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Colonización y Revolución en Santo Domingo: Presencia Francesa y la Independencia de Haití, Apuntes de Historia

Una detallada descripción de la presencia francesa en santo domingo a lo largo de los siglos xvi al xviii, incluyendo la convivencia de dos sistemas de colonización diferentes, la producción de azúcar y la esclavitud. Además, se abordan las relaciones entre los habitantes de ambos orígenes, las interacciones con otros países y la revolución francesa y su impacto en la isla. Se destaca la importancia de la mano de obra esclava y la rivalidad entre los plantadores por el sistema colonial.

Qué aprenderás

  • ¿Cómo se organizó la economía de la colonia francesa de Santo Domingo y qué papel desempeñaron los esclavos en ella?
  • ¿Cómo se estableció la presencia francesa en Santo Domingo y cómo difería de la colonización española?
  • ¿Cómo influyó la Revolución Francesa en la isla de Santo Domingo y cómo se organizaron los esclavos para rebelarse?

Tipo: Apuntes

2020/2021

Subido el 04/10/2022

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Anareol. Agramonte muñoz
Historia Dominicana
Era de Francia en Santo Domingo e Independencia Haiti
La presencia de franceses en territorios que hoy forman parte de la República Dominicana data
desde el mismo siglo XVI. En las crónicas sobre el segundo viaje de Cristóbal Colón a las
Antillas, aparece mención de un religioso francés que acompañaba la delegación jerónima que
fue, junto con los dominicos y los franciscanos, de las primeras órdenes religiosas en
establecerse en la isla.
Más tarde, en el siglo XVI y XVII, piratas y bucaneros franceses se establecieron al noroeste de
la isla, lo que significó con el tiempo un establecimiento de habitantes franceses, y,
eventualmente la convivencia de dos mecanismos de colonización muy distintos, con dos
idiomas y dos sistemas de producción diferentes, el francés basado en el cultivo intensivo de la
caña de azúcar y una marcada separación entre amos y esclavos; y el español, en la cría de
ganado bovino. Esta situación fue reconocida formalmente por el Tratado de Rijswijk, donde
España cede la parte occidental de la isla a Francia, fruto de las negociaciones entre Francia y
la Gran Alianza, que pusieron fin a la Guerra de Luis XIV contra la Liga de Augsburgo.
Del siglo XVIII en adelante, las relaciones entre los habitantes de uno y otro origen de este
territorio han estado marcadas por la interrelación con otros países, sobre todo los conflictos
bélicos que oponían a franceses, españoles, ingleses y más tarde los Estados Unidos.
La corona francesa, en su colaboración con los independentistas de las colonias de Nueva
Inglaterra, envió esclavos de Saint-Domingue a luchar por la independencia de lo que luego
serían los Estados Unidos1. E
En el siglo XVIII, la colonia francesa de Santo Domingo, ubicada en la parte occidental de La
Española era la colonia más productiva de las Antillas. También era la que tenía los problemas
económicos y sociales más complejos. La base de la economía de Sto. Domingo era el azúcar. A
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Anareol. Agramonte muñoz Historia Dominicana Era de Francia en Santo Domingo e Independencia Haiti La presencia de franceses en territorios que hoy forman parte de la República Dominicana data desde el mismo siglo XVI. En las crónicas sobre el segundo viaje de Cristóbal Colón a las Antillas, aparece mención de un religioso francés que acompañaba la delegación jerónima que fue, junto con los dominicos y los franciscanos, de las primeras órdenes religiosas en establecerse en la isla. Más tarde, en el siglo XVI y XVII, piratas y bucaneros franceses se establecieron al noroeste de la isla, lo que significó con el tiempo un establecimiento de habitantes franceses, y, eventualmente la convivencia de dos mecanismos de colonización muy distintos, con dos idiomas y dos sistemas de producción diferentes, el francés basado en el cultivo intensivo de la caña de azúcar y una marcada separación entre amos y esclavos; y el español, en la cría de ganado bovino. Esta situación fue reconocida formalmente por el Tratado de Rijswijk, donde España cede la parte occidental de la isla a Francia, fruto de las negociaciones entre Francia y la Gran Alianza, que pusieron fin a la Guerra de Luis XIV contra la Liga de Augsburgo. Del siglo XVIII en adelante, las relaciones entre los habitantes de uno y otro origen de este territorio han estado marcadas por la interrelación con otros países, sobre todo los conflictos bélicos que oponían a franceses, españoles, ingleses y más tarde los Estados Unidos. La corona francesa, en su colaboración con los independentistas de las colonias de Nueva Inglaterra, envió esclavos de Saint-Domingue a luchar por la independencia de lo que luego serían los Estados Unidos1. E En el siglo XVIII, la colonia francesa de Santo Domingo, ubicada en la parte occidental de La Española era la colonia más productiva de las Antillas. También era la que tenía los problemas económicos y sociales más complejos. La base de la economía de Sto. Domingo era el azúcar. A

