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Cambio tecnológico e institucional: desafío del 'trapo de atraso' en desarrollo., Guías, Proyectos, Investigaciones de Administración de Empresas

Este artículo combina teorías sobre cambio tecnológico y institutional para explicar el persistente 'trapo de atraso' en el coordinamiento para el aprendizaje tecnológico. Asume un marco teórico ampliado basado en la diversidad de agentes y sus capacidades de absorción y conectividad, así como los efectos de retroalimentación en los procesos de aprendizaje. Se desarrollan otras líneas de estudio relacionadas con el cambio institutional, el desarrollo económico como cambio social y los enfoques del desarrollo tardío. Renueva el interés en el desarrollo económico como un fenómeno que depende del aprendizaje, la calidad de los procesos de destrucción creativa y apropiación, el perfil de especialización productiva y el desarrollo de procesos de cambio estructural, y el tipo de instituciones que gobiernan la sociedad y las conductas de los agentes.

Tipo: Guías, Proyectos, Investigaciones

2022/2023

Subido el 21/09/2022

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RTÍCULOS
Miguel Ángel Rivera Ríos*
Verónica Robert**
Gabriel Yoguel***1
*1 Profesor de la Facultad de Economía, unam. Correo electrónico: mriver@servidor.unam.mx.
** Investigadora-docente del Instituto de Industria, de la Universidad Nacional de General Sar-
miento, Argentina: Correo electrónico: vrobert@gmail.com.
*** Profesor titular e Investigador-docente del Instituto de Industria, de la Universidad Nacional de
General Sarmiento, Argentina: Correo electrónico: gyoguel@ungs.edu.ar.
CAMBIO TECNOLÓGICO, COMPLEJIDAD E INSTITUCIONES:
EL CASO DE ARGENTINA Y MÉXICO
Fecha de recepción: 3 de febrero de 2009. Fecha de aceptación: 4 de mayo de 2009.
Resumen
El artículo conjuga los aportes de varias teorías sobre el cambio tecnológico e institu-
cional que ayudan a comprender la persistencia de la “trampa del atraso” en el sen-
tido de fallas persistentes de coordinación para impulsar el aprendizaje tecnológico.
Como punto de partida se asume un marco teórico evolucionista ampliado, cuyo eje es
la diversidad de los agentes en términos de capacidades de absorción y conectividad y
los efectos de retroalimentación en los procesos de aprendizaje que potencian procesos
de apropiación, cambio estructural y destrucción creativa, dando lugar a dinámicas no
lineales que imprimen su especificidad en los senderos de desarrollo. El tratamiento
teórico se complementa con los resultados de dos trabajos empíricos llevados a cabo
de manera independiente en industrias argentinas y mexicanas.
Palabras clave: América Latina, cambio tecnológico, sistemas complejos, desarrollo
económico Asia/América Latina, desarrollo industrial y cambio estructural.
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RTÍCULOS

Miguel Ángel Rivera Ríos*

Verónica Robert**

Gabriel Yoguel***

*^ Profesor de la Facultad de Economía, unam. Correo electrónico: mriver@servidor.unam.mx. ** Investigadora-docente del Instituto de Industria, de la Universidad Nacional de General Sar- miento, Argentina: Correo electrónico: vrobert@gmail.com. *** Profesor titular e Investigador-docente del Instituto de Industria, de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina: Correo electrónico: gyoguel@ungs.edu.ar.

CAMBIO TECNOLÓGICO, COMPLEJIDAD E INSTITUCIONES: EL CASO DE ARGENTINA Y MÉXICO

Fecha de recepción: 3 de febrero de 2009. Fecha de aceptación: 4 de mayo de 2009.

Resumen

El artículo conjuga los aportes de varias teorías sobre el cambio tecnológico e institu- cional que ayudan a comprender la persistencia de la “trampa del atraso” en el sen- tido de fallas persistentes de coordinación para impulsar el aprendizaje tecnológico. Como punto de partida se asume un marco teórico evolucionista ampliado, cuyo eje es la diversidad de los agentes en términos de capacidades de absorción y conectividad y los efectos de retroalimentación en los procesos de aprendizaje que potencian procesos de apropiación, cambio estructural y destrucción creativa, dando lugar a dinámicas no lineales que imprimen su especificidad en los senderos de desarrollo. El tratamiento teórico se complementa con los resultados de dos trabajos empíricos llevados a cabo de manera independiente en industrias argentinas y mexicanas. Palabras clave: América Latina, cambio tecnológico, sistemas complejos, desarrollo económico Asia/América Latina, desarrollo industrial y cambio estructural.

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miguel Á ngel RiveRa Ríos , veRónica RobeRt , gabRiel Y oguel

Abstract

This article combines the contributions of a number of theories on technological and institutional change that help to explain the persistence of the “underdevelopment trap” in the sense of persistent flaws in coordination to drive technological learning. As its point of departure, it assumes a broadly evolutionist theoretical framework, whose axis is the diversity of agents in terms of capacities of absorption and connectivity and the effects of feedback in the learning processes that empower processes of appropriation, structural change and creative destruction, giving rise to non-linear dynamics that impose their specificity on development paths. The theoretical treatment is complemen- ted by the results of two empirical studies carried out independently in Argentine and Mexican industries. Key words: Latin America, technological change, complex systems, economic develop- ment in Asia/Latin America, industrial development and structural change.

