda Latinoamérica, en mayor o menor cantidad, pero es cierto que ya existen todos los grados académicos: técnico, Licenciatura, maestría, doctorado y posdoctorado, al tema, puntualiza Castillo Barrantes:
En el campo académico, simultáneamente, la investigación empezó a prosperar en varios países (México, Costa Rica, Colombia, Venezuela), aunque tropezaba con enormes limitaciones en otros lugares donde había regímenes dictatoriales, recelosos de toda forma de investigación social. Sin embargo, a pesar de esos y otros esfuerzos aislados, y de los logros alcanzados, la Criminología no ha conseguido dar una visión integral y completa de la problemática delictiva en América Latina, y ello obedece, en nuestra opinión, a varios factores (Castillo Barrantes, 2008: 388).
Pero, a pesar de la proliferación de libros, escuelas, investigadores, organismos no gubernamentales, organismos gubernamentales, entre otros, no se ha logrado el cambio que la Criminología buscaba en sociedad, y tampoco se ha logrado tener un estatus reconocido de desarrollo científico criminológico, por el contrario, se ha visto poblado de dudas y cuestionamientos. Lo anterior puede deberse según Castillo Barrantes:
a) Que, en realidad, los temas escogidos no fueron relevantes; b) Que las investigaciones no fueron diseñadas adecuadamente; c) Que todavía no hemos realizado una masa importante de investigaciones; d) Que las hayamos hecho con recursos insuficientes; e) Que, a pesar de que todos los temas fueron relevantes y las investigaciones bien diseñadas, numerosas y bien dotadas, no hayamos tenido los criminólogos la suficiente sagacidad para extraer de ellas los aportes teóricos que contiene, y f) También puede ser por una combinación de varias o todas de esas razones y aún de otras que podamos imaginar (Castillo Barrantes, 2008: 389 y 390).
Por su parte, los mexicanos García Quintanilla y Rebolloso, quienes escriben un artículo en la revista Ciencia de la Universidad Autónoma de Nuevo León sobre el tema del posgrado en el contexto internacional, dan una verdad abrumadora:
Los profesores no enseñan en el área de su especialidad, no hay evaluación sistemática por pares académicos y falta una masa crítica. En las facultades existe una pobre cultura de la investigación, por lo que falta respetabilidad académica, que por consecuencia genera una cultura charlatana educativa, si a esto se añade que no se forman cuadros de investigadores jóvenes, porque no hay mecanismos institucionales transparentes para incorporarlos (García Quintanilla y Rebolloso, 2011: 21 y 22).
En el caso de México, las constituciones federal y de los Estados permiten a los particulares establecer escuelas bajo las normativas que la secretaria de educación correspondiente les indica, sin embargo, es sabido que no siempre se cumplen con dichos requisitos, en parte por la falta de recursos de quienes inician el proyecto educativo, por comprar a las autoridades o por experimentar con el alumnado quienes son los clientes.
En el área criminológica, no es la excepción, al respecto, Jiménez Martínez explica:
Uno de los grandes problemas que hay en México es que se están generando grados académicos de Licenciatura, Maestría y Doctorado, tanto por escuelas públicas como por privadas (en su mayoría), que antes de ocuparse por la formación de profesionistas que contribuyan al desarrollo del país, los han hecho esclavos de los actos de comercio. La falta de rigor y orden en estas escuelas es hoy en día un problema social. Su práctica cotidiana genera un consumidor suspicaz o sumiso. La falta de calidad genera la falta de calidad. Contiene un potencial subversivo, de verdadera disolución social, puesto que propicia cinismo y frustración colectiva, la simulación de todos contra todos (Jiménez Martínez, 2009: 26).
Kisnerman esboza muy puntualmente de forma directa y sin más preámbulo las causas de esta problemática: “las dificultades para superarlas son la falta de recursos necesarios, sobre todo económicos, pero también el desconocimiento de la naturaleza de los hechos o de los medios para abordarlos, bloqueos emocionales, etc.” (Kisnerman, 1998: 162).
Esto ha provocado un conformismo extremo que se viene arrastrando desde hace 30 años, las escuelas en su mayoría privadas, sin que se salven las públicas, han tenido buen ingreso de estudiantes en estas áreas que se ven estimulados por el constante incremento en la criminalidad, así como los programas televisivos, entre otros. El estudiante y egresado de la carrera, crece con un sentimiento de carencia: en sus libros, instalaciones, profesores adecuados, trabajo, servicio social, equipo de laboratorio, bibliografía, autores, entre tantos más. Esto los lleva en una gran mayoría al pesimismo, actitud crítica de reclamo, poco propositiva o sin trascendencia, flojerismo, estanco laboral, ausencia de participación política, entre otras.
Muy adecuadamente, el abogado colombiano Restrepo Fontalvo ubica la situación anterior y la anota de la siguiente forma:
Nos parece que los criminólogos radicales han hecho muchas más denuncias (¡denuncias válidas en su gran mayoría!) que propuestas, a menos que se considere propuestas a esa vaga, difusa, confusa y obtusa idea de un cambio total del sistema que un día habrá fatalmente de llegar. Quizás valdría la pena preguntarles a tales pregoneros, qué piensan hacer el día siguiente del gran cambio , cómo piensan manejar la innegable realidad de que existen y seguirán existiendo personas que realizan conductas inaceptables para cualquier tipo de sociedad como el genocidio, la violación, el daño ecológico, etcétera. ¿Qué hacer con esos desviados?, ¿dejarlos libres o no más? Afirmar rotundamente que son meros productor de una sociedad injusta, podría incluso ser un punto de partida, pero nunca será suficiente (Restrepo Fontalvo, 2002: 351).
Sin embargo, este proyecto debe ser parte de la excepción al pesimismo, así Castillo Barrantes aporta su opinión para tener bandera y seguir la propuesta:
Para que los criminólogos latinoamericanos podamos aportar, como comunidad, un mayor desarrollo de la Criminología y hacer de ella un campo de trabajo común con el interés compartido de transformar un mundo más justo, es necesario reconocer las oposiciones y, en vez de tratar de eliminarlas como algo negativo, respetarlas y dejar que las distintas corrientes fluyan. La claridad metodológica en materia de investigación para que los demás puedan conocer la metodología empleada y la manera de ejecutarla y, si es del caso, repetirla y verificarla. Una intensa comunicación. Todos deberíamos saber qué hacen los demás y a qué resultados llegan. La única manera de hacer de la criminología una gran tarea colectiva es compartiendo intensamente la información (Castillo Barrantes, 2008: 214 y 215).