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Apuntes de enfermería, Apuntes de Enfermería Clínica

Muy excelente mis apuntes acerca de mi carrera para generar nuevos conocimientos.

Tipo: Apuntes

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Desde el laboratorio a la clínica
30 An Pediatr Contin. 2014;12(1):30-3
Interpretación del líquido
cefalorraquídeo
Rafael Montero Reguera
Servicio de Pediatría. Hospital NISA «Pardo de Aravaca». Madrid. España.
rafamonteror@hotmail.com
Puntos clave
El estudio del líquido cefalorraquídeo (LCR) sigue
siendo de gran utilidad en el diagnóstico de
enfermedades infecciosas, neurológicas y oncológicas.
Su extracción también sirve como medida terapéutica
(administración de medicamentos, disminución de la
presión intracraneal, etc.).
Varios de los componentes del líquido
cefalorraquídeo son similares a los de la sangre, por
lo que es recomendable comparar los valores obtenidos
con los de una muestra de sangre obtenida de forma
simultánea.
Los valores normales de proteínas, glucosa y células
van a depender de la edad del paciente.
Existen distintas pruebas de laboratorio para la
identificación de agentes microbiológicos, unas de
detección rápida (tinción de Gram) útiles para un diagnóstico
inicial y otras más tardías (cultivo, estudios con reacción en
cadena de la polimerasa) para un diagnóstico definitivo.
Combinando los hallazgos del LCR, hemograma y situación
clínica se pueden diferenciar las meningitis víricas de las
bacterianas y decidir si se precisa tratamiento antibiótico o no.
Para ello se sigue utilizando el score de Boyer.
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Interpretación del líquido

cefalorraquídeo

Rafael Montero Reguera

Servicio de Pediatría. Hospital NISA «Pardo de Aravaca». Madrid. España. rafamonteror@hotmail.com

Puntos clave

El estudio del líquido cefalorraquídeo (LCR) sigue siendo de gran utilidad en el diagnóstico de enfermedades infecciosas, neurológicas y oncológicas. Su extracción también sirve como medida terapéutica (administración de medicamentos, disminución de la presión intracraneal, etc.).

Varios de los componentes del líquido cefalorraquídeo son similares a los de la sangre, por lo que es recomendable comparar los valores obtenidos con los de una muestra de sangre obtenida de forma simultánea.

Los valores normales de proteínas, glucosa y células van a depender de la edad del paciente.

Existen distintas pruebas de laboratorio para la identificación de agentes microbiológicos, unas de detección rápida (tinción de Gram) útiles para un diagnóstico inicial y otras más tardías (cultivo, estudios con reacción en cadena de la polimerasa) para un diagnóstico definitivo.

Combinando los hallazgos del LCR, hemograma y situación clínica se pueden diferenciar las meningitis víricas de las bacterianas y decidir si se precisa tratamiento antibiótico o no. Para ello se sigue utilizando el score de Boyer.

Interpretación del líquido cefalorraquídeo R. Montero Reguera

Introducción

El líquido cefalorraquídeo (LCR) es una solución compleja que se forma principalmente en los plexos coroideos y ventrículos la- terales. Las 3 cuartas partes se localizan en el espacio subaracnoi- deo y el resto en los ventrículos^1. En el adulto, el volumen total es variable, oscilando entre 90 y 150 ml^2. En el recién nacido, oscila entre 10 y 60 ml, pudiéndose duplicar en niños mayores1,2. La obtención del LCR se realiza mediante una sencilla téc- nica que se denomina punción lumbar. Se realiza introdu- ciendo un catéter en el espacio subaracnoideo espinal en la zona lumbar, a nivel de L3-4 o L4-51,3. La punción lumbar, aunque no está exenta de riesgos, realizada por manos ex- pertas presenta una incidencia de complicaciones mínima^3. El LCR puede ser extraído con fines diagnósticos y terapéuticos (administrar medicamentos, reducir presión intracraneal), admi- nistrar contrastes radioopacos o medir presión intracraneal4,5. La cantidad de líquido que se extrae va a depender de la edad del paciente y, sobre todo, del tipo de estudio que se vaya a realizar^1 (tabla 1).

