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Las reglas terapéuticas R4 a R6, que abarcan el desarrollo de repertorios para observar las propiedades reforzantes de la conducta del terapeuta en relación con las CCR's del cliente, la generación de un repertorio de descripciones de las relaciones funcionales entre las variables de control y conductas, y la emisión de comportamientos discriminativos por parte del terapeuta. Se detalla el fenómeno del 'self' o conciencia de sí mismo y cómo se relaciona con las reglas terapéuticas. Se presentan topografías de conductas problemáticas y mejoras que ocurren dentro y fuera de sesión, y se discuten los porcentajes de presentación de diferentes tipos de conductas. Se menciona el papel de la interacción entre la conducta del cliente y del terapeuta en sesión y cómo se codifican las sesiones terapéuticas.
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MODIFICACIÓN DE LAS CONDUCTAS CLÍNICAMENTE RELEVANTES 1 y 2 EN LA PSICOTERAPIA ANALÍTICO FUNCIONAL
Presentado por ALEXANDRA MAYO ANA ELIZABETH GRACIANO
Director AMANDA MILENA MUÑOZ MARTINEZ
Lista de tablas
Tabla 1 ............................................................................... ¡Error! Marcador no definido. Clase funcional, topografías fuerza y dentro del contexto terapéutico de la P1. Tabla 2 ............................................................................................................................... 44 Clase funcional, topografías fuerza y dentro del contexto terapéutico de la P2. Tabla 3 ............................................................................................................................... 44 Clase funcional, topografías fuerza y dentro del contexto terapéutico de la P Tabla 4 ............................................................................................................................... 45 Clase funcional, topografías fuerza y dentro del contexto terapéutico de la P4.
Lista de figuras
Figura 1. ............................................................................................................................ 47 Frecuencia de CCR1, CCR2, CCR3- 1 y CCR3-2 en dos condiciones experimentales. LB=línea de base, B=Uso en mayor proporción de regla 2, y BC= Uso de regla 2 y regla 3, con mayor proporción de ésta última.
Figura 2. ............................................................................................................................ 49 Proporción en porcentaje de CCR3- 1 y CCR3-2 por sesión Figura 3. ............................................................................................................................ 51 Frecuencia de CCR1, CCR2, CCR3- 1 y CCR3-2 por sesión en LB-B-BC-B-BC Figura 5. ............................................................................................................................ 55 Frecuencia de CCR1, CCR2, CC3- 1 y CCR3-2 por sesión en LB-BC-B-BC-B Figura 6. ............................................................................................................................ 56 Frecuencia de CCR1, CCR2, CCR3- 1 y CCR3-2 por sesión en LB-BC-B-BC-B
Abstract This research looked for observe the changes in Clinical Relevant Behavior 3 (CRB3), after the administration of differential contingencies (Rule 2 and Rule 2+3) over Clinical Relevant Behaviors 1 (CRB1) and 2 (CRB2). A single case crossover design with control measure A-B-BC-B-BC/A-BC-B-BC-B was conducted. Four participants was selected from a clinical psychology center at Bogota, they presented relationship problems. The data were analyzed by visual inspection and statistical descriptive analysis. The results showed that Clinical Relevant Behavior 3 changes are not linked with changes on Clinical Relevant Behaviors 1 and 2. Also, CRB3 variations were instable across the phases. It was concluded that CBR3 are not functionally equivalent to CBR1 and CBR2, due to that it is recommended a direct approach from researchers and clinicians to stablish its role on psychotherapy. Key words: functional Analytic Psychotherapy, clinical relevant behavior, verbal Behavior, contingencies.