Résumé

L’article conjugue les apports de plusieurs thérories sur le changement technologique et institutionnel qui aident à comprendre la persistance du “piège du retard”, dans le sens où se perpétuent des failles dans la coordination pour impulser l’apprentissage technologique. Comme point de départ, il est adopté un cadre théorique évolutionniste amplifié, dont l’axe est la diversité des agents, en termes de capacités d’absorption et de connectivité, et les effets de rétroalimentation dans les processus d’apprentissage qui potencialisent les processus d’appropriation, de changement structurel et destruc- tion créative, donnant lieu à des dynamiques non linéaires qui marquent les sentiers du développement de l’empreinte de leur spécificité. Le traitement théorique est complé- menté par les résultats de deux travaux empiriques menés à bien indépendamment dans des industries argentines et mexicaines. Mots clés: Amérique latine, changement technologique, systèmes complexes, dévelo- ppement économique Asie/Amérique latine, développement industriel et changement structurel.

Resumo

O artigo conjuga as aportações de várias teorias sobre a mudança tecnológica e ins- titucional que ajudam a compreender a persistência da “armadilha do atraso” no sentido de falhas persistentes de coordenação para impulsionar o aprendizado tec- nológico. Como ponto de partida asume-se um enquadramento teórico evolucionista ampliado, cujo eixo é a diversidade dos agentes em termos de capacidades de absorção e conectividade e os efeitos de retroalimentação nos processos de aprendizagem que potencializam processos de apropriação, mudança estrutural e destruição creativa, dando lugar a dinâmicas não lineares que imprimem sua especificidade aos sendeiros de desenvolvimento. O tratamento teórico complementa-se com os resultados de dois trabajos empíricos levados a cabo de maneira independente em indústrias argentinas e mexicanas. Palavras-chave: América Latina, mudança tecnológica, sistemas complexos, desen- volvimento econômico Ásia/América Latina, desenvolvimento industrial e mudança estrutural.

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trayectorias de innovación o creatividad social en general (países desarrollados y los que llamaremos tardíos del tipo A ) y en otros casos no (los que llamaremos tardíos del tipo B ). Al tomar como fundamento la teoría del desarrollo tardío, llamamos países tipo A a los que han sustentado su crecimiento en el aprendizaje colectivo y obtienen rentas económicas internacionales basadas en ese mismo mecanismo (apropiación basada en el aprendizaje). El desarrollo económico fundamentado en el aprendizaje implica una estructura organizativa e institucional, en la que sobresale una sistemática interven- ción estatal capaz de movilizar a la población a fin de lograr el cambio estructural y el elevamiento de la competitividad internacional, logros no sólo absolutos, sino tam- bién relativos por cuanto implica el cierre de la brecha internacional. Aunque existen diferencias nacionales (heterogeneidad nacional), son representativos de este grupo desde las economías dinámicas de Asia, incluyendo a China e India, hasta los países europeos meridionales, como Portugal, España y Grecia, que generaron procesos de catch-up en las últimas décadas. En contraposición, en los países tardíos del tipo B el aprendizaje colectivo ha sido fallido, la intervención estatal ha estado desestructurada o actúa de manera depredadora, por lo cual subsiste históricamente una fuerte pola- rización social que ha generado una ampliación de la brecha internacional. El grupo emblemático es el de América Latina, pero en Asia cabe incluir a Filipinas e Indone- sia. Como regla estas naciones obtienen rentas económicas internacionales basadas sobre todo en la renta del suelo, lo que da lugar a ciclos de prosperidad y desastre. Investigaciones recientes ponen de manifiesto que en la última década —en especial, en las economías asiáticas— se han verificado avances en capacidades de innovación que los hacen irreconocibles desde una óptica latinoamericana (véase Ernst, 2009). La hipótesis, enmarcada en el reconocimiento de los procesos de innovación en América Latina, establece que las fallas en el cambio estructural radican en el funcio- namiento de conjunto de la sociedad, lo que exige relacionar el sistema institucional con el productivo. Varios estudios de caso realizados en Argentina y México nos servirán para fundamentar empíricamente los rasgos de la organización productiva e institucional que diferencian a ambos países, así como los del resto de América Lati- na (tardíos del tipo B ) de las economías dinámicas de Asia (tardíos del tipo A ). A la hora de tratar de ordenar y hacer dialogar estos aportes emergen diversos problemas metodológicos que especificaremos de manera sucinta. En relación con la unidad de análisis, como lo reconocen Coriat y Dosi (2002), el pensamiento evo- lucionista, al igual que la teoría del aprendizaje, toma un sesgo crecientemente mi- croeconómico. En una nueva época histórica, caracterizada por la aceleración del