lo largo del siglo XVIII, los plantadores franceses habían logrado superar la producción total de las colonias británicas de las Antillas. Fue así que a finales de siglo los franceses lograron competir con los ingleses en el mercado europeo del azúcar, ya que sus costes de producción eran mucho más bajos que el de los británicos. Es más, con la independencia de las colonias británicas de Norteamérica, los franceses habían comenzado a abastecer a las mismas, lo que hizo sí que sus ingresos aumentaran. Para cubrir la necesidad de mano de obra, los plantadores de Sto. Domingo, quienes eran en predominancia blancos, habían estado importando unos 30 mil esclavos africanos por año, antes de la Revolución Francesa hubo una fuerte rivalidad entre los plantadores por motivo al sistema colonial que administraba la trata de esclavos, y también hubo un fuerte descontento por la gran dependencia que tenían con los capitalistas metropolitanos. Otro sector de la sociedad, la gente de color libre (en su mayoría mulatos) estaba aún más descontento con el sistema colonial francés. Durante la década de 1780, la población de color se había más que doblado. Algunos eran propietarios de tierra y de esclavos y controlaban una tercera parte de las plantaciones y esclavos de la colonia. Este sector (aprox. unos 28 mil individuos al momento de la Rev. Francesa) padecía los recelos de los 40 mil blancos (administradores, soldados, comerciantes y plantadores, pero también tenderos y artesanos) que no podían tolerar que los descendientes de esclavos alcanzaran una posición respetable en la economía y la sociedad coloniales. Es así como surgieron una serie de leyes discriminatorias, elaboradas con el propósito de detener el proceso de ascenso económico y social de la gente de color libre. El resultado fue una larga historia de enemistad entre los 2 grupos. Sin embargo, luego de la Revolución Francesa, la burguesía de Francia dudó mucho antes de asegurar cualquier concesión a la gente de color libre de Sto. Domingo, pensando que posteriormente se les pediría que emanciparan al casi medio millón de esclavos negros, los cuales constituían entre el 85 y 90 % de la población. La abolición de la esclavitud significaría necesariamente la ruina de la colonia, y con ello la ruina de la burguesía comercial e industrial francesa, cuyo poder derivaba precisamente de la dominación colonial. En 1790, la isla se encontraba en un estado de intenso fervor revolucionario. Todo el mundo hablaba de las libertades de la revolución en Francia y del ejemplo de los Estados Unidos. Los blancos poderosos buscaban autonomía. Los mulatos buscaban la igualdad con los blancos y, eventualmente, su independencia. Lo que ninguno pensaba era que los esclavos negros tenían derechos o los merecían. Pero día tras día éstos oían los debates de sus amos. En todas partes, los esclavos tomaban consciencia de su condición y de las posibilidades que se les abrían tras escapar de ella. De a poco, los esclavos se fueron organizando y en agosto de 1791 estalló una revuelta en las plantaciones del norte de Sto. Domingo. Esta revuelta no se detendría en los años siguientes. Al ver sus intereses amenazados por las revueltas, los propietarios blancos y mulatos formaron un frente común, con el fin de defender sus propiedades. Cuando descubrieron que los británicos tenían intenciones de intervenir en Sto. Domingo (a fin de beneficiarse del movimiento y de privar a Francia de su colonia antillana más importante), acudieron en busca de la ayuda extranjera. Sin embargo, el acercamiento entre blancos y mulatos no podía durar mucho tiempo (ya que había un profundo odio entre ambos). Los esclavos negros rebelados encontraron un aliado en los españoles de Sto. Domingo, cuyas autoridades veían ahora la oportunidad de recuperar los territorios perdidos hacía más de un

