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Este documento nos explica la importancia de conocer e interpretar las diferentes tipos de arritmias cardíacas en un paciente y como poder manejarlas .
Tipo: Resúmenes
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Por tal
de
Medicina de
Emer gencias.
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9 Arritmias cardíacas
alteraciones de la oxigenación tisular
Se define el término arritmia como cualquier ritmo que no es el sinusal normal del corazón.
El ritmo sinusal normal es el originado en el nódulo sinusal, que cumple las siguientes condiciones (Ver Imagen 1):
Si pretendemos estudiar las arritmias es necesario conocer una serie de términos que constituyen el diccionario o vocabulario imprescindible del te- ma.
Así distinguimos:
en cuando el ritmo sinusal normal es interrumpi- do por algún complejo anormal (ejemplo de las extrasístoles).
A su vez, decimos que el ritmo alterado (sea lento o rápido) es regular si su frecuencia es constante, e irregular si la frecuencia varía con- tinuamente.
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 1: Ritmo sinusal
ARRITMIAS CARDÍACAS
Por el contrario, se dice que una arritmia es re- currente cuando existe un sustrato anatómico que favorece la repetición de los fenómenos arrítmicos (por un prolapso mitral, una miocar- diopatía isquémica crónica, etc.).
Un aumento de automatismo en el nódulo sinusal produce taquicardia sinusal, y una disminución del automatismo, bradicardia sinusal. Si un foco no si- nusal (o ectópico) aumenta su automatismo y susti- tuye al sinusal, origina una taquicardia.
Con frecuencia hay un trastorno mixto, estando depri- mida la función sinusal, lo que permite que entren en funcionamiento otros centros automáticos más bajos (ejemplos son el ritmo idionodal e idioventricular) [1].
Si existe dificultad para el paso del estímulo en el teji- do perisinusal, se origina un bloqueo sino-auricular.
Si la dificultad está en la unión aurículo-ventricular se origina un bloqueo aurículo-ventricular.
Ejemplos son la enfermedad del nódulo sinusal, la reentrada, el parasístole, los ritmos de escape, etc.
Una arritmia puede, desde cursar sin síntomas, hasta originar la muerte.
Con frecuencia, su brusco desencadenamiento se puede relacionar con estimulantes, estrés, exceso de tabaco, ejercicio, etc. Las extrasístoles y taquicardias son las principales arritmias que las originan.
Definidos estos términos, veamos un ejemplo de denominación de una arritmia: taquicardia ven- tricular, sostenida, monomorfa y recurrente que cursa con inestabilidad hemodinámica.
Taquicardia sinusal Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre 100 y 180 latidos/min (Ver Imagen 2). Las causas son muy diversas, pero todas ellas actúan elevando el tono simpático. Así tenemos: el ejercicio, estrés, miedo, ansiedad, dolor, fiebre, anemia, hipovole- mia, teofilinas, excitantes (café, tabaco, etc.), hi-
ARRITMIAS CARDÍACAS
CUESTIONES DESFIBRILACIÓN CARDIOVERSIÓN
Nivel de descarga ¿Admite espera? ¿Descarga especial?
¿Necesita sedación?
200/360 Julios No, ninguna No
No, está en parada
Variable, sobre 40 Julios Sí, hay un tiempo Sí, debe ser sincronizada (lo hace el desfibrilador si se le indica) Sí, está consciente
Tabla 1.
Imagen 2: Taquicardia sinusal, 100 latidos por minuto
Ritmo sinusal cuya frecuencia suele oscilar entre 100 y 180 latidos/minuto.
pertiroidismo, insuficiencia cardíaca, cardiopatía isquémica, etc. No suele precisar tratamiento, sino reconocer la causa desencadenante y corregirla.
Bradicardia sinusal Ritmo sinusal a frecuencia menor de 60 latidos/minu- to (Imagen 3). Es normal en deportistas y durante el sueño. Es muy frecuente en el infarto de miocardio.
Si la frecuencia es baja y mal tolerada, se trata con atropina, y si no responde, con marcapasos.
Arritmia sinusal Son alteraciones de la frecuencia de descarga sinusal. Hay que saber reconocerla pero no necesita tratamiento.
Paros sinusales El nódulo sinusal deja de producir algún estímulo, lo que se traduce en el ECG por pausas sin ondas P.