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cambio tecnológico, exige pensar de forma sistémica, trasladando la unidad de análi- sis en el ámbito de nación enmarcada explícitamente en procesos de escala mundial. Además del problema de la unidad de análisis, otra dificultad es la transposición de enfoques analíticos que han logrado una importante difusión mundial. El estudio del aprendizaje organizacional y los aportes de la teoría de la innovación se propagaron ampliamente entre académicos e intelectuales latinoamericanos y de otros países en desarrollo. Esta difusión de enfoques y tratamientos teóricos, aunque positiva, puede presentar ciertos problemas, en la medida en que la metodología del pensamiento teórico moderno convierta procesos históricos en objetos o modelos teóricos (Blaug 992; Fogel, 997; Stiglitz, 992), que como tales puedan transponerse a países que siguen una trayectoria “tardía”. Por ejemplo, ¿cuál es el estatuto epistemológico para enfocar desde la perspectiva de los Sistemas Nacionales de Innovación las activida- des de empresas, gobierno, universidades, etcétera, en países que, debido al patrón de especialización productiva predominante, muestran una baja dinámica innovadora? La clave para resolver estos problemas de integración depende del carácter de los soportes analítico-metodológicos que se elijan y de la unicidad de los mismos. El funcionamiento del sistema productivo y socioinstitucional debe verse necesaria- mente desde la óptica de la complejidad social, es decir, aquélla donde existe inten- cionalidad en las acciones de los agentes (Antonelli, 2007) y donde la cultura brinda el contexto más amplio de interacción humana (Nooteboom, 2000). A su vez, no puede hacerse abstracción de que las actividades productivas —de las que fluyen las innovaciones— están enmarcadas y condicionadas por la estructuración del poder político. Este último tiene un papel determinante en la conformación institucional que gobierna la actividad innovadora o el aprendizaje. A su vez resulta indispensable —para alcanzar los objetivos que propone este artículo— interrelacionar la teoría del crecimiento con la teoría del desarrollo, que constituye el fundamento de la tipología que diferencia a las economías tardías de los tipos A y B .

 (^) Como se desprende de los análisis de Marx (946), Smith (2007), Schumpeter (934) y Kuz- nets (973), el crecimiento económico implica un aumento sostenido de la productividad, lo cual se puede lograr por varias vías; la primordial y duradera es la vía schumpeteriana (por medio de la innovación), pero la productividad puede aumentar también por el aumento del coeficiente de inversión o del aumento de la división del trabajo (véase Mokyr, 1990). Desde el punto de vista del desarrollo, el gran cambio histórico del siglo xx consiste en el cierre de la brecha internacional de países tardíos que carecían de capacidad de innovación, pero sí de aprendizaje con incrementos de la productividad que les permite extraer rentas económicas internacionales en industrias “intermedias” (sobre el aprendizaje véase Amsden,  989 y Bell y Pavitt, 992; sobre rentas internacionales véase Dabat et al ., 2006).

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dependence ), siempre bajo el supuesto de conductas intencionales de los agentes. En este sentido, la dinámica impresa por la autoorganización obedece a cambios deri- vados de incentivos internos al sistema. Por otra parte, la propiedad de adaptación da cuenta de la habilidad del sistema, representado por agentes heterogéneos con diferente capacidad creativa (Antonelli, 2008) para realizar reconfiguraciones fre- cuentes que respondan a los cambios generados en el ambiente. De esta manera, esta propiedad produce cambios en el sistema que son respuesta a incentivos externos. No obstante, el sistema experimenta ajustes continuos no deterministas porque las expectativas de los agentes y las condiciones objetivas de la estructura económica y social muy frecuentemente no son coincidentes (Antonelli, 2008). Las capacidades del sistema complejo se refieren a las competencias de los agen- tes en términos de absorción y conectividad que apuntan a la generación y circulación de conocimiento nuevo. La capacidad de absorción del sistema puede ser considerada como “la habilidad para reconocer nueva información externa, asimilarla y aplicarla” (Cohen y Levinthal, 989). Esta capacidad no está relacionada únicamente con la posibilidad de tener acceso al conocimiento existente en el ambiente, sino que tam- bién implica la habilidad de identificar el conocimiento útil y de generar otro nuevo. En este sentido, esa capacidad puede ser equiparada a la noción de construcción de rutinas (Nelson y Winter, 982), de capacidades dinámicas (Teece y Pisano, 994) y de competencias endógenas (Roitter et al ., 2008). Por su parte, la capacidad de conectividad está asociada al potencial con el que cuenta el sistema para establecer relaciones y generar interacciones con otros sistemas para incrementar su base de co- nocimiento. La capacidad de conectividad excede a la interacción simple e involucra interacciones seleccionadas, así como a la prioridad de relaciones que se establecen con otros sistemas en función de lo que éstos pueden brindar. Desde la perspectiva de los procesos —influidos por las mencionadas capaci- dades— destacan los de destrucción creativa, cambio estructural y apropiación. El proceso de destrucción creativa hace referencia a la generación de microdiversidad y a la emergencia de mecanismos de selección, ya sea el mercado u otra institución; lo relevante es que la selección, en un sistema ya orientado en una trayectoria schum- peteriana, tenderá a premiar las conductas innovadoras de los agentes. Se considera que el sistema desarrolla procesos de cambio estructural si evoluciona en la dirección de reasignar —tanto desde una perspectiva estática como dinámica— sus recursos productivos. Ello requiere aumentar los esfuerzos de innovación y a la par disminuir el grado de heterogeneidad, así como incrementar la complementariedad de sus com- ponentes (Ocampo, 2006). Por último, si el sistema tiene capacidad de captar de las