representaban dos tercios del ingreso colonial francés. Así pues, Napoleón decidió restablecer el control absoluto de la colonia. No obstante, en 1801 Toussaint se adelantó a los franceses e invadió la parte oriental de la isla La española (cedida en 1795 por España a Francia, a cambio de que le devuelva los territorios perdidos en Europa). Toussaint llegó a la ciudad de Sto. Domingo ante la consternación de todos los residentes españoles y de los refugiados franceses que habían huido de la revolucionaria Sto. Domingo. Toussaint procedió a unificar las dos partes de la isla. A continuación, dispuso medidas orientadas a transformar la economía de la antigua colonia española, que dependía casi completamente de la ganadería. En cambio, Toussaint pretendía que la economía estuviera basada en el cultivo de productos de exportación. Napoleón, como contrapartida, envió una gran fuerza invasora para reimponer el control metropolitano en toda la isla. En 1802 comenzó la invasión. Las fuerzas francesas fueron divididas para atacar por distintos frentes. Una parte machó directamente sobre la ciudad de Sto. Domingo, la cual fue tomada con facilidad. En junio, Toussaint es traicionado y cae en manos de los franceses. Al año siguiente muere cautivo en Francia. Sin embargo, los mulatos y los negros ya se habían unido bajo la dirección de Dessalines, un antiguo esclavo y lugarteniente de Toussaint, para emprender la última y sangrienta etapa en la carrera por la independencia. Los franceses (unos 58 mil hombres) estuvieron intentando someter a los antiguos esclavos durante 21 meses. Sin embargo, los negros y mulatos de Saint Domingue contaron con la ayuda de un poderoso aliado: la fiebre amarilla. Unos 50 mil soldados franceses perdieron la vida en esta campaña, que terminó en 1804 con la rendición y la huida de los supervivientes que, desde la muerte de Leclerc (general francés y cuñado de Napoleón) a finales de diciembre de 1803, no encontraban otra salida que la de la rendición. El 1 de enero de 1804 Dessalines y otros victoriosos generales negros proclamaron la independencia de Haiti. Francia había perdido su colonia más rica. Haiti fue el primer Estado independiente de América Latina y la primera república negra del mundo. Posteriormente, Dessalines preparó a los haitianos para castigar a los enemigos de la revolución en la parte española (es decir, los dominicanos) y para expulsar a los franceses concentrados en Sto. Domingo. Sin embargo, Dessalines debía primero consolidar su liderazgo y organizar el nuevo Estado antes de lanzarse a una nueva campaña militar. Pero un decreto del jefe de las tropas francesas en Sto. Domingo, que autorizaba al que quisiera cruzar la frontera para cazar esclavos para sus plantaciones, sirvió de detonante para la invasión de febrero de 1805. A pesar de no haber logrado penetrar en la ciudad de Sto. Domingo, los haitianos devastaron cruelmente numerosas poblaciones dominicanas. Santo Domingo siguió perteneciendo a Francia, la cual respetó, no obstante, los usos y costumbres españoles de la sociedad.