El líquido cefalorraquídeo

normal

El LCR es incoloro e inodoro, transparente, similar al agua destilada^1. Muchos de los constituyentes del LCR son si- milares a los de la sangre, por lo que es recomendable com- parar los valores del LCR con los de una muestra de sangre obtenida de forma simultánea. Los valores normales del LCR^6 se reflejan en la tabla 2.

La presión normal del LCR en los niños oscila entre 5 y 18 mmHg siendo algo inferior en neonatos7-9. Consideramos que la presión está elevada cuando de forma mantenida se encuentra por encima 18 mmHg. En condiciones normales, la concentración de proteínas en plasma es 200 veces superior a la del LCR^7. El 80% deriva de la sangre y la albúmina es la que se encuentra en mayor concentración. Otras proteínas que se pueden encontrar en el LCR son prealbúmina, alfa-2-macroglobulina, fibrinóge- no, transferrina y ceruloplasmina^7. La concentración de glucosa en el LCR es un reflejo de la concentración en suero, siendo aproximadamente un 50- 75% de la concentración en suero1,6,7. Un descenso en los niveles de glucosa puede aparecer en meningitis bacterianas, hemorragia subaracnoidea y procesos neoplásicos. Los valores normales en el recuento celular del LCR van a de- pender de la edad del paciente y han sido reflejadas en la tabla 2.

Estudio del líquido cefalorraquídeo e interpretación

Apariencia

El aspecto del LCR tras realizar una punción lumbar nos puede dar una idea inicial diagnóstica. Un aspecto turbio, poco transparente, nos indica la presencia de células y/o bacterias, lo que nos hace pensar en un proceso infeccioso bacteriano. Un LCR hemorrágico puede ser debido a punción traumática o a una hemorragia subaracnoidea. Para distinguir ambas situaciones, nos valemos de cómo se modifica el aspecto del LCR a medida que se realiza la punción lumbar. Un líquido hemorrágico que se va aclarando a medida que fluye nos hace pensar en una punción traumática. Si el líquido no se aclara, habrá que pensar en una hemorragia subaracnoidea.

Tabla 1. Recogida de líquido cefalorraquídeo para las pruebas más frecuentes

Bioquímica general (volumen 0,5-1 ml) Glucosa, proteínas, albúmina

Inmunoquímica (volumen > 2 ml) Cuantificación de inmunoglobulinas totales Perfil electroforético de proteínas Bandas oligoclonales Inmunofijación

Microbiología (volumen > 2 ml) Tinción rápida: Gram, tinta china, bacilos acidorresistentes Aglutinación látex: análisis de bacterias corrientes Cultivos: bacterias (anaeróbico, aeróbico), virus, micobacterias, hongos Reacción en cadena de la polimerasa: algunos organismos virales (virus herpes simple), tuberculosis VDRL: sífilis

Hematología (volumen 0,5-1 ml) Recuentos celulares Evaluación leucemia, linfoma

Citopatología (volumen 2-4 ml) Evaluación de células malignas

Leucocitos/μl Proteínas (mg/dl)

Glucosa (mg/dl)

Prematuros 0-23 (PMN > 40%- 60%)

45-200 30-

RNT < 7 días

0-20 (PMN > 50%- 60%)

20-140 35-

RNT 7- días

0-20 (PMN > 20%) 15-100 40-

RNT > 1 mes

0-6 (PMN 0%) 10-45 40-

Tabla 2. Valores normales en el líquido cefalorraquídeo según la edad

Valores normales de glucosa: 2 tercios de la glucemia obtenida en el mismo momento. PMN: polimorfonucleares; RNT: recién nacido a término.

Interpretación del líquido cefalorraquídeo R. Montero Reguera

Por último, el estudio de la celularidad en el LCR nos pue- de ayudar al diagnóstico de enfermedades neoplásicas, como tumores del sistema nervioso central o extensión meníngea de leucemias y linfomas.