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rentas derivadas de la innovación porque desarrolla regímenes de apropiablidad que lo habilitan y porque logra colocarse en los segmentos más dinámicos de la cadena, entonces decimos que el sistema genera procesos de apropiación, si se supone por supuesto la renovación del ciclo tecnológico. En este sentido, las propiedades de autoorganización y adaptación son las que conducen la dinámica global del sistema mediante el desarrollo de procesos de cam- bio estructural, apropiación y destrucción creativa que vuelven a un sistema econó- mico y a sus instituciones y organizaciones proclives a la innovación. Con el proceso de destrucción creativa el sistema elimina las capacidades obsoletas y las reemplaza por capacidades nuevas, o da lugar al establecimiento de un diseño dominante y des- carta otros. Con Metcalfe, Foster y Ramlogan (2006) asumimos que estos procesos conducen la dinámica de autotransformación del capitalismo, basada en dos pilares fundamentales. Por un lado, el componente creativo —sustentado en la actividad de innovación que se lleva adelante en el ámbito de la firma— es el responsable de la generación de microdiversidad. Por otro, el componente destructivo, que implica la reducción de esa microdiversidad: la selección. Este proceso está profundamente permeado por la especialización productiva y la matriz institucional predominante. Si la matriz institucional es adversa a la innovación, el proceso de destrucción creativa funciona deficientemente, lo que genera concentración económica y de poder no relacionada con la conducta innovadora. Por el contrario, en una matriz institucio- nal innovadora, las rentas económicas que obtienen los agentes en el mercado están positivamente asociadas a la intensidad y calidad del proceso innovador. El cambio, en el ciclo de vida tecnológico determinará que las rentas se asocien después a la oligopolización de la producción. Por otra parte, un sistema económico con la habilidad de transformar en riqueza al conocimiento generado puede desarrollarse sobre la base de un crecimiento retroa- limentado. Este proceso está relacionado con la estructura de derechos de propiedad definida en la matriz institucional (véase el apartado “El desarrollo económico como cambio en el funcionamiento de la sociedad. Poder político, derechos de propiedad y matriz institucional”del presente artículo), pero también depende de las habilida- des que tienen las firmas para definir estrategias de apropiación compatibles con los derechos de propiedad intelectual determinados en el marco jurídico. Por otro lado, a pesar de que la literatura define por lo general el proceso de apropiación en el ámbito de la firma y como un fenómeno circunscrito a la esfera microeconómica (Schumpeter, 947; Arrow, 962/2002; Teece, 986), las transformaciones en los planos organizacionales e institucionales inscritas en el nuevo paradigma tecnológico

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tibilidad entre rutinas e innovación radical, lo que exige tomar de la teoría del apren- dizaje organizacional su propuesta de ciclos cognoscitivos. Ahora debemos hacernos la pregunta de si el enfoque evolucionista ampliado a partir de la teoría de los sistemas complejos es relevante para un país en desarrollo, sobre todo del tipo B. Ciertamente lo es porque expresa las metas del progreso y del crecimiento económico moderno. Por definición, en un país en desarrollo del tipo B los rasgos estructurales predominantes son los reducidos niveles en las capaci- dades y procesos mencionados. En particular, las bajas capacidades de absorción y conectividad derivan del patrón de especialización adoptado y de la limitada com- plementariedad entre los agentes, quienes actúan en una estructura institucional que limita el crecimiento con retroalimentación. A su vez, los feedback o procesos de retroalimentación en los países en desarrollo se manifiestan en una persistencia de la heterogeneidad estructural que limitan o imposibilitan el desarrollo de procesos de cambio estructural. La pregunta relevante, dado el planteamiento anterior, es por qué en los países tardíos del tipo B hay diversos impedimentos a un mayor grado de complejidad. La respuesta a la pregunta anterior exige tomar en cuenta también los factores político-institucionales, lo que haremos en los apartados “El desarrollo eco-

Figura 1 Complejidad en un sistema económico

Fuente : Elaboración propia basado en Lewin, 992.