1. Introducción A pesar del incremento en la tendencia a diseñar programas de psicología en las universidades Colombianas y el creciente interés en el área de la psicología clínica (Robins, Gosling, y Craik, 1999), se observa una preferencia por parte de los psicólogos clínicos por realizar psicoterapia más que por realizar investigaciones en el área (Patrón-Espinosa, 2011) y aunque parte integral de los procesos de intervención implican el establecimiento de una conexión entre la investigación de aspectos conceptuales y aplicados para predecir el éxito de las terapias (Carrascoso y Valdivia, 2007) se ha evidenciado que existe una visión estrecha acerca de indagar sobre los conceptos que soportan los aspectos empíricos (Machado, Lourenco y Silva,
un mejor análisis de la efectividad de la FAP en el ambiente aplicado y de estudios dirigidos a la identificación de los mecanismos que facilitan el cambio en el proceso terapéutico (Mangabeira, Kanter y Del Prette, 2012). La FAP buscó explicar los cambios en sesión de los comportamientos que se presentan en ésta y que son funcionalmente equivalentes a aquellos que se dan en su contexto natural, estas conductas son denominadas Conductas Clínicamente Relevantes (CCR’s) (Kohlenberg y Tsai, 1991; Muñoz-Martínez, Novoa-Gómez y Vargas, 2012; Virués, Descalzo y Venceslá, 2003). En el primer libro ublicado sobre esta terapia, Functional Analytic Psychotherapy, Kohlenberg y Tsai (1991) establecieron tres tipos de Conductas que se pueden presentar en sesión: (a) las CCR1 que son los comportamientos funcionalmente equivalentes a las problemáticas en la vida diaria del cliente, (b) las CCR2 que equivalentes a los objetivos fuera en el contexto natural, y (c) las CCR3 que son las interpretaciones que hacen los clientes acerca de la causa de su comportamiento y la generalización del cambio realizado en terapia hacia las relaciones de su vida cotidiana. Respecto a las CCR3 es importante tener en cuenta, que debido a que Skinner (1957, pp
Sarmiento y Urbina 2008) mientras otros aseguran que éstas son las que permiten el cambio de las 1s y las 2s y debido a ello el proceso terapéutico tendría que enfocarse en su cambio como aspecto fundamental (Virués, Descalzo y Venceslá, 2003). Es en ese contexto que esta investigación buscó observar los cambios en las CCR3 a través de procesos terapéuticos en los que se hizo uso de las reglas 2 y 3 de la Psicoterapia Analítico Funcional para alterar las CCR1 y las CCR2, con el fin de responder a la pregunta ¿Qué cambios se dan en las Conductas Clínicamente Relevantes 3, como medida control, tras el uso diferencial de reglas terapéuticas 2 y 3 dirigidas a la modificación de las Conductas Clínicamente Relevantes 1 y 2 en la Psicoterapia Analítico Funcional?
2. Justificación Machado, Lourenco y Silva (2000) plantean que para lograr progresar, una ciencia necesita del balance de tres tipos de investigación, la fáctica, la teórica y la conceptual. En la psicología se evidencia un desequilibrio en estos aspectos, ya que se ha dado un mayor desarrollo en investigaciones de tipo fáctico y se ha dejado de lado la indagación de la teoría y la construcción de una claridad conceptual (Machado, Lourenco y Silva, 2000). Por lo que desarrollar estudios de tipo tra5slacional, es decir, investigaciones que permitan establecer la relación entre la investigación básica y la aplicada, con la pretensión de traducir el conocimiento científico, resulta útil (Cabieses y Espinoza, 2011). Siendo esta investigación de importancia disciplinar en tanto permiten establecer la concordancia entre el cuerpo empírico y el conceptual- teórico.
únicamente desde la teoría o lo conceptual sino también pretende encontrar herramientas que garanticen un mejor obrar del terapeuta teniendo como meta principal la beneficencia del consultante. Este proyecto busca aportar a nivel empírico y teórico sobre el papel de las verbalizaciones, interpretaciones y razones que da el consultante respecto a su problema, lo cual es aún un área de debate frecuente entre los psicólogos clínicos, además, no se encuentra delimitado claramente en la literatura y en su uso en la práctica clínica conductual. Así mismo espera contribuir al cuerpo de publicaciones que muestren la efectividad de FAP y más adelante poder generar un marco de entrenamiento para futuros terapeutas interesados en esta terapia. Desde este punto de vista, está investigación parte del proyecto investigativo “Efectos de la presentación diferencial de las contingencias sobre las conductas clínicamente relevantes: un estudio de los mecanismos básicos implicados en la Psicoterapia Analítico Funcional” el cual tuvo como objetivo mostrar cómo actúan los mecanismos básicos de cambio (control antecedente y de las consecuencias – reforzamiento y castigo-) dentro de la interacción terapéutica y si hay diferencias entre unos y otros, sobre el comportamiento abordado en sesión. Por este motivo la temática que se aborda en el presente estudio, se enmarca dentro de uno de los campos relacionados con: roles sociales e interacciones, estudiados en el grupo de Investigación en Ciencias del Comportamiento, de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz, soportándose en la línea de investigación en Conceptualización, Evaluación e Intervención en Psicología Clínica, pues busca ver qué cambios se producen en las CCR3 mediante la relación terapéutica que establecen consultante y terapeuta en sesión y la emisión diferencial de comportamientos de este último, para la evocación y el refuerzo de las CCR1 Y CCR2, teniendo como medida control las CCR3.