Estudio microbiológico

Existen distintas pruebas de laboratorio para la identifica- ción de agentes microbiológicos, unas de detección rápida^14 útiles para un diagnóstico inicial y otras más tardías para un diagnóstico definitivo. Sin lugar a dudas, de todas las prue- bas que se pueden realizar en el LCR, las microbiológicas son las que tienen mayor importancia.

  • Tinción de Gram: es una técnica de identificación rápida que bien realizada es positiva en el 75-90 % de los casos. Según la morfología y el resultado de la tinción, se puede identificar al agente etiológico^15. Podemos encontrar cocos gramnegativos (meningococo), cocos grampositivos (neu- mococo y estafilococo), bacilos gramnegativos (Haemophilus influenzae) , bacilos grampositivos (Listeria) , etc.
  • Otras tinciones: tinta china para la infección por criptoco- co, tinción de Ziehl-Neelsen para micobacterias.
  • Cultivo: la muestra de LCR se debe cultivar durante al menos 72 h a 35 ºC para obtener un resultado adecuado. La positividad del cultivo nos da el diagnóstico etiológico definitivo.
  • Determinación de antígenos bacterianos: técnicas rápidas de coaglutinación o aglutinación de látex. Estas técnicas per- miten la detección de antígenos bacterianos solubles en el LCR. No son diagnósticas y tienen un alto coste por lo que es dudosa la relación coste-beneficio.
  • Estudios con reacción en cadena de la polimerasa (PCR): útiles para infecciones víricas^16 (enterovirus, virus grupo herpes, arbovirus, etc.), tuberculosis^1 , etc. Máxima renta- bilidad en las infecciones por virus herpes simple. La PCR cuantitativa en LCR sirve en las infecciones por virus her- pes simple como marcador pronóstico. La presencia de más de 100 cps/mm^3 se asocia a mayor gravedad^2.
  • Serologías: estudio de anticuerpos en el LCR como en la infección por Borrelia y VDRL para el diagnóstico de sífilis (pero puede ser negativa hasta en el 50 % de los casos^1 ).

Conclusiones

A pesar de la creciente disponibilidad de pruebas diagnós- ticas de imagen, el estudio de los distintos componentes del LCR sigue siendo de gran utilidad en el diagnóstico de enfermedades neurológicas. Su utilidad es máxima en pro- cesos infecciosos, pero no por ello deja de ser fundamental en otras afecciones del sistema nervioso central, procesos oncológicos y como medida terapéutica.

Conflicto de intereses

El autor declara no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía

s Importante^ ss Muy importante Epidemiología Metanálisis Ensayo clínico controlado