Absorción Conectividad

Feedbacks entre

Emergencia de procesos y matriz institucional

Cambio estructural

Destrucción creativa Apropiación

capacidades

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nómico como cambio en el funcionamiento de la sociedad. Poder político, derechos de propiedad y matriz institucional” y “Cambio institucional y capacidad de innova- ción: una referencia comparativa al caso de América Latina”, del presente artículo. Con apoyo de este marco teórico examinaremos a continuación las actividades de empresas argentinas y mexicanas en algunos sectores industriales para definir el alcance de sus actividades de aprendizaje e innovación y de sus capacidades de ab- sorción y conectividad.

Las fallas en el aprendizaje tecnológico en empresas argentinas y mexicanas

América Latina experimentó una sucesión de choques social y económicamente traumáticos a partir de fines de la década de los setenta, en el contexto de cambios de lo que Carlota Pérez conceptualiza como paradigma tecnoeconómico y sistema socioinstitucional (Pérez, 200  y 2004). Los cambios tecnológicos convirtieron las estrategias de desarrollo en un “blanco móvil”, cuyas exigencias no fueran captadas e interpretadas por las élites dirigentes. Los resultados mayormente adversos son los que expondremos a continuación. La reforma neoliberal en el contexto de crisis generalizada produjo un conjunto de repercusiones sociales que definieron el curso del cambio estructural de las si- guientes dos décadas. Por su capacidad de ruptura de las tendencias preexistentes podemos definir esa reforma como un choque exogéno-endógeno. El agotamiento de la industrialización sustitutiva en el contexto de apertura comercial y financiera se tradujo en una gran mortandad fundamentalmente de pequeñas y medianas firmas, acompañada por el surgimiento de nuevos agentes de mayor tamaño, asociados en algunos casos al acceso al crédito internacional. Estas transformaciones fueron la base de un nuevo patrón de especialización productiva basado esencialmente en com- modities industriales y de origen agropecuario, así como en actividades intensivas en recursos naturales, donde predominó una mayor concentración económica. Un efecto auténticamente regresivo en general fue en una primera fase el abandono de ramas de ingeniería, el despido masivo de trabajadores, la intensificación de los procesos de outsourcing y de subcontratación, así como el elevamiento tanto absoluto como rela- tivo de las importaciones^3 (Benavente et al ., op. cit .; Timol y Correa, 2005; Reinert,

(^3) Esa precisión alcista de las importaciones (en el caso de partes y componentes) se explica por el perfil de especializacion y ruptura de encadenamientos, en tanto que la de bienes suntuarios por la concentración del ingreso en favor del decil más opulento.

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de innovación son básicamente incorporados, lo que limita los spill-overs al resto del sistema productivo. Esto último, o sea el desplazamiento de la empresa nacional por la extranjera en los sectores más dinámicos y por ende más lucrativos, principal- mente el automotor —no sólo terminales sino también proveedores de ensambles y subensambles—, ha sido conceptualizado por Amsden como crowding out (200). La citada autora ( op. cit ., pp. 207 y ss) destaca esa diferencia al hablar de los emula- dores de Japón (Corea del sur y Taiwán, en primer lugar) y los emuladores de Estados Unidos (los países latinoamericanos). Las implicaciones son decisivas para el apren- dizaje, pues en los países tardíos del tipo A , el agente empresarial nacional actuará, ceteris paribus , cohesionando el aprendizaje a partir del desarrollo de capacidades de absorción y conectividad. Ello sucede débilmente en las empresas de los países tardíos del tipo B. En el caso mexicano hay una diferencia marcada por su ubicación geográfica (Reinhardt y Peres, 2000). México se inserta a cadenas globales de producción por medio de un sui generis vehículo organizativo, que no es una empresa doméstica, pero tiene ciertos rasgos de territorialidad: la “maquiladora de exportación”; a la par que ésta florece, México sufre una pérdida de industria doméstica (electrónica, metal- mecánica, textil-confección, etcétera), en tanto que los gigantes nacionales especiali- zados en commodities industriales se involucran de manera muy limitada en las redes de proveedores de las firmas maquiladoras, aunque se expande en lo externo gracias a un tipo de cambio sobrevaluado (Dabat y Ordóñez, 2008). Ese tipo de cambio so- brevaluado facilita su expansión, vía inversiones a espacios económicos vecinos. La misma estructura productiva de estos países junto con los procesos de liberalización financiera son los que provocan una tendencia a la revaluación continua del tipo de cambio, que se traduce en lo que fue descrito en la bibliografía como perteneciente a la sintomatología de la enfermedad holandesa (Corden y Neary, 982). Al formar parte del Mercado Común del Sur (meRcosuR), Argentina continúa en cierto modo un proceso de sustitución de importaciones modificado y ampliado (con cierta atenuación de la competencia global dentro del marco de regionalismo abierto). El predominio de las commodities industriales es más fuerte, a la vez que la dotación natural de recursos es determinante para sostener a industrias como maqui- naria agrícola. La desindustrialización provocada por el régimen de convertibilidad desató una mortandad de firmas y de sectores comparativamente mayor, y el pasaje, al igual que en México, a una economía cuya dinámica dependía fuertemente de insumos, partes y subensambles y de productos finales importados. La devaluación constituyó una suerte de choque exógeno que devolvió a la industria a una trayec- toria de aprendizaje aún vacilante o insegura, lo que demuestra la importancia pero