Con el presente estudio se pretende aportar al entendimiento del proceso clínico, nutrir la teoría subyacente a las intervenciones y dotar de más herramientas al psicólogo en el área clínica y en última instancia beneficiar a los consultantes. Para lo cual se planteó como objetivo general el establecer el cambio en las CCR3 tras la administración de R2 y R2+R3 sobre las Conductas Clínicamente Relevantes 1 y 2, y como objetivos específicos:
última instancia establecer la eficacia de los procesos terapéuticos y también explicarlos con base en los procesos psicológicos básicos desde la perspectiva conductual. Las principales terapias conductuales de tercera generación son: la Terapia Dialéctico- Conductual (DBT), la Psicoterapia Analítico-Funcional (FAP), la Terapia de Pareja Conductual Integrativa (IBCT), la Terapia Cognitiva Basada en la Conciencia (Mindfulness) (MBCT) y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) (Zych, Buela-Casal, Sierra y Gómez-Rodríguez, 2012), que han mostrado ser efectivas (Mañas, 2007). En la actualidad existe un creciente interés en determinar no solamente qué terapias son más efectivas sino cómo funcionan, es decir, el curso del cambio, los moderadores del cambio y los mediadores de este proceso (Carrascoso y Valdivia, 2004, Laurenceau, Hayes y Feldman, 2007). Múltiples estudios demuestran que la psicoterapia tiene efectos sobre la conducta de los consultantes, sin embargo, cuando se compara la efectividad de los tratamientos no se encuentra que haya una diferencia significativa entre las diferentes posturas psicoterapéuticas, esto ha llevado a pensar que independientemente de los aspectos específicos de las terapias los elementos no específicos juegan un papel fundamental en el tratamiento de las problemáticas de los consultantes (Castro, 2001). Algunos estudios (Pérez, 2013) han llamado a estos elementos factores inespecíficos, entre los cuales se encuentra la relación terapéutica, la cual resulta ser un elemento fundamental en las terapias de tercera generación.
3.1 La relación terapéutica y las terapias de tercera generación Algunos de los factores comunes a todas las terapias y que se asocian al cambio terapéutico son: (a) aspectos del consultante, variables tales como grado de dificultad de la problemática, disposición al cambio y expectativas del consultante; (b) factores del terapeuta
como, las habilidades y actitudes que favorecen un clima terapéutico positivo; y (c) la relación terapéutica (Winkler, Cáceres, Fernández y Sanhueza, 1989). En el contexto de la terapia conductual los elementos de la relación terapéutica se han analizado desde diferentes puntos, por ejemplo desde una perspectiva de aprendizaje social, se considera que el terapeuta juega un papel importante en el consultante por la influencia social que tiene sobre éste, así mismo elementos como la empatía son considerados valiosos, debido a que el establecimiento de cierto tipo de relación terapéutica favorecería que el consultante tuviera más confianza para revelar información (Follette, Naugle y Callaghan, 1996). La importancia que ha adquirido la relación terapéutica como herramienta de las terapias de tercera generación ha llevado al desarrollo de un conjunto de habilidades tales como generar empatía y una conexión con el consultante, lo que es transversal e indispensable para éstas. Por ejemplo para la ACT la relación tiene como propósito facilitarle al terapeuta ponerse en el mismo nivel del consultante y estar alerta para que no caiga en los problemas de fusión y literalidad, que resultan fundamentales para dicha terapia. En el caso de la DBT es uno de los ingredientes esenciales de la terapia, sin el cual no se produce la mejoría clínica (Barraca, 2009). Para la Psicoterapia Analítico Funcional (FAP) la relación terapéutica es un escenario en el cual el consultante se comporta funcionalmente a la manera en la que lo hace en el contexto natural y resulta ser el contexto fundamental para generar cambios, debido a que en éste el clínico evoca, refuerza y castiga conductas clínicamente relevantes que son equivalentes a los comportamientos que ocurren fuera de sesión, y por lo tanto no es indispensable el trabajo terapéutico fuera de ésta para favorecer los cambios en ellos (Kohlenberg, Tsai, Parker, Bolling y Kanter, 1999).