  1. (^) ssRodríguez-Segade Villamarín S. Líquido cefalorraquídeo. Ed Cont Lab Clin. 2006;9:49-56.
  2. Casado Flores J. Punción lumbar. En: Urgencias y tratamiento del niño grave. 1.ª ed. Madrid: Edit. Ergon, S.A.; 2000. p. 306-308.
  3. (^) ssStorch de Gracia Calvo P, De la Torre Espí M, Martín Díaz MJ, García Ruiz, G. ¿Se realiza correctamente la punción lumbar en pediatría? Revisión de las reco- mendaciones actuales y análisis de la realidad. An Pediatr (Barc). 2012;77:115-123.
  4. Martínez Bermejo A, García García S. Valoración neurológica del paciente crítico. En: Ruza F, editor. Tratado de cuidados intensivos pediátricos. 3.ª ed. Madrid: Ediciones Norma-Capitel; 2002. p. 877-8.
  5. Mintegui Raso S, Benito Fernández J, Sánchez Echaniz J, Rubio Fernández G, Vázquez Ronco MA. Punción lumbar en Urgencias de Pediatría: Algo más que una técnica diagnóstica. An Esp Pediatr. 1999;50:25-28.
  6. Moreno Pérez D, Conejo Fernández E, Cuadros Núñez E. Meningitis. En: Guía de tratamiento de las enfermedades infecciosas en urgencias pediátricas. 3.ª ed. Madrid; Edit. Drug Farma. S.L.; 2007. p. 477-86.
  7. (^) sGómez-Choco Cuesta M.J, Saiz Hinajeros A. Utilidad diagnóstica del estu- dio básico del liquido cefalorraquídeo [consulta 9 noviembre 2012]. Disponible en: http://www.jano.es/jano/ctl_servlet?_f=1350&id=13004050.
  8. Martínez de Azagra A, Casado Flores J. Hipertensión intracraneal. En: Urgencias y tratamiento del niño grave. 1.ª ed. Madrid: Edit. Ergon, S.A.; 2000. p. 338-46.
  9. (^) sVerdú A, Cazorla MR. Punción lumbar y medición de la presión del líquido cefalorraquídeo. An Pediatr Contin. 2004;2:45-50.
  10. Balcells Ramírez J. Síndrome de Guillain-Barré. En: Ruza F, editor. Tratado de cuida- dos intensivos pediátricos. 3.ª ed. Madrid: Ediciones Norma-Capitel; 2002. p. 986-93.
  11. Sacristán Enciso B, López Gómez JM, Sande Medel F, Jiménez-Mena Villar F, García Yun P. Proteína beta traza y cistatina C en la detección de meningitis bac- teriana. Rev Lab Clin. 2008;1:3-7.
  12. Pérez-Rodríguez MT, Varela P, Cañizares A, Llinares P. Elevated cerebrospinal fluid adenosine levels in patients with meningitis caused by varicella-zoster virus. Enferm Infec Microbiol Clin. 2012;30:273-4.
  13. Casado Flores J. Meningismo. Infección meníngea. En: Urgencias y tratamiento del niño grave. 1.ª ed. Madrid: Edit. Ergon, S.A.; 2000. p. 351-8.
  14. Rivera Franco ML, González Martínez F. El laboratorio en las enfermedades infec- ciosas. Obtención de muestras. En: Guía de tratamiento de las enfermedades infec- ciosas en urgencias pediátricas. 3.ª ed. Madrid: Edit. Drug Farma; 2007. p. 53-68.
  15. Fernández Roblas F, Soriano F. Diagnóstico microbiológico rápido. En: Urgencias y tratamiento del niño grave. 1.ª ed. Madrid: Edit. Ergon, S.A.; 2000. p. 383-9.
  16. González Martínez F, Navarro Gómez ML. Encefalitis. En: Guía de tratamiento de las enfermedades infecciosas en urgencias pediátricas. 3.ª ed. Madrid: Edit. Drug Farma; 2007. p. 497-503.

Bibliografía recomendada

Rodríguez-Segade Villamarín S. Líquido cefalorraquídeo. Ed Cont Lab Clin. 2006;9:49-56. Este artículo analiza, desde el punto de vista del laboratorio, las características del líquido cefalorraquídeo, cómo manejar las muestras y su almacenamiento, así como las distintas técnicas de diagnóstico que se pueden realizar. Es un trabajo exhaustivo con una visión distinta de la habitual médica. Storch de Gracia Calvo P, De la Torre Espí M, Martín Díaz MJ, García Ruiz, G. ¿Se realiza correctamente la punción lumbar en pediatría? Revisión de las recomendaciones actuales y análisis de la realidad. An Pediatr (Barc). 2012;77:115-23. Resulta de especial interés este artículo porque en él se muestra que, a pesar de ser la punción lumbar una técnica que se realiza de forma rutinaria en pediatría, no siempre se realiza de forma correcta. Verdú A, Cazorla MR. Punción lumbar y medición de la presión del líquido cefalorraquídeo. An Pediatr Contin. 2004;2:45-50. Artículo fundamental para estudiar cómo realizar de forma adecuada una punción lumbar, los fines diagnósticos y terapéuticos de la misma, así como sus complicaciones.