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también la insuficiencia de la política cambiaria para el desarrollo industrial. En este caso, la devaluación es necesaria para superar la enfermedad holandesa^5 pero en mu- chos casos no se brinda el tiempo de maduración necesario para generar un aumento de las competencias de los agentes de menor productividad. La insuficiencia de las políticas industriales y tecnológicas agudiza ese problema. En consecuencia, la en- fermedad holandesa ha vuelto a aparecer y los reclamos de una nueva devaluación se hicieron nuevamente presentes. En este proceso recurrente las limitadas capacida- des de absorción y conectividad de los agentes, pero también la debilidad de los proce- sos de destrucción creativa, cambio estructural y apropiabilidad, se hicieron notorias. En un estudio de Yoguel, Robert, Milesi y Erbes (2008) se ilustra empíricamente la limitada acumulación de capacidades tecnológicas entre una muestra de empresas industriales en Argentina.^6 El estudio desarrolla una metodología de estimación de las capacidades de absorción y conectividad de los agentes aplicada al conjunto de tramas productivas estudiadas (véase nota 5). En el caso de la capacidad de absorción o competencias endógenas se analizan variables tales como la gestión de calidad, la organización del trabajo, la capacitación y la presencia de equipo de investigación y desarollo (i&D). En el caso de la capacidad de conectividad se analizan las vincu- laciones que establecen las firmas con diferentes tipos de agentes (otras empresas, cámaras empresariales y consultores y universidades y centros tecnológicos) y sus objetivos (comerciales, de cooperación tecnológica, capacitación, certificación de calidad, etcétera). En un marco de fuerte heterogeneidad sectorial, las capacidades de absorción y conectividad son en promedio reducidas. A pesar del predominio de bajas com- petencias endógenas, el trabajo muestra que pueden señalarse algunas diferencias claves entre las tramas productivas según la importancia que adquieren cada una de las dimensiones que definen la capacidad de absorción. En primer lugar, sobresale la gestión de la calidad como un determinante fundamental de las competencias de las firmas pertenecientes al complejo automotor. Por el contrario, la organización del tra- bajo constituye una dimensión escasamente desarrollada en la totalidad de las tramas, lo que es un indicador de las limitaciones de los procesos de aprendizaje en las firmas. Desde la perspectiva de la conectividad de los agentes, destaca una reducida calidad de las vinculaciones. Los bajos niveles de conectividad con universidades y centros

(^5) En especial, la aplicación de un régimen de tipo de cambio múltiple. (^6) El estudio de campo efectuado entre 2006 y 2008 abarcó a 408 empresas pertenecientes a seis tramas o redes definidas sectorialmente en las industrias: a) automotriz, b) siderurgia, c) maqui- naria agrícola, d) confección con diseño, e) servicios petroleros y f) embarcaciones, y el sector industrial en el partido de Morón como grupo control.

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En el llamado cluster electrónico de Guadalajara (véase Dussel, 994; Palacios,

  1. las empresas doméstico-locales se integraron a las redes de proveedores en manufactura global, como es el caso de equipo de cómputo, de telecomunicaciones y componentes electrónicos. Con el concepto de sistemas de conocimiento contra sistemas de producción (Bell y Albu, 1999) definimos un conjunto de indicadores (proporción de ingenieros y técnicos en la fuerza laboral, mejoras de productos y procesos, calidad de las vinculaciones) para estimar el aprendizaje tecnológico en el ámbito empresarial y se equiparaba con el concepto de upgrading (Gereffi,1995).^8 Ello nos permitió visualizar la red de proveedores centralizados por la empresa líder o su filial como fuente de conocimiento tecnológico. Por ende, el ascenso en las ca- denas de proveedores o upgrading abre la posibilidad de cambios en la organización de la firma y la generación de flujos de conocimiento (definidos como efectos de conectividad y absorción). El resultado de la investigación puso de manifiesto el referido crowding-out , es decir, el confinamiento de las empresas locales a los productos de menor valor agre- gado. Pero al igual que en las tramas estudiadas por Yoguel et al. (2008) y de la taxo- nomía propuesta por Erbes et al. (2006), se encontraron “islotes” de innovación (caso del software embebido en Guadalajara). Desafortunadamente, en autopartes el núme- ro de firmas nacionales ha disminuido de manera continua y varias empresas de “ma- quinados” (partes automotrices) se han vuelto exportadoras independientes y se han orientado al mercado interno (véase también Lara y Barajas, 2007). La competencia china ha tenido un efecto devastador en confección y electrónica y desde la crisis de 200  la industria ha cedido terreno en una diversidad de categorías de producto, sobre todo los de alto volumen y relativamente baja diferenciación, perdiendo al mismo tiempo los primeros lugares que tuvo en Estados Unidos (Dabat et al ., 2005). Para comprender lo que ha pasado en las industrias de ambos países como en América Latina en su conjunto, los enfoques tecnológicos en nuestra opinión no ofrecen una explicación adecuada como tiende a reconocer Katz (2008) y más recien- temente Cimolli y Rovira (2008), entre otros. Sea que se estudie el fenómeno norma- tivamente (como debe ser el mundo en lugar de cómo es), de manera descriptiva o de forma positivista, se tiende a mantener el nivel descriptivo más que analítico. Lo que queda claro del examen anterior es que las empresas no aprenden lo suficiente porque no están presentes los incentivos para hacerlo o porque dado el perfil de es- pecialización no necesitan aprender más allá de cierto umbral, y cuando existen los incentivos organizacionales, las firmas domésticas chocan contra una serie de obs-

