- Antagonistas colinérgicos: Farmacología básica y clínica.
Bloqueadores del receptor muscarínico
Farmacología básica
Farmacocinética:
a) Absorción: Los alcaloides naturales y la mayoría de los fármacos anntimuscarínicos terciarios se absorben
bien en el intestino y las membranas conjuntivales. Cuando son aplicados en el vehículo adecuado, algunos
son absorbidos vía transdérmica. De una dosis de fármaco antimuscarínico cuaternario, solo 10-30% se
absorbe después de la administración oral.
b) Distribución: La atropina y los otros agentes terciarios se distribuyen ampliamente en el cuerpo. Se alcanzan
niveles significativos en el SNC en 30 minutos a una hora. La escopolamina se distribuye rápida y
completamente en el SNC. Los derivados cuaternarios son mal captados por el cerebro, y por tanto, son
relativamente libres, en dosis bajas, a efectos sobre el SNC.
c) Metabolismo y eliminación: Después de la administración, la eliminación de la arropina de la sangre ocurre en
dos fases: la semivida de la fase rápida es dos horas y la de la fase lenta tiene un aproximado de 13 horas.
Cerca de 50% de la dosis se excreta sin cambios en la orina. La mayoría del resto aparece en la orina como
productos de la hidrólisis y la conjugación. El efecto del fármaco sobre la función parasimpática disminuye
rápidamente en todos los órganos, excepto en el ojo. Los efectos sobre el iris y el músculo ciliar persisten
durante más o igual 72 horas.
Farmacodinámica:
La atropina causa bloqueo reversible de acciones colinomiméticas en receptores muscarínicos; es decir, el bloqueo
con una pequeña dosis de la atropina se puede superar con una concentración mayor de la acerilcolina o un agonista
muscarínico equivalente. Cuando la atropina se une al receptor muscarínico, evita acciones como la liberación de
trifosfato de inositol y la inhibición de adelil ciclasa que son causadas por agonistas muscarínicos. Los tejidos más
sensibles a la atropina son las glándulas salivales, bronquiales y sudoríparas. La secreción de ácido por las células
parietales gástricas es la menos sensible. La atropina es altamente selectiva para los receptores muscarínicos. Su
potencia en los receptores nicotínicos es mucho menor, y las acciones en receptores no muscarínicos por lo general
no son detectables clínicamente. La mayoría de los fármacos antimuscarínicos sintéticos son considerablemente
menos selectivos que la atropina en las interacciones con los receptores no muscarínicos.
Efectos en el SNC: en las dosis generalmente utilizadas, la atropina tiene efectos estimulantes mínimos sobre el SNC,
en especial los centros medulares parasimpáticos, y un efecto sedante más lento y duradero en el cerebro.La
escopolamina tiene efectos centrales más marcados, produciendo somnolencia cuando se administra en las dosis
recomendadas y amnesia en personas sensibles. En dosis tóxicas, la escopolamina y, en menor grado, la atropina,
pueden causar excitación, agitación, alucinaciones y coma. Efectos en el ojo: el músculo constrictor de la pupila
depende de la activación del receptor colinérgicos muscarínico. Esta activación es bloqueada por atropina tópica y
otros fármacos antimuscarínicos terciarios, y da como resultado una actividad dilatadora simpática sin oposición y
midriasis. También estos fármacos debilitan la contracción del músculo ciliar o cicloplejía, y reducen la secreción
lagrimal. Efectos en el sistema cardiovascular: las dosis terapéuticas, de moderadas a altas, de la atropina causan
taquicardia en el corazón inervado que late espontáneamente mediante el bloqueo de la ralentización vagal. Sin
embargo, las dosis más bajas con frecuencia dan lugar a una bradicardia inicial antes de que se manifiesten los
efectos del bloqueo vagal periférico. En concentraciones tóxicas, los fármacos pueden causar bloqueo de conducción
intraventricular que se han atribuido a una acción anestésica local. Efectos en el sistema respiratorio: la administración
de la atropina puede causar algo de broncodilatación y reducir la secreción. Los fármacos antimuscarínicos se usan
con frecuencia antes de la administración de anestésicos inhalantes para reducir la acumulación de secreciones en la
tráquea y la posibilidad de laringoespasmo. Efectos sobre el tracto gastrointestinal: efectos sobre la secreción salival,
boca reseca. La secreción gástrica se bloquea de manera menos efectiva, la secreción basal se bloquea de forma
más efectiva que la estimulada por los alimentos, la nicotina o el alcohol. Hay afectación en la motilidad del músculo
liso gastrointestinal desde el estómago hasta el colon. En el tracto genitourinario la atropina ralentiza la micción. En
las glándulas sudoríparas la atropina suprime la sudoración termorreguladora.