en relación con las CCR’s del cliente y, finalmente, la regla 5 (R5) consiste en generar en el cliente un repertorio de descripción de las relaciones funcionales entre las variables de control y las conductas, y realizar acciones abocadas a la generalización de las mejoras que el consultante presenta en sesión fuera del contexto terapéutico (Ferro-García, Valero-Aguayo y López- Bermúdez, 2007; Kohlenberg y Tsai, 1991). la regla 5 (R5) consiste en generar en el cliente un repertorio de descripción de las relaciones funcionales entre las variables de control y las conductas, y realizar acciones abocadas a la generalización de las mejoras que el consultante presenta en sesión fuera del contexto terapéutico (Ferro-García, Valero-Aguayo y López- Bermúdez, 2007; Kohlenberg y Tsai, 1991). El comportamiento del cliente es denominado como Conductas Clínicamente Relevantes (CCR), y la FAP contempla tres tipos. Las CCR tipo 1 (CCR1) son los problemas del cliente que ocurren durante la sesión, éstos pueden implicar pensamientos, percepciones, sentimientos, visiones, recuerdos, etc. Las CCR tipo 2 (CCR2) son las mejorías del cliente que ocurren durante la sesión y las CCR tipo 3 se incluyen las interpretaciones del cliente de su propia conducta y lo que cree que la causa (Kohlenberg y Tsai, 1991). Dentro de esta terapia se contempla que las interpretaciones hechas por el consultante favorecen la generalización de nuevos comportamientos en el ambiente natural, es decir, que el aprendizaje de las CCR3 resulta crucial para el proceso terapéutico en la FAP (Kohlenberg y Tsai, 1991). De acuerdo con ellos, esto es posible, debido a el ambiente terapéutico y el ambiente natural del consultante son funcionalmente equivalentes, es decir, que así topográficamente no compartan las mismas características tienen las mismas funciones. Es debido a esto que el moldeamiento de nuevos repertorios en sesión y el establecimiento de una relación genuina con el terapeuta resultan en la experiencia de relaciones más genuinas en la vida del cliente (Kohlenberg y Tsai, 1991).
Los estudios empíricos en FAP han mostrado la preocupación de los investigadores por sustentar sus resultados en relación con sus supuestos teóricos, sin embargo, a pesar de las sólidas bases teóricas derivadas del Análisis del Comportamiento que podrían sustentarlas, se ha de notar que existe un vacío en el campo investigativo que las víncule, pues hasta el momento hay pocos estudios basados en diseños de caso único de tipo translacional que han mostrado la relación entre la FAP y los mecanismos explicativos de esta perspectiva psicológica, y aún los resultados no son concluyentes (Busch et al., 2008; Busch, Callaghan, Kanter, Barush y Weeks, 2010; Esparza, Muñoz-Martínez, Santos y Kanter, en prensa; Kanter, Landes, Busch, Rush, Brown y Baruch, 2006, Velandia, 2012) y de manera particular no es clara la influencia de tales mecanismos sobre las explicaciones que dan los consultantes de su propio comportamiento, es decir, sobre las CCR 3 , que implican directamente las verbalizaciones que explican el comportamiento de los consultantes, y sí éstas se relacionan funcionalmente con las CCR1 y CCR2, o sí afectan o son afectadas, o no tienen ninguna relación con las mismas, por lo que se hace importante delimitar el contexto de lo que implica la conducta verbal para el Análisis del Comportamiento, los aspectos involucrados en su desarrollo y su papel en la regulación de la conducta humana.
3.3 Conducta verbal Para el análisis del comportamiento ha sido de gran interés entender y conceptualizar la conducta verbal (Devany, Hayes y Nelson, 1986), desde una perspectiva post-Skinneriana el lenguaje es una conducta simbólica, y por tanto relacional, en cuanto una persona puede hacer uso de expresiones verbales y no verbales sobre aquello con lo que interactúa y las funciones atribuidas a un estímulo, pueden ser transferidas a otros, por ende la actividad verbal no estaría