(^8) La metodología del trabajo de campo se explica en Dabat et al ., 2005.

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táculos exógenos a las mismas. Como diría North, la matriz institucional es adversa a la innovación, limitando el grado de complejidad del sistema, lo que se manifiesta en débiles capacidades de absorción y conectividad y muy limitados procesos de retroalimentación. Como se explicará más adelante, el cambio institucional y el correlativo aumento de complejidad requiere conmociones del sistema en su conjunto, pero de una intensidad y duración determinante como para inducir cambios institucionales y conductuales.

El desarrollo económico como cambio en el funcionamiento de la sociedad. Poder político, derechos de propiedad y matriz institucional

La obra de North, al plantear que el cambio tecnológico o la acumulación de capital no debe ser el punto de partida de la investigación, sino el punto de llegada, ha abierto una nueva perspectiva en el estudio del cambio socioeconómico. Lo que debemos explicar, dice North, es por qué unas sociedades (las pertenecientes al Mundo Oc- cidental^9 ) han alcanzado un alto grado de prosperidad y otras (que representan la mayoría de la humanidad) no han escapado de la pobreza, la desigualdad extrema y el estancamiento (North y Thomas, 978). La clave del crecimiento, como lo ponen de manifiesto las economías “occidentales”, radica en una organización económica conductiva a la innovación,^0 o sea, una matriz o marco institucional, un perfil de especialización y una estructura de derechos de propiedad capaces de canalizar los esfuerzos individuales hacia actividades que supongan una aproximación de la tasa privada de beneficio a la tasa social de beneficio ( Ibid .).^ De acuerdo con North, la capacidad de innovación de una sociedad está repartida entre las organizaciones y

(^9) North y Thomas definen al mundo occidental como el grupo de países que la generalidad de los autores llama ricos o desarrollados.  (^0) En lugar del binomio conceptual neoclásico de eficiencia/ineficiencia usado por North al refe- rirse a las instituciones, preferimos el concepto pro-innovativas, o en el caso opuesto, adversas a la innovación , porque aquel binomio conceptual remite al modelo de equilibrio general walra- siano, que formalmente se expresa como un modelo básico de la mecánica clásica, cuya utilidad analítica es puramente abstracta. Este modelo conduce a un equilibrio que se alcanza mediante predeterminaciones con independencia de las condiciones iniciales y garantiza la eficiencia paretiana. Cuando North centra el cambio institucional en el logro de “eficiencia” arrastra la he- rencia neoclásica de la que se despoja gradualmente, pero sólo la completa en su libro de 2005,

 donde^ declara:^ “la^ teoría^ neoclásica^ no^ fue^ creada^ para^ explicar^ el^ cambio^ económico”^ (p.^ vii). En esa dirección, cabe aclarar que no cualquier estructura de derechos de propiedad promue- ve el desarrollo de una matriz institucional proclive a la innovación. Características como el espacio que deben tener los comunes (ya sea conocimiento científico o educación y salud), los derechos de propiedad intelectual y la política impositiva y tarifaria (derechos de exportación, régimen impositivo) son claves en los países que intentan hacer catching up.