Puede originarse por estímulos vagales intensos que dis- minuyen o anulan el automatismo del nódulo sinusal, por fármacos (antiarrítmicos, calcioantagonistas, beta- bloqueantes), o por disfunciones sinusales permanentes.
Contraindicaciones auriculares prematuras (CAP) (Ver extrasístoles).
Flutter auricular Arritmia supraventricular muy frecuente, que suele asociarse a cardiopatía, hipertensión arterial o bron-
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 3: Bradicardia sinusal, 40 latidos por minuto
Imagen 4: Flutter auricular
Es normal en deportistas y durante el sueño. Es muy frecuente en el IAM.
En el ECG no hay ondas P, y a lo largo de la línea isoeléctrica se ven las denominadas ondas F en forma de dientes de sierra.
Tratamiento de la fibrilación auricular:
Se opta entre dos cosas [4]:
Los métodos son:
beta-bloqueantes, verapamil, diltiacen, etc. Con- seguida una frecuencia aceptable, se continúa con estos fármacos por vía oral. Muchos de estos pacientes serán anticoagulados.
Fibrilo-flutter auricular A veces, analizando el ECG, hay momentos o deri- vaciones donde la arritmia es de frecuencia bastante regular y se ven ondas en dientes de sierra como en el flutter. En otros momentos o lugares del trazado, falta la ritmicidad y lo que se ven son ondas f de fi- brilación. En estos casos se suele hablar de fibrilo- flutter auricular.
Ritmos de la unión A-V De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con ritmo regular. Ondas P que frecuentemente no se ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A veces lle- gan a los 80 lpm (Imagen 6).
Taquicardia nodal automática (ritmo nodal) Es la denominada también taquicardia nodal no paro- xística o ritmo nodal acelerado. El foco ectópico que anula el sinusal se localiza en la unión A-V. La taqui- cardización es escasa (no suele exceder de los 130 lpm), por lo que suele ser benigna y bien tolerada. Puede ser un hallazgo casual en personas sanas, pero casi siempre se asocia a una de estas situaciones: IAM, postoperatorio de cirugía cardíaca, intoxicación digitá- lica o hipopotasemia. No suele necesitar tratamiento.
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 6: Ritmos de la unión AV, 80 latidos por minuto
De frecuencia normalmente baja (40-60 lpm) con ritmo regular. Ondas P que frecuentemente no se ven (incluidas en el QRS). QRS normal. A veces llegan a los 80 lpm.
Bloqueos aurículo-ventriculares Se definen como una dificultad en la progresión del estímulo en la unión A-V (nodo-haz de His). Se dis- tinguen tres tipos:
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 7: Bloqueo aurículo-ventricular, primer grado
Imagen 8: Bloqueo aurículo-ventricular, segundo grado, tipo 1
Los impulsos auriculares son conducidos a los ventrículos con un PR constante pero mayor de 0’20s (PR normal 0´12-0´20 s).
El intervalo P-R se alarga en cada ciclo hasta que una P no es seguida de complejo QRS. Podemos además nombrarlo como 3:2, 4:3 (dos de cada tres P son conducidas o 3 de cada 4 P son conducidas).
Son muy frecuentes en la fase aguda del IAM, sobre todo si se ha realizado trombolisis.
En general, no necesitan tratamiento, salvo si son muy persistentes.
Bloqueos de rama En la activación intraventricular normal, los dos ven- trículos se activan al mismo tiempo, dando lugar a un QRS estrecho. Cuando se bloquea una de las ra- mas del haz de His, el ventrículo al que éste condu- ce se activa tarde y el QRS dura 0´12sg más. El he- mibloqueo es el bloqueo de una división (anterior o posterior) de la rama izquierda.
Extrasístoles Se definen como trastornos aislados del ritmo car- díaco, originando en el ECG complejos prematuros o adelantados, es decir, que aparecen antes de la siguiente estimulación normal (Imagen 12).
Si tras cada QRS normal hay una extrasístole, ha- blamos de bigeminismo. Si cada dos complejos normales hay una extrasístole (esto es, cada 3 complejos QRS uno es extrasistólico) hablamos de trigeminismo. Si cada 4 complejos uno es ex- trasistólico, hablamos de cuadrigeminismo, etc.
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 11: Ritmo idioventricular, 55 latidos por minuto
Imagen 12: Extrasístole ventricular unifocal
Ritmos idioventriculares acelerados (RIVA).
Trastornos aislados del ritmo cardíaco: complejos prematuros o adelantados.
En otras ocasiones, las extrasístoles no se produ- cen con ritmicidad.