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prolongarse a lo largo del tiempo, esa capacidad tiene limitaciones. El gobernante siempre tiene rivales de dos tipos: a) otros Estados deseosos de expandirse y abarcar los recursos y población del primero y b) otro grupo interno potencialmente capaz de hacerse con el poder. Siendo la discusión de ambas limitaciones de gran impor- tancia, para los fines del desarrollo económico, el primero es el que tiene efectos más determinantes en las trayectorias históricas en la que coexisten economías con alta capacidad para la innovación, en tanto que la mayoría carece de ella. Este determinante (la existencia de Estados rivales deseosos de expandirse) puede modificar los resultados del primero (la tendencia a establecer derechos de propie- dad no conductivos a la innovación), pero no en una medida determinista, universal o lineal, porque el acotamiento del poder del gobernante no se puede ajustar a un patrón invariable, de modo que podemos decir que rige la lógica ya explicada de los sistemas complejos. Lo que la historia parece demostrar, añade North, es que ciertas amenazas externas sobre el estatuto del gobernante generarán cambios decisivos en la relación entre el poder y la sociedad, que se traducen en ganancias materiales para los grupos más amplios y para el progreso nacional. Podemos ver que, al igual que en los sistemas complejos, es posible identificar en el estudio efectuado por North un Estado inicial (el efecto de la constitución del poder en la definición no conductiva a la innovación de los derechos de propiedad en el ámbito nacional), la fuerte tendencia histórica a mantener la trayectoria original, pero coexistiendo con ella, así como una gama de fuerzas tanto internas como exter- nas que pueden alterar la trayectoria , rompiendo el lock in del sistema. Desde esta perspectiva analítica, Hoff y Stiglitz han extendido el estudio de North a los problemas del desarrollo que es importante para completar nuestra explicación de la persistencia de la trampa del atraso, o la aversión a la innovación. La emergen- cia del mundo occidental significa que gracias a una gama de fuerzas se rompió el lock in feudal. Ello posibilitó que los países europeos encabezados primero por Ho- landa y luego Inglaterra siguieran una nueva trayectoria crecientemente orientada a la innovación, sentando una de las bases de la emergencia del capitalismo industrial. Ese proceso, sin la explicación de los fundamentos históricos originarios, es decir la ruptura del lock in , ha sido ampliamente descrito, analizado y discutido por los historiadores de la tecnología, del crecimiento y de desarrollo. North y Thomas se sitúan en la Europa en el siglo xiv para ilustrar la acción de las fuerzas anteriormente señaladas.^2 De acuerdo con esos autores, la ruptura del

 (^2) Es preciso hacer esta digresión histórica porque el atraso económico a inicios del siglo xxi implica una forma específica de lock in , que trae a colación el proceso europeo en la baja Edad

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miguel Á ngel RiveRa Ríos , veRónica RobeRt , gabRiel Y oguel

lock in del feudalismo se debe a una especie de choque “exógeno”,^3 que consistió en un descenso demográfico absoluto en Europa provocado por una combinación de hambre generalizada con epidemias que se presentaron de manera intermitente a lo largo del siglo xiv e inicios del xv. El acontecimiento más espectacular, continúan, fue una combinación entre la peste negra, la peste bubónica y la neumónica entre 1348-1351, proveniente de Crimea. La decadencia demográfica europea parece ha- berse extendido casi un siglo de  350 a 470. La repercusión más importante fue el aumento del precio de la mano de obra en relación con el precio de la tierra ( op cit .). En otras palabras, la decadencia demográfica significó una conmoción social de una escala mucho mayor al cambio de la tecnología militar en el mundo antiguo, que reconfiguró la relación de todos los elementos que intervienen en la reproducción social. Cabe resaltar, como apuntan North y Thomas, que la subsiguiente desintegra- ción de la servidumbre feudal desencadenó una amplísima movilización social que condujo a la llamada revolución agrícola y a una gama enorme de microinvenciones, que constituyeron el fundamento de la revolución industrial inglesa y el advenimien- to del capitalismo industrial. La hipótesis de North y Thomas, concerniente a la emergencia del mundo occi- dental, deja abiertas diversas interrogantes. Como lo ha documentado una corriente muy vigorosa de historiadores,^4 el mundo de la baja Edad Media en Europa estaba distante de la creatividad e innovación pero se benefició de las capacidades existentes en China. Durante los siglos xi a xiv la sociedad china generó una corriente extraordi- naria de innovaciones que abarcan desde la metalurgia a la navegación (Mokyr, 993). Esa capacidad de innovación declinó paulatinamente, pero se difundió por diversos canales a Europa, donde encontró entusiastas receptores cuya mentalidad abierta los inclinaba a tomar del mundo exterior todo aquello que fuera útil o novedoso.^5

Media y por tanto la interrelación entre la trampa mathusiana (equivalente a la trampa de atraso de Myrdal) y las fuerza de ruptura, que para el caso del siglo xx se discuten en la siguiente sección.  (^3) North no usa el concepto de choque o conmoción para referirse al cambio en la estructura de los derechos de propiedad y en los otros fundamentos de la reproducción social; el concepto de choques se le debe a Hoff y Stiglitz en la citada obra.  (^4) Aunque la capacidad de ese país pionero se perdió, sus logros, sumados a la difusión del conocimiento científico en Europa promovida por los árabes (Stokes, 2002), favo- recieron la emergencia de la Europa moderna, en especial desde el Renacimiento. El Renacimiento, como parte de la movilización social posterior al choque exógeno, per- mitió la revaloración de la producción y creatividad individual y la idea de necesidad de bienes comunes que promuevan la innovación y el desarrollo. En este contexto, la innovación fue vista como una nueva fuente de riqueza en el marco de una especia- lización productiva con rendimientos crecientes derivados del aumento de población en las ciudades y de la división del trabajo asociada (Reinert, 2007).  (^5) Éste es un rasgo cultural decisivo, como hace hincapié Mokyr (993), que diferencia la matriz cultural europea de la China antigua (no la de Japón), en cuanto a la curiosidad y receptibilidad