La existencia de más de tres extrasístoles seguidas ya se considera una taquicardia extrasistólica, que será supraventricular o ventricular según el origen de las extrasístoles. Se habla de extrasístoles en salva cuan- do se presentan 2 ó 3 seguidas.
Síntomas de las extrasístoles:
Muchos pacientes permanecen asintomáticos. Si son frecuentes, o se manifiestan en forma de doble- tes (parejas) u originan cortos episodios de taqui- cardia extrasistólica, los pacientes pueden notar palpitaciones.
Lo más frecuente es la sensación de “paro cardíaco” o como se dice popularmente de “vuelco en el corazón”; se debe a que la precocidad (o prematuridad) de la ex- trasístole al limitar el relleno diastólico ventricular, ori- gina un volumen sistólico muy pequeño (a veces no perceptible por el pulso), que unido a la pausa post-ex- trasistólica, causa la sensación de paro en el corazón.
Esto queda bien demostrado en el ejemplo en que junto a la monitorización del ECG, está monitoriza- da la presión de una de las arterias femorales.
Riesgo de las extrasístoles: Los criterios de peligrosidad de las EV que exigen vi- gilancia intensiva del enfermo son:
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 13: Extrasístole ventricular multifocal
EV multifocales.
Imagen 14: Extrasístole ventricular acoplada
El automatismo extrasistólico se ve favorecido en presencia de cardio- patía (cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, etc.). A veces se pueden encontrar acopladas.
del paro cardíaco. Debido a la conducción rápida y totalmente asincrónica de los ventrículos, no permi- te un gasto cardíaco adecuado, por lo que en pocos segundos el paciente fallece si no se instaura un tra- tamiento eficaz. Electrocardiográficamente consiste en una serie de ondas de frecuencia y amplitud va- riable, no distinguiéndose ninguna imagen estable (Imagen 16).
La desfibrilación eléctrica debe realizarse en cuanto se comprueba la aparición en el monitor. Si en va- rios choques eléctricos no se recupera el ritmo sinu- sal eficaz, se comenzará pauta de RCP (reanimación cardiopulmonar). Son también equivalentes a para- da cardiorrespiratoria la asistolia (Imagen 17), la TV
sin pulso y la disociación electromecánica (registro en ECG normal sin que se bombee sangre).
Como primera medida pueden utilizarse fármacos:
URGENCIAS EN ENFERMERÍA
Imagen 16: Fibrilación ventricular, 188 latidos por minuto
Imagen 17: Asistolia
Arritmia mortal en pocos segundos y que constituye uno de los meca- nismos del paro cardíaco.
Son equivalentes a parada cardiorrespiratoria la asistolia, la TV sin pulso y la disociación electromecánica (registro en ECG normal sin que se bombee sangre).
De primera medida si la urgencia lo requiere, se uti- liza un marcapasos o electroestimulador externo y como hay que dar estímulos con la potencia sufi- ciente para producir pulso central palpable, muchas veces es necesaria una sedación suave por las mo- lestias que la contractura muscular produce. El paso siguiente es la introducción de un electrocatéter por vía IV que se hace avanzar hasta el VD y se conecta a una unidad de marcapasos externo. Esta sonda de marcapasos provisional o transistorio puede introdu- cirse por vía yugular interna, subclavia, cubital o por vena femoral. Comprobada radiológicamente su si- tuación en apex de VD, se conecta a la unidad y se comprueba la correcta estimulación (Imagen 18).
Solventada la urgencia, se colocará marcapasos defi- nitivo en aquellos casos que esté indicado. Los com- ponentes del marcapasos definitivo son:
Un MP cuyo electrocatéter se introduce a través de una vena, se denomina transvenoso endocárdico, y uno cuyo electrodo se coloca fijándolo en el mio- cardio a través del epicardio se llama epicárdico, y el cable se coloca por vía subxifoidea o toracotomía.
Un MP con un solo electrodo y que estimula en una cavidad se llama unicameral. Cuando constan de dos electrodos y estimulan tanto la aurícula como el ventrículo se denominan bicamerales.
Tras colocar un marcapasos, ya sea provisional o de- finitivo, el paciente debe ser vigilado atentamente con monitorización del ritmo cardíaco durante cier- to tiempo.
El profesional de enfermería prestará atención sobre todo a dos cosas:
ARRITMIAS CARDÍACAS
Imagen 18: Marcapasos